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—Tae, tengo frío—se quejó Hueningkai con su hermano.

Era de noche y estaba nevando, pero eso no detendría a Taehyun de poder cumplir su misión, una la cuál siempre sale saboteada todos los años y siempre repetía lo mismo "El próximo año será diferente" pero nunca lograba atrapar con las manos en la masa a aquel señor rechoncho con traje rojo, tampoco veía su trineo con sus renos, ni siquiera sus ayudantes duendes.
En su cartita había sido muy específico, le pedía a aquél abuelito que por favor se dejara ver para poder darle las gracias y abrazarlo, también le había pedido una muñeca muy hermosa que le llamó la atención pero si no podía, estaba conforme con sólo verlo.

—No voy a rendirme, kai, este año sí voy a atraparlo.

—Todos los años dices lo mismo.

—Esta vez es diferente, no hay otro lugar por donde pueda pasar, así que me voy a quedar aquí y tal vez me suba a su trineo—sus ojitos brillaron al imaginar que podría viajar al Polo Norte—Que suerte que preparé mi mochila para emergencias.

—Pero sabes que Papá Noel es muy inteligente, tal vez tenga poderes mágicos para que no lo veamos.

—Mmm—jadeó el mayor tratando de pensar una nueva e inteligente estrategia—Entonces...

—Hey, ustedes dos—escucharon la voz de su hermano mayor—Entren, van a congelarse ahí.

—Pero Bin—se quejó Taehyun—Estamos esperando a que...

Los dos pequeños hermanos quedaron maravillados al ver que Soobin les mostraba algunas decoraciones para el árbol y su hermano mayor sabía perfectamente cuánto les encantaba a sus hermanos decorar el árbol.

Jimin y Yoongi, solían pasar las navidades ellos solos, su arbolito era sencillo al igual que algunas decoraciones, por lo que cuando los colocaron, se les vino a la mente que está sería la primera navidad que los chicos pasaban con ellos y no podían darle decoraciones y un árbol del tamaño de una lámpara. Mucho menos cuando los más pequeños les contaban sobre sus deseos de poder armar por primera vez un árbol grande y no sólo un par de ramitas con algunas bolitas.
Todo fue a último momento, cada uno compró distintas decoraciones que los representaran, también Taehyun, Hueningkai y Yeonjun había hecho algunas manualidades para colgarlas en el arbolito.

—¿No quieren armar el arbolito?—preguntó Soobin arqueando la ceja.

—¡El arbolito, Huening! ¡El arbolito!—el niño castaño salió corriendo hacia adentro mientras Kai trataba de seguirle el paso entre todas las capas de ropa que traía encima.

Cuando entraron, vieron que Yeonjun junto a su papi Yoongi estaban frente a un árbol artificial, el cuál sus papis habían armado. Se encontraban preparando las cajas en dónde estaban los adornos para poder colgarlos en aquél arbolito.

—¡Papi, estás usando el suéter que te regalamos!—gritó emocionado Kai.

El pequeño niño al enterarse de que los grandes no recibían más regalos se sintió triste, así que le pidió ayuda a sus hermanos mayores para poder comprar suéteres bonitos para todos, siempre quiso hacer eso porque era lo que veía en la tele y la gente se ponía feliz cuando los recibían.
Al final, Jimin terminó ayudando un poco, Bogum puso algo de dinero que el ganaba como mozo y Soobin puso algo de sus ahorros.
Hueningkai terminó eligiendo suéteres para sus papás y sus hermanos, Soobin le dijo que no iba a ponérselo y eso lo hizo sentirse triste porque pensó que le gustaría, era negro y tenía la cara del Grinch en el pecho, pensó que le gustaría.

—¿No era que no ibas a usarla?—miró con ojos entrecerrados a su hermano mayor quien lucía el suéter tejido que Hueningkai le regaló.

—Tengo frío—se excuso.

