Mandado

Se suponía una entrega y nada más, en aquel día de porquería asustadiza.

Incapaz de describir ese sufrimiento, aunque lo espantoso de aquella tarde es inolvidable.

Era la hora feliz, exactamente cuando el horario se viste en túnica nublada.

Él se percató que no traía en el bolsillo las llaves de su casa, así que intentó por la ventana.

Resbaló su pie del barandal, dejándole caer desde el segundo piso de la casa.

Hace un año de aquel suceso infortunado, yo también hubiera llorado desenfrenado.

Yo creía a los que contaban estupideces, gente ignorante que a falta de ciencia, buscaban paz donde no había.

Hoy volví a este lugar como visita, al pasar por el jardín del conjunto habitacional, escuché un murmullo.

Se me erizó mi espalda, pues porque yo creo, en esas idioteces de aparecidos.

Aun no sé explicar, cómo es que reaccioné, a tal quejido lúgubre y doliente.

En mi cara, por supuesto no había nadie, pero apuré el paso y de nuevo escuché, ahora más de cerca.

Aquella misma noche al dormir, soñé que me miraban fijamente, con sus enrojecidos ojos.

Por ello vengo ahora, a la casa del señor, ya que no me mire así como así por naturaleza.

Es que me había despeñado por el monte, al querer llegar tan pronto a su cabaña.

Ahora estoy hurgando en mi alma, y por mas que busco, no logro encontrar nada.

Parece que mis ruedas, han perdido el veneno, de mi lengua con su filo.

El brillo de mi paisaje junto a los barrancos, se a quedado sin palabras llanas.

Una triste monocromía se apodera del color, las oraciones se hicieron vertidos, con los contactos atribuidos.

Las miradas me puñalaban y yo, recibía con amargura los ruidosos sonidos.

Quisiera soltar la carga que llevo, y liberarme del pasado para marcharme lejos.

Quizás prenderme fuego con mis pecados, sea buena idea, para que germine un nuevo ser.

Fin

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top