Capitulo 04.B
Cuando terminaron las clases, Lincoln se dirigió a la entrada de la escuela bastante alegre y sin duda mucho más motivado de lo que estaba esa mañana. Su buen humor fue notado por el resto de sus compañeros quienes al regresar del almuerzo notaron con alivio que el peliblanco perdió su mal humor. Y ahora que las clases terminaron, caminaba bastante feliz por el pasillo junto a su amigo Clyde.
Su buen humor tenía un motivo, y es que así como su mejor amigo le dedicó algunas palabras de aliento y le hizo sentir menos peso ante los recuerdos y emociones que sintió durante la mañana por culpa de ese extraño y conflictivo sueño, él pudo ayudar también a su hermano del alma. Fue mucho más rápido aquel conflicto ya que era mucho menos dramático que los conflictos exagerados y desproporcionados con los que las relaciones de Lincoln le dejaron, pues a diferencia de él, Clyde tenía una relación sana con aquella chica de nombre Chloe. Ellos tenían una relación que podía ser considerada duradera, pero ante los problemas y convicciones de Clyde, así como los de Chloe, era común verlos pasar por pequeños problemas de vez en cuando, y Lincoln se sentía feliz de inmiscuirse en eso, pues hasta ahora había conseguido ser un excelente mediador y sobre todo alguien que solucionaba problemas.
Era justo eso lo que subió su ánimo también, consiguió ser un buen mediador y arreglar el pequeño conflicto entre su mejor amigo y aquella chica que cada día sentía más como una amiga propia que como solo la novia de Clyde.
Después de despedirse del chico negro, Lincoln fue hasta su hermana mayor inmediata, quien ya estaba en el punto de encuentro habitual y, sintiéndose tan bien y satisfecho, la sorprendió sujetándola con su brazo derecho en un fuerte abrazo, haciendo evidente como ella, a pesar de la edad, era un poco más baja. No era de extrañar tomando en cuenta su antiguo problema de salud.
—¡Hola, Lynn!— con cierta brusquedad, Lincoln zangoloteo a su hermana mayor al momento de envolverla con su brazo— Saliste temprano.
—¿Qué demonios te pasa, apestoso?— Lynn, con molestia, deshizo el abrazo de su hermano y preguntó aquello con intriga.
—Nada, solo me alegro de verte.
—Claro, seguro que es por eso.
—Siempre te quedas tarde en la escuela por tus prácticas y entrenamientos. ¿Hoy no tendrás nada de eso?
—Si, tengo práctica hoy, pero pensé en volver temprano a casa para unas cosas.
—¿Qué cosas?
—Ya no importa, creo que si me quedaré en mi practica después de todo. Pero, ¿Qué hay de ti? Esta mañana estabas todo deprimido y callado. Ahora pareces estar de buen humor. ¿Qué te pasó?
—Nada. Desperté de mal humor, pero ya se me pasó. Estoy listo y lleno de energía para nuestra práctica vespertina.
—Más te vale, apestoso. Te voy a dar una paliza hoy, hiciste preocupar a todos con tu actitud extraña. Más te vale disculparte con todas, y no hagas preocupar más a Lori o Leni, se supone que eres un hombre y deberías cuidar de nosotras, y no al revés.
—Oh. Lo siento, me disculpare con ellas...
Lincoln se sintió decaído ante las palabras de Lynn, sintiendo que realmente hizo algo malo.
—Solo bromeo, deja de ser un llorón, apestoso— Lynn le dio un suave golpe a Lincoln en el brazo, tan suave que el chico debió dar un par de pasos ante el impacto para evitar perder su vertical—, deja de tomarte todo tan apecho o vas a conseguir que Leni llore cuando te vea. Voy a volver al campo a practicar con el equipo de futbol, se supone que volveríamos todas antes a casa para animarte, pero supongo que ya no hace falta. Nos vemos.
Después de darle un rápido beso en la mejilla a su hermano menor, Lynn salió disparada a gran velocidad hacia los pasillos de la escuela, cruzando rápidamente el edificio para llegar hasta el campo de pasto donde, dependiendo del día, los equipos deportivos se turnaban para usarlo.
