MANDORA.

-Fue dulce este juego, ¿ahora quieres dejarme sin hijos, no? -bromea Sergei.

-Vete al diablo.

Escuché que este reía y se marchaba de la alcoba, apenas salió aparecieron mi lobo junto a un desesperado Jay.

-Borchia perdón... por interrumpir, pero Sück estaba nervioso e inquieto le gruño Sergei, viniendo rápidamente hacia aquí -comenta Jay, desconcertado.

-Aw.. mi Sück gracias por preocuparte, ese imbécil de Duccati está a unos centímetros de su tumba, por lo que Jay a la próxima que se acerque a mi no respondo -anuncio enojada.

-Si, Borchia -asiente- hablaré con él -comenta serio.

-Espero que lo arregles todo con él, Ha y cuando estés listo ven al campo de tiro quiero practicar contigo -anuncio, viéndolo pensativo.

Escucho como se retira, y yo me tomo una ducha, tener el aroma de Sergei en mi me incomodaba.

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Una hora después.

Llego al despacho de mi Tío Doménic, repiqueteo levemente mi puño en la puerta para luego escuchar un leve "Pase".

-Boungiorno Zio, vengo a hablar contigo.

-Boungiorno Mandora, ¿ya estás más tranquila? -pregunta Doménic.

-Si, mas bien no del todo, estoy algo inquieta respecto a un tema. Pero primero debo decirte que siento no tener un carácter dulce al tratarte en estas situaciones -comento seria.

-No te preocupes yo también me descontrolé, es que no quiero perderte... Espero lo comprendas.

-Ahora te entiendo Zio, pero además de haberte tratado mal pero ahora hay otra cosa que me preocupa y no quiero darte un paro cardiaco por lo que necesito que te sientes.

Explico preocupada, no sé cómo reaccionará ante mi falta de tacto en ciertos asuntos.

-Mandora me estás preocupando, dime se directa como siempre, soy fuerte creo poder con cualquier noticia -comenta tranquilo y firme.

-Los días que estuve con Matt me informé de ciertas cuestiones...-empecé a contar pausadamente.

-Mandora dilo de una vez -comenta ansioso.

Solté la información, tal cual lo pidió y lamento haberlo hecho.

-Sarfatti me quiere muerta, pensando que de esa manera tomará el poder y los tesoros del IAW.

Doménic primeramente frunció el ceño, pero justo cuando iba a decir algo se agarró su pecho en el lado de su corazón algo fuerte.
Me da pena y vergüenza ocasionarle tantos problemas, pero ya no se puede ir para atrás.

-Mandora...-dice entrecortado se le veía muy triste.

-Además creemos que si su fin es matarme, temo que al hacerlo ustedes no podrían revelarse ante él, porque tendría más poder sin yo en su camino y no podrían hacer nada, es esto lo que me preocupa. No quiero lastimarlos para ya es tarde para evitar por lo que te pido que no te entrometas.

Lo miro esperando respuesta.

-Tarde o temprano ese infeliz tratará de matarte y Mandora... ¡No me puedes pedir eso!... Estás equivocada si piensas que te dejaré sola en todo esto, en tus manos -afirma muy enojado hasta creo que le falta aire.

-Tranquílizate, pero es lo que quiero y espera, -le deje en espera.

Saqué mi teléfono y llamé rápidamente a Sebas para que venga, luego de 45 minutos vino.

-Aquí estoy Borchia -anuncia llegando Sebas.

Se nota que vino rápidamente para acá.

-Bien... atiende a Doménic creo que lo aceleré y su corazón no está bien.

Dejarlo así, era mi culpa, no soy una buena sobrina para ellos.

-De acuerdo, Doménic puede darme su mano -pide Sebas para medir su presión. El cuál estaba acelerado- Debe calmarse no le hará bien.

-Cálmate luego continuaremos esta conversación, te encargo Sebas... avisame cualquier cosa.

Me retiré del lugar, no soportaba mi consciencia y arrepentimiento allí viéndolo decaer por mi culpa.

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Luego de unas horas Mandora muy cabreada aun se encontraba, y ahora hablando con Maklu.

-Maklu el plan es primero que traigas al abogado, tengo pendiente una charla.

Ella caminaba sin detenerse, inquieta de izquierda a derecha.

-Si, Borchia. Para Mañana en la tarde ya lo tendrás aquí -confirma Maklu, con rostro neutral.

-Bien, segundo quiero que me traigas las debilidades de ese Agente Duccati, no rebeles este asunto a nadie será nuestro secreto, no quiero fallos.

Mandora si se lo proponía podría tener todas las cartas de la suerte del juego a su disposición.

-Bien, sabes que nunca fallo a ningún mandato de usted, así que tranquila.

-Y por último asesora el entrenamiento que tendré en unos momento, dime las debilidades que notas para mejorarlas.

Debo mejorar en todo lo posible para evitar mi muerte y de ésta manera evitar que sufran como con la pérdida de mi padre el Jefe.

-Si, nos veremos.

Se marcha, dejándome sola y pensativa.

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Dos horas después.
M

ANDORA

Poco después me encontré con Jay en el campo de tiro, estuvimos como cinco horas practicando con distintos armamentos de fuego, manejándolos con éxito.

-Jay ha llegado el momento de la diversión, ¿estás listo para combate cuerpo a cuerpo conmigo hasta el cansancio? -desafiándolo burlonamente.

Quizás con esto me desestrezo.

-Genial, estuve hace tiempo esperando nuevamente esta oportunidad, la ultima vez me ganaste esta vez no te permitiré -dice aceptando el desafío.

-Que comience el combate.

Pronuncio, colocando en posición de defensa.

Observo a lo lejos que Maklu ya estaba observándonos pero fastidiosamente también Sergei estaba cerca por lo que tengo que estar más concentrada ante ésta situación.