Capitulo 02.B

               Gracias a su excelente condición física, su increíble flexibilidad y sobre todo a las técnicas que conocía gracias a practicar diversos deportes de pelea, Lynn tenia sometido a su hermano menor en un Ashi-garami, consiguiendo que él se sintiera completamente asfixiado y algo desesperado al tener su rostro pegado al pasto del jardín, muy cerca del charco de lodo y con su rostro también algo sucio por el mismo barro.

El peliblanco no era, ni por asomo, un buen peleador, ni un buen deportista en general, a lo largo de sus años de práctica con su hermana mayor inmediata, la única cualidad que podía presumir en las actividades físicas era su increíble resistencia, quizá podría decirse que su estamina era tanta como la de Lynn, pero sin tener aquella envidiable condición física. Si es que debían pelear, Lincoln sabía que su hermana no le tendría compasión alguna, pero también sabía que tenía poca resistencia a las cosquillas.

Estiro su mano libre y la paso por debajo de su rostro, primero con intención de limpiar un poco el lodo en su rostro, y después con la necesidad de alcanzar el cuerpo de su hermana con ella. Toco la pierna derecha de Lynn, pero no hizo nada de inmediato, primero intento acomodarse, llegar tan arriba en su pierna como fuera posible, y en ese momento, estando mas cómodo, Lincoln apretó su mano con fuerza, causándole un molesto, aunque muy fácil de tolerar, dolor en la pierna. La sorpresa fue suficiente en la castaña para soltar a Lincoln de su agarre y este, sabiendo cómo es que su hermana hacia las cosas, en lugar de alejarse de ella y huir, se abalanzo tratando de someterla.

Tenía pendiente darle una lección a Lola por ser tan poco compasiva con él, también con Lana por hacerle aquellos movimientos sin aviso, pudiendo causar con ello un accidente. Incluso con Lucy por dejar que Lola encontrara la excusa de que Lynn pelee con él. Debía darlo todo justo ahora si quería tener al menos el mínimo respeto de sus hermanas presentes, debía mostrar, como mínimo, un poco de autoridad.

Yendo de frente, abrazo a Lynn, tratando de aprisionar sus brazos, y utilizando toda su fuerza con ese objetivo, pero al hacerlo, ambos quedaron cara a cara, tan cerca que aun sin tener esa intención, le dio un pequeño beso a su hermana en los labios. En respuesta ella le sonrió y de manera burlona le dijo:

—Así que vuelves a tratar de robarme besos. No aprendiste nada pequeño pervertido.

Lynn se soltó rápidamente de Lincoln en un pequeño movimiento hacia abajo mientras usaba la fuerza de sus brazos para liberarse, pero Lincoln fue capaz de reaccionar rápidamente. Se irguió rápidamente tratando de ir hacia atrás para alejarse y ya que Lynn lo tomo de la camisa, ambos cayeron al charco. El peliblanco trato de sujetar a su hermana de la camisa, pero en el calor del momento, a Lynn no le importo despojarse de la misma al intentar separarse de su hermano. Lincoln solo pudo ver como Lynn dejaba expuesto su modesto sostén deportivo, el cual estaba más cerca de ser un corpiño de entrenamiento que un sostén, y atrapado en el estupor del momento, no reacciono a como ella dio un brinco directo hacia él para sujetarlo.

Con su brazo izquierdo, Lynn rodeo el cuello de su hermano menor y lo coloco debajo de su axila, quedando él un poco a su izquierda. Lincoln termino muy sorprendido, no porque Lynn le estuviera lastimando con aquello, era porque en aquella posición, el rostro del peliblanco quedaba bastante cerca al pecho de Lynn. Estaba en medio de una pelea amistosa con ella, pero ver aquello, y ahora estando tan cerca de sentirlo, le hacían perder un poco la compostura.

—¿Te gusta ese olor?— pregunto Lynn de manera burlona, mientras hacia un poco mas de fuerza para acercar mas a su hermano menor— Es el olor de la victoria.

—Solo puedo oler tus apestosas y sudadas axilas, Lynn.

—Lo sé, así es como huele la victoria, tonto.

Lincoln estiro su mano para tratar de hacer algunas cosquillas en el torso de su hermana y tratar de conseguir aflojar su agarre, lo cual consiguió, aunque no de la manera en que lo planeo. Su mano termino en el pecho de Lynn, y ante el forcejeo, termino por apretarlo un poco, haciendo que Lynn aflojara su agarre al mismo tiempo que soltaba un extraño y algo sensual quejido.

—¡Oye! Eso es trampa Stincoln.

