|°Aventuras inolvidables°| Parte 1
Trama;
Mao Mao tiene problemas con su familia que ignora en más de un sentido, después de todo no tiene más de 10 años de edad. Adorabat está muy lejos de su hogar, pese a las muchas aventuras que ha tenido recorriendo más allá de lo que conocía, no puede evitar sentirse sola.
-Amistad Small Mao Mao y Adorabat.
-Algo mas (?)
________________________________________________________________________________
Capítulo 1; ...
"Ahora no Mao Mao, tus hermanas necesitan entrenar, ¡ve a jugar fuera!" fueron las palabras que dijo su padre al querer demostrar sus pequeños logros, la atención de él era mayormente acaparada por sus hermanas quienes hacían un nulo esfuerzo por llamar su atención a diferencia de él.
¿Cuánto tiempo más pasaría antes de que su padre por fin lo notara?
[...]
El ruido de las personas en el pueblo siempre estuvo más presente en las mañanas que en cualquier otra hora, todos eran bastante madrugadores en la parte de mercados del pueblo, después de todo quien llegaba primero recibía lo mejor. Era un lugar divertido para jugar también. La mayor parte del tiempo Mao Mao pasaba horas jugando en todo y con todo lo que encontraba ahí, no había mucho que hacer en su casa, era aburrido en comparación con lo ajetreado que se ponía aquí.
Corría rápidamente mirando a su alrededor observando todas las cosas que tenía para ofrecer el mercado, recordaba haber pedido dinero a su madre para comprar uno o dos juguetes de algunos puestos o dulces que costaban relativamente menos, otras veces pasaba a jugar con los niños que también rondaban por las calles transitadas, aunque siempre terminaban yéndose ellos primero tenían que volver con sus familias más temprano de lo que el volvía a la suya.
Estaba buscando a los niños del otro día, fue divertido jugar con ellos, eso duraría un buen rato en la mañana. Busco por todos los puestos, preguntando a cada mercader que se encontraba vendiendo u comprando productos de cualquier tipo, preguntaba rápido y claro para no perder tanto tiempo en su búsqueda de uno a uno, sus respuestas se encontraron un no en todo aquel que pregunto hasta que después de un corto tiempo preguntando a cada individuo del lugar encontró algo más que un simple no.
Una coneja mayor quien estaba a la par de su pequeña y acogedora morada siempre sentada en su vieja silla mecedora observando el día pasar respondió con una respuesta clara cuando le pregunto.
"Su familia ha comenzado un viaje hacia el norte de las tierras lejanas, creo que volverán la próxima primavera" respondió con delicadeza tomando en cuenta lo desanimado que se pondría el minino por tal descubrimiento.
El desánimo del pequeño gato no tardo en presentarse rápidamente, su cara reflejo tristeza al instante, cosas como estas ocurrían recurrentemente, sus amigos no duraban en el mismo lugar para siempre, tan solo de pensar en este hecho lo hacía querer llorar de impotencia, la vida era bastante injusta.
La anciana, observando todos los signos de ánimo del gato decidió animarlo con un hecho curioso del cual muchas personas habían hablado hace algún tiempo por el pueblo.
"¿Sabes? Ayer conocí un pequeño murciélago encantador, dijo que estaría jugando en el bosque de coníferas, quizá hoy también este jugando ahí, ¿porque no vas a revisar?" incito con una leve emoción en sus palabras, pese a que no era mucho, fue lo suficiente para elevar considerablemente su estado de ánimo.
"¡Gracias Sra. Bonn, la veré mas tarde!" agradeció a sus palabras mientras corría hacia el pequeño bosque de al lado del pueblo, esto podría ser emocionante.
[...]
El bosque de coníferas era tranquilo y muy funcional cuando se trataba de jugar al escondite, era extenso, había árboles, rocas, un rio y muchas otras cosas para pasar el rato, mientras caminaba con curiosidad por encontrar un nuevo amigo recordó momentos en los que había estado el mismo bosque, su familia solía llamarlo explorador por traer cosas extrañas a casa, todas sacadas del bosque, recordó todas las horas que pasaba a diario ahí, jugando, explorando, trepando árboles, entrenando etc.
