Ai Hoshino quedó encantada con él. 

Proveniente de una "familia" disfuncional y quedando huérfana a temprana edad, Ai desarrolló una afinidad por aquello que está rodeado por una densa oscuridad.

Ai Hoshino -irónicamente- ve luz en la oscuridad.

A ella le parece más atractivo y familiar la seguridad de aquello que conoció toda su vida, que los inmensos reflectores que la cegaban a diario.

 Al principio pensó que ese chico unos meses menor que ella era peculiar, se había encontrado a alguien de su misma calaña, otro mentiroso buscando el amor que nunca tuvo en casa con los demás.

Y sus gustos como tal son... Particulares.

Bien dicen que tus traumas pueden convertirse en fetiches.

Con ella sucede algo similar, pero no a nivel sexual.

Ella en cambio, se ha identificado, siente atracción por alguien que está tan jodido como ella.

—No te preocupes por mí, estoy bien.

—¿Eso también es una mentira?

Sus palabras parecieron tomarlo por sorpresa, porque Hikaru volteó a verla sin su típica sonrisa nerviosa, su mirada era fría y permanecía con la guardia en alto al ser descbierto.

—¿Qué? Creo que no escuché bien, ¿Podrías volver a repetirlo?

Ahí va de nuevo...

—Dije que te entiendo, a mi también me pasa lo mismo, porque veo en ti los ojos de un mentiroso capaz de engañar a la gente. —antes de que Hikaru pudiera refutar algo, siguió hablando— Eres raro, ¿Es así como deseas que alguien te ame? No eres puro ni inocente en lo más mínimo, ¿Hasta cuándo piensas continuar con esta farsa? Estás igual de podrido que yo, Hikaru. Pero no te preocupes, porque a mí me gustas y mucho, yo me encargaré de amar a tu verdadero yo, incluso si eso me mata por dentro.

El chico guardó silencio por un momento, para después hablar con animosidad y aversión en sus palabras.

—Estás mintiendo, ¿Cómo podrías amar a alguien como yo? ¿Cómo siquiera te diste cuenta de mi actuación? Vamos, confiesa.

—Un mentiroso reconoce a otro, ¿No crees que es algo asombroso? Somos bastante similares, por no decir que, nadie nos quiere ni se preocupa genuinamente por nosotros.

Si nivel de adaptación superaron mis expectativas.

Sin duda alguna, ella es admirable.

Detrás de esa encantadora sonrisa y aquella actitud que atrae a todos como mosquitos a la luz, solo hay oscuridad.

Tal vez por eso no he parado de observarla.

Hikaru sonrió —¿Eso quiere decir que estamos en el mismo escalón?

—Sí, algo así.

Se despide:

"Mr_Swag95"