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—¿Padres sustitutos?—le preguntó confundido mirando a una pareja que había conocido en el parque—

—Sí, nosotros somos los padres sustitutos de nuestro San—sonrió uno de ellos mostrando unos tiernos hoyuelos—

—O sea...¿Lo adoptaron o cómo?—

—No, somos más o menos una familia sustituta, esto de la familia sustituta está pensado mayormente para los pequeños que tienen problemas en sus casas y buscan un entorno familiar en dónde puedan sentirse mejor—

—Ah, sería como que se queden con un tiempo con el niño o niña con la que escojan...—

—Claro, obviamente antes de hacer eso, se tienen que cumplir ciertos requisitos, hay que ser mayor de edad, también Chan y yo nos tuvimos que hacer un examen psicológico para ver si estamos en condiciones para cuidar de un infante—

—Baekie, recuerda también que tuvimos que ir a unas clases en dónde nos hablaban de los comportamientos que pueden llegar a tener y es obligatorio que asistamos a un grupo de apoyo

—Oh sí, eso también es muy importante—asintió el pelinegro—Sinceramente es una experiencia linda—

—¡Papi Yeoli!—le gritó un pequeño al alto mientras corría hacia él y como reflejo, el mayor lo alzó—Miren papis—formó un corazón con sus cabellos delanteros—Un corazón—

"Tierno" pensó Jimin al ver a esa pareja con el pequeño. Estuvo pensando durante semanas y llegó a la conclusión tan típica y cliché de películas.

Quería un hijo.

El hecho de pensar en mimar a una pequeñita y hermosa personita que sería por completo la luz de sus ojos, pensar en jugar junto a él o ella, en darle de comer y de vez en cuando uno que otro regaño.
Tal vez si probaba con esto de los padres sustitutos, podría ver y sentir lo que es ser padre.

El problema era que no sabía si Yoongi estaría de acuerdo.

—Creo que me interesa—sonrió—No lo sé, últimamente estuve pensando...y me gustaría ser papá—

—Espera—le contestó el pelinegro mientras buscaba algo en su billetera—Aquí está—sacó una tarjeta—Aquí te dice el nombre de la página para contactar con el centro de acogida, ahí vas a encontrar todo lo que necesitas saber—

—Muchas gracias—

—No hay de que—le dijo el orejon—San, dile adiós a Jimin—le dijo al niño mientras lo cargaba—

—Adiós mimi Hyung—mientras agitaba su pequeña manita—

—Nos vemos, Sannie—le saludó del mismo modo—

Jimin se despidió de la pareja y vio como los tres se alejaban. Eran como la familia perfecta, unos padres amorosos y un pequeño que recibe todo ese amor.

Le iba a proponer a su esposo esa idea, después de todo es solamente cuidar de un dulce y tierno pequeño o tal vez pequeña, a Jimin siempre le gustó la idea de tener un niño y una niña.

¿Qué es lo peor que puede pasar?

—¿Qué se siente que tus padres sean unos drogadictos?—escuchó la voz burlona de su compañero—

Soobin ya se había acostumbrado a esas burlas, al principio le molestaban y terminaba llorando en los baños de la institución pero uno con el tiempo logra convivir con el dolor.
Apresuró el paso para escapar de una vez de ese molesto individuo.

—¡Hey! ¡idiota te hice una pregunta!—le gritó mientras le daba leves empujones—

—Déjame tranquilo, imbécil, no estoy de humor para soportarte—hoy eran uno de esos días en los que no estaba de humor; en realidad nunca lo estaba pero este día no se comparaba a los demás. Había desaprobado un éxamen para el que había estudiado mucho pero en el momento hacerlo se bloqueó por completo, sumando a que sus compañeros siempre lo hacían a un lado

—Para mí vas a terminar como tus padres, es más que obvio que no tienes futuro—se burló nuevamente—Ya sabes, en la calle, drogado y...—

La ira le ganó a Soobin así que paró su paso al escuchar lo que dijo el chico, cerró sus puños y se giró sobre sus talones para golpear con fuerza la boca del chico, tirándolo al piso.

