Capítulo 5
"PREOCUPACIÓN POR LA BORCHIA"
Narra Jay
—¡Borchia!...
Al ver como se va desplomado en cámara lenta, al pronunciar mi nombre, corro, llegando a tiempo.
—¿Boss? Respóndeme..
Le palmeó levemente el rostro, pero al sujetarla mejor en mis brazos veo como su costado sangra, y no sólo es un rasguño.
En el momento que iba a pedir ayuda, entra un Sebastián todo desesperado con su maletín, justo cuando me ve, se pone pálido.
Respiro hondo.
—Vamos Jay, ponla en el sofá.
—S-si... –tartamudeo y lo hago suavemente.
Al colocarla en aquella suave superficie, Mandora resopla temblando.
—¿No se quiso tratar la herida nuevamente? —pregunta Sebastián con algo de obviedad.
—Si... Lo normal, esta mujer es más terca que una mula –respondo preocupado.
Serio, observo a Sebastián como revisa la herida, lo escucho chasquear la lengua.
—Lo sé, pero temo informarte que debemos llevarla rápido a la clínica.
No para de sangrar, y me preocupa que haya la bala dañado un órgano interno.
—De acuerdo.
Salí corriendo para pedir ayuda. Mientras iba corriendo por la casa me encuentro con Doménic, quién al verme lleno de sangre se preocupa, llama a los demás hombre y organiza a todos para llevar a la jefa al hospital.
Mientras yo llamo a la Clínica a informar que el Doctor Sebastián Ruffinelli lleva una paciente en estado crítico. Voy corriendo al despacho nuevamente, para darme cuenta que las están tratando de movilizar, pero con cada movimiento Mandora hace una mueca.
En un momento veo que una lágrima se resbala por su mejilla, mi corazón se desmorona por lo que veo... esta sufriendo debemos irnos ya.
—Vamos... ¡Debemos movernos ya!
Frenético abro las puertas para que puedan movilizarla mejor, y los demás miembros también están conmocionados por como esta nuestra borchia.
Cuando salimos de la Mansión con suerte por el camino encontramos la autopista sin mucho tráfico. Llegamos como media hora después, cuando avisamos nuestra llegada.
—Señores, les debo avisa que la Señorita Wells a perdido mucha sangre y necesitamos una transfusión, ¿quién es el familiar de ella?–dice una enfermera
—Nosotros, me llamo Tony Arcen Wells y el es Dómenic mi hermano -responde uno de los Jefes. —dígame en que puedo ayudar.
Se lo nota algo nervioso.
—Venga conmigo haremos la transfusión de sangre antes de que sea tarde–dice la enfermera llevando a Tony.
Todos nos quedamos discutiendo de porque nadie notificó que ella estaba en esa situación, y yo me lamentaba profundamente de no haber insistido más en la revisión de su herida.
Luego de varias horas, sale Tony un poco pálido, para decir que Mandora ya se está recuperando, que solo debemos esperar. Mientras yo intentaba de calmar el ambiente, la puerta se abre, todos quedamos de piedra.
La mismísima Mandora esta ahí de pie, buscando alguna explicación, seria y fría con sus ojos nos intimida en busca de una explicación lo cual agradecemos, ya que ese gesto nos indica que se encuentra mejor.
—Y bien, ¿nadie piensa explicarme el porque de este barullo? –dice Mandora.
Todo los miembros se quedan pasmados al ver por fin a Mandora levantada y un poco cabreada...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top