Mina se encontraba nerviosa, claro que lo estaba, tenía a Yeri sentada frente a ella en una de las mesas de la cafetería. La menor tenía una enorme malteada de chocolate, porque a pesar de que tenía diecisiete años ella no toleraba el café.

— Eres tan parecida a Chaeyoung — Comenzó Mina — A ella no le gusta el café, prefiere el té.

— ¿Y tú cómo sabes? — Refunfuñó Yeri.

— Viví con ustedes un buen tiempo,las conozco básicamente. No puedo decir que sé todo de ustedes al derecho y al revés.

Yeri suspiró llevando la malteada a su boca, se limpio los labios con una servilleta para hacerla al final bolita y aventarla directo al rostro de la mayor.

— ¿Ya me vas a decir por qué te fuiste?.

— Bueno — Mina rió al sentir el papel golpearle. A pesar de eso se puso seria, más bien melancólica — Sana no me quería, tú lo sabes, siempre estábamos en una riña y de alguna u otra manera hería mis sentimientos. No estoy diciendo que eso sea una excusa por haberte lastimado, soy egoísta porque yo no quería salir dañada de todo eso. Ni Chaeyoung, sabía que tenía problemas con mi padre y bueno, fue hace doce años, tenía menos de treinta años y a pesar de ser un adulto no madure y me comporté como una niña.

— No me digas. — Yeri tragó duro antes de soltar una pequeña risa sin gracias, se pasó las manos por el rostro y se recargó en el espaldar de la silla — Que ridículo — Habló para sí misma.

— Lo sé, y no quiero que pienses que no te quise, porque lo sigo haciendo-

— No lo digo por ti — Interrumpió — Que ridículo el que, a pesar de que me hayas abandonado, yo te siga creyendo y queriendo. Sé que también tuviste tus razones porque nosotras no éramos tu responsabilidad, mi hermana y yo no éramos tuyas y a pesar de todo nos quisiste...pero yo no puedo perdonarte, porque no quiero hacerme la sufrida pero si lo piensas bien, yo no tuve la culpa de nada.

Finalmente la menor se levantó de su asiento, no sin antes darle un buen trago a la malteada,y se retiró.

— ¡Te iré a buscar a tu colegio! — Gritó Mina viendo la espalda de la menor. Sabía que Yeri la odiaba, pero quería ganarse su corazón de nuevo.

Y no solamente el de ella, sino también el de Chaeyoung.

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Yeri llegaba a su enorme casa, dejó su mochila después de entrar y azotó la puerta. No, no estaba enojada más bien lo contrario. Estaba emocionada de llegar que cuando lo hizo no midió su fuerza, pero no le importaba porque corrió directo a la sala de estar donde ya todas estaban.

Su tío Somi sentada en el sillón largo a lado de su tía Jihyo quien tenía una enorme panza. Ahora que lo recuerda, escuchó a Mina decir que entre mujeres no podían tener hijos en algunas ocasiones, pero su tía Somi había llegado al mundo para romper las reglas, y ahora esperaba un pequeño retoño, aunque aún faltaban dos meses para que naciera.

Inmediatamente la menor se hincó frente a la mayor y de inmediato acercó su oído al enorme vientre. Frunció el ceño después de no sentir nada

— ¿Por qué cuando llego yo no se mueve? — Preguntó dolida.

Su hermana Sana le había dicho por mensaje que el bebé estaba muy juguetón y de inmediato corrió lo más rápido posible, pero al parecer todo fue en vano.

— Bueno — Somi comenzó — Jihyo dice que él no juega con personas que tienen rencores. Así que...

— Cállate — Llegó Chaeyoung y dio un golpe en la cabeza de su menor — No creas eso hija, Somi desde que supo que era madre inventa
cosas, cosas estúpidas.

— Por cierto, ¿por qué llegaste tarde?, se supone que Joy te traería — Siguió Chaeyoung .

— Oh, eso, la mamá de Joy le llamó diciendo que tenían "cuentas que aclarar". — Viró los ojos —. Y antes de venir pasé a la cafetería por una malteada.

Chaeyoung asintió dejando el tema de lado, mientras sentía su bolsillo vibrar gracias al celular y un mensaje nuevo.

Número desconocido.
Chaeyoung, Jennie me preguntó que si ya te había dado la invitación sobre el cumpleaños de Mina. ¿Sí lo hice verdad?.

La coreana frunció el ceño mientras abría levemente más sus ojos.

¿Pero qué había hecho?.

— ¿Lisa?.

Si, aunque tú puedes decirme
"mi amor", pero no le digamos a Jen 🤭

— Grandísima idiota.

— ¿Qué has hecho?.

Chaeyoung no contestó y se metió a sus contactos,¿por qué tuvo que ponerle el nombre de su sobrina al número de Lisa?, busco en la letra M y ahí fue que vio el contacto de "Mi amor".

Cerró los ojos llamándose idiota mentalmente. Debía de ser una obra de Dios porque estaba segura que no quería nada con Mina.
¿Acaso el futuro las quería juntas?.

No, definitivamente no.

La coreana no hizo nada, solo bloqueo de nuevo su celular y siguió en la platica que iniciaron las demás.

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— Sabes, a veces pienso que eres estúpida, y luego me doy cuenta que sí lo eres y me pongo a reír. — Habló Jeongyeon y de inmediato recibió un pequeño golpe en su mano.

— Jeongyeon — Reprimió Nayeon.

— ¿Qué? Solo digo la verdad. Nosotras ya tenemos un hijo de cinco años a nuestros treinta y cinco años y acá Myoui solterona Mina a sus cuarenta sigue traumada con una mujer que conoció hace doce años.

— ¿Si me dejas? — Mina dejó de mover sus piernas de arriba hacia abajo donde tenía a Daehyun, hijo de Nayeon y Jeongyeon.

— Vamos Minari — Continuó Nayeon — Yo tengo fé en ti

Mina le sonrió a su amiga y dirigió su vista al niño quien jalaba de su playera.

— Tía solterona — Habló tierna y Jeongyeon soltó una carcajada.

— Esa es mi hija, igualita a su madre — Habló orgullosa Jeong.