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Yoongi y Jimin se sentían irritados, demasiado. En las últimas semanas Seonhee no ha dejado respirar a los chicos ni por un segundo, siempre iba a buscarlos a la escuela sin avisarles, se aparecía en la puerta de su casa y no podían rechazarla ya que los chicos estaban ahí e iban a recibirla, o por lo menos Soobin y los infantes.

No podían evitar que les resultara molesta pero era su madre de quién estaban hablando, no una persona cualquiera de por ahí.

—Otra vez—gruñó el menor al darse cuenta que Seonhee estaba junto a Taehyun y Huening kai—Podría por lo menos avisarnos que vendrá a buscarlos ¿No? —habló con cierta molestia.

—Hablaremos con ella, tranquilo—lo calmó mientras el mayor trataba de liberar a un pequeño y dormido Yeonjun de su sillita.

Para cuando Yoongi tenía al menor acurrucado en su pecho, ambos decidieron acercarse a la madre quién parecía estar muy feliz con sus hijos menores; los niños le sonreían y parecían estar encantados con ella. Eso le generaba bastantes molestias a Jimin pero que pronto se esfumaban cuando los niños corrían eufóricos hacia él y a su esposo para abrazarlos.

—¡Papis!—gritaron los dos y en el camino tuvieron un pequeño conflicto para ver con quién se quedarían.

Terminaron por decir abrazar a las piernas de ambos adultos y recibiendo caricias en sus pequeñas cabecitas.

—Hola—saludó Jimin con una tierna sonrisa—¿Cómo les fue?

—Bien, papi—sonrió Taehyun sacando una hoja escrita de su mochila—Miren, la maestra me dijo que estoy mejorando mucho mi lectura y me puso una estrellita.

—Papi...—Huening kai no pudo terminar de hablar cuando sintió que su madre lo tomaba de su mano, llevándolo a un costado de ella.

—¿Qué hacen aquí?—preguntó con un tono tranquilo pero ligeramente fastidiada.

—Perdona, se nos quedó la costumbre de venir a buscarlos...

—Sí y si tuvieras la costumbre de avisarnos, te ahorraríamos el viaje hasta aquí—habló Jimin no pudiendo evitar lanzar una expresión seria que no pasó de ser percibida—Nosotros no tenemos problema en venir a buscarlos, nuestra casa está más cerca que la tuya...

Seonhee soltó una risa sarcástica mientras miraba a la pareja y tomaba las manos de sus muy confundidos hijos al no entender lo que estaba pasando.

—Para una madre nunca es problema... así que si me permiten, iré va buscar a Soobin y a Bogum.

Jimin frunció el ceño confundido, unos días atrás habían arreglado con los cinco para ir a almorzar a un lugar que Soobin quería ir, dijo que era perfecto para los más pequeños porque tenía juegos y todo un sermón con argumentos para que los mayores dijeran que sí.

—Hoy íbamos a salir—habló nuevamente.

—Oh, lo siento, pero yo ya había organizado con los chicos de que iríamos a hacer un picnic en un parque—Jimin suspiró—Bien, entonces...

Seonhee se acercó a Yoongi extendiendo sus brazos para que le entregara a Yeonjun y el contrario como reflejo involuntario se alejó de ella como si quisiera proteger de todo mal a su pequeño.

—Hola hijo—saludó dulcemente la mujer.

—Hola mami—respondió el pequeño que aún descansaba en el pecho de su papá.

La mujer terminó por tener a su hijo en brazos y la pareja de hombres solamente se quedó mirando como ella se iba con sus tres pequeños pareciendo tener una charla muy agradable. Por suerte los tres niños les habían dejado un beso de despedida en sus mejillas y llevando como recado besos y saludos para sus hermanos mayores.

Ahora ambos estaban otra vez en su hogar, sin ruidos molestos, gritos, peleas, sin risas, ruidos raros de los juguetes de los más chiquitos o fuertes pisadas que resonaban por toda la sala, todo era un ambiente muy pacífico, pacífico, lindo y...

—Hay demasiado silencio—habló el mayor quién estaba siendo acompañado por su esposo mirando una serie a la que no te estaban poniendo nada de atención—Lo odio...—dijo casi en un susurro.

