Curando tus heridas [R.L]
La noche de luna llena había terminado,lo cual significaba que verías a Remus con nuevos rasguños.
Y eso fue definitivamente lo que sucedió.
A la mañana siguiente encontraste a Remus dormido a tu lado. No tenías la menor idea de a que hora había llegado,y la verdad,eso no te interesaba,para ti bastaba que hubiera llegado sano y salvo.
-Remus,cariño...- le susurraste moviendolo un poco, obteniendo como respuesta un ligero quejido de dolor.
Al quitar tu mano encontraste una línea de sangre sobre tu palma. Dirigiste tu mirada a su hombro, lugar donde habías posado tu mano.
Remus despertó a causa del dolor de su herida nuevamente abierta. - Buenos días, (t/n)...- saludó. A pesar del dolor que sufría hizo su mayor esfuerzo en mostrarte una sonrisa.
Tú le sonreiste de medio lado. Con mucho cuidado te sentaste en su pelvis y le subiste su camiseta.
-¿Que haces?- preguntó riéndose con cansancio.
-Solo quiero ver tus heridas.- le respondiste pasando tus dedos por su abdomen. Al instante a Remus le dio un escalofrío.
Casi todo el abdomen y pecho de Remus estaba cubierto de rasguño y otras heridas un poco más serias. Algunas del mes anterior y otras del día anterior.
Te levantaste de él y fuiste hacía el baño. De inmediato buscaste la gaveta donde guardaban los primeros auxilios y una vez que la tuviste en mano saliste.
-(t/n),no...- dijo Remus recostandose sobre la cabecera de la cama.
Tú te acercaste a él con la caja en tus manos. -Remus,por favor...
-No.- continuó testarudo.
Por fin llegaste hasta donde se encontraba Remus. Pusiste la caja de primeros auxilios sobre la mesa y te sentaste al frete de él.- Solo dejame curarte.
Remus al final acepto bajo tu pedido. Dejandose a tu merced.
-Necesito que te quites la camisa.- Remus te dirigió una pequeña sonrisita.- ¡Para tus heridas,tonto!
Remus continuó riendo.- Estas pasando mucho tiempo con Sirius y James.- dijiste entre risas.
Abriste la blanca caja y sacaste un algodón y la botella de alcohol,para despues mojar el algodón en el líquido. - Ahora quedate quieto...
Pasate el algodón por la primera herida. Remus solto un quejido. La pasaste por la segunda y él apretó tu mano.
-Tranquilo.- le susurraste.
Así pasó con las demás. Hasta que Remus tomo la mano que tenía el algodón ya lleno de la sangre del hombre lobo.
Él te miró con ojos suplicantes y con su otra mano entrelazo sus dedos con los tuyos.- Por favor,ya basta,(t/n).- te pidió.
Querías decirle que no,puede que tú no fueras una de las mejores enfermeras en St.Mungos,pero querías ayudarlo,protegerlo. Sin embargo mirar a esos ojos marrones que estuvieron soportando el ardor del alcohol por más de media hora,pudieron contigo.
-Esta bien,amor.- le dijiste en un tono dulce. Pusiste al algodon en la mesita y te volviste a él.
-¿Que quieres que haga para hacerte sentir mejor?
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¡Gracias por la idea a la linda persona que me la dio!
¡No sé si a esto te referías, pero aquí esta! 👍
Lo siento por no mencionarte,mi Wattpad ha estado muy estupido estos días.
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