Capitulo 02
Lincoln es la clase de chico que mientras duerme se mueve bastante, lo que significa que cambia su posición varias veces durante la noche, y para colmo es algo brusco mientras lo hace, por lo que dormir acompañado podía llegar a ser algo complicado, dependiendo de quién era la compañía.
En el caso de su hermana Lynn la situación era por así decirlo pareja, ella también se movía bastante mientras dormía y si llegaban a compartir cama simplemente se la pasarían empujándose el uno al otro y ocasionalmente dándose algún golpe suave. Eso no era problema porque tanto Lincoln como Lynn eran de sueño pesado y eso evitaba que despertaran en medio de aquella danza extraña que tenían las veces que compartían cama.
Lincoln sabia que Lynn se movía mucho en la cama simplemente porque el tenia también el habito de despertar en medio de la madrugada para ir al baño. Y al regresar, mientras trataba de conciliar el sueño nuevamente, debía pasar el martirio de sentir a Lynn revolcándose sobre la cama y empujándolo.
En el caso de Lucy el realmente no tenía mucha idea. Dormir con ella era mucho más esporádico, además de que ella dormía como piedra. Si la veía recostarse sobre su brazo derecho al dormir, sabía que a la mañana siguiente despertaría en esa posición. También podía asumir que su sueño era tan pesado como el de Lynn ya que jamás había recibido una queja de ella por dormir mal debido a lo revoltoso que era Lincoln al dormir. Incluso en sus visitas nocturnas al baño, jamás vio que el ruido que hacia al levantarse o al volverse a recostar molestara a su hermanita.
Esa noche era otro ejemplo de ello, Lincoln regresaba del baño y al entrar en su habitación, decidió esperar un poco antes de apagar la luz. Aun estaba algo modorro, pero al ver a su hermanita ahí, recostada boca arriba no pudo evitar tener algo de curiosidad. Hacía mucho tiempo que ella decidió usar en todo momento su cabello para cubrir sus ojos debido a lo peculiares que estos eran. Lincoln podía incluso considerarlos algo extraños y hasta un poco atemorizantes, pero pese a todo a Lincoln le gustaba como se veían, cosa que su hermana no compartía.
Se sentó sobre la cama, sin mucho cuidado ya que recordaba que Lucy tenía también un sueño pesado, y con una voz muy suave le pregunto si estaba despierta mientras se acercaba un poco a ella. Después de recibir un silencio como respuesta, Lincoln volvió a preguntar, esta vez en un tono más alto y acercando aun más su cara a la de ella. Otro silencio fue lo único que respondió a su pregunta, así que tomo la decisión.
Sabía que si hacia lo que tenía en mente estaría violando la privacidad de su hermana menor y en pocas palabras estaría abusando de su confianza, la confianza que le dio al escogerlo para compartir sueño ahora que Lynn la dejo sin cama. Pero Lincoln no pensó mucho en eso, le preocupaba mas hacer aquello por lo que se acerco a su hermana esa madrugada.
Primero debía confirmar que realmente estaba dormida y que de hecho no despertaría, por lo que usando el dedo índice de su mano derecha, suavemente le dio unos empujones en su hombro mientras decía su nombre. Naturalmente no hubo respuesta, por lo que Lincoln hizo lo mismo pero con un poco mas de fuerza y ahora usando su mano. Ahora estaba más confiado, aunque su respiración se había agitado un poco, de alguna manera sabía que si su hermana menor lo atrapaba haciendo aquello, seguramente se metería en problemas.
