Hermione Granger estaba acostumbrada a recibir cartas del Ministerio de Magia, pero la que sostenía en sus manos esa fría mañana de diciembre era diferente. El sobre, de un elegante pergamino, llevaba el sello de la familia Malfoy. Con el ceño fruncido, rompió el sello y desplegó la carta.

"Querida Srta. Granger,

Espero que esta carta le encuentre bien. Me dirijo a usted con una solicitud inusual. Durante las festividades navideñas, la Mansión Malfoy será el escenario de una investigación que requiere su experiencia y discreción. Un antiguo misterio familiar ha resurgido, y su ayuda es indispensable para resolverlo antes de que cause estragos en nuestra celebración.

Le ruego considere esta invitación para pasar la Navidad en nuestra residencia. Su presencia sería de gran ayuda y, personalmente, me complacería mucho contar con su asistencia.

Atentamente,
Draco Malfoy"

Hermione dejó escapar un suspiro. La idea de pasar la Navidad en la Mansión Malfoy era, cuanto menos, desconcertante. Sin embargo, la curiosidad y el sentido del deber prevalecieron. Sabía que no podía ignorar una solicitud de ayuda, especialmente si había una maldición involucrada.

Tampoco es que tuviera con quien pasar esa fecha, a sus treinta y cinco años, era considerada una mujer muy deseada por los magos y por otras brujas, era considerada una solterona. Suspiró, era mejor ir allí a pasar la navidad en la casa de los Weasley, debía estar más ruidosa que nunca con los muchos nietos de Molly Weasley y sabía que si iba alimentaria la idea de que podría ser algo más para Ronald Weasley. -¿Malfoy, Navidad, Maldiciones ¿Qué más podría hacer interesante esta fecha?

Dos días después, Hermione se encontraba frente a las imponentes puertas de la Mansión Malfoy qué estaba más adornada de lo que nunca pudo haber imaginado. La nieve caía suavemente, cubriendo el paisaje con un manto blanco. Respiró hondo y tocó la puerta con el aldabón de plata. Un elfo doméstico la recibió y la condujo a través de los pasillos decorados con elegancia.

Draco Malfoy la esperaba en el salón principal, junto a un majestuoso árbol de Navidad adornado con luces y esferas brillantes. Al verla, esbozó una sonrisa que parecía sincera, aunque un poco nerviosa.

¼Gracias por venir, Granger,-dijo Draco, extendiendo una mano. -Sé que esto es... inusual.

Hermione estrechó su mano, notando la calidez de su toque. -No hay problema, Malfoy. ¿Qué es exactamente lo que está pasando aquí?

Draco la guió hacia un sillón junto a la chimenea y comenzó a explicar. -Hace siglos, uno de mis antepasados lanzó un hechizo de protección sobre la mansión. Sin embargo, parece que algo ha despertado una antigua maldición vinculada a ese hechizo. Necesitamos descubrir cómo desactivarla antes de la medianoche de Navidad.

Hermione asintió, sintiendo una mezcla de emoción y preocupación. -Entonces, tenemos trabajo que hacer. ¿Por dónde empezamos?

Draco le entregó un antiguo libro de hechizos y un mapa de la mansión. -Aquí están los registros que hemos encontrado hasta ahora. Espero que juntos podamos resolver este misterio.

Mientras Hermione se sumergía en los textos antiguos, no pudo evitar notar la mirada de Draco sobre ella. Había algo diferente en él, algo que no había visto antes. Quizás, pensó, esta Navidad traería más sorpresas de las que esperaba.

Hermione deslizó los dedos por la cubierta gastada del antiguo libro de hechizos. Las páginas crujían bajo su tacto mientras las repasaba, buscando pistas que pudieran desentrañar el misterio. Las palabras, escritas en latín antiguo, eran complejas, pero no imposibles de entender para una bruja con su nivel de experiencia.

La calidez del fuego en la chimenea y el leve tintineo de las decoraciones navideñas creaban un ambiente contrastante con la urgencia de la situación. Draco permanecía en silencio a su lado, observando con atención cada reacción en el rostro de Hermione, como si intentara descifrar sus pensamientos.

-Aquí hay una referencia a la "Marca del Solsticio" -murmuró Hermione, señalando una ilustración de un símbolo circular rodeado de runas. Sus ojos se entrecerraron mientras trataba de recordar dónde había visto eso antes.

Draco se inclinó, su rostro a solo unos centímetros del de ella. -¿Qué significa? -preguntó con voz tensa.

Hermione alzó la vista y se encontró con sus ojos grises, llenos de una mezcla de preocupación y algo más difícil de definir. -Es un emblema que simboliza la conexión entre la magia protectora y las fuerzas antiguas que protegen las casas ancestrales. Pero según esta nota, si se despierta de manera incorrecta, la magia se retuerce y se convierte en una maldición.

-Entonces, si no lo desactivamos correctamente... -Draco dejó la frase en el aire, como si no quisiera pronunciar la posibilidad.

-... podría haber consecuencias irreversibles -completó Hermione, con un nudo formándose en su garganta.

Un silencio pesado cayó entre ellos, roto solo por el crujir de la leña en la chimenea. Hermione dejó el libro sobre la mesa y se levantó, paseando la mirada por la sala. Las sombras de la noche se alargaban, y la sensación de urgencia crecía. A lo lejos, una melodía suave se filtraba por los pasillos, un eco de villancicos mágicos que resonaban a través de la mansión.

-No podemos permitirnos errores -dijo Draco finalmente, rompiendo el silencio. Su voz, aunque firme, tenía un deje de vulnerabilidad que sorprendió a Hermione.

Ella asintió, acercándose a él. -Lo lograremos, Malfoy. Pero necesito acceso a cualquier información que tengas sobre tus antepasados. Los hechizos, las runas, cualquier detalle por insignificante que parezca.

Draco la miró fijamente por un momento, antes de apartar la vista y asentir. -Lo tendrás. Haré que uno de los elfos traiga los registros esta misma noche.

Mientras Draco salía de la sala, Hermione se permitió un momento para respirar hondo y mirar el árbol de Navidad centelleante. Había algo de esperanza en la luz de aquellas pequeñas esferas brillantes, una promesa de que, tal vez, esta Navidad podría ser diferente. Tal vez, en medio del peligro, encontraría algo más que respuestas. Encontraría un inicio.

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Estaba pesado en temas que no he escrito hasta ahora, me parece que no tengo un fanfic netamente navideño. Y menos de Dramione en una edad madura de 35 años. Espero lo disfruten y espero terminarlo antes de navidad o en navidad o más tardar año nuevo.

Probablemente este sea de los últimos fanfics Dramione que escribiré (junto a Prometida Sustituta) debido a que no tengo ideas nuevas.