Lincoln sonrió como tonto mientras veía correr a su hermana y después pensó en Leni. Lynn tenía razón, si comenzaba a actuar raro, seguramente ella se sentiría triste, así como también era cierto que Lori tenía ya demasiadas preocupaciones como para agregar a la lista los problemas personales de su hermano menor llorón que no sabe cómo lidiar con sus recuerdos.
Cuando Lori llego en Vanzilla, Lincoln rápidamente les hizo saber a sus hermanas que ahora todo estaba bien y que no debían preocuparse, incluso pidió a Leni permiso para ser él quien lleve a Lily en sus piernas, estaba de buen humor y quería jugar con ella de camino a casa. La pequeña, feliz, no fue capaz de sentarse en todo el camino, de pie sobre el regazo de su hermano, usaba su limitado vocabulario y su mala pronunciación para hablar con su hermano y contarle las cosas que hizo en la guardería. El resto de hermanas sintió alivio de ver que Lincoln verdaderamente estaba ya tranquilo, ninguna quería volver a tratar con ese drama que todas estaban seguras afligió al único hermano.
***
—¿Qué creen que haya pasado con él?— preguntó Lori, liderando aquella improvisada reunión de hermanas que organizaron apenas llegaron a casa y aprovechando el hecho de que Lincoln fue al garaje a pasar un rato a solas.
—¿Estará constipado?— con una genuina curiosidad, Lana preguntó eso— A mi me pasó una vez y me sentí de mal humor por no poder hacer popó en todo el día.
—No digas eso— el reclamo vino de la gemela menor—, es asqueroso, a nadie le importa saber sobre tu popó.
—A mi si— con expresión estoica fue Lisa quien afirmó aquello.
—Tú eres una rara, así que no cuentas— comentó de manera incisiva, mientras acomodaba la hermosa tiara de fantasía que adornaba su cabellera.
—Estoy segura de que ella cuenta mejor de lo que tú lo haces, Lola— con ánimos de ofender, Luan decidió entrar en la conversación, no tanto por defender a la segunda más pequeña sino por querer provocar a la rubia—, así como también es buena escribiendo y sabe leer de forma correcta.
—¡Yo sé leer! Lincoln me enseñó, así que no lo menciones de nuevo.
—Chicas, no quiero que comiencen una pelea— con cautela, Lori medió un poco tratando de volver al tema principal por el que estaban reunidas—, se supone que averigüemos porque Lincoln estaba de mal humor y porque está solo en el garaje.
—Lynn dijo que él estaba bien— agregó Lucy, mostrando en la pantalla de su teléfono el mensaje que su hermana mayor inmediata le mando hace algunos minutos.
—Sí, él lo dijo, no deberíamos molestarlo. A mí no me gustó que me molestaran cuando no podía hacer popó.
—Deja de decir popó, Lana, es asqueroso.
—¡Popó!— con un suave grito, Lily llamó la atención de sus hermanas.
—Llevare a Lily al baño, así que traten de pensar en que lo pudo poner de mal humor mientras regreso.
—Es obvio que se puso así por Ronnie Anne, debió hablar con ella o algo así.
—No lo creo, ellos no han estado en contacto hace tiempo.
—¿Cómo lo sabes?
—Él lo dijo hace tiempo en la cena.
—Oh...
—Pero Lincoln ya no tiene nada, dijo que estaba bien— convencida de lo que decía, Lola continuó—, además está en el garaje cantando y tocando la guitarra, eso significa que está feliz, ¿verdad, Luna?
La rockera de la familia estaba algo ensimismada, por lo que no estaba prestando atención a la conversación, con ello dejó a Lola con la palabra en la boca, sin ofrecerle una respuesta o siquiera una mirada.
—Déjala en paz, Lola— pidió con cierta agresividad Luan, increpando a su hermana menor.
—No, TÚ déjame en paz— le advirtió la diva—, desde la mañana estas comportándote mal conmigo.
—Me gustaría tratarte bien, pero es así como se debe tratar a las pequeñas brujas.
—¡Oye!— gritaron las gemelas en un Canon perfecto y armónico, haciendo que Luna sonriera suavemente— Yo no soy una bruja— continuó Lola—, soy una princesa, la más hermosa de este castillo, por cierto.