Tratando de mantener su pulso tan fino y bajo control como pudo, Lincoln llevo su mano hasta el borde de aquel velo negro que cubría la piel de su hermana menor, tomándolo suavemente por el borde y levantándolo solo lo justo para que su mano empezara a deslizarse por debajo del mismo. Su mano avanzo lentamente, levantando a su paso aquel velo oscuro, manteniéndose en todo momento alejado de la blanca piel de su hermana, esperando evitar que el contacto la despertase. Había un punto específico al que quería llegar antes de levantar el velo, dejando expuesto con ello aquella parte que Lincoln esperaba ver, completamente curioso y algo emocionado con ello debido a la forma tan particular en que lo hacía. Cuando llego a la altura correcta su mano se detuvo y comenzó a alzarse un poco, levantando más aquel velo, y dejando ver poco a poco más y más piel de su hermanita, aquella piel que ella tanto se esfuerza en ocultar. Cuando termino y aquello que deseaba ver estuvo al descubierto, Lincoln se decepciono bastante, aunque pensándolo bien era normal que ese fuera el resultado debido a la situación en la que estaba. Cuidadosamente volvió a acomodar el flequillo de su hermana sobre su rostro pensando en lo tonto que fue al hacer aquello, por mucho que quisiera ver los ojos de su hermana una vez más, intentarlo mientras dormía era una idea estúpida, después de todo tendría los ojos cerrados.
***
Cuidar de sus hermanas menores era una responsabilidad que Lincoln tenía, no era una impuesta ni tampoco una obligada, simplemente era algo que él sentía como correcto y por lo tanto lo hacía. No era tan complicado, para cuidar de ellas en general solo implicaba que pasara tiempo con ellas evitando que llevaran sus juegos demasiado lejos. Para Lincoln sin dudas las gemelas eran las que más retadoras le parecían en ese aspecto pues además de tener aquella constante competencia entre ellas, también solían llevar demasiado lejos sus ideas y sus travesuras. Afortunadamente esta no era una de esas ocasiones.
Sintiéndose un poco humillado al respecto, Lincoln termino de ponerse sobre su ropa aquel pijama con capucha, la cual tenía forma de dragón, un dragón de un rojo algo desgastado. Aun cuando le quedaba algo holgado, lo cierto es que tanto en las mangas de los brazos como de las piernas, la pijama le quedaba ya zancona, después de todo la habían comprado hace tiempo y el ya transitaba la pubertad, aunque sin mucho que dar a notar.
Así como esa, Lola tenía un guardarropa completo de pijamas parecidas, las cuales eran usadas como disfraces al momento de jugar con ella. Esa era la razón por la cual Lincoln bajaba las escaleras de casa con aquella curiosa vestimenta, encaminado al jardín lateral, cerca del árbol. Las gemelas querían jugar.
En el pasado era mucho más sencillo para Lincoln acceder a ese tipo de peticiones de las gemelas, pues Lola siempre lo elegía como príncipe y solo debía vestir una capa, una de sus tiaras de concurso a manera de corona y usar un tubo de toallas de cocina como espada. Pero para Lola su hermano mayor ya no era su príncipe blanco, ahora tenía a su príncipe azul, Lana, por lo que él debía jugar el que era el antiguo papel de Lana como la criatura que quiere robar a la princesa. El Dragón Rojo del Pantano.
Como una general, Lola comandaba a Lana desde su trono en aquel castillo improvisado con cajas de cartón y una silla cómoda de la casa en la cual se sentaba. Gritaba, pataleaba y, si es que Lincoln conseguía acercarse lo suficiente, también huía para no ser capturada. Mientras tanto Lana solo debía tratar de detener a Lincoln usando su espada y tratando de derribarlo cuando perseguía a Lola. Era un juego sencillo en general y podía mantener ocupadas y controladas a las gemelas. El solía dejarlas ganar siempre después de dar suficiente batalla como para cansarlas.
Al menos así lo era. Con Lana al frente, Lincoln intento ir hacia ella para derribarla y de un momento a otro salió volando por los aires, cayendo al suelo de forma dura y dando un quejido por culpa de ello. Pudo reconocer de inmediato que fue lo que paso, Lynn solía hacérselo de vez en cuando, era un Tai-Otoshi.
—¿Qué rayos fue eso Lana?— pregunto Lincoln, tratando de recuperar el aliento y lamentándose una vez más estar en el pasto húmedo y fangoso que la gemela mayor había preparado antes de jugar.
