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—Somos un completo desastre—habló Jimin a la mujer—
Bae cruzó sus piernas, resaltando sus zapatos de tacón rojo, tomó su postura, acomodó sus lentes junto a un mechón de su cabello y miró fijamente a la pareja que estaba en frente de ella.
—En absoluto, están haciendo un pésimo trabajo—
Eso dejó impresionados a los chicos, tenían todas las esperanzas con que le iba a dar alguna palabra de aliento.
—Oh, esperábamos que...—
—¿Qué? ¿Qué les dijera que están haciendo un maravilloso trabajo? ¿Qué no importa?—mandó una mirada afilada—No, claro que no—
Sintieron como si sus madres los estuvieran regañando.
—Todo estaba yendo muy bien pero de repente empezó a ir mal—
—Es normal, tranquilos—los calmó—Miren, me dijeron que los niños últimamente ya no huyen de ustedes ¿No?—
Eso era cierto, después que aquel día en el que tuvieron ese pequeño incidente, Tae no volvió a comportarse de esa forma
—Sí, exacto—
—Bueno, eso no es por ustedes—
Esa mujer tenía una gran habilidad para subir pero al instante bajar el ánimo de las personas.
—Es por Bogum—aclaró—Al parecer aún no logra despegarse de ese cargo que tiene con sus hermanos y no va a permitir que ustedes tomen el mando—
—Hemos tratado de que nos tenga confianza para que nos deje acercarnos a los pequeños pero no lo estamos logrando—
—Les vengo diciendo esto hace tiempo, tienen que demostrarle que puede confiar en ustedes—
—¿Y cómo hacemos eso?—preguntó el alto confundido—Usted misma dijo que no nos va a dejar tomar el mando—
—Pensamos que ya lo habíamos logrado pero volvió a desconfiar cuándo...¡oh!—se dió cuenta del error que habían cometido al no poder controlar a los niños adelante de Bogum—Wow, eres muy buena—halagó el trabajo de la chica—
—En fin—dijo Bae, mientras sacaba unos papeles—Estuve ordenando lagunas cosas ayer y me dí cuenta que a Hueningkai le falta darse una vacuna—
—¿Cuál específicamente?—preguntó, Jimin—
—La de la varicela—contestó—Aprovechen esto, tal vez le puedan demostrar a Bogum que puede confiar en ustedes—ambos asintieron—¿Y cómo les va con Taehyun?—notó que no habían hablado de él—Me hablaron de todos menos de Tae—
—Todo sigue igual—Bae no quería escuchar más, se sentía como una maestra en primaria cuando explicaba mil veces un tema y los alumnos no entendían—
—Es demasiado distante, siempre está a la defensiva y es muy difícil acercarse a él—
—Sí, esas son unas de las razones por las que no adoptan mucho a los adolescentes—confesó la señorita—Recuerden que un adolescente no es lo mismo que un niño pequeño, se les va a facilitar un poco acercarse a los más pequeños porque ellos están necesitados de afecto al igual que los adolescentes, no me mal entiendan, pero la gran mayoría de ellos manifiestan eso con el enojo y el rechazo—
Se sintieron muy mal al escuchar eso, también agregando el hecho de que Taehyun era el que más apegado estaba a sus padres y que hace mucho que no recibía algún tipo de afecto que sea maternal o paternal.
—Tienen que aplicar con él lo mismo que a Bogum, demuéstrele que puede confiar en ustedes y que no es un extraño en esa casa—
Hueningkai estaba muy asustado, abrazaba a su hermano mayor. No quería darse esa vacuna.
Debido a que no podían dejarlos con nadie, la pareja optó por llevarlos a los cinco al vacunatorio. Ahora mismo estaban en la sala de espera, Taehyun y Yeonjun estaban jugando en una pequeña sala de juegos mientras Soobin los acompañaba.
Jimin al ver que el niño estaba muy asustado, decidió acercarse, llegó hasta Bogum y se agachó un poco para poder ver a Huening.
—Cariño, ya no estés así, te prometo que va a ser un leve pinche, ni siquiera lo vas a sentir—
Segundos después un niño salió llorando y gritando después de darse la vacuna. Y eso no tranquilizó mucho al niño, sus ojitos comenzaron a cristalizarse y comenzó a hipar.
