Cap. 1 La mujer de rosa
Pov Shadow
Era otro día más en las oficinas, estoy cansado de tener que hacer cuentas una y otra vez. De esto vivo y no puedo cambiarlo, mi hermano y mi madre necesitan el dinero y yo soy el único que trabaja.
Sinceramente, me he sentido demaciado cansado en estos últimos días, como si mis fuerzas se agotarán demaciado en tan poco tiempo, ¿Algo está mal en mi?. Tal vez tenga que ir al medico esta tarde, mi hermano siempre llega temprano de la escuela, debo avisarle.
Me separe un poco del computador y busque en mi bolsillo mi celular, busque en los únicos contactos que tenía a Silver, no me sorprende tener solo tres números, es mejor así. Le envié un mensaje y espere unos segundos para que me contestara, pero no lo hizo y volví al computador. Creo que el lo hace aproposito, nunca hemos mantenido una simple conversación, no lo veo muy seguido y siempre esta encerrado en su habitación.
Termine mi turno y guarde mis cosas en una mochila como siempre, sin perder mas tiempo fui a al hospital para hacerme algunos exámenes, mi pecho duele cuando camino muy rápido, por dios... espero que no sea nada grave. Y no es solo eso, he perdido bastante peso en unas semanas y últimamente no he comido correctamente. Debería comer mas.
Llegue al hospital y me acerque a la recepcionista, me dijo que tenía que esperar mi turno, como los demás me senté en una pequeña banca esperando. Sin duda, estar en un hospital no es lo mejor, ver a tantas personas enfermas y con problemas...al bordo de la muerte, cual hilo de vida puede ser cortado en un momento por falta de medicina, o causada por la misma enfermedad. Me gustaría ayudarlos, encontrar alguna salvación una cura, siempre tuve el deseo de ser un gran doctor, alguien que pudiera ayudar a las personas en momentos complicados.
Nunca lo logré, termine solo como un oficinista, mi madre no podía pagar tanto en mis estudios y no la culpo, su vida no ha sido nada fácil desde la muerte de mi padre, jamás le dije nada que pudiera dañarla, ya esta bastante loca como para corregirla, padece algo de esquizofrenia, supuestamente es hereditaria pero nunca la he padecido y eso me alivia, terriblemente mi hermano Silver la padece aunque no se a comportado igual que ella, aún no debe estar tan avanzada.
- ¿Shadow The Hedgehog?. - Una enfermera salió con una lista en sus manos mirando a cada uno de los presentes, me levanté del asiento y la seguí entre los pasillos hasta llegar al consultorio, se despidió con una amable sonrisa y se fue, gire el picaporte y entre. Me presente con el doctor y tras algunos minutos de chequeo, su mirada se fue entristeciendo, ¿Qué es lo que pasa?, probablemente tuvo un mal día, eso es todo.
- Disculpe, ¿Le molestaría que le hiciera otro examen medico haciéndole una resonancia magnética?, temo que usted tenga algo grave y solo me gustaría asegurarme.- Miro mis ojos buscando una respuesta, se le veía tan preocupado. Salí de mi trance, ascendí con la cabeza para darle mi aprobación. Salimos del consultorio y llegamos a la parte de la máquina. tuve que quitarme mi ropa y ponerme una bata, fue algo incómodo, nunca lo he echo y me pone algo nervioso.
- ¿Cuánto tiempo tardara este examen?, debo llegar temprano a casa. - Me metí dentro de la máquina e intente relajarme mientras está funcionaba, cerré mis ojos y espere indicaciones del doctor para salir.
- Eso depende de usted señor, ¿Cuánto le importa su salud?.
Después de eso no volví a decir nada mas, tiene razón, siendo de mi no creo que la hora importe demasiado, salí de la máquina y volví a vestirme, espere algunos minutos hasta que las imágenes estuvieran listas, por favor ruego para que nada malo me este pasando.
El tiempo pasaba hasta que el doctor se acerco a mi mostrándome las imágenes, las sostuve en mis manos, aparentemente eran mis pulmones. ¡¿Qué sucede?!
- Señor...desgraciadamente, usted tiene cáncer de pulmón...- Abrí mis ojos sorprendido...¿Acaso dijo?...- El cáncer se recorrió por los dos, y lo lamentamos mucho pero el hospital no tiene los recursos necesarios para ayudarlo...en verdad lo siento mucho, han venido muchos niños con este tipo de enfermedades y no tenemos la cura para ellos...en nombre del hospital lamentamos lo sucedido y...en verdad mis mas sinceras disculpas, me gustaría poder hacer algo por usted.- El doctor me miraba con dolor y tristeza, no quiero tener su lástima. ¿Qué voy a hacer?.
- ¿Cuánto tiempo me queda?.- Por favor, solo queda un año para que mi hermano pueda graduarse y por lo menos conseguir un trabajo, se que es egoísta...dejarlos solos pero que puedo hacer en esta situación, como es posible que yo tenga cáncer...mi pecho comenzó a dolerme fuertemente, sin poder evitarlo deje salir varias lágrimas, intente contenerlas pero me fue algo imposible.