Perdido en sus pensamientos sin tomar en cuenta su alrededor tropezó con una raíz que había crecido lo suficiente como para traspasar algunos milímetros la tierra, causando un golpe contra el suelo, gruño un poco por el dolor mientras comenzaba a sentarse recuperándose de la caída, lamio un poco su brazo y comenzó a limpiarse con la cara y a tallarse los ojos, una vez que se deshizo de los rastros de tierra observo a su alrededor con una mueca en la boca.
No reconoció en qué lugar del bosque estaba, todo seguía cubierto por árboles que parecían exactamente iguales entre si confundiendo más su orientación, no recordaba la última vez que se había perdido, ni que hizo exactamente para salir de la situación, el miedo se propagaba lentamente por su mente desacomodando sus pensamientos, enviando un lio de emociones a su cabeza, ¿Qué debería hacer? ¿Cómo podría encontrar la salida de este laberinto sin indicaciones? ¿Su familia notaria su ausencia? Más y más preguntas se arremolinaban dentro de sí mismo desesperado por encontrar una respuesta a estas, o alguna manera de hacerlas detenerse sabiendo que el miedo solo acarrearía problemas a su persona.
¡Crack!
Se detuvo, abrió los ojos con sorpresa y sentó a sus sentidos agudizar con alerta, el sudor se acumulaba en todo su cuerpo y la tensión provoco un temblor alarmante en él, no se atrevió a mover ni un musculo, el aire comenzó a escapaba de los pulmones y su garganta se cerró por el miedo evitando tragar la saliva que se había acumulado en su boca, hacer un movimiento brusco alertaría a cualquier cosa que se encontrara siguiéndolo u observándolo en ese mismo instante.
Su familia luchaba constantemente con monstruos muchos de ellos aterradores y peligrosos como los hacían sonar en las historias que contaba su padre, le habían advertido de tener cuidado si por alguna razón desconocida se topaba con uno, por su corta edad a él solo le dieron una orden.
Huir.
Se levantó tan rápido como sus piernas le permitieron levantarlo y corrió tan cómo pudo hacia la dirección contraria de donde había escuchado el ruido, adentrándose a lo profundo del bosque, encontrando menos iluminación en este pensando en lo tétrico y aterrador que se vería en una película, hubiera reído de no ser por el hecho de que alguien lo estaba persiguiendo, posiblemente para matarlo, su adrenalina se disparó rápidamente provocando que comenzara a correr como nunca antes lo había hecho.
Estaba asustado, no quería morir, no quería que su vida terminara así, no de esta manera, podía escuchar como esa cosa se acercaba más rápido con cada segundo que pasaba, aumentando el miedo de ser alcanzado.
No quería morir, No quería morir, No quería morir.
¡NO QUERIA MOR-
Sus pies cedieron, sintiendo como la gravedad lo arrastraba al suelo e ignoro completamente por la sorpresa da donde había parado, estaba cayendo.
Cayendo por un acantilado.
[...]
Su respiración era entrecortada sus parpados se mantenían cerrados expectantes por lo que iba a pasar a continuación, ¿Había muerto? Si fue así, ¿Dónde se encontraba? ¿Su familia lo había salvado? ¿Qué había pasado?
"Hey, ¿estás bien?" escucho la voz de una niña cerca, el sonido inesperado erizo el pelo del gato mientras lentamente abría los ojos para ver la situación. Un pequeño murciélago miraba con curiosidad al gato que colgaba peligrosamente al borde, sus colores eran característicamente azules en el pelaje y amarillo con negro en los ojos, a la vista parecía adorable y tierno, pero ignoro este hecho al mirar donde se encontraba actualmente, sus pies colgaban del acantilado y sus garras se aferraban a una rama colgante que salía del mismo pedazo de roca al medir de cuantos metros colgaba no pudo evitar sacar un estrepitoso grito desde su garganta.
"¡Whoa! ¡tranquilízate un poco! No es tan alto, además ¿eres un gato no? ¡Los gatos siempre caen d pie!" animo la pequeña sosteniéndose sobre sus pequeñas alas, volando ligeramente alejado de él.
