Cap. 15 La verdad en tus palabras

Pov Shadow

Entre al baño de mi cuarto, mire el espejo observando los detalles del marco que lo adornan, siento como si el tiempo nunca hubiera pasado aquí. Aunque este cubierto del polvo, y la soledad este en el ambiente puedo recordar todos los momentos que pase aquí.

Gire la llave del agua, estoy seguro que abrí la fuente de toda nuestra agua cuando estaba en el sótano. La regadera dejo salir agua sucia seguida por una limpia, entre quitándome la ropa mojada, solo quiero quitar el horrible olor a tierra de mi cuerpo.

Limpie mis púas con lentitud pensando en lo sucedido, si, intento llevarme bien con Amelia, intento forjar un lazo de amistad. Pero a veces su actitud orgullosa y caprichosa manda todo hacia el fondo de nuevo.

Creo, que hay mucho por contar, y esta podría ser una buena oportunidad, Creo que sobre ella, sé la mayoría de las cosas, o eso creo yo.

Cerré la llave y tome una toalla para comenzar a secar mi cuerpo, guarde la ropa sucia en un cesto de ropa y baje las escaleras secando mis púas. ¿Ahora dónde está?

Un olor a chocolate llego a mi nariz, debe estar en la cocina, puse mi toalla alrededor de mis hombros y la vi sirviendo chocolate caliente en dos tazas. Me recargue en el marco de la puerta observando sus movimientos. Me miró de soslayo y para finalizar, agrego unos malvaviscos al chocolate.

- ¿Podemos hablar?, ya sabes, conocernos y todo eso.- Hablo nerviosa, entiendo que se sienta un tanto incomoda, es la primera vez que hablaremos así. Ascendí y me acerqué a la mesa tomando mi taza.

Salí de la cocina hasta llegar a la sala seguido de ella, me senté junto a la chimenea recargándome en uno de los sillones de mi padre. La mire sentarse en el sillón de enfrente tomando un poco de su chocolate, le quedo un bigote y no pude dejar escapar un pequeña risa mientras sonreía por el momento, ella confundida no comprendió y solo negué con la cabeza.

- ¿De qué te gustaría hablar?- Pregunté con neutralidad, dejaré que el bigote se quede.

- De acuerdo, que te parece, ¿este lugar?, estoy segura que antes vivías aquí, ¿Qué paso?.- Suspire con tranquilidad pensando en las palabras correctas, "No es tu asunto", es lo que contestaría, pero bueno, debemos llevarnos mejor.

- Cuando mi padre aún seguía en vida, nos traía aquí de vacaciones, nunca viví aquí oficialmente, solo era en las vacaciones de verano o invierno, a mi madre siempre le encanto pasar la navidad aquí, decía que ellos no podrían encontrarnos.- Reí recordando las locuras de mi madre.

- ¿Tu madre tenía algún problema mental?.

- Si, y no sé qué fue lo que mi padre vio en ella, pero sin duda le encanto y la amo hasta sus últimos días.- Tome un poco del chocolate caliente.

- Eso suena lindo, supongo que después de eso ustedes...¿son así de fríos?.- Me pregunto tratando de entender.

- Claro que no, yo y mi hermano siempre hemos sido así de serios, o bueno ¿lo era?, sigo siéndolo, es solo, que nosotros no nos expresamos demasiado.

- Oh, de acuerdo.

- ¿Qué hay de ti?, ¿Dónde está tu madre?.- Frunció el ceño con molestia y se recargo en el sofá, abrí una herida tal vez.

- Mi madre se divorció de mi padre cuando yo tenía seis años, se casó con un hombre millonario y ahora tiene dos hijos, es su familia perfecta, en cuanto a mí, intento convencerme de ir con ella, de tener una vida en mejores condiciones y llena de lujos.- Se expresó molesta.

- ¿Por qué no aceptaste?.

- ¿Y dejar a mi padre solo?, ¡Jamás!, entiendo que tal vez mi madre ya no sentía lo mismo por mi papa, y que tiene derecho de hacer lo que quiera con su vida, pero ella y yo nunca nos llevamos.

- ¿Le tienes rencor?.- Mire sus ojos, el brillo subía y bajaba constantemente.

- No, solo me molesta que sea tan cínica en algunas situaciones. Llegue a pedirle dinero unas cuantas veces para ayudar a mi padre, lo oculte diciendo que lo necesitaba para la escuela o otras cosas, en lugar de eso me daba la espalda diciendo que mi padre debía darme eso. Su esposo al contrario me daba el dinero. Es un gran hombre, pero esta con la mujer equivocada.- Suspiro con molestia y el brillo de sus ojos volvió a la normalidad, se ha tranquilizado.

- Bueno, supongo que tal vez tu madre si le tiene cierto rencor a tu padre para darte la espalda de esa manera, pero bueno, no quiero meterme en tus problemas familiares, ¿Ahora están mejor no es así?, no necesitan de ellos para sobrevivir, mucho menos cuando tú y tu padre son imparables.- Comente alegre, creo que puedo alegrar su ánimo un poco.

