Una última confesión pt1
Cuando Kenma era pequeño, sus padres trataron de hacer todo lo posible para inscribirlo en cualquier actividad debido al poco interés que el niño mostraba, pero nunca fue demasiado bueno en ello. Intentar juntarlo con Kuroo fue la mejor opción; su amigo fue la constante en su vida y al final, por su insistencia, conoció el voleibol.
Y ahora estaba agradecido con Kuroo por mostrarle el voleibol.
El voleibol le mostró que puede encontrar cosas emocionantes.
El voleibol le permitió conocer a sus compañeros.
El voleibol lo conectó con el amor de su vida.
El voleibol le permitió conocer a Hinata Shouyo.
Y Hinata Shouyo... le hizo sentir vivo.
Pero justamente era el voleibol quien le estaba quitando aquello que quiso por primera vez con su corazón, aquello que despertó su interés totalmente. Saber que Shouyo iba a irse a más de 17 kilómetros lo despertó de aquel sueño en el que se encontraba.
Shouyo se iba a Brazil.
Tenía que ser honesto consigo mismo, entendía las razones por las cuales se estaba marchando pero su corazón se sentía desolado, apartado y no podía convencerlo incluso si su mente se lo repetía. Kenma decidió que no iba a prestarle atención a lo que su corazón estuviese diciendo e ignoraría el elefante de la habitación, por lo que durante el resto del fin de semana fingió que todo estaba bien y no tocó el tema.
—Kenma, sé que probablemente no quieras hablar de ello pero...
—¿Sabías que Kuroo y Tsukishima adoptaron un lindo gato? —interrumpió Kenma mirando su teléfono, tratando de buscar una foto del gatito blanco el cual habían adoptado la pareja. A diferencia de ellos, Kuroo y Tsukishima planean vivir juntos y ya habían adoptado un gato.
—Si, Tsukishima publicó algo sobre un gato, pero yo quisiera que hablemos...
Repentinamente incómodo Kenma sale de los brazos de Shouyo, ambos estaban en el sofá mirando una película que Shouyo había escogido. Pero Kenma no estaba prestándole atención y el pelinaranja se había percatado de ello, por mucho que la mayoría pensará que Shouyo no era muy listo, realmente prestaba atención a las personas. Y en este caso, parecía ver a través del teñido.
—Estaba pensando en que deberíamos de cenar fuera —comentó el teñido caminando hacia la cocina en busca de un vaso de agua, la habitación se sentía demasiado pequeña en estos momentos.
—Creí que preferías comer desde casa que ir a restaurantes —dice el pelinaranja siguiéndolo.
—Quizás quiero que tengamos una cita, mañana estarás devuelta a Miyagi.
—Si, pero antes quiero que hablemos...
—Después de la cena —dice con voz tensa el teñido bebiendo un poco de agua. La mirada que le estaba dando Shouyo no le gustaba, él estaba lidiando con la noticia demasiado bien.
—Está bien —acepta el pelinaranja soltando un suspiro resignado.
[...]
La vista a la ciudad era lo más destacable del restaurante, al menos podía evitar mirar demasiado a Shouyo como para pensar que pronto las salidas con él ya no serían algo de unas semanas, incluso la mano que ahora sostiene la suya ya no estaría ahí para conectarlo devuelta. Habían terminado de comer y Kenma pidió vino para alargar la noche y pese a que Shouyo no bebía, esta vez lo estaba acompañando. Aunque los temas de conversación habían sido forzados por Shouyo poco a poco el silencio se arrastró en la mesa y Kenma se sintió abrumado. Sabía que esto no era culpa de pelinaranja y que probablemente estaba lidiando incorrectamente con la noticia, y estaba dejando que esto afectará su manera de ser con Shouyo, con la persona que sabía podía ser él mismo. Pero incluso si quería evitarlo, no se sentía capaz de hacerlo, porque pronto su rayo de sol ya no estaría.
—Kenma... —el apretón en su mano lo sacó de su mente— estás llorando.
Parpadeando el teñido siente el rastro de humedad en sus mejillas y su mirada empañada, y sin poder evitar soportarlo más tomó la decisión que consideró correcta.
—Quiero que terminemos, Shouyo.
[...]
