tu eres el mal de este mundo
Ningún fallecimiento al que atendió se comparaba con el júbilo que para él era presentarse con ella.
Descansaba sobre las fuertes ramas del viejo roble, el frío de la brisa le empezó a molestar, por lo que se cubrió con su capucha,se encontraba en su perfecta cuna, cerrando sus ojos para aferrarse a las fantasías que proyectaba su mente con su alma gemela:
En realidad, la Muerte no sabía que Kitty era su alma gemela, pero le gustaba pensar en ella.
Había pasado la suave lluvia y el mundo se tornó húmedo, gris y lúgubre, aquel bosque ahora parecía ser sacado de alguna película y a ciencia cierta, este cambio estaba de la mano con el mal humor que traía la Muerte.
Sus orejas solo se concentraron en escuchar como Perrito jugaba entre pequeñas risas con las hojas mojadas sobre la pequeña rama en la que se encontraba. Abrió sus ojos una vez más y levantó su mano con la cual sostenía ese botón de oro, respiro profundo contra los pétalos de la flor, sintiendo toda la esencia de la gata bicolor impregnada en ella, claro que sí, ahí estaba. Si después de todo fue un regalo suyo para él.
Ocurrió un tranquilo viernes por la tarde en uno de los muchos encuentros que ese “ángel” y esa felina ladrona tuvieron. Gato iba a visitar a la familia y Kitty entonces decidió preparar una sorpresa para él. Ella salió de la casa y busco entre el suelo y arbustos las flores más coloridas, vivas y hermosas que hubieran y las arrancó cuidadosamente con una tijera para formar un ramo. Perrito muy emocionado por la idea la ayudó a poner el listón en el regalo y La Muerte ayudó a construir el ramo(por más envidia que le tuviera a Gato). Queriendo cooperar, el perro de terapia llegó a la felina con una muy diminuta flor amarilla la cual Kitty agradeció con ternura y una caricia sobre su cabecita pero cuando ella se dio la vuelta, se encontró con aquel aterrador lobo de ojos carmesí, ya que él en sus repentinos sentimientos, quiso traer una flor para ella y su regalo, mas la trajo en con todo y sus raíces arrancadas de la tierra.
Kitty no pudo hacer mas que reir de la ternura y tomar aquella flor entre sus manos, admirando lo tierna que se veía con todo y sus pétalos naranjas, por lo que cortó su raíz y la dejó sobre la cabeza del lobo, cosa que lo hizo sentirse indefenso y más cuando la escucho hablar.
-Prefiero regalarla, por ser el ángel más gentil y dulce que ha pisado la tierra.-Kitty afirmó, con tanta dulzura que yacía en ella.
y mientras Perrito se mantuvo escondido viendo a su amiga entregando ese ramo al español, la Muerte descanso su cuerpo sobre el fondo pasto, encantado con su flor, sabiendo que no había forma de escapar de Kitty y su amor.
“Oh Kitty” ella se quedó en él desde esa noche que se conocieron personalmente.
“Oh Kitty” ella estaba alterando sus nervios como una droga.
“Oh Kitty” ella era tan hermosa, La Muerte no tenia idea, pero sabia que el tonto que se enamorada de ella, iba a ocupar la ayuda de su antiguo rival:el cielo.
Kitty ahora estaba con su familia y por supuesto con su querido Gato, todo estaba de maravilla, no podían estar pasándola mejor..pero esa pequeña parte él le hacía mucha falta. Ya ningun robo, ni ninguna aventura dentro de ese bosque se podia comparar con el amor tan enorme que le tenia al lobo encapuchado de negro. Claro que compartía un fuerte afecto por Gato y estaba feliz de saber que él también sentía lo mismo…pero a su ángel sin alas nadie podría reemplazarlo.
¿Cuál era el problema? no lo sabía, tal vez estaba enamorada…accidentalmente enamorada.
El tiempo y la Muerte tenían una amistad para nada grata pero los últimos meses que había tenido con Kitty fueron tan bellos que nunca cayó en cuenta que ya estaba por pasar un año desde que ella lo conoció como su ángel guardián(aun cuando él detestaba ese apodo tan ridículo) y empezaron a verse mucho más seguido, Kitty estaba consciente de que él siempre estaba ahí, por lo que cuando ella estaba sola en casa o su familia de osos no se daba cuenta, ella iba por él, lo buscaba solo por querer tenerlo con ella, ya fuera como su amigo o como su guardián y ya fuese para matar el tiempo o para jugar con Perrito.