—¡Repítelo!—soltó su mochila y se abalanzó sobre el chico para seguir golpeándolo. Lo tomó del cuello de su camisa—¡Qué lo repitas, hijo de puta!—

Su compañero no podía hablarle por el dolor que sentía en gran parte de la cara golpeada y llena de sangre.

Todos sus compañeros estaban entretenidos por la pelea de no ser porque una maestra interfirió, separando a los dos chicos.

Soobin fue llevado a detención mientras que al chico afectado le estaban tratando las heridas en la enfermería, la directora no lo estaba con buena cara, recibió miles y miles de regaños mientras trataba de contactar con su padre.

Mientras tanto, BeomGyu estaba preocupado porque ya hace una hora que su hermano debió haber llegado de la escuela.

—¿Por qué no llega?—se preguntó a sí mismo mientras marcaba varias veces su celular el número de su hermano—

—¿Qué pasa, Beomie?—preguntó Tae acercándose—

—Soobinn no llega y debió haber salido ya hace una hora—le contó mientras no paraba de mover su pierna involuntariamente—Maldita sea, sabía que tenía que ir a buscarlo—se auto regañó por no pasar por él—

—Tal vez salió con sus amiguitos—

Beomgyu sonrió ante la inocencia y ternura del pequeño, sabía que algo así no era esperable de Soobin y menos sabiendo como es él.

—Iré a buscarlo—le dijo al menor y le dió una llave que parecía ser de su habitación—Tae, escucha ¿Ya aprendiste como cerrar la puerta?—

—Sí, aprendí—sonriente por su logro—

—Perfecto—sonrió—Mira, yo me voy a ir a buscar a Soobin—le volvió a aclarar—Si escuchas que papá se acerca, cierra la puerta ¿Entendiste?—

—Sí, Beomie—asintió—Voy a estar muy atento—

—Está bien, voy a hacer lo posible para no tardarme—acarició la coronilla de su hermano—Cuida a tus hermanos—

Sin más se fue por esa puerta con el corazón en la mano, no le gustaba dejar a sus hermanos solos y menos si estaban los tres pequeños porque por lo menos tenía a Soobin de confianza, ahora nada más estaba Tae, sonaba cruel pero el menor no le transmitía confianza porque era un niño muy distraído y eso le preocupaba.

Tomó el transporte público que tardó mucho en llegar y eso lo ponía aún más nervioso. Ya para cuando llegó a la escuela de su hermano tocó desesperado el timbre para que el portero le abriera.

—Ya ¿Por qué tanto escándalo?—se quejó el portero—

—Lo siento, señor, vine a buscar a mi hermano, es que no llegó a casa estoy preocupado—le habló tan rápido que el hombre a penas entendió y no se dió cuenta cuando el chico se adentró a la institución—

Estaba mirando para todos lados a ver si encontraba a Soobin pero en vez de a él se encontró con la que antes era su profesora.

—¿BeomGyu?—escuchó una voz familiar—¿Lee BeomgGyu?—lo miró impresionada, ella—

—Profe, hola—saludó—

—¿Cómo estás?—sonrió yendo a abrazarlo—Hace meses que no asistes ¿Te encuentras bien? El colegio llamó a tu casa pero nadie atiende—

—Me gustaría responderle sus dudas pero ahora mismo estoy preocupado por mi hermano—la maestra lo vió confundida—¿Lee Soobin?—

—Oh, sí—lo miró sorprendida—Justo hoy estaba decaído, no le fue muy bien en un éxamen mío y resulta que se peleó con un compañero—

El menor maldijo entre dientes y suspiró.

—Está en la oficina de la directora—aclaró—BeomGyu—lo llamó antes de irse—

—¿Sí, profe?—la miró—

—No sé si los rumores sean ciertos pero yo creo que deberían hablarlo—le dijo y Beom ya sabía a lo que se refería—Mira yo no sé si pueda ayudarlos, me voy a mudar mañana y...—

—Quédese tranquila—la calmó—Todo está bien—

—De acuerdo—sonrió—Adiós BeomGyu—

Apenas se dió vuelta, BeomGyu salió corriendo para la dirección, cuando llegó a la puerta, primero la tocó y escuchó un pase de una voz femenina pero profunda.
Entró y ahí estaba su hermano, sentado frente a la directora quién lo miró desconcertada.

