Era pleno verano y Rampo no paraba de pasearse por la agencia, todos tenían la vista fija en él, no sabían que lo tenía tan pensativo, ya que nunca lo ven así

—Rampo, a mi oficina

Hablo serio Fukuzawa, a todos les había dado un escalofrío, menos a Rampo que entró rápidamente a la oficina

—¿Qué te ocurre?

—..Es que...hay alguien que..me gusta y..

—¿Tienes miedo?

—Si

—Sólo usa ultradeducción para saber si le gustas o no

—..Si no le gusto..me dolería mucho..¿Y si es heterosexual?

—Ah, te gusta un chico

—Si

—¿Es Poe-kun?

—..¿Cómo lo sabes?

—Pues, si era chica pensaba en Yosano y si era hombre en Poe..no es muy difícil de suponer. Sólo declárate y sal de las dudas

—..Poe dijo que mañana se iría a Francia, por el proyecto de su nuevo libro

—Aprovecha sus últimas horas aquí

—..Gracias papá

Susurro el detective yéndose a toda velocidad

—¡Oe!, ¡Tu horario de trabajo no a terminado!

Tarde, Rampo ya se había ido

[ • • • ]

Poe estaba en medio de su habitación escribiendo su próxima novela, una que no le daría al detective. Usualmente solía escribir historias de romance con sadomasoquismo en ellas, pero solo las publicaba en Francia y países extranjeros, además no quería mostrárselas a Rampo, tenía miedo de que el detective lo vea raro o le de miedo, quería ser alguien normal frente a Edogawa

—¡Poe-kun!

A Edgar casi le dio un infarto al escuchar esa voz, rápidamente cerró su libro y volteó a ver al chico que pasaba por su mente todas las noches, al chico por el cual siempre le dolía la mano derecha

—¿Cómo entraste?

—Karl me dejó pasar

—Rampo-kun..

—Esta bien, vi la llave debajo del tapete

—¿Por qué estás aquí?

—Primero..vine a devolverte esto

El detective de su espalda saco un libro de aproximadamente trescientas páginas, llamada "Los secretos de un empresario", había sido escrita por él, era una novela homosexual de sexo explícito, tortura, romance, pasión e intensidad

—..¿Qué haces con eso?

Susurro nervioso el escritor, quería morirse ahí mismo

—La última vez que vine lo había visto y no me dejaste leerlo...así que me lo llevé a casa y lo leí..jamás imaginé que eras ese tipo de chico 

—..¿Estas asustado?..¿Crees que te podría hacer algo?

Susurro ronco el escritor acercándose al menor, lo tomo del mentón, lo cargo con una mano y lo sentó en el escritorio, coló su mano por la ropa del menor y paso su dedo por la espina dorsal del menor

—¡A-Ah!

—¿Crees que sería capaz de torturarte como lo hizo Allen a Edo en la novela?

Dijo el mayor con un tono de voz bastante autoritario, rozo sus labios con los del menor, haciendo sonrojar al detective

—E..Edgar, ¿Qué crees que haces?

—Vamos, ¿Acaso no quieres que siga?

Le mordió la oreja, Rampo no pudo evitar arquear la espalda..¿Enserio una simple mordida en la oreja podía sentirse así de bien?

—Eres un sucio, una simple mordida y ya se te paro

Susurraba el escritor acariciando el muslo de Rampo

—¡Basta!

Chilló llorando Edogawa, empujó con fuerza a Edgar haciéndolo caer al suelo y se fue corriendo a toda velocidad

—..Me tiene miedo

Susurro con una pequeña sonrisa y sintiendo un nudo en la garganta, obviamente nadie tendría los mismos fetiches que él, debía reprimir todo lo que le gustaba, o simplemente plasmar sus más íntimos deseos en unas hojas

—Karl, le hice algo horrible...tal vez deba adelantar mi vuelo a hoy en la noche

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Rampo llegó corriendo a su casa y se fue a encerrar al baño, no entendía lo que ocurría, su corazón latía a mil, no paraba de sudar, su respiración era entrecortada, no paraba de pensar en Edgar, esa expresión tan seria y dominante, aún podía sentir los dientes del escritor en su oreja, se seguía sintiendo bien, no entendía que le ocurría a su cuerpo, ¿Por qué se sentía tan bien? Ese tono de voz tan autoritario que había usado Edgar no salía de su cabeza

—¿Qué me está pasando?

Susurro asustado tocándose el pecho, su cabeza era un lío