—N-no quiero—limpió sus lágrimas—
—Pero es para que no te enfermes—agregó el pálido poniéndose en la misma posición que su esposo—¿Tú te quieres enfermar acaso?—el menor no quería enfermarse, por lo que negó con su cabeza—Entonces tienes que ser valiente y dejar que te den la vacuna—
—Lee Hueningkai—llamaron, ya era su turno—
Kai comenzó a soltar quejidos, se aprisionó más a su hermano así que el adolescente no tuvo más opción que llevarlo él mismo porque tampoco se dejaba cargar por Jimin o por Yoongi.
Llegaron a la puerta junto con la doctora que los iba a atender.
—Solo adultos pueden entrar al consultorio—mirando a Bogum—
—Tengo diez y seis años no soy tan...—
—Por favor—pidió la doctora—Son políticas del hospital—
Bogum le tiró una mirada de odio a la mujer, podría tener razón pero no se sentía bien si dejaba solo a su hermanito.
Jimin se acercó al menor para que le entregara a Huening y claramente Gum dudó mucho si en dejárselo o no.
—Te prometo que estará bien—le dijo con voz tranquila—
Suspiró porque no le quedaba de otra, entregó a su hermano al mayor mientras veía como Huening rompía silenciosamente en llanto mientras le estiraba su manita. De ahí ya no vió más nada porque los cuatro habían entrado al vacunatorio.
—Ya amiguito, no llores—la habló la doctora—¿Cómo te llamas?—
El menor se encontraba sentado en la camilla mientras no podía controlar su respiración por el miedo que sentía.
—Dile como te llamas, cariño—le dijo el castaño—
—H-Huening kai—dijo llorando—Por favor no quiero—
La doctora se acercó a él y le sacó la campera de una parte de su brazo y corrió un poco la manga de su remera.
—Te prometo que no duele nada, Huening—le habló la doctora mientras con un algodón aplicaba un poco de alcohol para que no se infectara—
Ya con la vacuna preparada se acercó al menor y éste por instinto se corrió lo más que pudo mientras lloraba desesperado.
—¡No, no, no, no, no quiero!—
—Mmmh, es uno de esos casos—miró a la pareja—Siempre hago esto con los pequeños—les dijo—Miren, uno de ustedes siéntese con él y póngalo en su regazo y el otro se pone en frente—
Ambos entendieron a lo que la doctora se refería así que Jimin fue quien se sentó en la camilla y tomó a Huening para sentarlo en su regazo, después Yoongi se puso en frente de su esposo.
—Bien, Kai, si tienes miedo abraza a tus papis y cierra tus ojitos—
—En realidad somos sus...—Yoongi no pudo terminar debido a que sintió como el pequeño se aferraba a él y a su esposo—
—Okey Kai, saca el bracito—le dijo Jimin mientras tomaba el pequeño y frágil brazo del menor y lo dejaba a la vista de la doctora—
—Mmm—estaba a punto de llorar al ver la -para él- enorme aguja—
Yoongi por instinto, bloqueó la vista del pequeño con su mano, le susurró que esté tranquilo y le dió un pequeño beso a su frente.
Jimin se dedicaba a acariciarle la cabecita y eso logró calmar un poco al infante.
—¡Ah!—sintió el pinchazo—¡Me duele!—
—Ya terminamos, cariño, aguanta un poco más—le dijo Jimin mientras abrazaba al pequeño—
Cuando la doctora terminó con su labor, se alejó y comenzó a poner todos los instrumentos utilizados en un pequeño recipiente, para después desecharlos.
Yoongi mientras tanto se había dado vuelta para poder abrazar a Jimin, mientras sostenía la mano de Hueningkai.
—Ya está, su hijo ya fue vacunado, en la recepción tendrán que firmar unos papeles—
—De acuerdo, muchas gracias—sonrió Jimin, levantándose con el menor en brazos—
—A ustedes—devolvió la sonrisa—Cuídense—
Salieron algo incómodos, porque Hueningkai se reusaba a soltar a sus hyung's.
—Bogum ya cálmate, entró a un consultorio no a una secta satánica clandestina—rodó los ojos el azabache—
—Tenía miedo—
Se acercó preocupado hacia su hermano, que estaba siendo cargado por Jimin y tenía su carita apoyada en el hombro del mayor mientras éste le acariciaba la cabecita.
—Kai, ¿Cómo estás, pequeño?—le preguntó—
—Estoy bien—le mostró una pequeña mueca queriendo ser una sonrisa—
—Lo hizo muy bien—siguió Jimin—
—Ven conmigo, Kai—extendió sus brazos para que el pequeño vaya directamente hacia él—
Se quedó dudando si ir con su hermano o quedarse con Jimin. Gum era muy cómodo pero su Hyung Jimin también lo era y podía oler su rico perfume —la única fragancia que su hermano tenía era la del desodorante— y además Jimin Hyung era muy calentito.