—Yo diría que eres la mas apestosa— replicó Luan, sonriendo mientras Luna seguía perdida en sus pensamientos y Lisa miraba todo de forma estoica.
—Estas equivocada, querida Luan, mi aroma es florar...
—Usas tanto de ese perfume que, en lugar de tener un olor floral, tienes un olor rural.
Pese a que veía como Lola estaba molesta, Leni rió ante lo dicho por Luan, no por entender el chiste; cual fue bastante malo, por cierto, ni tampoco por no darse cuenta del ambiente hostil entre dos de sus hermanas sino porque genuinamente le daba mucha risa cuando se hacían rimas. Floral y rural, a criterio de Leni, era algo muy divertido.
—Cuida tu boca si no quieres problemas, payasita.
—Y tú mantén cerrada la tuya si no quieres problemas, apestosita.
—¿Cuál es tu problema, rara?
—Tú eres mi problema, Lola.
—Y si mejor se tranquilizan un poco, harán que Lori se enoje con nosotras si las ve peleando.
—Bien, entonces dile a tu gemela que se disculpe por lo que me hizo.
—Ya te dije que fue un accidente, no me voy a disculpar por algo que no hice a propósito.
—¿Qué no lo hiciste a propósito? Pasaste sobre los adornos que había preparado con tu estúpido carrito de juguete.
—¡Luan!— exclamó Lana, con cierta molestia— No es solo un juguete, Lisa y yo hemos trabajado mucho en ese auto. Tiene un motor SOHC de cuatro tiempos y ciento veinticuatro centímetros cúbicos con refrigeración líquida y trasmisión por cadena con reversa y caja de cambios semiautomática. Tiene frenos de disco de ochenta y cinco milímetros al frente y doscientos milímetros atrás y tiene una suspensión con amortiguador hidráulico regulable. Con ese bebé podrías cruzar todo el bosque de Royal Woods y terminarías el viaje sintiendo a penas un suave dolor en el trasero.
—Pero no lo recomiendo— agregó Lisa, ajustando sus lentes y levantando su dedo de nerd—, aunque es cierto que se podría recorrer el solar de la ciudad adentrándose en los terrenos escarpados del bosque el vehículo en realidad está diseñado para andar en terrenos llanos, como lo serian las calles del pueblo o mejor aún, una pista formal para competencia.
—Si, todo eso— con cierta confusión, Lola dijo aquello—, además ya te dije que fue por accidente. La culpa es tuya por dejar todo eso frente a la entrada del garaje. Sabes que tanto mi carro de princesa como Vanzilla salen por ahí y es obvio que aplastarían todas tus baratijas.
—¿Un accidente? ¿Hablas en serio? Pasaste sobre mis adornos tres veces, en la grabación de la cámara se puede ver cómo te ríes cuando pasas sobre mis cosas en reversa. También se puede ver como quemas llanta sobre todo cuando pasas la tercera vez. ¿Cómo eso puede considerarse un accidente?
—Ya te lo dije, eran adornos feos, así que está bien si se rompen o queman o explotan.
—Te dije que eran para una fiesta a la que me pagaron para hostear. ¡Se los dije a todos para que evitaran hacer algo así! Sabes que esos adornos salen de mi bolsillo, y cuando los destruiste para mí fue una perdida.
—¿Eso es todo? ¿Solo se trata del dinero?— con desenfado, Lola le preguntó a su hermana mayor para enseguida mostrar una sonrisa engreída— Puedo pagarte tus baratijas sin problemas, ¿Cuánto fue? ¿No creo que más de veinte dólares?
—Oh, así que piensas pagarme— Luan sonrió de manera altanera al decir aquello, notando que Lori al fin regresaba y dispuesta a hacerla parte de aquella disputa—. Qué bien que regresaste, Lori, quiero que seas testigo de esto. Lola destruyó los adornos que hice para mi show en una fiesta infantil y dijo que me los pagará.
—Ok. ¿Eso es verdad, Lola?
—Lo que sea, solo dime cuánto va a ser.
—Ciento cincuenta dólares.
Todas las hermanas presentes se sorprendieron ante la cantidad mencionada, incluso Luna salió de su estupor y dejó ver su asombro en la mueca de su rostro.
—¿Por qué pagaría ciento cincuenta dólares por esas baratijas? No valían eso en absoluto.
