A/N: La idea de este one-shot me pertenece. Espero les guste, no se desarrolla en ningún momento de la serie en especifico, disfruten. la imagen fue inspiracional, no me pertenece.

Pd: Mao Mao Héroes de Puro Corazón no es de mi pertenencia.

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Colgaba en las ramas de un roble de cerezos viejo y torcido que sostenia montones de hojas, pálidas y rosas, bajo la extenuante mirada de la luna llena, resplandeciente y gigante entre dos pequeñas y verdes colinas, el ambiente era oscuro, pero esto se opacaba con la luz emitida por 

Su hora de dormir ya pasaba de sus límites desde hace algún tiempo, pero ella podía soportarlo, había realizado esto desde cierto tiempo atrás, aunque todo se resumia a la misma rutina, irse en un par de minutos a la casa, descansar lo último de la noche para despertar algo agotada en la mañana, aprender algo nuevo con Mao Mao, jugar un poco de videojuegos con Bagerclops y repetir el mismo patrón hasta llegar la noche.

Mirar la misma luna llena.

No había pasado mucho en la última semana, algunos monstruo nuevos, nada que no pudieran manejar, fue algo aburrido, para ser honesta.

Durante sus primeras semanas aprendiendo y viviendo bajo la tutela de Mao Mao fue realmente emocionante, enfrentar bestias gigantes y viviendo toda clase de aventuras cada cierto tiempo, era divertido, o al menos lo fue, hasta que llegaron las únicas cosas a las que no podía enfrentar como a un oponente cualquiera.

Las pesadillas.

Aunque no podría decir si eran realmente pesadillas, por supuesto, no la dejaban dormir, pero no eran aterradoras, más bien, no dejaban dormir por lo realista de estas.

Todo era demaciado real.

Eso no era divertido.

"Adorabat?" escucho su nombre con una notable irritación en la voz sacándola de sus pensamientos provocando que diera un pequeño salto sorpesivo.

Su cabeza dio un pequeño giro de 180° apartando la vista del astro y su insaciante luz para observar una figura.

Su pelaje negro casi contrastante y confundíble con la oscuridad de la noche interrumpido por su llamativa vestimenta roja y sus extravagantes ojos esmeralda, su cuerpo mantenido a cierta distancia de la rama que la sostenia.

"¿Qué estas haciendo aquí?" prosiguió a preguntar mientras lentamente se acercaba más a ella.

Bueno, esto es nuevo.

"Oh, nada, solo observó la luna" dijo con un aire de simpleza intentando ocultar su preocupación al tener a uno de sus tutores ahí, en la madrugada.

Tenía que pensar en algo, Mao Mao podía ser muy persuasivo cuando se trataba de averiguar algo.

"... A las 3 de la madrugada?" Cuestiono sus palabras con algo de ironía en su voz.

"Sip, es normal para murciélagos" Intento esconder su razón tras datos curiosos de murciélagos, solia funcionar muy bien cuando no quería que le hicieran preguntas.

El silencio se asentó entre ambas personas, durante unos segundos, era bastante incomodo desde la vista de cualquier otro, pero entre ellos se libraba una batalla silenciosa entre decir algo o callar.

El tiempo pasaba demaciado lento y Mao Mao se estaba hartando, no era un fanático de la paciencia.

"está bien ¿qué pasa?" Se aventuró a preguntar después de no haber obtenido su respuesta inmediata.

"¿De qué hablas? No me pasa nada" ella siguió ignorando el tema volviendo su cabeza para seguir observando la luna.

"Adorabat" su voz comenzaba a irritarse otra vez cuando estuvo debajo del cerezo.

"Enserio, no tengo nada" insistió, ella también se estaba cansando.

"Estas agotando mi paciencia" se cruzó de brazos y función en ceño visiblemente enojado.

"Estoy bien, puedo manejarlo sola" continuó insistiendo sin apartar la vista negandoce a recibir ayuda.

Mao Mao explotó.

"¡Pará de intentar hacerlo sola!" grito completamente enojado colmando su paciencia para después respirar ondo y tratar de calmarse, cerró sus ojos y dijo. "estoy aquí y sabes que puedes hablar conmigo" siguió después de respirar pacientemente.

Esto no está funcionado.

Intento hallar las palabras correctas para hablar pero de repente su garganta se cerró y le costó respirar, sus ojos se dilataron muy rapidente e intentó no dejar que se le escapara alguna lagrima involuntariamente.

Al parecer la gravedad no estaba de su parte.

Su cuerpo también le estaba traicionando ¿por que temblaba tanto?

"Adorabat" escucho su misma voz más suave y carente de fastidio.

Ella no se sintió capaz de mover un musculo ni de seguir respirando, trató de calmar su tristeza, pero no era suficiente.

Esto era muy difícil.

Mao Mao quién mantenía su preocupación a raya se acercó lo suficiente para tomar muy lentamente a la pequeña que se había vuelto muy importante para el, como una hija a la cual cuidar.

La sostuvo entre sus brazos, mientras reposaba en el césped acunandola dejando que ella soltara aquellos sentimientos reprimidos que la hacían sentir así, sollozando ligeramente y liberando lágrimas retenidas en sus ojos.

Hace tanto tiempo que quería desatar su sentir pero sin tener a nadie que le sirviera como apoyo.

Sin embargo, aquí estaba y no pudo pedir algo mejor.

"¿Vas a decirme que pasa?" insistió después de escuchar como su respiración se controlaba soltando un sollozo ocasional.

"y-yo te-tengo p-pesadillas" tartamudeo apenas en un hilo de voz procurando controlar sus sollozos.

"¿Quieres hablar de eso?" preguntó suavemente intentando no obligarla a hablar, reconocía que no era fácil tratar con estas cosas.

"B-bueno y-yo" intento hablar intentando sacar la presión que ostigaba su garganta, al igual que buscaba las palabras para seguir "T-todo estaba m-muy bi-bien al p-principio p-pero mi-mientras e-estabas d-de e-espaldas, t-tu..."

Su garganta se cerró.

Más lágrimas brotaron.

Se aferro deseperadamente a él.

Oh, ya sabía lo que pasaba.

A veces Mao Mao olvidaba que era apenas una niña de no más de 10 años.

Aún tenía mucho por aprender.

"Sabes que eso nunca va pasar ¿verdad?" dijo mientras la acariciaba en la parte superior de su cabeza, tranquilizadola.

"¿P-porque lo d-dices?" dijo insegura de sus palabras mientras intentaba limpiar sus lágrimas.

"Porque se que tu siempre me cubriras la espalda" se limitó a decir tranquila y suavemente limpiando sus lágrimas de una manera muy acogedora y sobre protectora.

Sus palabras de alguna manera lograron dejarla más tranquila que antes, no hacía mucho tiempo que había oído que alguien se preocupara por ella además de Mao Mao y Bagerclops.

Era bastante reconfortante.

Al menos no se sentía tan sola.

No, ella no estaba sola.

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