Betty miraba los catálogos de las revistas de novia, mientras su amiga no dejaba escapar ningún detalle de cualquier vestido, en ese momento solo necesitaba ir a su casa y tomar una ducha, tal vez dormir un par de horas antes de ir a la universidad a dar clases, claro que le gustaba ver vestidos de novia y ayudar a su amiga a escoger uno, pero si era franca consigo sabía que cuando acepto ser dama de honor no involucraba ver ciento de páginas de revistas con vestidos y más de veinticinco ventanas en pinterest sobre novias a las tres de la mañana, además ¿que sentido tenía?, sabía que ella no escogería nada hasta hablar con la modista, miro a su lado encontrando a Armando dormido probablemente hacia una media hora, su amiga Ali ni siquiera lo había notado, tal vez si ella se dormía tampoco lo notaría pero no lo haría, total en cuanto llegará la planeadora de la boda, sabía que Ali, les daría más espacio, solo tenía que esperar un día mas, además ella quería tanto a su amiga que no le importaba desvelarse un poco más.

Eran aproximadamente las seis de la mañana, el avión acaba de aterrizar, observó el celular como si no supiera que en ningún momento sonará, las últimas palabras de su hermana aún chocan en su mente, -no es necesario que estés en mi boda, además esto no te gusta, si vienes probablemente nadie más irá y Elías planeo tanto esto, su familia está tan emocionada, claro que sí quieres asistir yo sería tan feliz- Anahi sabía que no era cierto, cada palabra que salía de la boca de su hermana era totalmente ensayada, ella amaba las bodas por algo había dedicado cinco años de su vida a ello, incluso la boda de su hermana la había planeado ella misma, también era consciente que a Elías ni siquiera le importaba la boda, solo quería hacer feliz a su familia, pero lo que más le dolía era saber que su hermana no sería feliz si Anahi asistía, su familia lo tomaría como una afrenta, probablemente nadie asistiría, habían tomado como rehén la boda de su hermana, y ella cómo siempre incapaz de enfrentar a su familia había declinado la invitación, dejado a cargo a sus empleados de la boda y huido por la puerta trasera, con la excusa más tonta que se le ocurrió, una boda en Torreón, ella jamás había salido de Hidalgo y ahora iba en camino a conocer a una pareja que no conocía, ni siquiera habían firmado un contrato aún, y si los novios decidían que no la querían, ¿Cómo se supone que regresaría a casa? realmente ella no servía bajo presión, igual que más daba era imposible humillarse más.

Nota: Holi después de años de no escribir aquí estoy de regreso, si alguien de la desarmy llegó aquí gracias por leer, si Betty, Armando o Montse leen esto perdón por el cringe, obviamente si no es de su agrado daré de baja la historia.
All the love G.