Capítulo 10
Fuera de la mansión era un día hermoso, sin ninguna nube en el cielo. Muchos Pokémon disfrutaban del día estando allí fuera corriendo por los alrededores siendo custodiados por Electivire y un Ursaring.
Vigilaban que ningún Pokémon salvaje se atreva a atacar a los habitantes que gozaban del maravilloso día. Aunque eso no significaba que ellos no pudieran disfrutar. Tenían una mesa y 2 asientos dónde disfrutaban de unas partidas de póker.
Notaron que otro Pokémon salió de la mansión a disfrutar el día. Era Marshtomp, se veía muy contento y animado. La noche de ayer parecía haber motivado al pez de lodo que ahora caminaba hacia un arbusto de flores.
Olía las flores como si fuera un Beedrill, buscaba una flor para regalarle a Vaporeon. Quizás era algo prematuro obsequiar una flor luego de una primera cita pero nada ni nadie podría impedirle entregar el presente.
Entre los arbustos había un movimiento extraño que puso en alerta a Marshtomp, se alejo de él y vio de allí salir a Hawlucha. ¿Durmió en los arbustos?
El pez retrocedió asustado por la repentina aparición del galán de la mansión, aunque solo él se veía como un galán. Hawlucha noto su presencia y se le acercó como si fueran amigos de toda la vida.
Hawlucha: ¡Marshtomp! ¿Qué andas buscando en el arbusto? - interrogó al asustado pez.
Marshtomp: Solo buscaba una flor para una amiga. - tartamudeo y paso de él para ir al arbusto de nuevo.
Hawlucha: Oh, vaya, entiendo. El joven anda enamorado. - alargó la última sílaba burlándose del pez de lodo.
Marshtomp: ¿Y qué tiene de malo? - volteo mirando fijo a los ojos del Hawlucha.
Hawlucha: Anda, no seas así. Una broma. Eso fue. ¿Quién es tu amiga? - le pregunto mientras se ponía a su lado.
Marshtomp: ¿Eso qué te incumbe? - intentaba mantenerse alejado pero el pajarraco lo seguía.
Hawlucha: Puedo ayudarte a conquistar a tu amiga jejeje. ¿Quién mejor que yo para seducir a una hembra?
Marshtomp: ¿Eh?... ¿Tú podrías ayudarme? - pregunto esperanzado.
Hawlucha: Por supuesto amigo. Tú me caes bien y te voy a enseñar a seducir esa hembra. Primero que nada. Si es tipo planta no sueñes darle unas flores.
Marshtomp: ¿Eh? No, no. Es tipo agua. ¿Le gustarán? - indagó pensando en otras opciones.
Hawlucha: Por supuesto que sí, aunque estoy seguro de que ella preferiría más bien un perfume...
...
Mientras tanto en la habitación de las Eeveelution...
Vaporeon: Odio los perfumes - respondió a una pregunta que Espeon le había hecho.
Espeon: Oh, vamos. Debes estar bromeando. ¿Prefieres qué los machos huyan de tu olor a hembra de casa?
Vaporeon: Tarde o temprano tendrán que conocerlo. - tomo un plato con su boca y lo puso en la mesa. Estaba preparando el almuerzo.
Muchas de sus hermanas estaban durmiendo, por ende no preparo un gran almuerzo. Solo sirvió 3 platos: uno para ella, otro para Espeon y otro para Umbreon.
El zorro negro también estaba despierto pero se quedó en el cuarto mirando la televisión. Intentaba no acercarse a esas 2 hembras.
Vaporeon: - entro a la habitación - He preparado el almuerzo - advirtió a su hermano.
Umbreon apagó la televisión y bajo de la cama con cuidado de no despertar a la durmiente Eevee. Salió de la habitación y se sentó en la punta de la mesa, bien lejos de la otra punta donde estaba Vaporeon y Espeon hablando.
Las miraba con poco disimulo. Intentaba llamar la atención de Vaporeon haciendo muecas raras pero solo consiguió la mirada confusa de Espeon. Al cruzar la mirada de ambos, Umbreon sonrió un poco nervioso.
Espeon: Sabes, me iré a acostar Vaporeon. - bajo del asiento y se dirigió al cuarto, Umbreon la había incómodado.
La pez solo la observó marcharse. Se concentro en su almuerzo mientras Umbreon seguía acosandola con su mirada. No fue hasta acabar su almuerzo que noto a su hermano mirándola.
Vaporeon: ¿Pasa algo? - pregunto mientras bajaba del asiento.
Umbreon: Eh... Si, quería hablar contigo, a solas. Jejeje - no entendió porque se le escapó una risa. Seguramente fue por los nervios.