El regreso a casa fue más incomodo que salir del mismo restaurante, y a pesar de que Shouyo estaba buscando respuestas a la abrupta petición de Kenma acerca de romper lo tenía aún más preocupado. Cuando decidió que viajaría a Brazil por motivos de entrenamiento y con la actitud de mejorar incluso en sus planes ya había incluido a Kenma en ellos, iba a ser complicado tener una relación a distancia pero tal como ya lo habían hecho de alguna manera funcionaría, Shouyo confiaba en el amor que Kenma le tenía y ciertamente él mismo afirmaba un amor fiel a su novio. Sin embargo, parecía que su novio no pensaba lo mismo y era recio a dar más explicaciones.
Aún así, el viaje en taxi de regreso a la casa de Kenma se mantuvo a su lado sosteniendo su mano aunque quisiera agitar por los hombros a su novio pidiéndole que encuentren una mejor solución y sacarlo de su cabeza, lo cual estaba seguro que no funcionaría con él. La mejor opción por el momento era tomar una de sus manos y abrazarlo por el hombro demostrándole que estará ahí siempre.
Llegan al hogar del teñido y Shouyo no pierde el tiempo abrazándolo en la entrada de la casa, sus brazos apretando el delgado cuerpo de su novio que parecía tan frágil en estos momentos.
—Kenma, háblame —susurra el pelinaranja dejando un beso en la mejilla de su novio—, no tomes decisiones tan repentinas.
—¿Decisiones repentinas? ¿Así como la tuya y tu repentina idea de irte a Brazil sin siquiera darme el indicio de que pasaría? —dice Kenma separándose del abrazo y entrando a la casa yendo directamente al sofá de la sala.
—¡Te lo quería decir en persona! —se excusa Shouyo siguiéndolo, sentándose a su lado y buscando su mano pero el teñido abraza sus rodillas alejándose del pelinaranja—, esto no va afectarnos, podemos tener una relación a distancia, así como estábamos haciéndolo.
—Shouyo, no será lo mismo —susurra el teñido con su rostro resignado—, estoy feliz porque sé que esto es lo que te hace ser tú, este tipo de cosas inesperadas son las que me enamoraron patéticamente de ti. Sé con seguridad que lo que planeas te llevará tan lejos, pero yo no puedo ir a tu ritmo... —los ojos de Kenma volvieron a empañarse pero esta vez se negaba a quedarse callado, ahora estaban solos y sabía que Shouyo lo entendería—, lo mejor es que terminemos con esta relación y no tengas ningún tipo de distracción, y yo encontraré una forma de igualarme a tu nivel.
Shouyo entendía lo que Kenma estaba queriendo decir y realmente no podía obligarlo a permanecer en una relación en la que él ya había decidido salir, aún así su corazón estaba comenzando a destrozarse, ¿es así como Kenma se estaba sintiendo? Si es así, entonces no quería que esto fuese así, no se iba a rendir con esto.
—Por favor, busquemos otra solución —pidió Shouyo abrazando a Kenma como si este fuese el que si estuviera yendo a otro país, se aferraba con fuerza—, sé que podemos hacerlo funcionar, más videollamadas si quieres, puedo escribirte en cada rato libre, yo... yo puedo llamarte antes de dormir y contarte de mi día... y tú me dirás el tuyo, pero por favor no terminemos esto.
—Sunshine... sé que te estás yendo porque deseas mejorar, no quiero ser el obstáculo que te impida llegar a un nuevo nivel —dice Kenma con voz rota, levantando una mano acariciando suavemente el brazo de su novio—, y lo hago por mí porque sé que aún soy demasiado inseguro y no quiero volver esto tan hermoso que tenemos con algo oscuro u feo.
—Lo entiendo, lo sé, te juro que lo entiendo pero...
—Shh... lo sé.
Y durante toda esa noche, no se soltaron, enredados entre ellos en ese sofá con las luces apagadas en donde la luna fue testigo de los murmullos, suspiros y sollozos que ambos soltaron en secreto para ellos.
Se me olvida que es una historia corta y termino haciendo más palabras de las que planeo xd
El siguiente cap es la segunda parte de esta, y pues ya está a la mitad jsjsj
(Perdonen si hay errores ortográficos, aún me falta revisarlo)
xoxo
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