El Lobo blanco y el Gato bicolor con cada encuentro que tenían se sentían más pertenecidos al otro.
11 meses habían sucedido después de esa noche que salieron a pasear por primera vez pero tuvieron que separarse cuando los desesperados llamados de la familia de osos fueron a buscar a la gata. Él no tuvo más opción que guiarla en su camino a casa y despedirse de ella amistosamente. No obstante, cuando ya todos estaban sentados para cenar y Kitty fue quien sirvió los platos, sirvió un tazón extra con un poco de la sopa y también sirvió otro en una pequeña taza de té y los puso frente a la ventana de la cocina, llamando al nombre de Perrito y de su Ángel guardián, dejandoles la cena a ellos también.
Maldita sea, esa sopa estaba deliciosa.
El shinigami entonces volteo la cabeza hacia un lado para encontrarse con la casa de Ricitos de Oro y los tres osos a tan solo unos metros para encontrarse con lo que lo tenía tan abrumado.
Dulce Kitty, ahí fuera de la casa se divertía con Gato y los hermanos osos, moviendo sus cuerpos al ritmo de la música producida por un antiguo y oxidado tocadiscos, después de haberse quedado aburridos sobre los sillones de la sala esperando a que acabara la lluvia, Ricitos fue quien había iniciado la dinámica, usando su bastón decorado de cachivaches para impulsarse, mover sus brazos y hacer piruetas para llamar la atención de los otros tres, Kitty entretenida por como su “hermana“ movía sus caderas no evitó ir con ella para también ponerse a bailar y con ello bebé oso y Gato se unieron, se había formado toda una fiesta. Y el gato atigrado español no dudó en pedirle a la gata su mano, sostenerla firme de su cintura y hacerla moverse a su lado mientras la elevaba sobre el aire, guiándose en un elegante baile.
La Muerte se quedaba frío e inexpresivo siendo el espectador de lo que sucedía frente a la casa de los osos, pero muy en su interior, en lo más profundo de su cínica y sicaria alma…solo yacía violencia, envidia y odio, emociones impulsadas por la repugnante imagen que tenía de Kitty bailando con el felino con botas. No toleraba la idea de verlos juntos bailando y no ser él quien estuviera ahí, no cabía en su mente el pensamiento de que Gato pudiera hacerla feliz como él lo había hecho desde que mostró su cara frente a ella esa noche y no tenía ninguna relación con el maleficio que había dejado él caer sobre Kitty o por el rencor que le tenía al español.
La veía sonreír al ser sostenida por Gato, la veía abrazarlo cuando este buscaba lo mismo, la veía llamar a su nombre con alegría, se topaba con sus patitas entrelazarse.
Como deseaba la Muerte ser Gato.
Estaba tan confundido y al mismo tiempo asustado,fue de la noche la mañana, algo le estaba ocurriendo al lobo blanco, su cabeza ya no funcionaba de la misma forma, su forma de reaccionar y de sentirse tampoco era la misma, se encontraba saturado por una rara sensación que le indicaba de una amenaza hacia eso que considera suyo:el cariño de Kitty. No era ninguna malicia, solo quería estar con ella y que esas muestras de afecto se las pudiera dar solo a él, no a Gato. Que en su mente solo él estuviera, que nadie pudiera tomar su lugar.
Perrito no tardó en reconocer los extraños comportamientos de su jefe, no pudo evitar sus risas ese día que bajo su aliento maldijo al Gato con Botas y cogiéndolo desapercibido lo nombró por la palabra “celosito” con una burlona risa.
La Muerte ...¿estaba celoso?...¿estaba enfermo? ¿Esto era normal para él o era algo que solo los mortales sentían?.
No le gustaba lo que veía, cada que tenía la oportunidad de ver a Kitty con Gato, sentía las arcadas, sentía un rechazo que ni él mismo acababa de comprender, le daba verdadero miedo sentir como se le inflaba el pecho del repeluz de escucharla llamar al nombre del español, cada vez parecía que le estaba por dar un ataque fatídico al corazón…pero luego recordaba que él no podía sufrir de uno. Tan solo lo veía besarla en la mejilla y sentía que estaba por explotar de la ira. Adoraba Todo de Kitty, la adoraba de pies a cabeza…pero como odiaba a su enamorado.
