"EL DESPERTAR"

Mientras me iba despertando sentí frío, miré a mi alrededor Sück estaba dormido aún a mi lado.

Le acaricio la cabeza y beso a mi lobo negro con blanco para que despierte. Este será un duro día, no me acuerdo de mi sueño pero tampoco me molesta no acordármelo.

Fijándome en los ojos azules tan bonitos de Sück, estoy feliz de haberlo conocido.

—Eres lo mejor que pudo haberme pasado, Sück...

Me responde lamiendo, empiezo a reír.Veo el amanecer despertando al fin puedo despertar de vuelta en mí casa al fin los planes se harán, me levanto me baño, me visto y salgo de la pieza; al salir me encuentro con Sergei.

Este hombre se encuentra recostado justo en la pared a un lado de mi puerta.

Puede que sea un hombre guapo pero ya no caeré en sus mentiras, así que si se acerca lo mataré.

—Buenos Días Ma-ría –saludó sonriendo.

Levanto el puño apunto de golpearlo, por nombrarme así.
Aunque rápidamente se corrige.

—Quise decir Mandora.

—Hmp, muévete estorbas mi camino... –afirmó fríamente.

Aunque me encanta ver su expresión de sorpresa, pero ahora debo reunirme con el escuadrón.

—¿¡Vamos, Sück..!? –llamo a mi lobo gris.

Quién, viene corriendo pero cuando ve a Sergei empieza a intimidarlo y protegerme, lo cual me saca una sonrisa frívola.

Ignorándolo me dirijo a la sala, para encontrarme a un Jay despeinado y trabajando con la notebook

—Buongiorno(Buenos días) , Jay~.

Saludo, logrando que de golpe se despegue de la notebook, levantanfo la cabeza.

—Buongiorno, Borchia –contesta Jay con mejor humor. 

Lo cual me extrañó, más que encontrarme con Sergei.

—Jay, necesito que reúnas al escuadrón, vamos a ejecutar el plan de Ridear y Break –explico leve.

Acaricio el pelaje de mi Lobo, Sück.

—¡Si, Borchia!, enseguida los reúno, pero primeramente debo informarle una situación... –comenta Jay nervioso.

Cómo me fijo parece que hoy no sera un día tranquilo. 

Además que odio a las personas que se traban en la frase... uff

—Dímelo de una santa vez sin trabarte, que no me como a nadie –murmuro exasperada.

Pero en el momento que iba a decirme que era, viene llegando mi Zio .

—Buongiorno, Mandora -saluda sonriente.

—Buongiorno,  Zio –correspondo.

Esto parece darme mala espina.

—El agente Ducacci te acompañará de ahora en adelante durante todos tus planes –Afirmó seriamente.

¡Joder,  justo antes de que pudiera rechistar se retira!.

¡¿Arg!! maldito Zio Doménic lo odio, cómo puede dejarme así como así.

—Mm, Mandora.. ¿Borchia?.. ¿necesita algo? –pregunta dudando Jay.

Pero algo lo sorprende.

—Ve a reunir al escuadrón.

Logro decir, frívolamente.

Lo cual no lo esperaba y cuando va a reaccionar me salgo de la sala, pero luego para mi mala suerte me encuentro con el agente.

—Mandora, ¿que te sucede te noto tensa? –pregunta Sergei sarcástico. 

—Para ti soy Borchia, ni Mandora ni María,  ¿Hai capito?(Entendiste) –digo cortante.

De algo que no me cabe duda es que escuchó la orden de mi Zio, lo cual me hace enfurecer este se va a quemar.

—No –contesta Sergei.

Por lo que lo ignoro nuevamente, pero cuando me voy.

Me sujeta del antebrazo izquierdo, y no se cómo me encuentro arrinconada a unos pocos centímetros de su boca, no sé ni porque mi corazón tambolirea puede que sea la sorpresa pero antes que piense algo.

—Mandora.. no te atrevas a ignorarme –dice Sergei acariciando mi mejilla.

Por acto reflejo voy a darle una cachetada por tocarme, pero me inmoviliza.

—Pero, que ...¡Lascia Andare!(Suéltame) Suéltame infeliz...

Inquieta por su cercanía, tratando de zafarme de su agarre pero me aprieta más a él y me dice algo que me hizo erizar mis vellos.

—Tranquila fiera, no te resistas, que me pones duro, y no me importaría nada ver tu cara dándote un orgasmo –dice Sergei engreído y satisfecho.

Me resisto, más pegada a él me siento, hasta que...