—Señorita directora—hizo un reverencia—

—¿En dónde está su padre, señor Lee?—le preguntó—

—Está trabajando, por eso no pudo venir—mintió—¿Me puede contar que pasó?—

—Bueno, resulta que su hermano—miró de de mala manera a Soobin—Golpeó a un compañero suyo en la salida del colegio, estuvo con sus padres aquí hace una hora. Estaba muy herido—

Apenas escuchó eso, miró a su hermano quién estaba con su expresión seria y con su ceño levemente fruncido.

—Lo lamento mucho—se disculpó—No va a volver a pasar—miró a su hermano—¿Verdad, Soobin?

—Sí, cómo sea—rodó los ojos—¿Ya me puedo ir?—

—Miren, no voy a tolerar que en esta escuela haya vagos como ustedes—se molestó la directora—Primero tú qué dejaste de venir y tú que golpeas a tus compañeros, no pienso permitir ese tipo de conductas y menos en mi escuela—se podía ver el gran enojo que tenía esa mujer—Así que te quedas expulsado de esta institución—

—Directora por favor, solo se peleó una vez—le pidió BeomGyu—No se va a volver a repetir, por favor, él va bien en las clases, yo mismo veo las notas que tiene—

—De ninguna manera y las notas no son tan buenas—preparó su bolso—Ya, largo y tú también date por expulsado, Beomgyu—

Soobin no dijo más nada, simplemente le dedicó una mirada de odio a la mujer mientras salía de la oficina, dejando a la directora indignada por esa acción y al ver el poco arrepentimiento que tenía, mientras que su hermano mayor lo seguía molesto.

El menor estaba caminando adelante de su hermano porque no quería aguantarse los reclamos de BeomGyu, pero éste pudo alcanzarlo.

—¿Qué mierda tienes en la cabeza, Soobin?—le preguntó molesto mientras llegaban a la parada—¿Por qué te peleaste? ¿Qué te dijeron?—

—Ya no importa—le contestó sin mirarlo—

—Mírame cuando te estoy hablando—le ordenó y el menor le hizo caso—Tuve que dejar a nuestros hermanos solos en casa por tus putas estupideces. Así que dime qué pasó—el mayor estaba demasiado molesto—Sumando a qué ahora los dos no estamos yendo a la escuela ¿Qué se supone que haremos ahora?—

El menor no respondió y simplemente se quedó callado.

—Te la pasas causando problemas y eso es lo que menos necesitamos en estos momentos—

El menor sintió unas inmensas ganas de llorar ¿Acaso él era una carga? Pero tenía que mostrarse fuerte, no quería que vieran que tenían control en él.

—¡Soobinn ya eres grande, eres un adolescente y tienes que empezar a madurar no te puedes quedarte como un puto niño siempre!—suspiró—¿Por qué te peleaste?—

—Porque...—lo miró y sintió sus cristalizados—No importa—miró hacia otro lado para que el mayor no viera sus lágrimas—

—Bien, de igual manera hablaremos en casa—le habló serio—

Eran uno de esas peleas en dónde ambos no se querían hablarse y se ignoraban por completo.

Cómo siempre el transporte tardó y estuvieron hasta la tarde-noche esperando.
Todavía no se hablaban ni se miraban, Soobin ya estaba llorando en silencio pero manteniendo su expresión de enojo y BeomGyu con sus brazos cruzados mientras analizaba las palabras que le había dicho a su hermano y estaba bastante arrepentido.

Ya cuando el transporte había llegado los dos subieron, pagaron con sus tarjetas y el viaje transcurrió sin una sola palabra.

Bajaron en una parada que estaba a algunas cuadras de su casa, eran lo suficientes para poder charlar.

—Soo—lo llamó con una voz calmada y como respuesta obtuvo un sorbido de nariz—¿Estás llorando?—

—No—le respondió cortante—

—Mírame entonces—

El menor no le hizo caso, entonces lo tomo de la mejilla para verle el rostro y vió que su hermano estaba con los ojos llorosos y marcas de lágrimas en sus mejillas.

