Parte dos.
El cuarteto de héroes peleaban en contra del cerbero que ya había causado demasiada destrucción y corazones rotos a su paso, hasta el Trocadero donde habían llevado la pelea...
-¿Qué se siente tener la primera pelea con tus suegros? —preguntó divertido el gatuno en un momento inoportuno recibiendo una mirada amenazante del chico serpiente que combatía contra la bestia— Bien, lo sé, se supone que no se tu identidad secreta, solamente quería saberlo...
-El día en el que Ladybug te haga caso y conozcas quien es, ese día sabrás lo que significa pelear con tus suegros... —rodó los ojos y dio una patada en una de las cabezas del Cerbero— Aunque lo dudo, pues ella te ha dejado en claro que quiere a alguien más
-Oye, eso dolió...
-Ese era el punto...
-¡Oigan, están en combate, pongan atención!... —pronto la moteada interrumpió su conversación— ¡Todos, rápido, síganme!
El par de chicos y la de coleta la siguieron a un punto no muy lejano y les mostró una cadena enrollada...
-Mi amuleto encantado me dio esto y ya tengo un plan, chicos, necesito que distraigan a MangeAmour, mientras yo, junto con Queen Bee, trataremos de amarrar su cola con la cadena hacia la torre Eiffel para que luego Queen pueda usar su veneno en ellos para poderle quitar y destruir el collar que es en donde se encuentra el Akuma...
-Bien, vayamos, pero antes... —dijo el rubio con determinación y volteó a ver a la de coletas— Mi Lady, en caso de que MangeAmour quite mi amor por ti y yo comience a decirte malas cosas, no me hagas caso, conoces lo manipulable que soy...
-No te preocupes, gatito, ya estoy acostumbrada a ello...
-Me encanta que me conozcas tanto, bien equipo, no perdamos tiempo
Dijo el de mirada esmeralda antes de saltar hacia otra terraza, seguido de Ladybug dejando solos a la rubia y al de mechas que se miraban...
-Lograremos ganar esta pelea, Viperion... Y cuando ganemos, lucharemos por estar juntos
-Siempre tienes la razón, linda, y esta vez no será la excepción
-¿Somos pareja?
-Mejor que ello, somos un equipo y juntos somos invencibles
Se acercó a ella con una sonrisa, tomó su mano y la besó en sus nudillos antes de ir en la dirección en la que el gatuno había ido, seguido de la de coleta, que al ver a la azabache, se desvió hacia donde estaba, no sin antes dedicarle una sonrisa de confianza al chico serpiente...
-Bien, ya estoy aquí, Ladybug...
-Ahora sólo necesitamos que alguno de los dos comience a distraerlos...
-Perfecto, tengo una idea... ¿Y si en vez de amarrar la cadena a su cola la amarramos del cuello para unirlos y evitar que con sus lenguas puedan tomarnos?
-No es mala idea pero no tengo mucho tiempo...
Ambas regresaron la vista al par de chicos que de un rápido movimiento salieron de su escondite para enfrentar cara a cara a la bestia...
-Vaya, si que los perros son feos, —bromeó el rubio— por eso prefiero a los gatos, son hermosos, al igual que yo...
-Pero si es Chat Noir, mejor conocido como el segundón de Ladybug. —dijo el primer perro con una gran sonrisa— Te equivocas, segundón es un puesto alto... Él es un sirviente de ella, al igual que los demás que se dicen llamar héroes —respondió el segundo perro.
-¿Y de ustedes?... ¿Quién es el segundón, eh?... —cuestionó el de mechas al cerbero, cuyas cabezas se vieron entre si para luego verlo con enojo— Me lo temía... Pero basta de juegos, terminaremos con ustedes
-¿Y como estás tan seguro de eso?—sonrió el segundo perro— Si solamente son dos... Díganme... ¿Donde han quedado sus novias?... ¿Acaso ya se dieron cuenta de lo miserables que son y de lo estúpidas que han que ser para estar con alguien como ustedes?...
-No exactamente, ellas están aquí
-¿Qué?...
El Cerbero giró sus cabezas con confusión para encontrarse a la de amarillo y a la de rojo dirigirse a el con una cadena, a lo que rápidamente con su cola las golpeó haciéndolas chocar contra un edificio para luego con la misma, tomar al gatuno y con sus lenguas abrirle los ojos para impedir que estos se cerraran, haciendo que su mirada se enfocara en el collar mientras el chico serpiente tomaba vuelo y saltaba hacia la cola del Cerbero, comenzando a golpearla con fuerza, haciendo que soltara al rubio para evitar que cayera en los efectos de los akumatizados, pero lamentablemente ya era tarde.
Miró como lentamente levanto el rostro y sus ojos se hallaban de un color rojo mientras su rostro cambiaba a uno de enojo a la par que estiraba su barra...
<¡Ladybug, voy por ti!>
Dijo en los aires, a lo que el de escamas comenzó a correr en la misma dirección que el rubio, el cual iba directo a donde se encontraban las féminas, pero cuando estaba a punto de llegar con ellas miró como el gatuno ya estaba más cerca, por lo que aceleró su paso, aunque pronto cayó al sentir como era detenido por su pie y comenzaba a ser arrastrado por el suelo, haciéndolo soltar su lira hasta sentir como su cuerpo era envuelto con fuerza por la cola del Cerbero...
-Parece que no entiendes...
-Lo siento, es un defecto... —pronunció con el poco aire que comenzaba a quedarle.
-Bueno, con defecto o no, me servirás ahora abre bien los ojos...
