Se podría cortar la tensión en el aire con un cuchillo, especialmente la tensión entre el par de mujeres con cuernos (bueno, astas en el caso de Alastor). Charlie, igual que su padre Lucifer (Rey del Infierno), está sudando un poco - cada hombre del cuarteto mira un momento a sus parejas...

Lilith y Alastor están intercambiando miradas, para nada agradables la una con la otra.

Lucifer ajustó un momento su sombrero, tratando de ser un poco "discreto" al acercarse a su hijo -Charlie...haz algo.- Lucifer comentó, tratando de tapar un momento su boca con una mano...mientras estaba casi completamente encima de la mesa.

-Papá, ellas pueden oírte.- Charlie, la viva imagen de su padre, comentó amablemente - un poco incómodo, pero tratando de no herir los sentimientos del mencionado Lucifer.
Los ojos del jefe del Infierno fueron primero hacia su mujer, y después hacia la pareja de su hijo, ambos mirándolo fijamente ahora.

-Bueno, esto es progreso, ahora parece que quieren matarme a mi.- Lucifer exclamó 'agradecido', mientras daba unas palmaditas en la cabeza a Charlie antes de volver a su asiento. Por supuesto, el "progreso" duró poco.

Charlie pasó un momento una mano por uno de los costados de su cabeza, tras arreglar su cabello rubio -¿Mami, me pasas la sal?- El príncipe del Infierno pidió tranquilamente, como un comentario de paso.

En ese momento la mesa cayó en silencio, excepto por el choque entre las manos de Alastor y Lilith por encima del salero... -Tú hijo también me dice "mami" ¿Sabes?.- La demonio de ojos rojos comentó enseñando los dientes amarillos de su sonrisa, pasando una mano un momento por uno de los hombros de Charlie.
-¡Al!- Charlie, con su rostro usualmente blanco ahora enrojecido, llamó a la demonio de la radio, que seguía concentrada en antagonizar a la (ahora más enojada) reina del Infierno.

-Ese es mi chico.- Lucifer comentó sonriente, ignorando completamente el contexto de la situación...
-¡Lucifer!- Lilith precisamente, regaña a su esposo por el comentario fuera de lugar.