YeonJun despertó anonado ante el sueño lujurioso que había tenido con el alfa. Miró hacia los lados y se dio cuenta que estaba sobre el suelo de la biblioteca cubierto de muchos libros pesados y un dolor en su estómago latente.

Sintió un pequeño dolor en su cabeza y trató de levantarse agarrándose de los respaldares de gran estante.

Estaba alegre, aquel sueño, con doble sentido, había sido de las peores cosas y jamás se le cruzaría por la cabeza tener algo que ver con aquel alfa amargado. Suspiro y junto algunos libros entre sus manos y los llevó de nuevo hacia su lugares, cuando terminó tocó su vientre encontrándose con algo duro sobre este.

Ya lo recordaba.

Se encontraba viendo los expedientes familiares  y se encontró con un álbum extraño familiar. Lo tomó y escondió bajo sus ropas y bajó rápidamente, su mente al parecer producio una voz y terminó resbalando ya que su tobillo quedó sobre la escalera golpeando su cabeza.

Camino rápidamente hacia afuera y cruzó miradas nerviosas con el personal. No eran groseros, solamente eran sus instintos que lo hacían querer llegar más lejos. Anteriormente sus manadas estaban peleadas, los conejos se cansaron de ser cazados y eso los llevó a declarar la guerra al territorio de los zorros y los lobos. Fue inquietante que por más de 50 años tres de esas especies se mantenían expectantes, hasta la actualidad donde por fin se pudo formar un acuerdo de paz entre híbridos y vivir como humanos normales.

Aunque, ciertamente el caso de Soobin era extraño. ¿Por qué si era un conejo...se había transformado en un lobo?.

Camino a pasos más rápidos hasta llegar a su habitación y prender la luz mientras se encerraba con llave por detrás. El cielo ya oscurecía y las nubes parecían cerrar las estrellas escondiendolas bajo el gas gris.

Se sentó sobre su cama y dirigió sus manos hacia su vientre revisando y sacando cuidadosamente el libro.

Había una portada blanca solo con el título de álbum, no había nada más. Abrió el pequeño libro y se encontró con la primera página, tal vez una nota bien cuidada entre un pedazo de papel transparente. Lentamente la sacó pues parecía ser vieja y poder romperse. Poco a poco sacó la hoja y leyó aquello, escrito en un idioma que entendía perfectamente bien... Era de un lobo. Una técnica antigua de escritura que sólo se podía leer entre la manada y que YeonJun había aprendido gracias a su mejor amigo Wooyoung, un omega de lobo.

Su mirada se dirigió de un lado a otro, la letra y caligrafia correcta, el tamaño adecuado. Una nota de amor...

“Mi querida Lía,

Se que te he hecho mucho daño y por
Eso quiero pedirte perdón. He regresado a mis tierras y en el lado oeste, a la manada de mi padre. Entiendo que nunca podría estar junto a ti. Soy parte de una especie totalmente terrorífica que sólo se basa en sus impulsos... y tu... Somos totalmente distintos, te haré daño. Solo espero y entiendas, estoy horriblemente triste de tener que escribir esto, pero es necesario. Siempre te amaré, un amor eterno mi omega.

Te amo, y espero volver a tenerte en mi próxima vida.

Hwang Yeji”.

Lía... Yeji... ¿Quienes eran ellas?. Su entrecejo se cerró y miró hacia la ventana por la cual ya corría aire frío.

A sus espaldas el sonido de la puerta se hizo presente lo cual le hizo esconder rápidamente el libro debajo de su cama y darse cuenta que ahí estaba Soobin con una de las tantas llaves de la casa. —¿Qué hacías encerrado?.

Preguntó Soobin con voz un tanto fuerte. YeonJun se sintió un poco mal y recordó que no había tomado sus supresores. Se levantó sin hacerle caso y decidió irse de ahí, pero fue tomado fuertemente del brazo y atraído hacia enfrente de Soobin el cual le miraba enojado. —Te pregunté algo, omega.

—Y yo me voy. —Respondió altanero y de un tirón se soltó del agarre de Soobin—Lo que haga a solas no te incumbe.

—Si me incumbe. No puedes tocarte, y se que estas en celo. No te lo permito.

¿Eh?.

YeonJun le miró enojado y luego río socarron ante su cara notando que al alfa no le parecía para nada gracioso. Pero tremenda mierda, eso era demasiado.

—Tengo necesidades también.

—¿Qué necesidades? —Preguntó y YeonJun no le contestó tratando de salir cuando él pecho del alfa le interrumpió el paso.

—¿Qué hacías encerrado?. —Preguntó de nuevo. Su olor era fuerte, tanto, que hacía que la cabeza de YeonJun se agachara al instante, nunca era bueno pelear con un alfa menos en época de celo. Trató de empujar con sus manos pero estas de nuevo fueron detenidas y soobin del fuerte agarre lo tumbo hacia la cama subiéndose sobre el.

Fueron segundos cuando sus miradas totalmente enojadas chocaron. Soobin se acercó y beso sus labios tan pronto como lo obtuvo. Maltrato de ellos y se separó por falta de aire. —Dime algo YeonJun... ¿Qué tanta experiencia tienes?... ¿Por qué gemias mi nombre en la biblioteca?.