El de mechas cerró los ojos con fuerza mientras forcejeaba inútilmente contra el agarre de la bestia hasta sentir como de un momento a otro era liberado y caía, a lo que rápidamente reaccionó y encontró a la de rayas sosteniendo la cola del perro con ayuda de su trompo...
-¡Dejen a Viperion en paz!
-Vaya, pero si es nuestra hija fingiendo ser una heroína... Aunque realmente seas tú la que necesite de un héroe... Dime... ¿Donde está Couffaine ahora para protegerte?
-¡Yo no soy hija de unos malditos perros sarnosos!
-Y ahora te muestras débil, es ridículo, totalmente, ridículo. —mencionó el primer perro— ¡No nos hables así y respetanos!—ordenó el segundo.
-¡Los respetaré en el momento en el que los desakumatizen!... ¡Viperion, agarra la cadena!
Dijo regresando su trompo a ella para entonces tomar la cadena que les había dado el amuleto encantado y lanzarla pasando por los cuellos de los perros hasta que llegó con el chico serpiente que la tomó...
-¡A la torre Eiffel, con fuerza!
-¡A tus órdenes mi reina!
Comenzaron a jalar con fuerza a la bestia en dirección a la torre Eiffel para acorralarla, la cual forcejeaba, haciéndoles difícil el proceso...
-¡No entiendo porque quieres terminar con esto!, ¿qué no ves que el amor no existe, niña tonta?...
-¿Por qué he de creerte?
-¿No es obvio?... ¡Nuestro matrimonio es la fiel prueba!... ¡Tu padre siempre prefirió su trabajo que estar con nosotras, por eso mismo me fui a Nueva York, para que él aprendiera a que era el sentirse solo con una niña de 7 años que necesita el amor de ambos padres pero no lo tiene! —dijo el primer perro.
-¡Nunca preferí mi trabajo más que a ustedes!... ¡Tú más que nadie sabes lo difícil que es dirigir correctamente a un público! —respondió el segundo perro.
-¡Así fue durante 7 largos años! ¡Jamás viste los primeros pasos o las primeras palabras de tu hija!, ¡creiste que una hora al día era suficiente y no, las cosas no son así!
-¡Haya hecho lo que haya hecho, el tiempo se encargó de cobrárselas y aprendí a ser un padre ejemplar sin ti!
-Si, claro... —sarcástica— ¡¿Por eso tu hija tenía ese carácter hasta que tuvo que llegar aquel chico, Luka, para ayudarla a ser mejor persona?!
-¡Sabes que eres la menos indicada para decir eso, desde que regresaste solo te has encargado de hacerle la vida miserable a nuestra hija!
-¡¿Qué otra forma encuentro para que te fijes nuevamente en mi y puedas volverme a amar?!
-¡Yo nunca te he dejado de amar, a pesar de tus errores jamás lo he hecho!
Fue lo último en decir pues no se dieron cuenta cuando fueron amarrados a la torre Eiffel y el momento en el cual la de amarillo invocó su aguijón y los tocó con el, paralizándolos al instante mientras un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas al saber la verdadera razón de las palabras de su madre hacia ella, sin notar como pronto el collar de la bestia era retirado y casi todo regresaba a la normalidad.
=Días después=
-André... ¿Te das cuenta de lo que estamos haciendo al no hablar con ella desde aquel día?...
-Si... Y la acabaremos perdiendo si seguimos así...
-Hemos sido malos padres con ella y ahora que está siendo feliz, estamos tratando de quitarle su felicidad...
-Lo peor es de que él es un buen chico que realmente la quiere mucho...Quizá y-
Sus palabras fueron interrumpidas por una cabellera dorada que se asomó por una pequeña abertura entre la puerta de su despacho...
-Papá, mamá... Regreso en un par de horas...
-¿Saldrás con Luka?
-Si, papá...
-¿Está aquí?
-Buenas tardes señores Bourgeois... —dijo el Couffaine asomando su cabeza.
-Hija, antes de que se vayan... Entren por favor... Queremos hablar con ustedes...
Los jóvenes se voltearon a ver y abrieron la puerta para pasar, cerrándola a su paso, caminando hasta quedar frente a ambos adultos...
-Hija... Tu padre y yo hemos hablado mucho sobre todo lo que pasó y ambos queríamos pedirles una gran disculpa...
-Sé que la última vez que nos encontramos... Pues no resultó nada bien pero quiero decirles algo importante... Especialmente a ti, Luka... Yo lo lamento... De verdad... Eres un gran chico y bueno, la felicidad de mi hija en estos momentos es gracias a ti...
-Así es... Sabemos que ambos se quieren mucho y sabemos que desde que son pareja han estado pasando un muy mal momento por nuestra culpa pero hoy les queremos dar nuestro apoyo y consentimiento...
-¿Q-Qué?... —preguntó la rubia sintiendo sus ojos cristalizar— ¿Hablan en serio?
-Si, sabemos que se aman y realmente queremos saber de su relación... Luka... ¿Aceptarías cenar hoy con nosotros?
-Sería un honor para mí, señor Bourgeois —sonríe.
-Gracias por entendernos...
-Gracias a ustedes, papás...
Dijo feliz la chica y los abrazó a los tres para entonces separarse con una gran sonrisa...
«No estaría mal que ustedes también hablen entre sí... Tienen muchas cosas que decirse.»
Y sin más, salió de la mano junto con el guitarrista, sabiendo que sus padres estarían bien y de que la pelea con ellos, finalmente había terminado.
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