- Me temo que solo le queda una semana de vida...el cáncer esta muy afectado y...le recomiendo que pase la mayor parte del tiempo con su familia.- El doctor se mostraba igual de destrozado que yo, realmente existen personas que puedan sentir o por lo menos, ¿comprender tu dolor?, tal vez solo este realmente triste por que yo lo estoy, o por que en realidad es una buena persona y le molesta no poder hacer algo para ayudarme, no lo sé, pero me conformo con la tercera opción.
Le agradecí por el tiempo perdido, dijo que no era nada, que el realmente se disculpaba conmigo, salí del hospital ya guardando las imágenes, Tal vez...debo contarle a Silver primero..
Lo llamé a su celular más de cinco veces, nunca contesto. ¿Por qué es así conmigo en estos momento?..
Camine sin rumbo por un tiempo, decidí cruzar el parque, por muy tarde que sea debo pensar bien las cosas y tener en mente lo que exactamente voy a decir, estoy a solo una semana de morir. Tengo tanto miedo, ¿Qué será de ellos sin mi?. Mi hermano no podrá soportar toda la presión de un trabajo en estos momentos, sus exámenes se acercan. Y ahora, mi vida solo depende de una semana, que día.
Después de tanto caminar decidí volver a casa lo antes posible, si no lo digo podría ser peor, subía las escaleras con calma pues mi pecho comenzó a doler, es cierto, ni siquiera puedo subir o correr correctamente las escaleras, genial. Empecé a escuchar pequeños aullidos de dolor provenientes de una pequeña caja, estaba al final de las escaleras y me acerque a ella, era un pequeño cachorro Pomerania de color miel, estaba temblando. Se levanto en dos patas llamando aún mas mi atención, no había nada dentro mas que el, a excepción de otro cachorro, lo acaricie dedicándole una sonrisa.
Acerque mi mano a su hermano, el me comenzó a gruñir, lo volví a acariciar para demostrarle que no le haría daño a su hermano. Cuando lo toque, sentí el frio en el, la luz de un coche paso alumbrando un poco, la piel del cachorro estaba azulado ...hipotermia, el cachorro ya no tenia vida, esto es tan triste. No puedo dejarlo a el aquí también, podría pasar por lo mismo, lo cargue y lo abrigue en mi suéter, no creo que el frio me afecte tanto, y si es así, no tengo de que preocuparme ambos finales para mi acabarían igual.
El cachorro comenzó a llorar cuando lo aleje de su hermano, tampoco puedo dejarlo aquí, pero seria cruel solo tirarlo a la basura. Deje al cachorrito en el suelo y cargue la caja, se donde puedo ponerla.
Han estado plantando varios árboles cerca de aquí, han dejado varios hoyos, pero ya es demasiado noche para ir, o...tal vez pueda ir rápidamente, camine de vuelta al parque y el cachorro no tardo en seguirme torpemente por las escaleras tratando de no caerse, caminamos por varios senderos y subimos algunas colinas hasta llegar al lugar, mi pecho dolía, odio esto. Un hoyo estaba perfectamente colocado y listo para cerrarse, una pala y tierra estaban al rededor. Me causa escalofríos tener que hacerlo pero creo que es una buena manera de agradecer sus momentos de vida y de los que pudo haber tenido, estará en una vida mejor, su reencarnación no será en vano. Antes de enterrar la caja, junte mis palmas y cerré mis ojos para pedir a los dioses una mejor oportunidad de vida en su reencarnación.
No pude evitarlo, enterrar esa caja me lleno de muchos sentimientos, su muerte, mi muerte, no somos tan diferentes a las mascotas, somos seres vivos, misma capacidad de tener un derecho a la vida, cuando terminé, el cachorro comenzó a sollozar e intentaba cavar en busca de la caja con su hermano. Es terrible, ¿Cómo explicarle a un perro?.
Lo tome entre mis brazos y lo abraze sin aplicar mucha fuerza, yo igual comenze a llorar, no solo por el cachorro. La terrible noticia que recibí, ¡¿Que voy a hacer ahora?!...tengo tanto miedo...no quiero morir, no quiero irme...no quiero.
Temo dormir y no despertar donde siempre, despertar en otro lugar, dónde se que nunca voy a poder volver. Mi familia... probablemente ni siquiera les importe, Silver siempre me ignora, mi madre está loca y apenas sabe que somos sus hijos.
– Tal vez, la única cosa a la que le pueda importar..¿podrías ser tu?.- levanté al cachorrito para tenerlo de frente.
Sus pequeños ojos me miraron fijamente, ¿Debería quedarme lo?..sin esperarlo, el pequeño lamió mi nariz, ¡Qué tierno!.
