"VUELVEN LOS RECUERDOS"

Recuerdos del Pasado
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—Padre... ¡Padre no me dejes! por favor...

La desesperación me consume, siento que mi corazón va más rápido, no logro evitar que mis manos tiemblen al sostenerlo.
Sus ojos van cerrándose. La sangre cada vez brota más de él.

—Mi pequeña... creo que... no podré... seguir luchando junto a ti contra el mundo... lo siento...

Su respiración es cada vez más lenta,  tose tan solo con esforzarse al hablar conmigo,  mi padre,  se me estaba yendo.

Rozó sus labios con mis dedos, suplicando, muda que no hable mas de lo necesario, impido suavemente que vuelva a hablar, una lágrima escapa por mi mejilla.

—No hables padre, guarda aliento, los refuerzos llegarán y te salvarás.

Insisto en decir, pero sin más él lentamente saca mi mano de sus labios para luego besarlos,  y regalándome una suave sonrisa.

—Mi pequeña no llores... siempre te querré y estoy muy orgulloso de ti –contesta secando una lágrima de mi mejilla.

Siendo que mi corazón va doliendo, cada segundo que va pasando.

—Padre... te quiero mucho, perdón por no haber llegado a tiempo.. per---..

Callo rápidamente al ver una mirada seria, al cual me interrumpe las ganas de seguir pidiendo perdón por parte suya. Acerca mi mano a su boca y la besa nuevamente.

—No pequeña, lo has hecho bien, sabes has llegado a tiempo, debí haberte dicho muchas.. cosas.. coft coft...

Para de hablar, mi corazón cada vez lo siento más cerca de parar.

Beso su mano, trato de ser fuerte y no llorar pero me sale un sollozo, no puedo... no puedo perderlo.

—Padre... ti quiero... ti quiero. . eres el mejor papá, no me dejes por favor, estaría sola –suplico.

 Pero al ver que no llega el escuadrón aun, me pongo cada vez mas nerviosa.

—Pequeña sé fuerte, lidera bien a nuestra mafia —súplica— me hubiera gustado explicarte todo... pero no me..  da el tiempo...—dice Padre.

Veo que empieza a cerrar sus ojos, uno de unos suelta una lágrima, y luego siento como su mano deja de apretar la mía.

—Papi... Papi... no... ¡Diablos Jay donde están cuando más los necesitamos!...

Lloro no quiero que me deje, lo abrazo con desesperación,  tiemblo de impotencia.

—Papi resiste... resiste... por favor 

Lloro abrazándolo fuerte sin querer soltarlo.

No responde... no abre los ojos, papi, te quiero... 

(...)

Aquel recuerdo es el más doloroso, el escuadrón no llegó a tiempo por lo que llegaron tarde, mi padre ya nunca más estaría a mi lado.

Por eso juro por él, y por IAW, que voy a terminar con Sarfatti.