Lo odiaban, lo odiaban demasiado, el silencio era el ruido más insoportable ahora que se daban cuenta y eso les hacía preguntarse ¿Cómo es que vivían antes de que esos chicos llegarán a sus vidas?

—Yo también...—admitió el menor—Necesito escuchar las quejas de Soobin—ambos rieron de forma melancólica.

—Yo los gritos de Tae...y mira que eso ya es mucho pedir—sonrió.

—¿Crees que estén bien?

—Eso espero...mañana nos reuniremos en la corte—dijo mientras se acomodaba en el pecho de su esposo, recibiendo caricias en su cuero cabelludo—Aún no estoy de acuerdo con nuestra declaración.

—Ni yo pero...creo que sólo nos estamos haciendo daño así—admitió.

Habían pasado por, ni si quiera saben cuántas veces, un montón de horas en frente de la laptop del mayor para pensar una declaración sobre la decisión de los menores y defender su postura como padres sustitutos, básicamente toda su semana se trató de eso, de la maldita declaración que ni siquiera sabían para que servía si de todas maneras no los dejarían escoger.

Cuando escribieron el primer borrador hasta Namjoon les dijo que era una basura, que tenían que luchar por esos niños y en ese momento Yoongi jamás pensó escuchar a su Jimin decir que se daba por vencido.

No querían que los odiaran, estaban en un laberinto sin salida, ellos sólo deseaban que sus niños fueran felices pero a la vez estaban siendo egoístas al querer que los menores se queden con ellos.

—Cariño, éstos últimos meses pasaron demasiado rápido...no quiero que se vayan—confesó débilmente—Voy a ser sincero contigo...les tomé cariño.

—Ya lo sé Yoongi, eres bastante obvio—soltó una risa mientras su esposo se quedaba boquiabierto por la naturalidad con la que el menor le habló—Yo también les tomé cariño. Los quiero.

Yoongi verificó la hora en su reloj de mano, dándose cuenta que estaba siendo ya la hora de que Seonhee esté ya en la puerta con los chicos.

—¿Otra vez se va atrasar?—preguntó el menor mientras descansaba su cabeza en el brazo de su esposo.

—Parece que sí—admitió y recibió un bufido de Jimin.

Otra cosa que les molestaba, siempre que los chicos se iban con Seonhee los traía tarde y era bastante tedioso con los más pequeños porque los adolescentes se dormían directamente en el sofá o venían cansados, Hueningkai se ponía de mal humor porque tenía sueño, Yeonjun hacía berrinche porque no quería dormir y Taehyun corría energético por toda la casa.

Le habían contado eso a la señorita Bae y hasta ella fue a ponerle los puntos a Seonhee pero no hacía más que ignorar.

—Iré a preparar café.



Hoy Soobin tuvo una muy linda sorpresa, su madre lo había ido a recoger a él y a su hermano mayor junto a sus hermanitos menores quienes estaban extrañados porque no sabían que su mamá iría por ellos, supuestamente saldrían con sus papis pero su mami les dijo que no contaran nada porque estaba preparando una sorpresa.
Bogum preguntó por sus padres sustitutos y Seonhee respondió que de la nada cancelaron la salida, algo que lo dejó bastante decaído al principio.

—¿Crees que quedó mejor así, mamá?—le preguntó Soobin mientras le mostraba la declaración a su madre.

La mujer leyó detenidamente cada modificación y sonrió ligeramente para después mirar a los tiernos ojos de su hijo quién esperaba ansiosamente su aprobación. Cómo siempre solía ser.

—Está perfecto, cariño—dijo mostrándole una sonrisa—Gracias por hacer todo esto.

Soobin sonrió tiernamente, se mordió el labio inferior nervioso mientras bajaba su mirada y volvió a ver a su madre.

—Mamá—la llamó y la mujer elevó su mirada mientras lo veía desde el otro extremo de la mesa.

—¿Qué pasa?

El menor dudaba si hacerle esa pregunta que se venía formulando en su mente desde ya hace mucho tiempo.
En la semana habían entregado los boletines del segundo trimestre y para su sorpresa le fue bastante bien, tanto que Jimin y Yoongi por poco los mandaba a enmarcar junto a los boletines de Bogum y Taehyun con lo felices que estaban, les dieron que sigan así y cabe recalcar que casi los asfixian cuando los estaban abrazando.