– ¿Cómo debería llamarte?...que tal, ¿Koichi?.- Lo observé por unos segundos, recordé el nombre en una revista qué leí. Aparentemente logró gustarle pues no dejaba de mover su colita de un lado a otro.
Pero, igualmente, no voy a poder cuidarlo, no voy a poder...que estúpido soy, ¿Enserio creí que me podría quedarme con él?, ¿Qué podría cuidarlo hasta que creciera?, En verdad soy un tonto...solo, debería conseguirle un buen hogar para él. Con solo una semana de vida.
Volví a llorar, no sé cuánto tiempo seguí abrazando a Koichi, pero ahí estuve, llorando por mis penas y por miedo a la muerte. Levanté la vista y me encontré con una eriza de color rosa, solo podía verle la espalda, se encontraba viendo en otra dirección, acaso, ¿También vino a ahogar sus penas?, o será dueña de estos cachorros. Gire mi vista a la dirección que ella veía con detenimiento, ¡¿Una nave espacial?!, una luz segadora nos cubrió a ambos y koichi corrió en otra dirección alejándose de nosotros.
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Desperté en medio de la colina, un pequeño cachorro que esta a mi lado comenzó a lamer mi mejilla y a saltar por todos lados moviendo su pequeña cola.
- ¿Koichi?...¿Dónde estoy?...- Mire de nuevo el lugar y solo logre recordar cuando encontré a koichi y ver a una chica rosada, una luz fue lo último que recuerdo. Espera, ¡él sol ya salió!, esto esta muy mal, debo volver a casa cuanto antes. Me levante agarrando mi mochila, cargue al cachorro y comencé a correr en dirección a mi casa. Espera...¿estoy corriendo?...¡¿Estoy corriendo?!, ¡Es imposible!, mi corazón, mi pecho ya no me duele, no me cuesta respirar...¡no me siento cansado!, ¡Es increíble!.
Llegue a mi casa con una enorme sonrisa en los labios, me siento nuevo, como si todo dolor en mi toda enfermedad se hubiera esfumado, probablemente los dioses decidieron darme este regalo, sentirme bien en estas únicas semanas de vida que tengo, ¡Les agradezco!.
Apenas entre por esa puerta y la casa estaba echa un desorden, mi hermano bajo las escaleras apresuradamente, traía puesto su uniforme y agarro una manzana de la cocina, literalmente solo levanto la mirada viendo a koichi lo cual el formo una mueca de asco.
- ¿Esa bola de pulgas se va a quedar aquí?, ni creas que voy a limpiar su mierda, por cierto, llega más temprano mamá se encerró como una psicópata dentro del armario y comenzó a rezar sin parar, decía que los alienígenas te habían secuestrado, lleva ahí desde anoche así que...es tu problema, ¡Adiós!.- Salió por la puerta con rapidez, ni siquiera logre decirle algo, deje a koichi en el suelo y subí al cuarto de mi madre, sus cosas y ropa estaban aventadas por el cuarto como siempre.
Abrí el armario para sacarla de ahí, estaba dormida....nunca cambiara, la cargue utilizando fuerzas que creí haber perdido y la deje acostada en su cama, afortunadamente, hoy es mi día de descanso.
- ¿Qué podemos hacer hoy koichi?.- camine hasta llegar a mi cuarto, me daré una ducha, cuando saque mi camisa, mi pecho comenzó a desprender vapor, eso no es normal, mi cuerpo comenzó a desprender demasiado vapor, ¡¿Qué me esta pasando?!. Intente calmarme y cuando lo hice, el vapor disminuyó, volteé mirando hacia mi espejo mi pecho comenzó a abrirse en dos, siento que voy a desmayarme, esto debe ser un sueño.
Se abrió dejando ver un montón de cables y tecnología que ni siquiera se lo que son, ¡¿Donde están mis órganos?!, luces de distintos colores, debo estar soñando, esto es un sueño extraño, si solo eso... Koichi comenzó a ladrar me alterado, intente callarlo y mi pecho volvió a cerrarse pero de mi mano comenzó a abrirse de igual manera dejándole la forma de una extraña arma.
- ¿Shadow?, ¿Eres tu?.- Mi madre estaba del otro lado de la puerta, de seguro me volví igual de loco que ella, estas deben ser alucinaciones. Tendré que ir al doctor cuanto antes o podría volverme peor.
- Estoy bien, solo algo cansado. Creo que iré a ver al doctor, tu solo descansa.- Escuche como comenzó a alejarse, Koichi me miro mas tranquilo y se escondió debajo de la cama. No perderé tiempo, esto sin duda....Es extraño. Mire mí mano por unos segundos, después volvió a la normalidad...dioses, ¿Qué me está pasando?..
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¡Hola!, Este es el primer capítulo de esta historia y bueno, ¿Qué tal?, ¿Alguna idea o comentario que queráis hacer?.
Estoy emocionada de escribir esta historia, pero también me gustaría saber vuestra opinión, y si te ha gustado no olvides seguirme y votar por esta historia, sin más que decir.
¡Hasta luego!
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