—¡Lo hice!— exclamo Lana casi a punto de grito, emocionada por haber sometido a su hermano mayor, pero no perdiendo el tiempo.
Lana se coloco junto a Lincoln, quien aun estaba en el suelo y lo tomo de la mano izquierda, extendiendo su brazo, enseguida se coloco de espalda sobre el pasto sin soltar el brazo de su hermano, usando sus piernas para aprisionarlo y su cuerpo como palanca para intentar forzar una hiperextensión en su codo. Lincoln estaba completamente sorprendido, la fuerza de la niña era insuficiente para lastimarlo, como mucho lo hacía sentir un poco incomodo con la postura, pero la técnica era bastante buena.
—¡Rómpele el brazo!— grito Lola al ver a su hermana mayor con ventaja— ¡Derrota al dragón!
—¿Dónde aprendiste eso?— pregunto Lincoln, verdaderamente intrigado por ello.
—Lynn me ha estado enseñando algunos movimientos— respondió Lana con una sonrisa orgullosa en su rostro—. Es genial ¿cierto? De esta forma no me ganaras jamás.
—¡Deja de hablar y rómpele el brazo!— grito la princesa, algo enojada y con una expresión algo maniática en su rostro.
—Se supone que solo estamos jugando— aclaro Lincoln.
—Da igual, Lisa puede arreglarte el brazo después.
A Lincoln no le gusto mucho la actitud de su pequeña hermanita rosa, por lo que pensó en regañarla, aunque antes de eso debía librarse de su pequeña hermanita azul. Y pensó que la mejor manera de empezar su regaño seria haciéndolas perder en su juego capturando a Lola.
Haciendo uso de su poca fuerza, pero aun superior a la de una niña pequeña, Lincoln logro flexionar su codo, zafándose del agarre de Lana, quien en medio de la confusión no pudo reaccionar a tiempo, dejando a su hermano tomarla en brazos para darle una pirueta que después la lanzaría al charco de lodo que se había formado debido a que Lana no cerro el flujo de la manguera después de humedecer el jardín.
Por supuesto Lincoln no lastimaría a su hermana menor, por lo que después de asustarla haciéndola volar por el aire, se encargo de sujetarla para que su caída al lodo fuera bastante ligera. Después de eso y aprovechando que el estaba también ya bastante sucio, se coloco sobre Lana y comenzó a llenarle la cara con lodo mientras le decía que no se detendría hasta que ella se rindiera. Lana ama jugar en lodo, pero de aquella forma tan opresiva su rendición llego rápidamente, dejando a Lincoln satisfecho.
Ellas aun eran pequeñas, solo la diferencia de tamaño le daba la ventaja a Lincoln y seguramente ellas lo olvidaron debido a que casi siempre las deja vencerlo. Tranquilamente se puso de pie y se encamino hacia el castillo, donde debería estar Lola para poder capturarla. Pero cuando volteo hacia ese lugar, Lola no estaba sola, a su siniestra y un poco detrás estaba alguien más.
—¡No creas que vas a ganar lagarto descolorido!— grito Lola, poniéndose de pie y apuntando de manera amenazante a su hermano con su índice derecho— Esta vez me prepare en caso de que vencieras a mi mas fuerte caballero. Una princesa siempre está preparada para cualquier cosa.
Lincoln se confundió un poco, no era común ver a Lucy jugar con ellos, especialmente usando aquel atuendo con una capa y un sombrero que pretendía ser el de una bruja.
—¿Lucy? ¿Cuándo llegaste?— pregunto Lincoln aun algo confundido.
—Ella siempre estuvo aquí— respondió Lola—, era mi carta de triunfo en caso de que algo así pasara. Lucy me lo advirtió, las batallas perdidas y heridas sanadas hacen más fuerte a los dragones.
