Las clases de Antropología en la universidad, las tomé con un maestro muy peculiar. En la primera clase, nos hizo imprimir dos documentos: el primero es un excelente extracto de investigación sobre la sífilis y su relación con el nuevo mundo, escrito por él; el segundo no era más que su autobiografía. Al principio, me entró la entrañable curiosidad de saber por qué tendría que saber la vida de una persona que, probablemente, jamás vuelva a darme clases o que tal vez nunca vuelva a ver en mi vida (jamás lo he vuelto a ver). Después de algunos años, me he dado cuenta de que si, posiblemente, lo veo en la calle, no podría reconocerlo, pero he comprendido mejor muchas cosas.

Mientras lo estudiaba, además de conocer su interesante vida y carreras  —una de ellas es la arqueología—, y después de conocer algunos datos curiosos de la isla donde nací; conocí su faceta de historiador y con esto adquirí bastante información valiosa que a medida que pasa el tiempo voy aplicando a mi vida. Uno de los planteamientos que más llamó mi atención fue un párrafo donde dijo: la historia nació en el mismo momento que inició la escritura.

El ser humano desde sus inicios ha tenido la necesidad de relatar sucesos, estos podían ser reales o ficticios, transferidos por los padres a los hijos a través de la tradición oral porque no existía la escritura, a este tiempo se le considera la prehistoria. Estas narraciones orales, también fueron viajando de lugar en lugar convirtiéndose en leyendas, estas leyendas, a su vez, pasaron de generación en generación conformando las primeras formas de pensamiento humano y desde donde parten las diferentes culturas. En un momento dado, estas narraciones fueron escritas para ser leídas, ahí inicia aquello que conocemos como historia. Al principio, las tallaban en piedra, como los Pictogramas y Jeroglíficos, La epopeya de Gilgamesh en Mesopotamia, El primer alfabeto cuneiforme en Ugarit (Canaán) y muchas otras obras que podemos encontrar si investigamos un poco. Luego, con el paso de milenios, el hombre fue utilizando elementos más avanzados como el papiro que inició en Egipto, el papel y la tinta que nacieron China, la máquina de escribir y por último la computadora, pero ya esto es historia larga.

Un aspecto importante sobre la escritura, es que cada historia está compuesta por elementos del ambiente, de la vida diaria y que conseguimos de ideas y leyendas de origen cultural.

En este manual, abordaremos temas importantes que, estoy segura, serán muy provechosos para todo aquel interesado en mejorar su escritura y, ¿por qué no?, emplear ciertos elementos que son muy útiles y que son utilizados por escritores profesionales. Bien puedes pensar que no te hacen falta, que para escribir una historia lo único que necesitas es creatividad y corazón, pero ¿qué tal si yo te digo que para escribir bien un libro tienes que conocer las reglas y que para dominar las técnicas del oficio debes estudiarlas? Escribir al igual que la pintura es un arte, tiene sus técnicas. ¿Sabes qué es un eje narrativo?

A partir de aquí exploraremos los diferentes géneros.