Sana estaba muy, mucho, bastante, exageradamente sonrojada. Tenía a Momo besándole el cuello, pasando su lengua por el lugar mientras le apretaba los muslos.

Bueno, tal vez no era una buena declaración pero eran ya adultas, primerizas pero adultas, y sabían lo que querían.

Momo le había confesado que sí, efectivamente quería algo con ella, que obviamente la había observado por un buen tiempo y siempre le gustó pero desgraciadamente nunca dijo nada porque le daba vergüenza. Hasta que la escuchó diciendo miles de groserías confesando en el proceso que era homosexual y ahí agarró su oportunidad.

Sana se lo pensó varios minutos, pero y qué, Dahyun ya estaba con un hombre, feo a sus ojos por cierto, y en cierta parte le sorprendía porque eran amigas desde niñas y que nunca se haya enterado que era hetero le daba como "ñañaras", así decía ella.

Así que su única opción era Hirai Momo, no, la chica no era mala y estaba bien dotada porque podía sentirse muy llena cuando entraba en ella. Por cierto, debía cortarse las uñas, seguramente la espalda de la mayor estaría lastimada.

Nunca se había sentido así, nunca había conocido a alguien que le hiciera sentir así. Y le gustaba, porque mientras ella veía el universo en sus ojos al observar a Momo sonrojada con el ceño fruncido y moviendose más rápido, Dahyun le marcaba para verse.

Obviamente iba a ser ignorada de ahora en adelante, porque Sana no la veía como su amiga, la veía como su crush, su amor imposible y el darse cuenta que le gustaban los chicos ya no valía la pena estar ahí, de aferrada.

Ella no era de esas, que son tan aferradas que incluso las ponen de malas en cualquier historia, ya no, ya se quería y se gobernaba.

— Ahorcame — Exigió Sana y aunque Momo se sorprendió le hizo caso.

Quién diría que la niña fuera así.

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Por otro lado, Mina no sabía cómo había acabado en aquella situación. Era extraño volver a la casa de Chaeyoung, podía ver todo casi igual solo que ya habían más portaretratos con fotos recientes, medallas y reconocimientos pegados en la pared y los muebles habían cambiado de lugar. Pero lo demás estaba igual.

— ¿Crees que se enoje?. — Preguntó la mayor mientras entraba a la cocina detrás de la coreana.

— No lo creo, Yeri amaba tu comida, no creo que ahora algo haya cambiado con eso. Sólo sigue así, Yeri es muy fácil de ganar.

— ¿Tú crees?.

— Es mi hija, claro que voy a saber que es muy manipulable. Pues si lo sacó de mí.

— Ay, gracias por hablar de mí — La nombrada entró al lugar, se acercó a la barra y tomó una manzana que después de lavar dio un enorme mordisco.

Mina le sonrió mientras se ponía el mandil que recuerda ponerse hace doce años. Ese azul con pingüinos que Chaeyoung le había comprado especialmente para ella, porque aunque se sentía ridícula lo amaba usar cuando estaba con ellas.

— ¿Qué quieres para comer? — Siguió la mayor, viendo a la menor con ojos brillosos de volver a usar la cocina. Prácticamente gracias a su trabajo tenía gente que hiciera eso por ella, pero tal vez de ahora en adelante ya no los iba necesitar.

— Lo que tu cerebro tenga pensado, sabes soy adolescente y tengo mucha hambre, si me pones un caldo de piedras yo me lo como aún así.

Las dos adultas rieron,escuchando la puerta principal ser abierta y dejando ver a Sana después.

— ¿Hay reunión?.¿O por qué todas están aquí? — Sana se dirigió al refrigerador y antes de abrirlo volvió a verlas,en especial a Mina — Deja Vú. — Exclamó entre cerrando los ojos. — ¿Oye, tú no eres la escritora famosa de la que todos hablan?.

Mina asintió — Supongo.

— Siento que de algún lado te conozco, ¿pero de dónde?.

— ¡Aquí nadie conoce a nadie, vamos a ayudarle a Mina a hacer la comida!.— Chaeyoung tomó por los hombros a la menor de sus hijas y la empujó varios pasos.

Después de hacer la comida, como nunca la habían hecho porque a pesar de que Chaeyoung había mejorado en la cocina no podían decir que ya era toda una chef ganadora en MasterChef. Incluso Sana y Yeri preguntaron en algunas ocasiones un "¿Ese ingrediente existe?".

Mina reía al verlas, Sana era quien más se esforzaba en hacer las cosas bien mientras que Chaeyoung y Yeri jugaban con la comida o se la comían recibiendo un leve golpe de la mayor. Aún así las tres se divertían aunque Sana no entendiera bien la situación. No recordaba a Mina y era la segunda vez que la que veía,¿por qué su mamá y hermana la trataban cómo si fuera de la familia? ¿O acaso...? No no, definitivamente Sana no se podía acordar de esa mujer.

Rato después,cuando dejaron que la comida terminara de prepararse en el horno se sentaron en la sala mientras platicaban de cualquier cosa.

El timbre de la casa sonó y Sana se levantó a abrir. Llegó a la puerta y la abrió viendo a Momo parada afuera, se volvió a sonrojar viendo de paso que la mayor también lo estaba.

— ¿Q-qué ocurré?.— Preguntó finalmente.

— Tú dejaste tu mochila en mi casa.— Levantó su brazo dejando ver efectivamente la mochila negra.

— Oh, yo... gracias.

— Si... supuse que la ocuparías así que no me esperé hasta mañana.

— Gracias, otra vez.

El silencio incómodo llegó y mientras Momo se mordía los labios y Sana se balanceaba entre sus pies, Mina llegaba con ellas tratando de saber quién era y por qué tardaban tanto, ya que Chaeyoung fue al baño y Yeri solo dijo un "Zafo"

Tanto ella cómo Momo se miraron asombradas por volver a verse.

— ¡Mamá! — Exclamó Momo.

Sana volteó de inmediato hacia Mina.— ¡¿Qué?! ¡¿Es tu mamá?!.

N/A: Twice renovó contrato, soy felicidad 😿💗 Sí o sí les hago maratón para celebrar pero por hoy, les dejo esa intriga JSKDJSJS <3