"¿En serio?" se pregunto Lincoln "¿En que Lore dice eso? ¿Sera de algún juego de rol? Pensé que a Lucy ya no le interesaban esos."
—Oh! Valientes almas de guerreros antiguos, los cuales dieron forma a estas tierras y heredaron su fuerza vital para la prosperidad de este reino, acudan a mi llamado pidiendo ayuda para una de los suyos— recito Lucy, después de que Lola le diera una señal con la mano—. Aquella que heredo su destino y que posee su sangre está ahora en peligro fatal, hagan presencia desde el más allá y bendigan una vez más a sus descendientes brindándoles la fuerza...
—Demasiado largo Lucy, digo, Maga Oscura. Solo trae al héroe de vuelta para que venza al dragón.
—Chicas, necesito que me digan que está pasando— comento Lincoln, sin saber en qué momento su juego de princesas se había convertido en un juego de rol medieval— ¿recuerdan que aunque me dicen dragón soy una hydra? Mis escamas me hacen inmune a la magia de Lucy, sus ataques no van a servir de nada— continuo el peliblanco, recordando un poco el juego de rol que dejo incompleto hacía mucho tiempo junto a su hermana gótica.
—Lucy me lo había dicho— afirmo Lola.
—Por eso no vamos a atacarte con magia— continuo Lana, ahora de pie y acercándose a su gemela.
—¿Entonces?
—¡Vamos a hacer una invocación!— grito Lola.
—¿Invocación?— Lincoln ya no tenía idea de que estaba pasando, aunque tampoco le interesaba mucho en realidad.
—Vamos a ofrecer mi alma para traer al héroe del reino, el único que puede vencerte ahora que eres más fuerte que yo— dijo Lana, solo consiguiendo confundir más a Lincoln.
—Suspiro. Antiguos. Ofrenda. Alma. Caballero. Sacrificio. Lo que sea. Puedes venir ya Lynn. Suspiro.
Los ojos de Lincoln se abrieron al máximo cuando escucho aquello, y su sorpresa fue aún mayor cuando escucho un portazo desde la cocina de la casa. Era Lynn que salía al jardín vistiendo su típico traje deportivo y una máscara de luchador en su cabeza. Tenía la misma pose que la de un vaquero preparado para disparar.
—¡Lynn!— de nuevo Lola grito— ¡Ese no es el disfraz que te dije que usaras, se supone que eres un héroe que viene a rescatarme desde el cielo, no un luchador mexicano.
Lynn no hizo caso a la gemela rosa, simplemente dio un salto increíble en dirección a Lincoln.
—Es hora de jugar rudo Stincoln— al momento de decir eso Lynn dio un suave empujón a su hermano al mismo tiempo que le ponía el pie, haciéndolo caer sobre su trasero.
Lynn entonces se acerco a Lincoln y lo tomo de la mano izquierda, la levanto y la acerco a su pecho. Lincoln tuvo un pequeño espasmo ante eso, pudo sentir con mucha claridad el sostén deportivo que su hermana mayor usaba debajo de su ropa. Aquello lo tomo por sorpresa, pero no tanto como lo que sucedió después.
Acercándose aun más a Lincoln, la mayor quedo frente a él y usando movimientos gráciles levanto su pierna derecha y la hizo pasar sobre Lincoln mientras daba una pequeña vuelta sobre su eje para de esa forma poder envolver el brazo del peliblanco entre sus piernas. El chico abrió los ojos ante la sorpresa, de un momento a otro el trasero de su hermana estaba justo frente a él, tan cerca que casi podía saborearlo. Lamentablemente las sorpresas no le permitían reaccionar a tiempo.
En un movimiento rápido Lynn dejo el peso de su cuerpo caer hábilmente sobre el pasto y aprisionando el brazo de Lincoln al mismo tiempo que lo lastimaba. Era exactamente lo mismo que hizo Lana momentos antes, pero esta vez dolía muchísimo más y la fuerza del chico era insuficiente para defenderse. Nuevamente Lincoln fue sometido por una técnica de judo.
