MANDORA

Cuando íbamos ingresando a mi alcoba este me acorrala hacia la pared de la misma,  de un momento a otro me tiene sujetada por mi cintura y su mano escurridiza toca mi trasero ladeo la cabeza, no dudo ni un momento en darle una bofetada por el descaro.

—Lasciami andare, imbecille (Suéltame, imbécil), que me estás cabreando.

Pero igual el morocho se apega a mi sin dar la mínima oportunidad de soltarme de su agarre.

—Cuánto he esperado este momento gran Mandora —exclama con euforia Sergei.

Intento deshacerme de su agarre, pero en un rápido movimiento retiene mis manos.

—Alejáte antes de que te deje más notable sin descendientes —anuncio con respiración entrecortada.

Pero cuando estoy cerca de él parece ser que me vuelvo débil.

Cuando intento escaparme sin querer lo observo y Sergei aprovecha la oportunidad para besarme callando toda posible palabra que podría soltar.

Me resistía ante tan impulso de dominarme, era obvio que este hombre quería profundizar el beso, su lengua buscaba intrucirse en mi boca y juntarse con la mía.

Pero para su desgracia no soy una fácil que se va a dejar follar porque se le cante al pajarito ingresar a un hollo.

—Déjate llevar y ser una fiera difícil, mujer —exclama excitado.

De un momento a me tira encima de la cama, no sé en donde encontré las fuerzas y le tiré la lámpara que había cerca justo en la cabeza.

A lo cual este me acorrala más fuerte a la cama me empieza a rabiar más situación aunque le hubiese hecho daño en la cabeza y esté sangrando sigue insistiendo.

Por lo que tuve que recurrir a por lo bajo usar la seducción, con mi mano derecha bajé rápidamente a su miembro y lo tuve entre mis manos haciéndolo parar toda su acción, mirándome complacido.

Pellizco levemente encima de la ropa justo en donde se encuentra su zona sensible, logrando que gruñe.

—María no hagas eso... ha~ —exclama entrecortado.

Río pícara, aunque pronto me arrepentí, ya que el muy hombre guapo y moreno,  me empezaba a desnudar.

—Quiero ver tu precioso cuerpo llegando a todos los niveles del placer gracias a mi —murmura contra mi cuello, dejando leves besos y chupones.

Ocasionando que mi cuerpo reacciona y se altere. Pero no demostraría que tenía aun efecto en mi.

—No tendrás nada, si grito vendrán y serás despedido, así que suéltame o te arrepentirás —pronuncio con mi voz intimidante.

—¿Crees que no pensé en eso? Lo planeé todo fiera, así que relájate y disfruta —afirma.

Sin más en un momento tengo cinta adhesiva en la boca le gritaba un montón de improperios y seguía sin soltarme.

Intentaba sacármelo de encima.

—Veremos si aun sos terca luego de esto.

[Ve al libro "Capítulos Hot" para leer esta escena censurada]

—Fue dulce este juego, ¿ahora quieres dejarme sin hijos, no?—bromea Sergei.

—Vete al infierno.

Gruño y sin más saco de mi bota el revolver, y así saco el seguro del mismo y disparo, acertando a unos centímetros de su cabeza.

Escuché que este reía y se marchaba de la alcoba.

Esto tan sólo era el comienzo, no sé que estaba planeando Sergei, pero sólo por ésta vez se lleva la delantera.

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En otro lado

-Que fue ese tiro?-dijo el Tío Dominic.

-Debió de ser nuestra sobrina, sabes que si se cabrea su nervio va por tirotear-dijo Wondy.

-Ojala no haya matado a su Agente tan rápido, y de que querias hablarme?-dijo el Tío Dominic.

-Ah.. eso casi me olvidaba, Mandora vendrá a hablar contigo. Sé paciente que ya hablé con ella, solo esta preocupada por nosotros-dijo Wondy.

-De acuerdo hermano, espero que no sea nada malo de lo que me entere, la esperare en el despacho. Y.. que harás ahora?-dijo El tío Dominic

-gracias hermano, sé fuerte ante todo. Yo iré a hablar con Bj y luego con ese Agente, no me cae bien ese individuo y creo que harías bien en recordar quién fue aquí ese..-dijo Wondy marchándose y dejándole a su hermano con la duda.