El pequeño simplemente sonrió y se acercó a su papá quién comía un pedazo de mantecol y le convidaba un poco a Yeonjun. El pequeño abría la boca y recibía encantado aquel delicioso manjar, más tarde, Jimin llegó regañando a Yoongi y a Yeonjun por estar comiendo lo que iba a ser parte del postre que iban a comer después de abrir los regalos.

Después de que su papá que haya llevado el bocadillo a la cocina, los siete empezaron a decorar, Jimin como siempre les decía a todos como colgar de forma organizada, los adornos más grande iban abajo y los más pequeños iban arriba.

Yeonjun pataleaba emocionado en el aire mientras su papi Yoongi lo cargaba para que el menor colocará la estrella en la punta del árbol, en el momento que logró colocarla, Jimin prendió las luces con las que anteriormente él y Yoongi habían enredado el pino.

—Se parece al arbolito que sale en la película de navidad que vimos ayer—afirmó Hueningkai.

Pasaron unos minutos tratando de distraer a los más pequeños para que con la ayuda de sus hijos más grandes vayan dejando los regalos en el árbol.
Bogum los estaba distrayendo con juegos en la sala, mientras tanto, los adultos y Soobin estaban preparando la mesa para que ya empiecen a cenar.

—¿Este es un regalo de tu querida suegra, papá?—le preguntó Soobin a Jimin quién seguía preparando la mesa.

Jimin vio lo que si hijo sostenía en sus manos y rodó los ojos suspirando mientras la risa de su marido retumbaba de fondo.
Su amada suegra le había regalado un libro antiguo, se notaba por la cantidad de detalle y por lo gordo que era. Se titulaba "Guía de como ser una buena esposa" y Jimin no hizo más que tirarlo a la basura mientras maldecía entre dientes.

—Y a ti mi mamá te regaló una caja de bombones, no es justo—reclamó y como consuelo recibió un abrazo por parte de su pareja.

—Prometo que los compartiré contigo, además yo ya te hize un regalo ¿No te gustó acaso?—le preguntó Yoongi sacando su lado dulce y tomando entre sus manos el lindo rostro de su esposo.

Soobin suspiró al notar que sus padres, como tantas otras veces se encerraban en su mundo y se quedaban mirando mientras se transmitían todo el amor y cariño que se sentían.
Para las personas de afuera y para Yeonjun tal vez sea tierno pero para los demás con los que conviven con ellos es bastante molesto e irritante.

—Bueno, ya, no empiecen por favor.

La pareja río y cortaron su mundo de amor con un beso y un tierno grito llamó su atención.

—Dejen de hacer eso, es asqueroso—se quejó Taehyun con un claro cansancio en su rostro.

—Pero yo amo mucho a tu papá.

—Usa palabras entonces papi—se quejó esta vez Kai—No tienes hacer esas cosas—entrecerró sus ojitos.

El matrimonio con ayuda de Soobin y Bogum, fueron colocando los regalos debajo del árbol, ya faltaba poco para que se haga medianoche así que se fueron acercando a los tres niños que dormían plácidamente en el sofá.

—Amores—susurró Jimin para despertarlos—Vengan a ver el arbolito, hay regalos...

—¡¿Y Papá Noel?!—preguntó Taehyun alarmado.

—Ya se fue cielo, estaba apurado, pero ven, papi y yo queremos ver qué les trajo.

Los pequeños se desconcertaron un poco al escuchar que no lograron verlo, otra vez el plan de Taehyun había fallado pero por lo menos iban a abrir regalos.

No esperaron encontrar regalos grandes, en todas sus navidades habían recibido regalos pequeñitos como peluchitos, mantas y hasta algunas golosinas, pero estos regalos iluminaron por completo sus ojitos.

—¡Woah!—exclamó el niño más grande—¡Chicos miren, estos regalos son más grandes!

Los cinco se acercaron desesperados para abrir los regalos, miraron primero las etiquetas para ver de quién era cada uno.

—¡Este es para mí!—gritó Tae y empezó a romper el envoltorio encontrando una linda muñeca con accesorios para poder hacerle distintos peinados—¡Oh! ¡Papis miren, es la que yo quería, miren chicos!