—¡Rómpele el brazo Lynn!— grito la princesa.
—Ya basta Lola— respondió Lincoln ante aquella actitud—, solo estamos jugando, nadie me va a romper el brazo.
—¿Estas seguro apestoso?— pregunto Lynn, aplicando más fuerza para arquear el brazo del chico, causándole un poco de dolor.
Lincoln soltó un pequeño quejido, pues aquello lo lastimo un poco, pero no tanto como para pensar que Lynn estaba hablando en serio. Era una chica ruda, pero no era una abusiva, conocía los límites entre el juego y el abuso. El dolor para Lincoln era mínimo, aun así, la sorpresa era mucha.
Aun bajo el yugo de aquel Ude-Hishigui-Juji-Gatame, Lincoln pudo voltear a ver en dirección a su hermana mayor, mala idea. En su vista estaban aquellas piernas torneadas por el ejercicio que en algunas ocasiones hacían mal pensar a Lincoln. No solo eso, la posición en la que estaban permitía a Lincoln ver un poco a través de la manga del short que usaba Lynn. Tal parece que a pesar de usar un sostén deportivo, Lynn usaba ropa interior normal bajo su short. El peliblanco estuvo tentado a darse por vencido para evitar aquella incómoda postura y el tenue dolor que la hiperextensión en su codo comenzaba a causarle, pero en ese punto la vista era muy buena y no solo eso. A la altura de su muñeca, Lincoln podía sentir la suavidad de dos pequeños montículos mientras que debajo de su codo notaba la presencia de un cálido valle.
"¿Qué demonios?" se pregunto el peliblanco, algo confundido "¿desde cuándo pelear con Lynn es tan... agradable?"
Utilizando la técnica que aprendió justamente de Lynn, Lincoln libero su cabeza usando su mano derecha como palanca y una vez que consiguió eso, flexiono su hombro para poder incorporarse un poco. Estando parcialmente sentado y con su brazo aprisionado, Lincoln pudo usar toda su fuerza para jalar su brazo, tratando de zafarlo de la misma forma en que alguien lo hace cuando saca algo debajo de la cama, esa era una de las miles de formas que Lynn le dijo podía liberarse de una llave como esas.
—No tan rápido apestoso— dijo Lynn, con mucha confianza en su voz— a penas empezamos a bailar, no me dejes a medio baile.
—Buena esa Lynn— grito Lana, quien ya estaba sentada en el pasto, al parecer muy entretenida con la pelea entre sus hermanos mayores.
Lincoln hizo lo que pudo para zafarse de Lynn, pero ella era más rápida y fuerte, por lo que a medio camino, Lynn cambio su agarre. Ahora medio brazo de Lincoln estaba entre las piernas de Lynn y sujeto con fuerza por sus manos. Era algo desesperado aquello, pues en esas condiciones Lynn no podía causarle daño a Lincoln para tratar de someterlo, únicamente podía entorpecer sus movimientos. Y vaya que estaba consiguiendo eso.
Ante aquel agarre Lincoln sintió un fuerte escalofrió recorrer su espalda, su muñeca izquierda, antes rodeada por dos suaves montículos de un tamaño modesto, ahora estaba en un cálido valle. Al voltear a ver, Lincoln quedo completamente rojo por eso, su mano estaba a muy escasos centímetros de la entrepierna de Lynn, y aunque eso no parecía molestar en lo absoluto a la chica, el peliblanco sentía que su corazón iba a mil por hora. Con el impulso de aquel escalofrió, Lincoln fue incluso capaz de ponerse de pie, teniendo a su hermana aun colgando de su brazo
—¿Cómo hiciste eso?— Pregunto Lynn, bastante sorprendida ante el despliegue de fuerza que su hermano mostro y sintiéndose confundida por estar colgando de cabeza— ¿Desde cuándo eres tan fuerte, apestoso?