—¿Me puedo quedar con Jimin hyung?—abrazó más al mayor—
Tanto el castaño como Bogum se sorprendieron por la pregunta del pequeño, Hueningkai nunca antes se había negado a que su hermano lo cargara.
—Jimin, tienes que poner tu firma—le habló su esposo sacándolos de su burbuja—
—Ah, sí—vió que tenía al menor en brazos y no sé sentía cómodo formado con Huening en brazos—Kai ¿No quieres ir con tu hermano así puedo firmar el papel?—lo miró y el menor simplemente respondió estirando los brazos y no precisamente hacia Bogum—
—Yoongi Hyung—llamó el menor—
Inmediatamente reaccionó y alzó al pequeño. Huening abrazó su cuello como si fuera un pequeño osito perezoso a su madre.
Ahora todos estaban en el auto, Yoongi era el que estaba manejando, Jimin iba en el asiento del copiloto y los chicos iban atrás, Bogum cargaba a Kai, habían estado un largo tiempo porque el menor no quería soltar a Yoongi, Bin estaba en el medio de sus dos hermanos mayores y Tae iba en la otra ventana mientras cargaba a Yeonjun.
El viaje transcurrió en silencio, nadie soltaba una palabra.
Cuando llegaron a la casa cada quién como siempre se fue a su lado, los tres pequeños fueron a jugar a la habitación y los más grandes se fueron a encerrar a sus habitaciones. Hasta que llegó la hora de comer y se reunieron los siete, esta vez Tae no hizo berrinche pero Soobin estaba con el teléfono, Huening no quería comer y Yeonjun nuevamente hizo un desastre.
Después de que los chicos se fueran nuevamente, los mayores se quedaron para ordenar y estaban algo nerviosos porque Bogum no les había dirigido la palabra y él era el que por lo general más les hablaba para romper la tensión.
—¿Y si está enojado por lo que pasó en el hospital?—le preguntó el menor a su esposo—
—Tal vez sí, supongo que debe ser difícil para él aceptar esto—
—Creo que sí—respondió mientras doblaba el mantel y su esposo ponía los platos para luego lavarlos—Amor ¿Entraste la ropa? Porque se acerca una tormenta—miró por la ventana y vió que a lo lejos habían nubes negras—
—Ese maldito pronóstico—se quejó el mayor—Tenemos que dejar de ver ese noticiero, siempre dan mal el clima—miró a su esposo—Y sí, cariño, ya guardé la ropa—
El menor río y besó a su esposo, quién recibió encantado el dulce gesto.
Cada vez que se iban a acostar pensaban en ir a darle un beso de buenas noches pero querían que los niños se sintieran en confianza para dejarlos.
Cerraron la puerta y se fueron a ver a Bogum, dormía boca abajo y con las sábanas hechas un desastre, en la otra habitación, Soobin dormía todo desparramado por toda la cama mientras tenía su celular prendido, teniendo conectados unos auriculares y de ahí salía una melodía.
Cerraron la puerta y se retiraron para por fin irse a su habitación.
Cuando Jimin entró, se estremeció, hacia mucho frío en esa habitación, el viento solía ponerse más fuerte y frío cuando una tormenta fuerte se acercaba.
—Gigi, cierra la ventana, tengo frío—le dijo a su esposo mientras se cambiaba—
El mayor hizo caso, cerró la ventana y justo a tiempo porque a penas lo hizo y ya se largó a llover fuertemente mientras se escuchaban algunos truenos.
Se recostaron e iban a abrazarse de no ser porque escucharon un fuerte relámpago y se asustaron dando un pequeño salto.
Yoongi se rió por la tierna reacción de su esposo, así que lo abrazó para "consolarlo".
—Tú también te asustaste—le gruñó pero se volvió a asustar por otro trueno que sonó—¡Mierda!—
Al mayor le daba mucha gracia por como Jimin se asustaba, daba pequeños saltos y se tapaba el rostro. No podía evitar verlo tan jodidamente tierno.
—Jimin...—iba a decirle algo pero escuchó un grito que venía del pasillo—¿Qué fue eso?—
—No digas tonterías, eso no es real, Mimi—se levantó y fue hasta la puerta—
El castaño también se acercó, se asomaron y pudieron ver a Huening hecho bolita en la puerta de su habitación y podían escuchar como el pequeño estaba sollozando.