Lincoln no respondió, en lugar de eso aprovecho la oportunidad para tratar de someter a Lynn, pero eso se torno difícil, verla de aquella forma y ahora también habiendo sentido aquel pequeño y suave monte. Pensó en que, quizá, el seguir con esa pelea tonta podría darle algunas oportunidades de explorar un poco más el cuerpo de su hermana mayor.

Pensar es algo que Lincoln hacia, y en general lo hacía muy bien, pero para su mal habito, es algo que hace de manera lenta y algo rebuscada, así que antes de tener alguna idea de que hacer, su hermana estaba ya sobre él. Lynn brinco directo a su cabeza, abrazándolo fuertemente y dejando a Lincoln respirar aquel embriagante perfume de su hermana, el cual en realidad era solo sudor y algo de lodo. Ante el peso de su hermana, Lincoln cayó al suelo por enésima vez y entonces Lynn decidió someterlo una vez más, ahora con un poco mas de histrionismo en ello.

En algún momento, y sin que el peliblanco se diera cuenta de cómo, termino con su cabeza envuelta entre las fuertes y torneadas piernas de su hermana mayor. Lincoln pudo haber disfrutado aquello de no ser porque su hermana puso sobre su cara la capucha de aquel pijama que vestía y con eso, comenzó a sentirse algo agobiado. Afortunadamente un poderoso grito resonó después del sonido de un portazo en la casa. Era un grito que la familia entera podía reconocer tanto por su tono como por su intención.

—¿¡Qué demonios está pasando aquí!?

Aquel grito hizo que todos voltearan en dirección a la casa, donde una de las hermanas mayores estaba de pie furiosa por lo que veía. Con su apariencia ruda y su guitarra aun colgando de su hombro, formando puños con sus manos y lanzando aquella mirada asesina que todas las hermanas menores sabían solo aparecía cuando Lincoln estaba siendo molestado.

—No es lo que parece Luna— respondió Lynn, algo preocupada por ser vista en aquella bochornosa situación junto a su hermano menor.

—Más te vale comenzar a darme una explicación Lynn.

Soltando a Lincoln de inmediato, Lynn se levanto de aquel charco y se puso en posición de Firme frente a su hermana mayor. Puede que Lynn sea la más fuerte y sin duda la más hábil de todas sus hermanas, pero Luna era por mucho la mas ruda de todas, lo suficiente para mantener intimidadas a sus hermanas menores.

—Solo estábamos jugando, no le estaba haciendo daño, te lo juro Luna, puedes preguntarle tu misma.

—Es verdad Luna, no te enojes, solo estábamos jugando.

Aquella asistencia por parte de Lincoln pareció realmente calmar mucho a la rockera, aunque no lo suficiente como para dejarlo pasar sin más.

—¿En serio? Y ¿puedo saber a que jugaban?

—¡Princesas, Dragones y Realeza!— grito Lola en respuesta.

—Oh. Ya veo— dijo Luna con algo de desenfado en su rostro—. ¿Desde cuándo Lynn juega con ustedes?

—Lincoln siempre me deja ganar porque sabe que no soy fuerte— respondió Lana—, así que esta vez queríamos ganarle en serio.

—Le pedimos ayuda a Lucy— continuo la princesa— y ella nos dio la idea de pedirle ayuda a Lynn.

—Si, es verdad que aunque Lincoln es un debilucho, ustedes son aun mas debiluchas— comento Luna ahora de manera risueña—, les falta mucho para poder ganarle a Linky.

—Por eso estábamos peleando, pero en forma de juego. No le hice nada malo, solo era un juego donde yo era un héroe y Lincoln un dragón.

—Ok. Eso suena correcto para mí. Quizá la próxima vez yo también juegue con ustedes.

—¿En serio?— pregunto Lola muy sorprendida y bastante ilusionada con lo que su hermana rockera decía.

—¡Claro! Yo seré la Reina Lagarto, seré la madre de Linky.

Lynn trago un poco de saliva ante eso. Sabía perfectamente que la intención de decir eso, era que Luna quería defender a Lincoln peleando en su lugar.

—Me gusta esa idea— afirmo Lola—, me hare con tu reino y voy a esclavizar a tu hijo.

Para Lincoln aquello fue un juego bastante alejado de lo que esperaba cuando Lola lo invito, en su mente todo sería como en las ocasiones anteriores. Incluso planeaba terminar todo rápidamente cuando Lola pidió reiteradamente que le rompieran el brazo, pero no espero ver a Lucy con las gemelas, y menos aun a Lynn. Aun así no se sentía en posición para quejarse, después de todo, al pelear con Lynn fue perfectamente capaz de manosearla un poco y también de verla sin su camisa deportiva. Interno en sus pensamientos Lincoln no prestó demasiada atención al resto de lo que sus hermanas decían, solo supo que aquel juego había terminado y ahora todos estaban entrando en casa para limpiarse todo el lodo que acumularon en aquellas peleas. Al menos ese era el caso de Lynn, Lana y Lincoln.