—Lynn, creo que deberías soltarme— comento Lincoln, aun mas rojo que momentos atrás ya que al ponerse de pie, por comodidad su mano giro para acomodarse, teniendo ahora su palma prácticamente en la entrepierna de su hermana.
Ante lo dicho, Lynn se soltó y haciendo un gran alarde de su flexibilidad encorvo su cuerpo de una manera que quizá solo Lola podría imitar, se puso de pie y volvió a sujetar la mano de Lincoln.
—Rómpele el brazo de una vez Lynn— Lola no grito esta vez—, comienzo a aburrirme de esto. Derrota de una vez al dragón.
—No es un dragón ¿recuerdas?— la gemela fangosa se puso de pie.
—Claro que es un dragón, solo los dragones y brujas malvadas tratan de capturar a las princesas.
—Pero Lincoln dijo que era un hidrante— afirmo Lana, algo confundida.
—El dijo que era una Hydra. Suspiro.
—Oh. Y eso ¿Qué es?— pregunto Lana, acercándose aun mas a su gemela.
—Aun estas llena de lodo, no me ensucies la ropa. No te permito tocarme hasta que estés limpia.
—¿Nos bañamos juntas?
—Solo si me dejas hacerte un peinado cuando terminemos. Podría hacerte lucir casi tan bella como yo, somos gemelas después de todo.
—Mmm— Lana lo pensó por un par de segundos—... trato, pero que no sea nada exagerado, solo un peinado normal.
—Trato— respondió la gemela rosa, estrechando la mano de su hermana, quien la había extendido para sellar el acuerdo— ¡No! ¡Qué asco Lana! ¿Por qué demonios hiciste eso?
—Pero escupir en tu mano para estrecharla es la prueba máxima de que un acuerdo es legítimo. Trataba de ser seria con esto.
—¡No! Eso solo fue asqueroso— reclamo la princesa, limpiando la palma de su mano en el pasto del jardín—, por eso también usaras un vestido el resto del día.
—¡Hey! Eso no es justo, no era parte del trato.
—Tómalo o déjalo.
—No lo hare, no me conviene. Mejor me baño otro día.
—Como quieras, pero no esperes que comparta la cama con alguien sucia.
Lana hizo un pequeño puchero y cruzo sus brazos en señal de molestia, tal parece que su hermana menor le había ganado una vez más. Aunque no podía decirle que no de todas formas.
—Bien, tú ganas.
—Igual que siempre, nada nuevo.
—Parece que Lincoln va a perder— comento Lucy justo después de que Lola hiciera aquella mueca burlona.
—¡Rómpele el brazo Lynn!
—Para ya con eso— dijo Lana algo molesta.
—Tranquilízate, no le va a romper nada de todas formas. ¡Mata al dragón, Lynn!
—Es un hidrante.
—Es una hydra— comento la gótica con una voz algo más desenfadada de lo normal—... suspiro.
—¿Y cuál es la diferencia?— pregunto Lola algo indiferente a la respuesta que recibiría.
—Pues, las hydras son un tipo de dragón, creo.
—Lo ves Lana, yo tenía razón, Lincoln es un dragón.
—Si, un dragón que está recibiendo una paliza— menciono Lana, haciendo a su gemela voltear en dirección a donde se estaba dando la pelea. Parecía que a pesar de todo, Lincoln no tenia aun el nivel para enfrentarse a Lynn y salir airoso.
—¿¡Qué demonios está pasando aquí!?
Aquel grito hizo que todos voltearan en dirección a la casa, donde una de las hermanas mayores estaba de pie furiosa por lo que veía. Con su apariencia ruda y su guitarra aun colgando de su hombro, formando puños con sus manos y lanzando aquella mirada asesina que todas las hermanas menores sabían solo aparecía cuando Lincoln estaba siendo molestado.
—No es lo que parece Luna— respondió Lynn, algo preocupada por ser vista en aquella bochornosa situación junto a su hermano menor.
—Más te vale comenzar a darme una explicación Lynn.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top