—Entre todo el material habrán sido unos veinte dólares, y el tiempo que invertí haciendo todo eso serian otros diez dólares.
—¿De dónde salen los otros ciento veinte dólares entonces?— preguntó con molestia la pequeña diva.
—Es el impuesto por daños y perjuicios — con mucha suficiencia, Luan sonrió buscando provocar a su pequeña hermana.
—¡Eso no es justo!
—Yo también vi las grabaciones, Lola— con tranquilidad, Lori se sumó a la conversación—, creo que ciento veinte dólares es bastante justo.
—No pienso pagar esa cantidad por unas baratijas de cuarta.
—Puedes comprármelas en la tienda entonces, me basta con que solo me repongas lo que destruiste.
—Bien, eso hare, no hay forma de que esas cosas sean tan caras.
Tras algunos movimientos de su dedo, Luan agrego a su carrito de compras todos los productos que repondrían su perdida en la tienda virtual del único negocio en Royal Woods que tenía ese tipo de mercancías. Con suficiencia mostró a su hermana la pantalla del total de la compra y con ello la hizo enojar aun más. Era cierto que sus decoraciones podrían llegar a considerarse baratijas, pero también por ello eran mucho más económicas que los productos de tienda terminados.
Sin nada más que frustración, Lola debió aceptar pagarle los ciento cincuenta dólares a Luan después de ver que el total a pagar en tienda era exactamente el mismo.
—Bien, ahora que terminaron con eso, ¿alguna de ustedes llego a una conclusión sobre lo de Lincoln?
—Yo digo que está feliz— por primera vez, Leni agregó su opinión a la conversación desde que comenzó—, y si está feliz así está bien. No me gusta cuando Lincoln esta serio, pero ya no está serio, está feliz. Linky solo se ve bonito cuando esta serio si está en Vanzilla.
—Yo digo que fue por algo relacionado a Ronni Anne— sin dejar de contar su fajo de billetes, Luan compartió su opinión al respecto.
—Lynn dice que lo dejemos en paz— agregó Lucy, quien hasta ese momento había estado mensajeando con se hermana mayor para informarle sobre lo sucedido—. Yo también creo que es mejor así. Suspiro.
—Si, solo déjenlo en paz— dijo la rubia vestida de rosa—, siempre que esta triste se alegra de nuevo después de tocar música un rato en el garaje.
—Yo sigo creyendo que no puede hacer popó— inquirió la gemela mayor.
—Yo... creo que fue culpa mía que Lincoln este así— afirmó Luna, consiguiendo la completa atención de todas sus hermanas, incluso de Lisa, quien realmente no estaba muy interesada en aquella reunión.
—¿En serio?— preguntó Lori con intriga— Elabora entonces, me gustaría saber la razón.
—Pues— Luna dudó sobre hablar, lo que tenía en mente como motivo de aquel mal humor en su hermano menor no le parecía un tema correcto para tratar con sus hermanas, menos aún estando las pequeñas ahí presentes—... después del concierto de ayer, Sam y yo... ¿le hicimos una broma pesada? O algo así, supongo.
—¿Qué tipo de broma?— Lori fue la primera en hacer una pregunta al respecto, principalmente porque se sintió molesta ante lo que escuchó.
—¿Fue divertida?— con cierto brillo en sus ojos, Leni fue la segunda en plantear su duda.
—¿Fue una broma pesada?— esta vez fue Luan quien hizo su pregunta, sintiendo cierta emoción al saber que su hermana mayor inmediata hiciera de hecho una broma— Más vale que si, debes decirme sobre eso.
—Suspiro— agregó Lucy, sin hacer el comentario que tenía en mente.
—¿Una broma?— con molestia, fue Lola la que expresó aquello— ¿Solo fue eso? Perdimos el tiempo del almuerzo tratando de pensar en cómo ponerlo de buen humor por nada.
—¿De qué hablas?— con molestia, fue Lori la que preguntó— tu ni siquiera te presentaste en el almuerzo, solo mandaste a una de tus noviecitas a tomar nota.
—No son mis novias, son mis seguidoras. Y soy alguien ocupada, así que necesito que algunas de ellas hagan de mis asistentes de vez en cuando.