El prefirió ignorarla concentrándose más en salvar su vida que en debatir un dicho muy curioso entre animales, nunca entendió ni supo cómo la gente se creía tal tontería de todas formas, miro por encima de su cabeza observando sus garras enterradas profundamente en la corteza de la raíz, se sintió algo feliz por el rápido acto de instinto, intentar aferrarse a algo, cualquier cosa que lo mantuviera a salvo, era favorable. Más allá de eso diviso el suelo concreto de tierra por encima de la rama, apenas y se había caído algunos centímetros por el gran pilar de tierra del cual se sostenía.
Muy bien, no estaba muy lejos de volver a estar en la cima, solo necesitaba escalar un poco y volvería a sentir la tierra en sus patas.
"¡Soy Adorabat! ¿Cómo te llamas?" la pequeña murciélago insistió otra vez comunicarse con él, ignorando por completo el peligro en el que se encontraba.
Y una idea surgió de la cabeza del gato.
"Y-yo... Te lo diré... Solo, ayúdame a s-salir de aquí" le prometió asustado y emocionado por su respuesta, no quería estar ahí por más tiempo del necesario.
"¡Muy bien!" contesto sin pensarlo dos veces, no es como si le costara ayudarlo. "solo toma mi pata, ¡no te preocupes estarás bien!" dijo intrépidamente con seguridad en sus palabras.
Después de unos segundos en silencio Mao Mao finalmente se forzó a confiar en ella, no era como si tuviera otra opción, empezó a relajarse lo suficiente para volver sus garras aflojando su agarre de la rama intentando conservar la calma, no quería rasguñar por accidente a ella, una vez que una de sus patas se desengancho conteniendo el aliento tomo la pata del murciélago indicándole que ya podía subir.
Subió lentamente con los esfuerzos de ella por volar más arriba agitando más rápido sus pequeñas alas, logrando con mucho trabajo sacarlo del curioso y peligroso lio en el que estaba metido el gato.
Mao Mao se llenó de un enorme alivio cuando sintió el suelo debajo de sus patas, casi quería besarlo, casi, pero detuvo ese pensamiento, no lo haría, sería algo estúpido, después de toda la adrenalina por la que había pasado su cuerpo se acostó en la tierra jadeando por el aire que le hacía falta desde hace algún tiempo y su mirada plasmada en el cielo, notando solo pequeños rastros de sol por aquí y allá, las hojas de los arboles cubrían la mayor parte de la iluminación y luz que caía todos los días hasta el atardecer, y con ello pequeñas filtraciones de luz nocturna por el bosque.
"Bien, cumplí ¿Cómo te llamas?" instigo con curiosidad sobre él.
"S-soy Mao Mao" cumplió su promesa mencionado su nombre en apenas un susurro, sus fuerzas estaban completamente agotadas a mas no poder, cerro los parpados para descansar de todo.
"Oh, ¡gusto en conocerte! ¿Qué haces?" persevero con la conversación intentando interactuar un poco más, era aburrido estar la mayor parte del tiempo sola en el bosque, Mao un poco dolorido por tener que escucharla hablar tanto abrió los ojos desenfocándose y observando partes del cielo entre las hojas y los árboles.
"... Solo miro" contesto simple, tratando que ella dejara de hablar.
Ella lo observo a él en silencio durante unos momentos.
Después de unos interminables minutos Mao Mao esperanzado de que no volviera a hacer algún ruido escucho a su lado "Yo miro... ¡Un gran monstruo con grandes garras y colmillos!" volteo la cabeza mirando con sorpresa que el murciélago estaba acostado boca arriba mirando al cielo a su lado.
Mao Mao regreso para mirar y observar justo lo que ella observaba "...Ja, tienes razón" comento con diversión, preguntándose algo muy importante en el momento "¿quieres que seamos amigos?" pregunto con esperanzas en un sí.
"¡Seguro por que no!" respondió con la misma simpleza de antes.
________________________________________________________________________________
A/N: Espero les haya gustado, esto lo escribí también hace bastante tiempo, por lo que no sera de tan buena calidad como mis escritos de ahora. Esperen la segunda parte, voten y compartan si les gusto.
Adéu!
-Ink&Paper[JN_125]
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top