Su madre solamente felicitó a su hermano mayor y eso lo hizo sentir algo inútil pero igualmente se esforzaría más para tener notas tan buenas como Bogum.

—¿Estás orgullosa de mí?—preguntó con un inexplicable brillo en sus ojos—Siento que estoy haciendo las cosas bien últimamente...

—Lo estoy, cielo—admitió y el corazón de Soobin voló en alto—Estoy muy orgullosa de tí.

—Seonhee—llamó Bogum caminando desde la sala de su madre—Ya es hora de irnos, Yeonjun se está empezando a poner berrinchudo.

—¿No nos podemos quedar un rato más?—preguntó Soobin a su hermano.

—Mañana hay que levantarnos temprano, Soobin—dijo en un bostezo—Además tengo sueño, por favor, llévanos a casa...—volvió a mirar a su madre quién se vio bastante triste por ese comentario, sin embargo, Bogum no entendía que era lo que la hizo sentirse así.

—Cariño, estás en tu casa—habló y el menor rodó los ojos—Por favor no...

—¿Vas a llevarnos o no?—preguntó—Sino nos iremos a pie...

—No, tranquilo—sonrió y acarició la mejilla de su hijo quién posteriormente como reflejo se había alejado—Yo los llevo, iré a preparar a los niños.

—Gracias—respondió y vió como la mujer salía de la cocina—Soobin, ponte la campera, hace frío afuera.

El menor le hizo caso vistiéndose con la prenda mencionada mientras miraba con enojo a su hermano, le molestaba mucho cuando era así de arisco con su mamá, su mirada se volvía fría y vacía cuando ella está cerca, eso dañaba un poco su corazón, no le gustaba que estén mal y menos cuando era evidente que su madre había cambiado para poder ser mejor y poder progresar por ellos.

—Deberías de estar siempre tan a la defensiva con ella—dijo mientras abrochaba el cinturón de Huening.

—No lo puedo evitar, lo siento—se disculpó mientras se acomodaba en su lado del asiento trasero, verificando que los cinturones se sus hermanos estén bien enganchados.

—¿Cuándo vamos a casa?—preguntó el mayor de los tres niños mientras descansaba su cabeza en el hombro de Soobin.

En ese momento su madre había llegado y se sentó en un asiento de adelante para llevar sus manos al volante.

—Ahora los llevo a la casa de Jimin y Yoongi—habló dulcemente mientras arrancaba ese viejo vehículo rentado—Niños—llamó y los cinco la miraron por el espejo retrovisor—¿Están felices de que van a vivir conmigo?

El segundo mayor iba a responder pero los más pequeños quedaron impresionados con tal pregunta.

¿No se supone que iban a quedarse con sus papis?

—¿Vamos a vivir contigo, mami?—preguntó Huening kai inquieto.

—Sí, cariño—contestó sin sacar la vista del frente dando pequeñas miradas de vez en cuando a sus niños por el espejo.

—Yo pensé que te íbamos a visitar, pensamos que nos quedaríamos con nuestros papás.

La mujer rió incómoda y tomó aire para de alguna manera tener paciencia—Kai, recuerda que no son tus papás, ellos sólo los estaban cuidando hasta que yo pudiera hacerme cargo de ustedes—sonrió y los niños hicieron una mueca con algo de desilusión y tristeza.

—Pero...¿Podemos ir a verlos de vez en cuando?—esta vez habló Jooheon—Los vamos a extrañar mucho...

—Sí, cariño, tranquilo, los visitaremos cuando ustedes quieran—le contestó y obtuvo una tierna sonrisa por parte de su pequeño hijito.



Kihyun casi tiene una mini pelea con Seonhee por haberlos traído tan tarde, los cinco estaban tan cansados que por poco parecían zombies, pero como siempre Hyunwoo estaba a su lado para calmarlo y evitar que su esposo explotara ahí mismo.

Ya con todos adentro, los adolescentes habían caído completamente desmayados en sus alcobas y los adultos fueron a arropar a los niños.

—Hasta mañana—saludó dulcemente Jimin.