Soobin y Bogum se acercaron a sus hermanos, era su tradición verlos abrir los regalos, antes los colocaba debajo del pequeño árbol que tenían, envueltos en un papel frágil pero al final terminaban felices porque los pequeños sonreían en grande con cada regalo.

—¡Miren!—gritó está vez Hueningkai—¡Es el que habíamos visto el otro día, Gummie!

Hueningkai levantaba en sus manos un juego de masa que había visto en una juguetería, era todo bastante colorido y era enorme y según el menor era un regalo muy grande y por eso Papá Noel no iba a poder llevárselo.

—¿Junnie, qué te trajo a tí?—preguntó su hermano mayor al notar que el menor esperaba con ansias para poder abrir el suyo. Amaba ser el último en descubrir su regalo porque siempre recibía toda la atención.

El papel de regalo voló por los aires y el menor descubrió un oso enorme -según él- interactivo, el osito le hablaba, caminaba y hacía sonar música, también tenía algunos botones para que el pequeño pueda hacer cuentas y aprender los colores.

—Papi ponle esas cositas para que se despierte—le dijo el menor señalando un dibujo de la caja que indicaba que el juguete necesitaba pilas.

—Papis—Hueningkai los llamó—Allá atrás hay dos regalos más—señaló dos paquetes más.

—Seguramente son para mí porque yo me porté muy bien—Taehyun se acercó hasta los regalos para poder abrirlos pero vió que en las tarjetitas estaban escrito los nombres de sus hermanos mayores.

—Son para ustedes—el menor señaló a sus hermanos mayores emocionado, estaba feliz de que por fin ellos recibían algo en el arbolito—Yo sabía que les tenía que dejar algo porque ustedes se portaron muy bien.

Soobin y Bogum estaban confundidos, pensaron que solamente sus hermanos iban a recibir regalos, por lo menos eso habían acordado con sus padres.
Jimin y Yoongi se acercaron por fin para ya ver más de cerca a sus hijos, los dos faltantes comenzaron a abrir sus paquetes, era demasiado evidente la emoción que sentían, hace mucho que ellos no recibían un regalo y eso llenaba mucho el corazón del matrimonio.

—¡Oh, oh!—gritó Bogum emocionado viendo que era un lindo conjunto que había visto en una vitrina de una camisa floreada con un pantalón negro. Últimamente él se estaba preocupando mucho por su forma de vestir así que siempre trataba de arreglarse con lo que tenía y eso sus padres lo notaron, así que en un descuido comprando los regalos de los más pequeños lo vieron mirando en una tienda de ropa aquél conjunto.

—¿Por qué no le pediste un juguete?—le preguntó uno de sus hermanos menores.

—La ropa es aburrida, Gummie.

—Bueno amor, pero a tu hermano le gusta—defendió Yoongi—¿No?—preguntó inseguro.

—¡Claro que sí!—dijo emocionado—Dios, muchas gracias, en serio—sonrió emocionado mientras sus ojitos brillaban.

El resto de la velada siguió con muchas sonrisas y con un tierno regalo por parte de los hijos a los padres que consistía en una caja con muchas cáritas y dibujos de los más pequeños y chocolates y bocadillos por parte de los más grandes.
Se lo habían entregado con la excusa de que al ser adultos ya no recibían regalos, al ver cada pequeño detalle y que cada uno gritaba el nombre de sus hijos por poco se echaron a llorar ahí mismo, pero lo contuvieron. Los siete terminaron abrazados, los hermanos mayores se susurraban pequeños "gracias por todo".

—Papis, feliz navidad.

—El año que viene vamos a pedirle a Papá Noel que les dejé regalitos porque ustedes son los mejores papis del mundo.

—Bueno, ya, no quiero que se pongan a llorar—rió Soobin—Los quiero mucho—les dijo en un tono avergonzado mientras se acurrucaba en sus padres.

Simplemente eran una familia muy feliz y aunque suene demasiado cursi, cliché y estúpido, para Yoongi y Jimin el más grande regalo era poder ver a sus hijos felices.

FIN

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