8 🐰 Advertencia S M U T
YeonJun enredo sus piernas sobre el torso del alfa y le atrajo con sus manos dando leves besos sobre su cuello mientras las delgadas y grandes manos del alto tiraban de su camisa hacia arriba quitándole por completo y dejando ver un bonito abdomen de piel lechosa. Su camisa dio a parar junto con el libro, el cual sin importar fue desecho de ahí.
Sonrió tomando sus caderas posesiva ente y acercando su boca sobre su cuello pasando delicadamente su lengua sobre aquel lugar que hizo retorcer al omega bajo su tacto.
Yeonjun dejó de hacer lo que hacía y solamente se mantuvo obediente a lo que él alfa hacia o le ordenaba. Sus manos bajaron buscando de que sostenerse y un gemido salió de sus bonitos y esponjoso labios rosados.
¿Cómo terminaron así? Y, ¿En una biblioteca?. Soobin decidió por fin hacer lo que pedía el omega y solamente entregar a su lobo. Una extraña situación pues pocas veces cedía a aquel instinto.
Dejó varios ematomas sobre el cuello del Omega, mordidas sutiles y bajó sus manos hasta dirigirlas al pantalón del menor. Bajo de las orillas y dejó ver más de su piel lechosa, pura y necesitada.
No había ser más perfecto que aquel que se llamaba YeonJun. Su omega.
Rompió el pantalón ferozmente y se introdujo sobre sus piernas siendo más rápido de lo normal. Separó sus piernas dejando ver la entrada del Omega chorreando y contrayendose por que necesitaba su tacto. Uno, dos, más temidos salieron de la boca del pelirrosa.
Soobin no movió más de sus manos y sólo decidió a apreciar la gran obra de arte que tenía ante sus ojos. Mientras YeonJun junto con su calor estaban delirando buscando el toque del alfa, sus caderas así, fueron moviéndose y acercándose ante la ereccion latente del alfa. Gimió de nuevo y llevó sus manos hacia la camisa de Soobin acercando le ferozmente hasta su cara con visible enojo, mostrando parte de sus blanquecino y grandes colmillos. -¿Qué esperas?.
Preguntó con sorna y el alfa sólo miró a sus ojos encontrando la nada ante aquellos rojos e inexpresivos orbes que buscaban sólo una cosa.
Rápidamente se movió y puso uno de sus dedos sobre la ya dilatada entrada del menor, lo introdujo y movio fuertemente. YeonJun por otra parte, veía la escena más caliente de su vida, y los dedos de Soobin, oh joder, eran la misma gloria.
Movio sus caderas buscando más atención así que Soobin acato a sus órdenes y metió dos dedos más llenadole por completo sintiendo sus paredes rodearlos deliciosamente. Un hilo de saliva salió de su camisura, ya se sentía más que preparado, así que optó por jugar el omega. Tomó la mano de Soobin y decidió sacar su dedos, llevándose un quejido departe del alfa el cual miraba confundido la escena. -¿qué jodidos?...
Pregunto emarcando una ceja y YeonJun puso uno de sus dedos sobre los finos labios del alfa. -Caya, no puedes hablar.
Dijo con altanería.
-Solo eres un conejito, tonto, muy tonto. ¿Por qué debería...?
Los orbes de Soobin se abrieron en par, iba a protestar pero, YeonJun dirigió sus manos hacia sus anchos hombros y lo tiro hacia el extremo contrario golpeando su espalda contra los libros, gimiendo de dolor.
-Ahora acatará mis órdenes, o tendré que comerte.
Sus colmillos crecieron y se arrodilló frente al alfa, moviendo sus manos sobre el cuerpo de este, desde los pectorales hasta abajo, llegando justo a su cremayera, bajandola lentamente y torturando a la grande ereccion la cual dejó expuesta al aire y no tocó ni un solo centímetro.
-¿Quieres que te ayude? ¿Ah?, dime, ¿Necesitas de un omega?.
Ahora sus manos se dirigieron hacia la nuca del alfa y la tomaron fuertemente sobre sus cabellos. -¿Necesitas de mi?...
Soobin mordió su labio, su lobo estaba cediendo muy rápido ante las feromonas del Omega. Estaba rendido y expuesto. Miró al menor y este sonrió burlon buscando su propio placer entre las burlas.
-Te necesito.
-Bien dicho conejito.
Su mano paró a la ereccion y bajo y subió sobre ella, lentamente, torturando de nuevo al ya muy necesitado alfa bulnerable. YeonJun Suspiro aburrido y abrió sus piernas pocisionandose sobre el regazo del alfa. Alineó su miembro a su entrada y cayó sobre este, chillando ante el placer de su extensión que le llenaba por todos lados. Miró los ojos del alfa de cachorro, era solo un niño.
Movio sus caderas de arriba hacia abajo buscando solamente su propio placer. No importaba Soobin, los alfas, sólo eran de utilidad. Eran simples pestes para los omegas, lo único que servía de ellos era su pene, y solamente eso.
Gimió y gimió, hasta que sintió que se corría sobre su estómago. Paro con intención de salir del regazo del mayor, pero este solamente posicionó sus manos sobre su cadera y la apretó fuertemente. Tiro sobre el suelo a YeonJun y salió de él. Rápidamente con todas sus fuerzas tomó sus manos y lo giro volviendo a adentrarse a su agujero y moviéndose placenteramente.
YeonJun soltó un quejido y miró hacia atrás viendo cómo el alfa se movía sin parar. -Dejame.
Ordenó con decisión pero Soobin no hizo caso y sólo siguió buscando su propia liberación. -Te lo ordenó, d-dejame...
Ataco su punto.
Y eso le hizo gemir fuertemente y al alfa crear un nudo dentro de él, que le dejó boquiabierto, fue un chillido de dolor y retortijones, sus piernas parecían gelatinas y dolía como el infierno. -S-sal ya...
Lágrimas salieron de sus bonitos ojos, empujando al alfa con sus manos pero no podían, mientras más lo hacía más dolía. El nudo bajó y la semilla de Soobin se esparció por todo su interior. Su celo estaba aliviado...sin embargo, ambos estaban en problemas.
-E-es mi c-celo, ¿C-como?...
-Eres mi manada YeonJun.
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