Capítulo 7
Camino por toda la planta baja buscando a su hermano, le pregunto a cada Pokémon que encontró en su camino si vió al inmaduro de su hermano mayor, así lo describió ella. Todas fueron respuestas negativas. No había rastro alguno de Umbreon.
Vaporeon ya se estaba preocupando demasiado. Ningún Pokémon de la planta baja vio a su hermano. Decidió subir al siguiente piso y continuar buscando en él. Ella apenas conocía los demás pisos de la mansión, muy pocas veces subió por las escaleras a explorar, y no conocía más allá del 2do piso.
Y de nueva cuenta repitió el mismo proceso que en el piso anterior. Preguntaba a todo Pokémon que encontraba si habían visto a su hermano y, de igual forma que antes, nadie vio al zorro de ojos rojos.
Estaba estresada, se notaba en su rostro. Tenía las orejas bajas y su mirada en el suelo. Si bien las discusiones con Umbreon eran constantes, y algo subidas de tono en muchas ocasiones, ella seguía sintiendo cariño por su hermano mayor. No quería perderlo, y aunque sabe que llevándole la contra siempre era muy probable que ocurra, piensa que esa es la única forma de hacer que su hermano entre en razón.
Umbreon en este último año parecía volverse más tonto con el pasar de los meses, parecía un niño pequeño con sus actitudes. Luego de romper con Espeon, se aferró a Eevee como si fuera su hija. Se notaba que Umbreon era un ser que necesitaba dar y recibir cariño y Eevee cumplía con ello. La Pokémon tipo normal manipulaba a Umbreon a su antojo, lo hacía sin querer, es una niña aún al fin y al cabo.
Vaporeon, sin encontrar ninguna pista de su hermano, decidió volver a la habitación. Caminaba hacia ella cabizbaja, desanimada. Marshtomp la observaba de lejos, triste al igual que ella. Ver a su amor platónico triste no le gustaba en absoluto. Quería alegrarla pero de nueva cuenta su timidez le impidió siquiera acercarse. Pese a ello, no quería quedarse de brazos cruzados. Decidió ir por su cuenta a buscar a Umbreon y sabía a quién acudir... A la Diosa.
La Diosa se encontraba decorando una habitación con globos y serpentinas, preparaba una fiesta, solo para varones.
Diosa: A Umbreon le hace falta conocer hombres. Todo el día encerrado con hembras debe estar convirtiéndolo en una - dijo a la vez que colocaba un globo en el techo.
Garchomp: ¿Es posible ello? - pregunto mientras la ayudaba en la decoración de la habitación.
Diosa: Claro que si. Tú eres un ejemplo de ello. Pareces una chica con tus actitudes tan pasivas. - menciono de forma burlona la actitud de Garchomp.
Garchomp: Ja ja, que chistosa. - termino su parte de la decoración.
Fueron interrumpidos por la brusca aparición de los gemelos Ursaring. Tenían la bolsa de papa en la espalda, La Diosa al verlos ya sabía lo que contenía ahí dentro.
Diosa: ¿Hacía falta llegar a ese límite? - pregunto asombrada.
Ursaring 2: Usted dijo que lo hiciéramos si se negaba. - dejó la bolsa en el suelo.
Diosa: Que brutos, pobre Umbreon. Sal de ahí pequeñín - se sentó arrodillada en el suelo.
Umbreon salió poco a poco de la bolsa, tenía una papa en la boca bastante mordida. La estaba comiendo en el camino.
La Diosa se rió al verle con la papa en la boca, se la quitó y lo alzó en sus brazos, como tanto acostumbraba hacer.
Diosa: Disculpa por el brusco accionar de esos osos. ¿Estás bien? - lo abrazaba con fuerza.
Umbreon: Si, estoy bien... ¿Puedo seguir comiendo la papa? - pregunto mientras observaba la hortaliza en el suelo.
Diosa: . . . - lo dejo en el suelo. Umbreon continuó comiendo la papa.
Umbreon: - observó a la diosa - ¿De quién será la fiesta? Espero sea importante para que me hayan secuestrado.
Diosa: fue un secuestro con cariño ¿Verdad Ursaring? - observó a uno de los dos osos sin saber a quién se dirigía.
Ursaring 2: Claro. Es para que puedas disfrutar de esta fiesta imperdible, Umbreon - observaba con nervios a la Diosa.
Umbreon: Pero debo estar en casa. Seguramente Vaporeon se va a enojar cuando regrese. - bajo las orejas.
Diosa: Vaporeon no se va a enojar... Yo me encargaré de eso. Mientras tanto ¿Por qué no preparas la fiesta que le haremos a Piu?
Garchomp: ¿Será para Piu la fiesta? - Recién se enteraba.
