Día 8

Hoy no fue un buen día.

He tenido muchos buenos días seguidos, tantos que creí que estaba bien ignorar completamente la botella de píldoras sobre mi mesa de noche, creyendo que no las necesitaría nunca más.

Desearía que mis creencias fueran la verdad absoluta, pero cuando mis brazos ocultos ardieron mientras me sentaba en mi mesa usual, supe que no debía mentirme a mí mismo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top