Vaporeon: Bien, yo también quería hablar contigo. - dejo los platos en el fregadero para lavar más tarde.
Su hermano bajo de la silla donde estaba sentado y cuando ella estuvo lista salieron de la habitación juntos. En el camino, Garchomp los vio caminar juntos y sintió que su charla sirvió de algo, una deducción prematura.
No tenían un lugar al que ir para hablar, más bien paseaban por los pasillos hablando.
Vaporeon: ¿De qué querías hablarme? - indagó.
Umbreon: ¿Dónde estuviste anoche? - sono algo preocupado.
Vaporeon: ¿Eso te importa? - replicó - Fui a una... Fiesta.
Umbreon: ¿Fiesta? - se preguntaba en su interior si estuvieron ambos en la misma fiesta.
Vaporeon: Si, fiesta. ¿Y tú? Te fuiste sin avisar. Nos dejaste preocupadas a todas.
Umbreon: ¿Incluso a tí? - replicó y la observo.
Ella se quedó en silencio unos breves segundos pensando bien su respuesta. Era obvio que se preocupaba por su único hermano varón pero no quería hacérselo saber a él.
Vaporeon: No, yo solo te necesitaba para que saques la basura. - respondió ignorando la mirada de su hermano.
Umbreon: - rodó los ojos - Los Ursaring me llevaron a la fuerza a una fiesta de Piu.
Vaporeon: Ahora entiendo porque. ¿La has pasado bien?
Umbreon: No me quejo. - sonrió recordando la noche de ayer.
La caminata seguía sin un rumbo fijo, cuando se dieron cuenta estaban en el parque por segunda vez en el día. Entraron en él buscando un banco para sentarse. Consiguieron uno en la esquina izquierda del predio. Se sentaron y suspiraron al mismo tiempo.
Umbreon: ¿Alguna vez te preguntaste por qué peleamos tanto?
Vaporeon: ¿Por tu culpa? - contesto al instante.
Umbreon: Que fácil es para ti culparme de todo. Nunca hago nada...
Vaporeon: Y es eso mismo, nunca haces nada y cuando haces algo termina mal. - interrumpió su respuesta.
Umbreon: ¿Y tú qué? Ni que fueras perfecta. - rechisto con su rostro muy enfadado.
Vaporeon: Lo sé. Pero contribuyó en el orden de la casa. Algo que tú no haces.
Umbreon: - miro a un costado muy enfadado - No sé porque creí que podía hablar contigo sin empezar a discutir. Te gusta generar conflictos.
Al oír esas palabras, Vaporeon, sintió que su sangre hervía como un volcán en erupción. Bajo de la banca muy enfadada y se puso frente a frente con su hermano con ganas de darle un cabezazo.
Vaporeon: ¿Te piensas que me parece divertido? ¿Creés que me gusta enojarme todo el día, todos los días, por los mismos problemas de siempre?
Umbreon: - al verla tan cerca y enojada se puso bastante nervioso. Retrocedió hasta caer de la banca, la cuál no tenía respaldo.
Vaporeon: No habrían discusiones si tú tomarás el papel de hermano mayor que te corresponde. Aunque claro, parece que a ti te gusta hacer el tonto. - le dió la espalda a su hermano.
Umbreon: - se levantó del suelo y la siguió por detrás. No sé quedaría callado.
Esos 2 estaban discutiendo frente a todos los Pokémon de la mansión que los miraban sin entender mucho. Ninguno se acercó a separarlos, no tenían intenciones de hacerlo.
Cuando la Diosa llegó al lugar, los Pokémon que observaban la discusión se alejaron de inmediato, no querían tener problemas por no detener el conflicto.
La deidad se acercaba a ellos pero ninguno de los 2 noto su presencia hasta que hizo un sonido de disgustada.
Diosa: ¿Ya terminaron? - se cruzó de brazos.
Ambos respondieron al unísono echándole la culpa al otro de la discusión. La Diosa dió un suspiro y miro a un costado.
Diosa: Todo el día discuten. ¿Por qué no pueden llevarse bien por un día? No es mucho lo que pido. ¿O si? - volvió a confrontarlos con su mirada.
Vaporeon rodó los ojos sin darle mucha importancia a la pregunta mientras que Umbreon miro al suelo avergonzado por el escándalo en público que había generado.
Umbreon: No, no es mucho lo que pide. - mostraba arrepentimiento.
Diosa: ¿Y tú, Vaporeon? ¿Sería difícil que te lleves bien con tu hermano un día?
Vaporeon: Casi una misión imposible. - respondió aun enfadada. - Iré a la habitación. Permiso - se dió media vuelta y camino a su habitación.