Diosa: Ay Garchomp, que dragón más olvidadizo. - abrió la puerta de la habitación y se fue.
Umbreon: Ni siquiera me dejó responder...
Garchomp: Así es ella. Toma, infla unos globos mientras tanto - le dio un paquete con 100 globos.
Umbreon: O-ok - obedeció al dragón sin rechistar.
La Diosa salió a buscar a un Pokémon que le ayudaría a mantener a Vaporeon tranquila, o por lo menos eso esperaba. Buscaba a Marshtomp, siendo más específicos. Sabía que él sentía cosas por la pez malumorada, y creyó que este sería el momento indicado para dar un empujón a esa relación.
Encontró a Marshtomp en el parque hablando con Skiddo y Electivire. Se acercó hasta ellos, Skiddo se fue apenas notó la presencia de la Diosa, por su parte, Marshtomp hizo una reverencia saludando a la deidad. Ella lo observó extrañada, era el único Pokémon que la recibía de ese modo.
Diosa: Marshtomp, a tí te estaba buscando. - sonrió.
Marshtomp: ¿A mí? ¿No habrá otro Marshtomp que busques? - no entendía el motivo de la búsqueda de la Diosa.
Diosa: No creo. Eres el único Marshtomp que le gusta una Vaporeon. - rió un poco, sonrojó de inmediato el pobre Marshtomp.
Marshtomp: ¡Di-Diosa! - se tapó las mejillas intentando ocultar su rubor.
Diosa: ¿Qué? Solo digo la verdad. Anda, no te avergüences.
Marshtomp: - deseaba desaparecer en ese momento. Electivire se estaba riendo.
Diosa: Marshtomp, te necesito esta noche. Es de extrema urgencia. 8 PM en el tejado de la mansión. Ni se te ocurra faltar - sonrió y se fue a charlar con Vaporeon.
Marshtomp: P-p-pero... ¿Diosa? - observó a Electivire desconcertado.
Electivire: ¿Qué? ¿No la oíste? Será mejor que te prepares para esta noche. Apuesto mi colección de piedras a que te hará trabajar duro está noche. Jeje. - dejó solo al pobre pez de lodo.
"¿Trabajar?" Electivire parecía saber algo al respecto. Marshtomp seguía confundido, él no hablaba mucho con la Diosa, le parecía muy raro que ella necesite ayuda de un Pokémon que apenas entabló conversación y sabe a la perfección que no es muy fuerte ni mucho menos inteligente.
Miró el reloj que colgaba en el farol de enfrente, marcaba las 5:30pm. Aún tenía tiempo para prepararse. Marchó a su habitación para asear su cuerpo, en su camino tarareo una canción de cuna.
Mientras, la Diosa, llegó a la habitación de la familia de Umbreon y toco la puerta esperando a ser atendida por Vaporeon. Por desgracia no fue Vaporeon quien atendió, fue Leafeon. La Pokémon pez no había llegado aún a la habitación.
Diosa: Leafeon, bonita. ¿Está tu hermana aquí? - sonrió al hacer la pregunta.
Leafeon: ¡Auxilio por favor! ¡No sé controlar a Flareon y Eevee! - dijo con desesperación.
La Diosa entró junto a Leafeon a ver qué ocurría. Las dos niñas parecían ser el mismísimo Katrina materializado en 2 Pokémon.
Espeon: Niñas, por favor. No salten en la mesa - suplico bajando sus orejas pero no sirvió de nada.
La Diosa reía al ver la situación. Le recordaba mucho a los Pius, solo que menos desastrosa. Sabía bien como actuar en una circunstancia cómo está, todo se solucionaba fácil con un aplauso. Fue tan fuerte que levantó una pequeña brisa de viento en la habitación. Las dos niñas observaron a la Diosa a la espera de lo que podría llegar a decir.
Diosa: Ay niñas. Sin Vaporeon están más desorientadas que un Litten sin bigotes. - rió y alzó en sus brazos a las 2 niñas.
Leafeon: - suspiro aliviada - Muchas gracias. Ya no sabíamos cómo detenerlas.
Espeon: Son 2 niñas muy mal educadas - dijo enfadada.
Flareon: Ohhh ¿Qué oigo? ¿A Espeon se le contagio el mal humor de Vaporeon? - comenzó a reír junto a Eevee. Espeon se enfado aún más.
La Diosa observaba la situación, notaba el agobiante clima que había en la habitación. No sólo Vaporeon y Umbreon discutían, todos aquí parecían odiarse. Esto no le gustaba ver a la Diosa, en su mirada se notaba lo mal que le ponía ver esta situación. Intento poner su mejor sonrisa para ocultar lo que por dentro sentía al ver lo que ocurría en la familia de las Eeveelution.
