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- Debemos detenernos, o esto se saldrá de control – Aseguro el azabache sin quitarse de encima de la peli rosa, una posición un tanto, peculiar.

- ¿De verdad?, no me digas que no sientes curiosidad – Beso la comisura de sus labios con deseo, los ojos de la menor comenzaban a cambiar de color ante la calentura del momento.

- Apenas tuvimos nuestra primera cita y ya quieres llegar a ese punto – Acarició su espalda con cariño, retomo el camino de besos que dejo en su cuello y respiró con profundidad el aroma a flores que desprendía.

- Así es, ¿Quién no querría llegar a este punto contigo? – suspiro ante sus caricias, el azabache pasaba sus manos por su espalda hasta terminar en sus muslos, a veces jugaba con la cola de la menor mientras besaba esos labios rosados.

Y fue todo, después de ese pequeño beso en el lago algo despertó en ellos, más que solo amor, era un incontrolable deseo por poseer se entre sí.

No sabían si era causa de sus sistemas, o porque sus cuerpos ya empezaban a gritar llegar a la siguiente base.

Los besos se unían y se separaban por la falta de aire, se unían y peleaban por el control, las manos juguetonas de la rosada subían por su espalda, acariciando sus púas y apretándolas de repente.

Gruñidos salían del erizo ante la tentadora oferta que la rosada hacía, "Ven y tómame", Su cuerpo comenzaba a desprender aún más calor y comenzó a preguntarse si en verdad era bueno tomar a una chica como ella.

Su cuello era recorrido de besos y lamidas, la trataba con delicadeza, y ella solo respiraba y jadeaba cada vez que sentía su lengua pasar.

Con su cabeza hacía atrás en la punta de la cama, subió una de sus piernas para dejarla enroscada en la cintura del erizo mayor. El azabache retomó los labios dulces de la chica y la aprisionó su cuerpo contra el suyo.

Pronto sintió su par de manos bajar el cierre de su vestido, con las mejillas coloradas jadeo el nombre de su amante. El azabache con las mejillas de igual color se deshizo de tan hermoso vestido.

Acarició cada parte de su cuerpo, las caderas, ese busto grande y deseoso, la mirada de deseo en la menor lo hizo calentarse.

Los besos ya no eran delicados, eran rudos y apasionantes, El azabache quedó sorprendido ante el cambio radical que la rosada estaba tomando, ahora estaba sobre él mirándolo un tanto juguetona, que Dios y la ONU lo perdonen.

Ya no había marcha atrás...

Golpes en la pared se escuchaban, las estocadas entrando y saliendo de su pequeño ser, teniéndola contra la pared.

Jadeando nombres por toda la casa, apretando, gimiendo, la pasión estaba llegando a sus límites.

Retomaba en su boca los botones rozados de la eriza, tan duros de la excitación. Sentía su cuerpo llegar al máximo, ¿Quién diría que terminaron a este punto?

De querer matarse, a estar enamorados y vueltos un descontrol en la cama.

Un grito de excitación lo hicieron darse cuenta de que podía tenerla a su merced, había tocado el punto clave. Entraba y salía de su intimidad con rapidez llegando a donde ambos querían.

Las mordidas que recibía en el cuello y hombros por parte la eriza lo excitaban, el rasguñar de sus uñas con su espalda lo estaban volviendo loco.

- Sigue haciendo eso, ¡Lo haces tan bien! – Gritó entre jadeos, su cabello estaba totalmente despeinado ante el duro vaivén contra la pared.

Sus ojos veían borroso, prueba del cansancio que estaba sintiendo, estaba por caer rendida en cuanto ambos llegaron al clímax. Apretó las púas del azabache con fuerza.

El erizo soltaba un gemido ronco de placer al venirse dentro y por su parte, sentía ya no poder más, solo se dejó caer en sus brazos.

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- Oye, ¿Vas a despertar o te vas a quedar más tiempo dormida? – Sintió el golpe de una almohada golpear su rostro con fuerza.

Se levantó asustada sudando frío, miro al azabache en el umbral de su puerta con una taza de café en sus manos.

- ¿Todo fue...? – Lo miro con desilusión, lo había sentido tan real que ni ella misma se lo habría imaginado.

- ¿De qué hablas? – Pregunto confundido sorbió su bebida, la eriza negó con la cabeza sacando esos pensamientos impuros de su mente,

- Como sea, ya está el desayuno, voy a esperar a que termines para ir de nuevo al lago y meditar – Ascendió apenada por las molestias – Y vístete primero, si sales de esa forma sucederá lo mismo de anoche – le guiñó un ojo juguetón.

Su boca se abrió de la impresión y se miró el cuerpo, ¡Estaba desnuda!, ¡¿Realmente sucedió?! se cubrió al instante, estaba sonrojada hasta las orejas, era una manera un tanto tierna.

Creyendo que había sido producto de su imaginación cuando realmente lo que sucedió fue la misma realidad, dura, pero satisfactoria para ella en esos momentos.

Se dejó caer de nuevo en la cama ahogando sus gritos de felicidad en una almohada, no podía creerlo.

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¡Hola!, apuesto a que se enojaron cuɑndo puse que fue un sueño, ¿A qué si verdad? xD. ¡pero!, para los que no entendieron aquí la explicɑción.

Amy creyó que fue un sueño, pero si paso v;, creo que Shadow ya sabe lo que pasara, I'm calling the police xD okno. El lemon, fue corto, debido a que fue una pequeña parte del sueño, pienso que asi se quedara, y no voy a cambiarlo. 

Qué por cierto este es el único capítulo más corto que he echo.