—Sí, estás llorando—afirmó—Perdón por lo que te dije, no medí mis palabras y...—

—No me importa, ya está—

—No, Binnie, escúchame—se puso al frente de su hermano—Lo siento, en serio, lo último que yo quiero es hacerte llorar, dime qué pasó o mejor, dime qué es lo que te pasa—

Ya el aura de ira del mayor se había ido, ahora volvió a ser el hermano comprensivo que siempre es.

—Ya olvídalo, BeomGyu—

—No, no voy a olvidar nada—Soobin hizo una de sus tantas caras de disgusto—Y deja de hacerme caras, sabes que me molestan—

—Estoy cansado, eso es todo—le respondió con su voz apagada—

Nuevamente se quedaron en silencio y por fin llegaron a su casa. Entraron con mucho cuidado de no hacer ruido porque su padre se encontraba durmiendo en la sala.

Ya estando arriba, BeomGyu trató de abrir la puerta pero estaba cerrada con llave, por poco agradeció a todos los santos porque Tae la haya cerrado.

—Tae, abre—tocó tres veces la puerta detenidamente para que el menor detectara que era su hermano—Somos nosotros—

Escucharon algunos pasos ir hasta la puerta y el ruido que hacía al meter la llave en la cerradura.

—Hola—les sonrió—Tardaron mucho—

Los mayores entraron, Soobin siguió de largo ignorando a sus hermanitos pequeños que fueron a recibirlo pero en vez de recibirlo lo único que hizo fue encerrarse en su habitación y BeomGyu cerró nuevamente la puerta con llave.

—¿Se pelearon?—preguntó Huening Kai con una expresión triste—

—Sí, pero descuida ya nos vamos a arreglar—dijo para que le pequeño no se preocupara—

Iba a preguntar qué estuvieron haciendo en el periodo que estuvieron solos pero fue interrumpido por su hermano que no se despegaba del marco de la ventana.

—Hay mucha gente con armas afuera—le dijo Soobin mientras miraba por la ventana—

BeomGyu se alarmó al escuchar pistolas y se acercó rápidamente a la ventana en dónde estaba mirando el menor, alejándolo de ahí y resultó que se encontró con policías y varios patrulleros en la entrada de su edificio.

—Beom —lo llamó Taehyun desde la puerta—Hay policías a fuera ¿Qué mierda hacen aquí?—

—Sabes que este es un barrio peligroso y tal vez...—no pudo terminar de dar su explicación porque se escuchó un fuerte golpe desde abajo, como si hubieran derribado una puerta—

Como reflejo Soobin y BeomGyu se pusieron adelante de sus tres hermanitos quienes se aferraban a ellos.

La mujer policía al ver a los niños asustados, guardó el arma y trató de acercarse.

—Niños, todo va a estar bien, vengan conmigo—habló con un tono tranquilo—

—¿Qué demonios hacen aquí?—soltó Soobin—Lárguense, no pueden entrar así a una casa—

—Por favor, solo quiero ayudarlos—le habló tranquila la mujer—¿Hay más personas con ustedes?—

—N-no, solamente estamos nosotros cinco—aclaró el mayor de los hermanos—

—De acuerdo—la mujer sacó un walkie—Hay niños en la planta alta de la residencia, necesito que llamen a servicios infantiles—

Jimin estuvo esperando muy impaciente a su esposo, hoy era viernes y los viernes salía más tarde del trabajo. Cuando llegó se saludaron con un largo beso y un abrazo, comieron, el mayor se fue tomar una ducha.

Y no, todavía no le decía nada.

Para cuándo ya tomó el valor, Yoongi estaba escribiendo unas cosas en su computadora mientras usaba unos lentes, que según Jimin, eran de anciano pero debe de admitir que se le ven bien.

—Amor—llamó Jimin a su pareja—

—¿Mmh?—sacó su vista de la computadora y se sacó sus anteojos—Dime, cielo—

—En estos últimos meses, bueno, meses no, esto lo vengo pensando desde hace ya tiempo—con exactitud el deseo de ser papá lo tuvo siempre, solamente que ese deseo iba aumentando con el paso del tiempo—Estuve pensando algo—

—¿Y qué estuviste pensando?—lo tomó de las manos y las acarició—

—¿Qué opinas de las familias sustitutas?—

El mayor lo miró confundido.