Diosa: Ya dejen de pelear - dejó a las 2 niñas en el suelo - ¿Se fue hace mucho Vaporeon?
Leafeon: Pues, maso menos. Hace una hora o dos. - respondió.
Diosa: Entiendo. ¿Y Glaceon? - busco con su mirada a la tipo hielo pero no logro ubicarla.
Leafeon: Está en el refrigerador - se acercó al electrodoméstico y lo abrió para enseñar a Glaceon. Tenía un pote de yogurt en su pata.
Glaceon: ¿Buscan esto? - sonrió y le acercó el pote a Leafeon.
Leafeon: - lo tomo - Gracias... - cerró la puerta del refrigerador.
La Diosa tomó asiento y se dispuso a esperar a Vaporeon junto al resto de hermanas.
La Pokémon de agua se hizo esperar bastante. De nueva cuenta pregunto a todos los Pokémon del piso si vieron a su hermano, y como la primera vez, no obtuvo respuesta positiva.
Llegó a la habitación y encontró a todas sus hermanas sentadas al rededor de la mesa jugando al Monopoly. Eran fans de ese juego.
Diosa: Oh, Vaporeon, por fin has llegado. Te gusta hacer esperar a la Diosa ¿No es así? - retrucó bromeando.
Vaporeon: - observó el reloj, esté marcaba las 7pm - No creí que me estaba esperando. - se sentó junto a sus hermanas - Aprovechando que estás aquí, Diosa. ¿Has visto a Umbreon?
Diosa: Claro, lo secuestraron hoy mis osos. Esos Ursaring son muy raros. No te preocupes, está en buenas manos.
Vaporeon: ¿¡Lo secuestraron!? ¿Él está bien? - pregunto preocupada.
A la Diosa le extrañó su actitud. No pensó que le importaría, creyó que se reiría al igual que el resto de las hermanas.
Diosa: Tranquila, solo estará fuera de casa está noche. Volverá a la madrugada. Tiene una fiesta que no debe perderse... Al igual que tú Jeje. - sonrió.
Vaporeon: ¿Yo? - pregunto sorprendida - No puedo ir a ninguna fiesta, debo cuidar de mis hermanas.
Leafeon: Exacto, nos debe cuidar - acotó enojada. No quería cuidar de nuevo de Flareon y Eevee.
Diosa: Me he encargado de todo. Ciencia G vendrá a cuidar de tus hermanitas mientras tú disfrutas de una fiesta para ti y otro invitado.
Flareon: ¿Otro invitado? Vaporeon, muerde su pie sin importar su tamaño.
Vaporeon: - insegura de aceptar - No creo que haga falta... ¿Es obligatorio ir?
Diosa: Pues no, pero pondrías triste a esta muchacha que se esforzó tanto en organizar esa fiesta para que tú disfrutes - puso una cara triste, intentando tocar los sentimientos de Vaporeon.
La pez solo rodó los ojos y se dio el lujo de pensar unos segundos.
Vaporeon: Bien, iré a esa fiesta... - respondió no muy convencida.
Diosa: ¡Sí! No te arrepentirás. Te lo aseguro. Jeje - sonrió y se dirigió a la puerta de salida.
Vaporeon: Ya me estoy arrepintiendo... - menciono en voz baja.
La Diosa, antes de irse, le dió una corona con flores blancas a Vaporeon.
Diosa: Úsalo está noche, a las 8pm en el tejado de la mansión. Nos vemos. - se fue de la habitación con una sonrisa.
Vaporeon observaba la hermosa corona de flores que le regaló la Diosa. Coloco el accesorio en la mesa y volvió a observar el reloj.
Leafeon: - observaba la corona de flores - Pobres flores...
Vaporeon: - el reloj marcaba las 7:10pm. Suspiro y bajo del asiento- iré a bañarme. Comportense bien. - se fue al baño.
Los minutos pasaban y las 8pm ya casi llegaban. 7:40pm ella ya estaba lista, bañada y perfumada. Coloco la corona de flores en su cabeza y se despidió de sus hermanas. En el momento justo que ella salía llegaba ciencia G a cuidar de su familia.
Ciencia G: Que la pases bien, Vaporeon - saludo y entro a la habitación.
Vaporeon: Gracias...
Aún no estaba convencida de ir a la fiesta pero ya era tarde para arrepentirse. Se puso en marcha a su destino, el tejado de la mansión. Un lugar muy alto dónde el viento soplaba fuerte por la noche.
Curiosamente, a esa misma hora empezaba la fiesta de Umbreon. El joven zorrito estaba esperando a que venga el "cumpleañero". La habitación estaba bien decorada, llena de globos y serpentinas por doquier. Era cuestión de tiempo para que la celebración comience...
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top