Aunque hizo el intento por cambiarlo, Lincoln consiguió el último turno para usar la ducha de la casa siendo que Lola obviamente tendría el primer turno debido a su imperativa forma de hacer las cosas. Y aunque ella no se ensucio en absoluto, aprovecharía la oportunidad para hacer que su gemela quedara limpia para variar.

Después fue el turno de Lynn, quien a base de intimidación consiguió tomar el segundo turno y la cual, a pesar de que en algún momento recibió un regaño de parte de Luna por ello, no volvió a ponerse su camisa deportiva de nuevo, anduvo por la casa únicamente con su sostén deportivo. Hace mucho tiempo que Lincoln dejo de pensar al respecto, cuando su hermana mayor inmediata hacia ese tipo de cosas era difícil saber la respuesta a porque lo hacía. Podría ser su actitud a veces masculina, podría ser que ella no veía a su hermano como un hombre, podría ser que no tenga ningún pudor, podrían ser tantas cosas y sus respuestas siempre tan insípidas, que Lincoln ya no se preguntaba al respecto. Simplemente mantenía su distancia para evitar accidentes.

Cuando al fin fue su turno, Lincoln no se metió a la ducha de inmediato. Aunque aun era bastante escuálido y también tenía una piel increíblemente blanca por culpa de su condición, lo cierto es que de vez en cuando le gustaba posar frente al espejo. Aun estaba en aquella etapa intermedia entre ser un niño y ser algo más que un niño, por lo que mostrarse haciendo estupideces era común aun.

Cual magnifico y esculpido Fisicoculturista, Lincoln poso frente al espejo del baño, tratando de marcar con cada pose, sus minúsculos y en realidad casi inexistentes músculos. Mientras lo hacía algunos pequeños pero audibles sonidos producía el chico, algunos gruñidos, otros quejidos, algún resoplido e incluso varios pujidos. Fue durante uno de estos últimos que Lincoln escucho a alguien llamar a la puerta del baño, asustándolo sobremanera por sentir que pudo ser descubierto haciendo aquella tontería.

Aquella quien llamaba era Leni, quien con algo de incomodidad pregunto a su hermano que hacia dentro del baño. La explicación del chico fue breve, y también falsa, pues aclaro estar solo haciendo sus necesidades fisiológicas básicas.

—¿Crees tardar mucho?— pregunto la rubia detrás de la puerta— Lori me llevara con ella al centro comercial y quiero bañarme antes.

—Pero, yo planeaba bañarme también— replico el peliblanco, ya estando cerca de la puerta.

—¿También iras al centro comercial, Lincoln?— pregunto la rubia algo confundida.

—Para nada Leni, es solo que estuve jugando con las gemelas en el jardín y termine bastante sucio.

—Oh. Ya veo. Pero no tengo mucho tiempo, Lincoln. ¿Podrías dejarme pasar primero para bañarme?

—No te preocupes, Leni, no voy a tardar mucho. Entrare a bañarme y saldré de inmediato. Sera casi como un Baño Ruso— Lincoln sonrió bastante ante aquella estupidez que soltó.

—Pero podrías enfermarte, Lincoln. En Rusia hace mucho frio.

—No, Leni, no es un baño en Rusia, es un baño Ruso.

—No lo entiendo, Lincoln. ¿Acaso hace frio dentro del baño?

—Leni, hablo de la rima. Un baño Ruso, con la cara limpia— el albino se abstuvo de continuar, no quería decir vulgaridades en frente de su hermana especial, por lo que solo cambio el tema—... olvídalo. No tardare mucho, Leni.

—Déjame pasar primero Linky, si me tardo en estar lista Lori me va a regañar primero.

—Leni, tuve que esperar a que Lynn y las gemelas se bañaran para tomar mi turno. Y sabes cuánto tarda Lola tomando un baño, especialmente cuando entran las gemelas juntas y empiezan a jugar.

—Por favor— replico la rubia, con un tono de suplica muy evidente en su voz y sonando tan enternecedora que Lincoln incluso pudo imaginarla del otro lado de la puerta usando aquellos ojos de cachorro que todas sus hermanas usan para chantajearlo emocionalmente.

Lincoln solo pudo limitarse a resoplar, mientras con calma iba a recoger todas las cosas que llevo al baño con la finalidad de asearse, siendo su toalla y un cambio ligero de ropa, pues hacía tiempo que no gustaba de salir del baño cubriendo su desnudes únicamente usando su toalla en dirección a su habitación, el pudor era mucho. También agradecía que todas sus hermanas mayores hicieran lo mismo, y aunque las menores aun carecían de ese pudor, ellas eran aun pequeñas por lo que Lincoln no tenía problemas en dejarlas ser descuidadas.

