Al dirigirme hacia mis Zios me iba percatando que Doménic no estaba con buen humor,  pero Tony si, esta charla sería realmente buena ya la veo todo.

—Tony~ ¿tú por aquí? —comento fingiendo sorpresa.

—La mentirosita ha llegado –responde Tony.

Y sin permiso me da un gran abrazo de oso, riendo.

—Ya... para me... asfixias Zio(Tío)...-tartamudeo tratando de respirar.

—Oh jaja perdón Mandora pero este idiota me preocupo mucho..—se disculpa Tony mirando a Dominic.

—Oh ya veo, ya lo sabía de todos modos no me sorprende para nada

—Mandora, entiéndeme... te debo cuidar sos mi pequeña sobrina y familia —comenta triste Doménic.

—Error.. no soy una pequeña, ya lo de familia se entiende... pero que carajos! no entiendes que ya tengo 28 años para que me trates como una, ¡soy libre ten-lo-en-tu mente ya!—exclamo perdiendo la paciencia.

Tanto que al auto que teníamos al costado se llevo casi toda mi furia.

—Diablos... ¡que duro es éste auto!-maldigo frotándome mi mano.

Ya que lo había golpeado. Observo un gato,  los gatos nunca han sido mis preferidos por lo que no dudo en sacar mi pistola apuntar y, claro, acierto en la cabeza jahajaja.

—Mandora cálmate... no estás bien.. Borchia mírame —suplica preocupado, Jay Ricci.

—¡Aléjate! No me toques...—exclamó en medio de ataque de nervios.

—Si me das la pistola me iré... —habla suavizando su voz.

—No... nadie me da órdenes así que vete.

Me fui alejando de ellos, con Sück a mi lado. A lo lejos vi a Maklu en su moto y se me ocurrió una idea.

—Maklu que buena moto tienes... si me la prestas no te dejo sin hijos—comento con una sonrisa fría.

—Wow... Borchia estas que ardes, ¿quien te rechazaría?... pero devuélmela con tanque lleno —comenta Maklu algo inquieto.

—Gracias.

Esa moto tenía doble compartimiento,  por lo que Sück se subió en compartimiento extra,  juntos marchando nos a un lugar tranquilo.

Unas horas después,  llegamos a mi refugio dejo la moto en un costado, ingreso a la casa y de repente todo se vuelve negro...

Lo último que logró oír es a Sück ladrar.

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En otro lado.

SERGEI DUCCATI

Mis planes para Mandora son novedosas, la tentación y la provocación van de la mano así que cuando la encuentre la llevaré a un lugar algo apartado.
Puede ser que allí descubra si es así de fiera y fuerte enfrentándose a mí en la cama.

—¿Jay cuando llegue la Borchia será que podré hablar de algunos puntos sobre sus informes y eso...?—pregunté fingiendo seriedad.

—Uff... —suspira con lástima ajena— ¿Sergei tu quieres cavar tu tumba? Podrás pero ten suerte con eso, todo depende del humor con que venga la Borchia(jefa) —contesta Jay con una leve sonrisa.

Mas luego me da una palmada en la  espalda.

—Si eso es todo, me retiro debo hacer unos arreglos, chao —se despide Jay.

Genial no sospecha nada, ahora lo que falta es que llegue, provocarla y veremos si me gano de nuevo su corazón.

Aunque ahora que lo pienso ese ¿lobo acaso no era aquel lobito que le regalé? Si.. sé que es, Ha ese lobo también lo debo distraer para que no me traiga ningún problema.

—¡Llegamos!— anuncia una voz intimidante femenina.

Ya llegó. Y justo con uno de los jefes,  con Tony Arcen.

—Señor... Mandora, que grata alegría que hayan llegado, será que podría hablar con usted un momento —comento mirando a la pelirroja.

—¿Es de vida o muerte? ¿O simplemente me quieres cabrear? —pregunta despectiva en mi dirección.

—Necesito hablar con usted es urgente y luego prometo no estorbarla Borchia —pronuncié lo último tratando de convencerla.

Veo que mira atentamente descarga su mirada en mi, sonríe fríamente.

—Sück busca a Jay, —besa a su lobo en la cabeza—...en cuando a ti
Tony comenta a Doménic que pronto hablaré con él, y gracias por todo —termina de decir Mandora.

Mas luego se dirige a su despacho,  creo. Pero me equivoco.

—¿A dónde vamos? —pregunto desconcertado.

—A mi alcoba, a lado tengo otro despacho más cómodo allí hablaremos sin que nos interrumpan —explica con tono frío.

—De acuerdo.

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Minutos después.

MANDORA

Algo pretende Sergei, pero le daré una oportunidad  a la duda siendo un poco comprensible o bueno... trataré.

Cuando ingresamos a mi alcoba este me acorrala hacia la pared de la misma de un momento a otro me tiene sujetada por mi cintura y...