—Papi, no quiero que sea mañana—habló Yeonjun con su voz débil por el sueño.

La pareja se acercó un poco más al pequeño para poder escucharlo mejor.

—¿Por qué no, Junnie?

—Yo me quiero quedar con ustedes—confesó mientras jugaba con sus dedos.

—Yo también, papis—habló Taehyun.

—Igual yo—siguió Huening kai—¿No podemos hacer algo para quedarnos con ustedes? Queremos a mamá pero también queremos vivir aquí.

No sabían que decirles, ellos también querían que se queden pero lamentablemente no podían hacer nada, se supone que así era ese sistema.

Se formó un nudo en la garganta, de lo único que tenían ganas era de detener el tiempo para siempre para que los cinco chicos se quedarán con ellos, nunca pensaron tomarles tanto amor que de sólo imaginar que se irían les partía el corazón. Antes no sabían nada de éste mundo tan extraño y los primeros día sí les daban ganas de volver a tener su vida ordinaria de pareja pero ahora eran capaces de cambiarla por estar siempre con sus hijos.

Jamás pensaron que ese momento llegaría, es como si hubieran pasado sólo unos días desde que llegaron, sin duda en cuánto más disfrutes el tiempo más rápido se va, dejándote un vacío muy incómodo que no podrá ser llenado fácilmente.

—Hey, no se pongan así—sonrió—Nos veremos seguido ¿Okey?

—Sí, podemos vernos en la tardes o cuando salgan de la escuela.

Los menores se calmaron un poco al escuchar eso, después de todo su mamá les prometió que irían a visitarlos las veces que ellos quieran.

—Descansen, mañana tenemos que despertarnos todos muy temprano.

Se despidieron de los niños y salieron de su habitación dejándolos dormir tranquilamente.

En el camino se encontraron con los dos adolescentes que parecían estar esperando por ellos.

—Chicos, deberían estar durmiendo...

—Sí, lo sabemos pero queremos aprovechar para decirles algo—habló Soobin—Bogum es muy llorón y esta es la única manera de decírselos sin que se ponga sensible.

Soltaron unas pequeñas risitas y Bogum solamente rodó los ojos divertido mientras le daba un pequeño golpe a su hermano.

—Sólo quería decirles que...estoy muy agradecido con ustedes—sonrió lamiendo sus labios secos—Estos meses fueron muy divertidos o por lo menos los últimos porque la primera vez que vinimos acá estábamos asustados. En serio les tengo aprecio y los veo como unas figuras paternas—admitió avergonzado—En fin, eso, muchas gracias por todo.

Estaban haciendo lo posible para lo largarse a llorar ahí mismo y abrazarlos con todas sus fuerzas.

Dirigieron la mirada hacia Soobin y éste carraspeó nervioso.

—¿Podemos abrazarlos?—preguntó Jimin con ojos suplicantes—Sí, ya sé que a tí no te gustan pero...

El menor no lo dejó terminar y de inmediato lo rodeó a él y a su esposo en sus brazos dejándolos boquiabiertos.

—Muchas gracias—dijo el menor en el abrazo—Gracias por permitirme volver con mi mamá.

Se separaron del abrazo y de inmediato recibieron gustosos a Bogum.

Luego de todo ese lindo momento, fueron directamente a su habitación, encontrándose con la laptop del mayor esperando por ellos, les pareció extraño porque estaba encendida y el mayor recuerda haberla apagado.

—¿Estás seguro de ésto, Jimin?

—Sí—admitió inseguro—Intentemos, tal vez funcione—habló mientras veía el testimonio que explicaba el porque los chicos tendrían que quedarse con ellos.

—¿La recibirán a éstas horas?

—Sólo mándalo, Yoongi, tal vez Soobin nos odie después de ésto pero...

—Hay que tomar riesgos, lo sé—completó la frase de su esposo y presionó la tecla para mandar el testimonio.

Mientras tanto Soobin descansaba en su habitación, sintiéndose algo culpable por irrumpir en las cosas de los mayores, fue sencillo ingresar a la laptop de Yoongi, no tenía contraseña y era algo que lo ponía algo nervioso, Soobin ponía contraseña hasta en sus contactos.

Tal vez estuvo mal pero por lo menos su mamá  estará orgullosa.

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