- Tienes razón, no la necesito.- Sonrió amablemente tomando un poco de su taza.- ¿Qué crees que vengan a hacer aquí?.

- ¿Hablas de los sujetos?, ¿Extraterrestres?, no lo sé.

- Si, me refiero, ¿Qué es lo que quieren ahora?, ¿Cómo estamos seguros de que vendrán?.

- No estoy seguro si vendrán, que la preocupación y la intriga quieren invadirme, pero intento mantenerme calmado, mi madre a pesar de ya no estar loca me lo dijo, y créeme, que a lo que dice casi siempre es verdad.

- "Casi siempre", ni siquiera estas seguro, ¡¿Entonces qué hacemos aquí?!.

- Cálmate.- La mire con advertencia. No quiero empezar una pelea, ambos somos inestables, ella lo es más que yo.

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Pov Amelia

- ¡¿Calmarme?!, ¡Estoy bien!, me molesta saber que no tienes ni una puta idea de si vienen o no, de si solo fue una ilusión de tu madre. Estoy perdiendo mi tiempo.- Me quejé ignorando su advertencia, me importa muy poco. Me levante del sillón molesta caminando de un lado a otro.

Deje a mi padre solo porque se supone que algo o alguien vendría y ahora me dice que no está seguro. ¿qué pasa si algo le ocurre a mi padre?, ¿Qué pasa con el?, ¡No tiene ni dinero para comer!, bueno si tiene pero creo que tengo una idea de que lo gastara en comida chatarra.

- ¡Basta!, es mejor que te calmes o yo haré que te calmes por las malas.- Se levantó del suelo mirándome fijamente, una mirada tan penetrante y tenebrosa.- Que no se te olvide, que tienes que calmar esa actitud, o volverás a matar como antes, y tú sabes cómo terminara eso.

Trague saliva, debo respirar y tranquilizarme, está bien, estoy bien; me abrace a mí misma regulando mi respiración. Pero tenerlo de frente con esa mirada asesina no me ayuda mucho que digamos.

Me gire mirando la ventana, la lluvia se estaba calmando, pero mis sistemas hacían lo contrario, me decían que podía atacarlo y terminar con él, pero mi razón me preguntaba mil veces si estaba loca porque él me mataría en un instante.

Claro, si así lo quisiera. ¿Y no lo quiere verdad?; Me gire para volver a verlo y su taza de chocolate solo seguía ahí, ¿Ahora dónde está?; Escuche la puerta de la casa azotarse. Mire de nuevo por la ventana y ahí estaba entre la lluvia.

¿Qué está haciendo?; Lo vi levantando sus brazos al cielo y relajarse entre la lluvia. Esta loco, pero extrañamente se ve tranquilo, cerraba sus ojos respirando con lentitud. Me hizo una seña con la mano de que saliera a disfrutar junto con él.

Estamos en un momento tan serio y preocupante y él se relaja entre la lluvia. ¿Que tiene en la cabeza?...¿Debería?....no, es una estupidez; Me alejé de la ventana retomando el chocolate caliente de la mesa. Mis sistemas comenzaron a encenderse con emoción, ¿De qué?, solo están molestándome. Segundos después fue como si mis piernas tomaran vida y salí corriendo de la casa mojándome con la lluvia al instante.

El agua es fría y refrescante, si en medio de un bosque en una cabaña, con un erizo robot, en la noche corriendo como locos lanzándonos el agua de los pequeños charcos.

Me sentí relajada, disfrutando y sin preocupaciones, Shadow me miraba con una sonrisa al igual que la mía. El momento era divertido, si solo nuestras armas fueran de agua podríamos mojarnos aun mas de lo que ya estamos. Me sentí como una niña pequeña de nuevo, jugando con los charcos sin preocuparse de que alguien le regañe.

Corríamos entre los charcos con la intención de salpicarnos un poco del agua lodosa en la ropa o el cuerpo, y lo logramos, pues después de solo volverse agua con lodo se transformo en una guerra con lodo. Algo pacifico, pero divertido. Se acercó peligroso hasta abrazarme fuertemente diciendo que había funcionado, ¿Qué?

- Intentaba calmarte, quiero que entiendas que si esas cosas vienen o no, igualmente estaremos aquí un buen tiempo bola rosada.- Revolvió mi cabello mojado con el lodo que traía en la mano, sentía el calor que desprendía su cuerpo y sus latidos acelerarse.

- De acuerdo, pero tendrás que soportarme.- Comenté divertida correspondiendo al abrazo mojado y lodoso.

Correr durante un buen rato y jugando juntos me hizo darme cuenta de la realidad de sus palabras. Y es que tal vez no sea tan malo quedarme aquí con él. tanto el como yo hemos cambiado bastante, ademas de que juntos podremos superar los obstáculos de nuestros nuevos cuerpos. Porque, a pesar de las peleas, se que podremos llevarnos bien.  ¿Qué otra cosa podría pasar?. 

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