—¿Qué son las familias sustitutas, amor?—

—Es cuando acoges por un tiempo a una personita...—Jimin se estaba tambaleando de un lado al otro, como si fuera un pequeño niño a punto de pedir algún dulce—Y...¿Qué piensas de ser papá?—lo miró—A mí me gusta la idea de serlo y...—

—¿Qué me estás proponiendo exactamente, Mimi?—sonrió su esposo, había entendido a la perfección todo lo que el menor dijo pero quería que fuera más claro—

A Yoongi le agradaba la idea de formar una pequeña familia con sus esposo el ver a los niños desde su auto mientras esperaba a que la luz verde prenda.
Veía a los pequeños y pequeñas ir corriendo hacia sus padres para abrazarlos, le daba una sensación de querer experimentar ese sentimiento.

—Yoongi quiero un hijo—soltó por fin—

—Okey-sonrió—Hagamos bebés—lo tomó de la cintura y lo acercó—

—Tonto, no—se alejó un poco—Solamente tú te pones a hacer bromas en momentos como este, además nosotros no nos podemos embarazar—

—Tonto tú, no perdemos nada con intentarlo, no hagas prejuicios, Jimin-ah—

—No son prejuicios, es tener lógica, Yoon—rió—Estuve hablando con una pareja, ellos son padres sustitutos y...no lo sé, tal vez podríamos probar y sabes que no me gustan los vientres de alquiler

Jimin pensaba que los vientres de alquiler era usar el cuerpo de una mujer para que el hombre tenga un beneficio de ella, sumando a los millones de niños y niñas que estaban en orfanatos sin el calor de un abrazo de un padre o una madre.

—¿Qué piensas?—

—Sinceramente me parece una propuesta tentadora—le sonrió—

—¿Lo dices en serio?—dio un pequeño saltito de felicidad—Estuve mirando una página en dónde nos cuenta de todo eso y también ví a un montón de niñitos que me tocaron el corazón—habló casi tan rápido que el mayor no pudo entender lo del todo—

—De acuerdo, cariño, mañana averiguaremos bien, ahora es muy tarde—mientras miraba la hora—Además tenemos que tener en cuenta que un hijo requiere de cuidados, muchos gastos, atención...—

—Está bien, podemos manejarlo—se sentó en el regazo del mayor—Me gustaría un niño y tal vez después podemos elegir a una niña—

Y así fue como estuvieron casi toda la noche hablando de sus expectativas sobre formar una familia. Sin llegar a pensar la grandes responsabilidades que conllevaba la crianza de un hijo.

[ ]

—¿A dónde nos llevan?—preguntó molesto el pelinegro a un policía que estaba sentado en el asiento del piloto, ignorándolo—¡Oiga!—golpeó la barrera transparente que los separaba—

—Soobin, cálmate—le dijo BeomGyu mientras abrazaba a Tae y trataba de calmar a los menores—Asustas a los niños, ya para—

—¿Beom, dónde vamos?—le preguntó asustado Huening—

—Papi—señaló Tae por la ventana viendo como su padre estaba entrando a una patrulla con esposas en sus muñecas—

—Beom, se están llevando a papá de la misma manera que a mami—dijo Kai al borde del llanto—

—No, no vean eso—trató distraer a los pequeños—

Minutos después la policía de antes entró y se sentó junto a ellos.

—¿A dónde mierda nos llevan?—nuevamente atacó Soobin—

—Por Dios, Soobin, ya cálmate—regañó BeomGyu, el menor estaba demasiado alterado y estaba causando que los más pequeños también se alteren—

—Escuchen, niños—le habló calmada—Vamos a ir a la comisaría y luego tendremos que ver lo que haremos con ustedes—

—Déjenos aquí no necesitamos su ayuda y liberen a mi papá—demandó el menor—

—Por favor, cálmense, necesito que me digan si tienen a algún familiar o a algún conocido—

De la nada se quedaron callados, no tenían a nadie más que a sus padres.

—No, no tenemos a nadie—respondió el hermano mayor—

Feliz Día de Reyes.

Día Yoonmin si que si por las tremendas selcas que subió Yoongi

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