>>Si quieres podemos bañarnos juntos para terminar más rápido— repuso la rubia, con cierta emoción en su tono de voz—, hace mucho que no hacemos eso Linky. ¿Recuerdas cuando lo hacíamos casi siempre?

Lincoln se quedo paralizado ante lo que escucho, sus ojos estaban muy abiertos ante la sorpresa y un intenso rubor se dibujo en su rostro. Ciertamente recordaba aquellos momentos en los que en su niñez temprana, algunas de sus hermanas mayores entraban con él al baño para cuidarlo mientras lo aseaban, pero Lincoln era ya muy mayor para hacer algo así... ¿cierto?

Sacudió su cabeza con fuerza, tratando de sacar aquellos malos pensamientos de su mente, Leni era su hermana especial y no podía aprovecharse de ella, eso sería horrible de su parte. Ya era bastante con tomar aquellas fotos sin su consentimiento y aprovechándose de sus constantes descuidos.

Con tanta dignidad como pudo, Lincoln salió del baño dejando a su hermana usarlo, no sin antes haberse tomado un pequeño momento en silencio ahí dentro. Leni no le tomo importancia, pero para Lincoln aquel momento, aunque breve, fue de una verdadera intensidad y locura la cual no entendía cómo es que termino por cegarlo.

De regreso en su cuarto, Lincoln cerró su puerta usando el seguro, lleno de nerviosismo y con una enorme culpa en su mente, tanta que su respiración estaba totalmente entrecortada y sus manos habían terminado por quedar heladas. Tenía ya un tiempo haciendo cosas malas, en particular con Leni, pero quizá esta vez fue demasiado lejos. Si alguien, quien fuera de la familia, descubría aquello, estaría en muchos problemas. Lincoln temía el regaño y la posible reprimenda física que recibiría, pero le tenía más miedo a la vergüenza que sentiría.

Después de que su hermana propusiera bañarse junto a él, Lincoln salió de su estupor al momento en que una descabellada, muy loca y enferma idea cruzo por su mente. Algo parecido había rondado sus pensamientos con anterioridad, en aquella ocasión fue imaginándose que usaba los ductos de ventilación de la casa. Lincoln entraría en ellos y los recorrería hasta llegar al acceso del baño, para espiar desde ahí a alguna de sus hermanas, daba igual quien de ellas fuera, siempre y cuando fueran desde Lynn hasta Lori.

Por supuesto hacer aquello era imposible. Para empezar Lincoln no cabía por los pequeños ductos de la ventilación, y en segundo lugar, el acceso de la ventilación del baño, por lo que Lincoln había visto, no daba una buena vista para espiar a quien se estuviera bañando.

Pero esta vez no pensó igual, en su mano tenía algo que le permitía hacer lo mismo, pero de una forma un poco diferente y, quizá, mucho más discreta. Por costumbre, el peliblanco solía llevar su teléfono al baño para poner música mientras ocupaba aquel espacio. Eso podía ser al bañarse o al sentarse en el trono. Daba igual, el punto era no estar en silencio, ya que aquello le causaba algo de ansiedad al chico. Pero esta vez podría terminar usando su teléfono en el baño para algo más que solo escuchar música.

Apresurado dio una vuelta completa al baño con su mirada, tratando de encontrar una forma de hacer aquello, con cierta prisa pues sabía que Leni no tenía mucho tiempo, y sin mucha idea de cómo haría aquello. No había muchos lugares en los cuales posicionar su teléfono para grabar, sin mencionar que tampoco sería muy discreto aquello. Incluso alguien como Leni podría notar lo extraño de un teléfono en el baño.

—Leni— dijo el chico, abriendo la puerta del baño y mostrándose frente a su hermana mayor—... yo, pues... ¿te molesta si dejo mis cosas en el baño? Ya sabes, para que cuando salgas no tenga que llevarlas de nuevo— pregunto el peliblanco, con cierto nerviosismo, el cual no fue evidente gracias a su actuación medianamente decente de un chico normal.

Leni le dio una enorme sonrisa y le dijo con toda tranquilidad que no habría ningún problema. Fue entonces que Lincoln se dirigió a su habitación, mirando de manera discreta a su hermana entrar en el baño. Llevaba ya todas sus cosas personales para el aseo, por lo que Lincoln solo trago saliva de manera pesada. Aquello no le dio tiempo siquiera de arrepentirse, y si es que alguien descubría lo que hizo, no podría tener la cara para ver a su familia nunca más.

Sentado en su cama, Lincoln espero a que su hermana mayor saliera del baño, completamente nervioso, jugando con sus dedos mientras sus pies se turnaban para balancearse y levantarse de manera frenética.

"No debí hacer eso" pensó el chico.

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