Umbreon: - la señaló - ¿Vió? Es ella la de los conflictos.
Diosa: No se señala a nadie con esa patita esponjosa - bajo la pata de Umbreon -. Yo no sé quién de los dos es el del problema, pero si se que para un conflicto hace falta dos participantes.
Aquel zorro negro bajo sus orejas al no tener nada que decir. También se fue a la habitación caminando lento y pensativo, siendo observado por la diosa en todo momento.
La Diosa necesitaba saber qué pasaba en el cuarto de esa familia, debía estar ahí dentro para averiguarlo. Por desgracia, no podía estar en la habitación de las Eeveelution todo el día, tenía que cuidar del resto de Pokémon en la mansión. Necesitaba que alguien sea sus ojos allí dentro. Alguien capaz de pasar desapercibido. Definitivamente no sería un Piu su espía elegido.
Mientras la Diosa pensaba en quien podría ser su espía en ese cuarto. Umbreon llegaba a la habitación para toparse con Leafeon a punto de irse. La detuvo para preguntarle a dónde se dirigía, a lo cual la Pokémon de hojas sonrió con un leve sonrojo; no hacía falta decirlo, iba con Skiddo. La dejo irse sin hacer ningún escándalo.
Entro a la casa y se dirigió a la mesa a sentarse mientras comía alguna baya del canasto que había en el centro de la misma. Se mostraba pensativo, preocupado, irritado. Las palabras de Garchomp lo habían asustado bastante. Si quería evitar ser expulsado debía arreglar las cosas con Vaporeon. No había excusa.
Umbreon: ¡Eso haré! - dijo sin saber en realidad que hacer.
Su hermana de hielo, Glaceon, rio al oírlo decir esas palabras sin ningún contexto. Se acercó hasta él y lo saludo. Él, cómo buen hermano, ignoró su saludo y salió corriendo de la habitación dejando confundida a la tipo hielo.
Glaceon: - lo observó irse corriendo - Viene, se va, vuelve, se vuelve a ir... Yo no entiendo nada. - entro a la habitación con sus demás hermanas.
Umbreon caminaba por los pasillos, otra vez, pensando en algo que le gustará a Vaporeon.
Umbreon: Le gusta que le hagamos caso a sus órdenes, dar órdenes... Ay, eso no. - por mirar al suelo no vio a la Absol que estaba enfrente y chocó con ella cayendo ambos al suelo.
La Pokémon catástrofe se levantó enfadada sobándose la cabeza por el golpe que se dio y Umbreon se quedó en el suelo riendo.
Absol: ¿Qué te causa gracia? Torpe - le dijo el mejor insulto que conocía.
Umbreon: De eso mismo, soy bien torpe... Auch. - se levantó sobándose su cabeza también - Perdón. No te ví
La tipo siniestro se fue del lugar, no acepto sus disculpas. Dejo a Umbreon aturdido por el choque, tan aturdido que se olvidó de lo que estaba haciendo.
Umbreon: Oh, ya. Si le doy algo que le guste se pondrá feliz. A las hembras le gustan los regalos. - caminaba ahora sin tanta prisa - En la ciudad debe haber algo que quiera.
Intento caminar pero algo lo sostenía de la cola y lo arrastraba por el pasillo, era la mano de la Diosa. Del susto, el zorrito, empezó a gritar como todo macho lo haría hasta darse cuenta de quién causaba el arrastre.
La Diosa río por su reacción y lo tomo en sus brazos.
Diosa: Pareces llevar prisa. ¿Asi que planeas regalarle algo que le guste a Vaporeon para que no se enoje más contigo?
Umbreon: Eh ¿Si? - miro a la deidad extrañado.
Diosa: Ahora entiendo porque se enoja tanto contigo. Umbreon, ese plan es fatal.
Umbreon: - bajo sus orejas - Estoy desesperado Diosa. No quiero tener más problemas con ella, ni con la vecina loca, ni con usted... Mucho menos con Garchomp.
Ella lo abrazo con fuerza, pensaba en que forma ayudarlos a convivir en armonía. Entendía los motivos de ambos, solo debía buscar la manera de reconciliar su relación de hermanos.
Diosa: No te preocupes. Tengo un plan... Creo - mencionó esto último en su mente - Ven, te llevaré a mi cuarto. Cuidado con los Pius, suelen picotear los pies de los invitados. - bajo a Umbreon al suelo
Umbreon: Ay no...
Juntos caminaron a la habitación de la Diosa para ejecutar lo que tenía planeado la deidad dueña de esta mansión.
Continuará...
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