8.
La noche se hizo presente, Malysa y Astaroth estaban listos para hacer aquel hechizo prohibido.
Tal como aquel libro decía, se encontraban en ropa interior dentro de un circulo de sangre que el demonio había dibujado para ella. Luego, una vez dentro de aquel circulo, ambos tenían que cortar sus palmas y dibujar en el cuerpo del otro una serie de símbolos que los uniría para toda la vida.
—Tu puedes, te ayudaré a cortarte —él habló tomando la mano de su dueña.
—Me da miedo —Confesó.
—¿Tienes fobia al dolor? —Astaroth soltó, era lo único que le venia en mente.
—Puede ser, tan solo pensar en saber que me dolerá me espanta. No quiero hacerlo —alejó su mano de su familiar.
—Malysa —este insistió —tienes que sufrir un poco para poder vivir. ¿Qué haremos cuando estemos en la casería? Necesito que vivas, no puedo verte morir y si no podemos ayudarnos perderemos. ¿Dejaras que tus hermanos te maten?
—No —ella dio un paso al frente —No dejaré que me vuelvan a lastimar —murmuró —Hazlo —extendió su mano hacia él para que la cortase.
Él sonrió, su ama era realmente valiente cuando se lo proponía, tomó su pequeña mano y con su afilada uña hizo un tajo en ella.
Malysa se mordió su labio inferior intentando no quejarse por el dolor.
—Hagámoslo —ella se repitió.
El primer símbolo fue dibujado en el vientre, ella dibujaba con su sangre en él y él dibujaba en ella. El segundo fue en la frente, y el tercero en el pecho, sobre el corazón.
—Oye, lo estas haciendo mal —Malysa habló al ver el desperfecto circulo que el demonio había realizado, algunos trazos internos sobresalían y estaba mal.
—Lo siento —el familiar estaba nervioso, no podía fijar la vista en los pechos de Malysa, eso seria algo desubicado, o eso pensaba él ya que últimamente se sentía algo atraído por ella. La primogénita por su parte no lo había ni pensado ya que no tenia sentimientos amorosos por el y lo veía como lo que era, su familiar.
—Está bien, volvámoslo a hacer.
Los símbolos tenían que ser dibujados simultáneamente sino no funcionaría.
Cuando los símbolos estuvieron listos se tomaron de las manos y repitieron juntos las siguientes palabras:
—"Fac nobis in animo est"—"Corporis in nobis"
—"Fac cor nostrum unus"
Luego de repetir esas palabras los símbolos comenzaron a brillar tomaron las copas, en las cuales estaba la sangre de ellos. Astaroth tomó la sangre de Malysa y viceversa.
Al terminarse la copa los símbolos desaparecieron por debajo de su piel y el circulo de sangre se evaporó.
—¿Eso es todo? —él preguntó.
La pelirroja tomó el libro y leyó la pagina correspondiente.
—Si, es todo
Astaroth cortó su mano pero la de Malysa seguía intacta.
—Algo salio mal —el demonio tomó el libro.
—¿Qué nos falta? —ella se acercó.
—Intimar —confesó nervioso mientras marcaba esa pequeña palabra en la página.
—I-intimar —tartamudeó nerviosa. —¿y eso es lo ultimo? —se animó a preguntar.
—¿En serio estas considerándolo? —él se asombró.
—Hemos llegado hasta tan lejos —le mostró su mano con el tajo anterior.
—Es realmente romper las reglas de familiar y amo —el demonio aclaró algo emocionado.
—Las reglas están para romperse. No es que nunca haya roto alguna. Rompí varias al traerte con ese símbolo en mi mano —recordó.
—Es verdad —murmuró.
Astaroth sintió como su corazón le regaló otro latido. Llevó su mano a su pecho y sonrió mientras miraba a Malysa.
Ella cerró el libro y lo dejó sobre el escritorio del cuarto.
—Yo no se hacerlo —aclaró
—¿Enserio vamos a hacerlo? —él preguntó por última vez.
—Vamos a vivir —respondió dejando más que clara la intención de ella.
"Fac nobis in animo est": haznos uno en mente"Fac cor nostrum unus": haznos uno en corazón"Corporis in nobis": haznos uno en cuerpo
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