Ni siquiera lo pensaron y fueron directamente hasta el infante, quién no podía parar de llorar.
—Kai, cariño—le susurró el castaño—
—T-tengo miedo—dijo con sus manitas en sus oídos—
Le habían informado que a Huening le daban demasiado miedo los ruidos fuertes, pero jamás imaginaron que se pusiera de esta manera.
Nunca antes lo habían visto tener los ataques porque Bogum era el que siempre lo consolaba.
Lo acogieron rápidamente y lo llevaron a su habitación.
El castaño abrazó fuertemente a Huening y Yoongi no se quedó atrás, él estaba acariciando la espalda del pequeño para que se calmara.
—Ya está, cariño—le habló suave—Estamos aquí, no te va a pasar nada—
Kai estiró su brazo para agarrar la mano del pálido, al parecer le gustaba tomarla, de alguna manera lo hacía sentir más protegido si sentía que los dos estaban con él.
Tal vez fue porque cuando tenía estos pequeños ataques, su hermano Bogum era quién lo acurrucaba entre sus brazos y Soobin lo tomaba de la mano.
Su llanto y respiración se fueron calmando, trataba de no concentrase tanto en los truenos que sonaban de fondo, por suerte Jimin estaba tapándole los oídos para que no se escuchara tan fuerte.
Yoongi y Jimin ni siquiera pensaron en aplicar en las distintas tácticas que les dió Bae por si el menor tenía uno de esos ataques, lo único que pensaron fue en cuidarlo y protegerlo. Tal y como fuera su hijo.
Escucharon que la puerta era fuertemente abierta. Miraron y era un Bogum con todos sus pelos alborotados, recién levantado y con una mirada de desesperación.
—¡Huening...!—se tapó la boca al ver que el menor estaba completamente dormido en los brazos de Jimin—
Ya había regulado su respiración y estaba completamente sumergido en el sueño.
—Ya se durmió—susurró mientras acariciaba al menor—
Bogum se acercó y se arrodilló para poder ver a Kai y se veía tan tranquilo. Se puso demasiado nervioso al no ver a su hermano durmiendo en su cama, después de haberse despertado con la fuerte tormenta no pudo evitar en pensar en que tal vez se hermano pudo haber tenido un ataque.
—Vayamos a acostarlo—habló Yoongi en voz baja para no despertarlo—
Se levantaron con mucho cuidado y llevaron a Kai a su habitación, lo recostaron suavemente sobre su cama y lo taparon para que no le de frío.
Se aseguraron de que esté completamente dormido y ya los tres salieron sigilosamente de la habitación
—¿Qué hacías levantado?—le preguntó el mayor después dejar entreabierta la puerta de la habitación—
—Me desperté por la tormenta y pensé que Hueningkai me necesitaba—
Se sintieron mal por un momento, pensaron que le estaban sacando el lugar al menor de cuidar a sus hermanitos.
—Ah, perdón por eso—pidió el castaño—
—Sí, lo escuchamos llorar y ...—
—No, descuiden—interrumpió el menor—Gracias por ese gesto, Kai nunca antes se había calmado con alguien más que no seamos Bin y yo—
—Bien, ve a acostarte, ya es tarde—
—Sí...hasta mañana—
Estaba teniendo impulsos de ir a abrazar a la pareja, pero sentía que era algo repentino. Al final ignoró todo y se dió vuelta para ir directamente hacia ellos y atraparlos hasta donde sus brazos podían, lo mayores tardaron un poco en responder por lo imprevisto que fue eso pero al final terminaron correspondiendo.
De no ser porque era de noche y estaba Bogum con ellos, hubieran saltado de la gran emoción que tenían, sus corazones estaban dando un montón de bombardeos y la felicidad les había subido al límite al ver que por fin el menor hacía ese tipo de contacto hacia ellos.
—En serio, gracias—se separó de ellos y ya se fue a su habitación—
Se aseguraron de que el menor cerrara por completo la puerta, se miran entre ellos y comenzaron a reír y a dar pequeños saltitos de felicidad. Obviamente tratando de que su emoción no se haga muy ruidosa.
—¿¡Amor viste lo que fue eso!?—susurró un poco fuerte—
Sí y....a dormir—dijo Jimin mientras fruncía el ceño a Yoongi que los veía desde la puerta riendo—
El menor hizo caso y para no volver no los vuelva a descubrir, ellos se adentraron a la suya y ya ahí pudieron dar sus saltos de emoción mientras se tomaban de las manos.
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