—¿Dónde está Lana?— mirando alrededor, Lori hizo aquella pregunta.
—Fue al baño, dijo que quería hacer popó— con un rostro de desagrado, Lola le respondió a la hermana alfa.
—¿Y dónde está Lily?— esta vez fue Luan la que preguntó, curiosa al recordar que Lori se retiró con la pequeña justo para llevarla al baño.
—Fue al garaje— con monotonía, fue Lucy quien dijo el comentario, siendo incluso que usó su mano para señalar en la dirección en la que vio partir alegremente a su hermana más pequeña.
—¿Habrá ido con Lincoln?— sin esperar una respuesta, Luna caminó en dirección al garaje, notando cada vez más el ruido difuminado que vagamente se escuchaba desde adentro.
Aunque el trabajo que hicieron para insonorizar el garaje fue usando un presupuesto minúsculo, gracias a Lisa el resultado termino siendo mucho más que satisfactorio, por lo que el ruido dentro del lugar era bastante mitigado y así evitaba molestar a los padres de la familia cuando Luna y su banda tenían ensayos ahí dentro.
Siendo seguida en fila india por sus hermanas e incluso sincronizando todas sus pasos, Luna las guio hasta la puerta de la casa que daba acceso al garaje y abriéndola suavemente se asomó con cautela hacia adentro, siendo imitada por sus hermanas. Solo sus cabezas sobresalían por un costado de la puerta, desde Lori hasta Lisa, mirando hacia adentro con cuidado, excepto Leni, quien dé pie firme en el umbral de la puerta, sonreía ante lo que veía y se emocionaba un poco.
♫ Corren seis ponys,
Creen que son de plastilina,
Van subiendo la colina. ♫
Tocando de manera simple con la guitarra acústica de su hermana mayor, Lincoln cantaba aquella divertida canción a su pequeña hermana, quien feliz de escucharlo bailaba meneando su cadera al ritmo de la música, y alzando sus manos mientras de manera apresurada y sin parar extendía y contraía sus dedos.
♫ Unos son verdes, los otros azul.
Trotan pisando la sombra de un árbol. ♫
Haciendo una muy adorable mímica de ella corriendo sin moverse en su lugar, Lily continuaba escuchando a su hermano cantarle aquella canción que pese a su corta edad podía recordar con mucha precisión y también con mucho cariño, pero sobre todo con emoción, pues era muy divertida y le provocaba esas hermosas incontrolables ganas de bailar, especialmente al ver como Lincoln le dedicaba aquella hermosa sonrisa mientras pronunciaba usando su voz de una forma graciosa.
♫ Es una carrera que no tienen que ganar,
No hay a dónde llegar.
Todos brincan como si tuvieran en los pies,
Resortes en los pies. ♫
Alegremente, Lincoln imitaba las mímicas que su adorable hermana pequeña hacia mientras le oía cantar, tratando de hacerla sentir cómoda con aquellas expresiones que a él en particular tanto le avergonzaba mostrar. Pero no esta vez, si era por Lily, incluso por Lisa o las gemelas, podría soportar cierto grado de humillación haciendo ese tipo de cosas, no le molestaba en absoluto siempre y cuando ellas no adquirieran de él esa incomodidad a expresarse libremente.
Y mientras Lily daba saltitos usando sus manos para imitar las orejas de un conejo, por la siniestra de Lincoln se acercó Leni haciendo exactamente lo mismo que la más pequeña de sus hermanas, riendo alegre y con ánimos para jugar con ambos a lo que sea que estuvieran jugando. Si era por ellas, Lincoln estaba dispuesto a hacer un poco el ridículo con aquel vergonzoso baile, pero unos momentos después de notar a Leni y verla comenzar a bailar junto a Lily, por el rabillo de su ojo notó la presencia de personas en la puerta que daba a la casa.
Con una enorme sonrisa en su rostro, Lori usaba su teléfono para grabar a su hermano menor bailando como tonto mientras tocaba la guitarra y cantaba con aquella divertida voz que usaba para divertir a Lily. Lincoln sabia que es lo que haría Lori con ese video, y no le gustaba para nada que ella lo tuviera, mas aún porque no sabía que tanto llego a grabar de el actuando como tonto.
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