“señorita mia” gruñia tal cual el lobo que era cada que soltaba su ridícula palabrería y se atrevía a sostener sus caderas ya estaba cansado de escucharlo decirle tales cursilerias. él no merecía ser su hombre ni su verdadero amor.
Le daba tanto miedo que ella lo dejara porque ese gato fresita con el ego más alto que el monte everest y que solo desperdiciaba sus vidas en gloria y aventuras rápidas con otras gatas. Ella merecía más que ello, merecía a un varón que la hiciera sentirse como una reina.
La Muerte no comprendía que le estaba sucediendo, este tipo de ira no era normal en él, jamás había sentido tanto asco al presenciar el amor. Era casi contra de su voluntad que se comportara así, como si fuera parte de su naturaleza, sentía tanto peligro cuando los veía juntos, sentía tanto odio cuando lo veía entregarle su cariño y sentía tanta tristeza cuando echaba de menos a Kitty. Sus ojos se agudizaron y su rostro se deformaba en una mueca, mientras sentía cómo se iba acumulando una terrible rabia en la parte trasera de su cabeza que le pedía a gritos patear a alguien.
Él es quien debería estar ahí con Kitty, no ese gato patético y arrogante que no se la merecía. No le gustaba la manera en la que Kitty lo veía, no le gustaba él como corresponde, no le gustaba como la tomaba de sus patitas…estaba empezando a creer que ella lo quería más a él de lo que alguna vez ella demostró quererlo. Le había robado toda esa atención
Estaba empezando a creer que nunca iba a ganar esa pelea contra la leyenda. ¿por qué siempre que se enfrentaba a ese minino siempre acababa siendo derrotado?.
Quería ser él, quería ser ese felino atigrado que ahora curvaba los labios para ella mientras bailaban juntos.
Pero luego recordaba que si cambiaban lugares, se habría perdido de todos esos lindos momentos que ahora llenaban su mente.
En los recuerdos más viejos, aún tenía en mente esa caminata en el campo de margaritas durante la tarde o esa caminata nocturna en el campo de dientes de león, donde Kitty y él empezaron a jugar tan cual un perro y un gatito mientras veían como las cipselas salían volando por los aires iluminandose como las estrellas gracias a la luz de la luna, ambas finalizaron con Kitty y su ángel guardián relajados sobre el suave suelo, presenciando el infinito y precioso cielo de septiembre.
y en sus recuerdos más nuevos, tenía lo que fue aquella madrugada que juntos treparon un árbol bañado en pétalos rosados hasta la rama más alta, donde tuvieron una vista maravillosa de todo aquel bosque y sentada a su lado Kitty no hizo más que abrazarlo y quedarse ahí junto a él, viendo como el cálido sol empezaba a subir por arriba del horizonte. El perrito se quedó ahí abajo del árbol, viendo como las dos sombras de la gata y el lobo cobraban vida al llegar la luz del nuevo día.
o aquella ocasión que Kitty se entretuvo persiguiendo un pajarito para intentar cazarlo, pero al no poder hacerlo, La Muerte subió a un árbol y agarro un pájaro el cual estaba sentado en su nido por el cuello y se lo entregó a la gata tal cual un regalo. Kitty no pudo evitar reír ante la ternura de ese lobo encapuchado.
Pero lo que todavia vivia gratis en su mente fue esa tarde de viernes, donde la familia de osos habia salido junta como siempre a cazar recompensas, buscando con vida a los fugitivos que se encontraban en aquellos papeles pegados a los arboles y negocios en la ciudad, por ell Kitty lo dejo entrar a la casa y lo dejo a él y a Perrito quedarse en su habitacion,donde Kitty al sentarlo sobre su cama, extrañamente saco un cepillo y se lo entrego a la Muerte, pidiendole ayuda para peinar y arreglar su negro pelaje.
El shinigami al escuchar semejante petición tan ridícula no pudo evitar hacer una mueca de desagrado y algo de histeria ¿de verdad le estaba pidiendo a él algo tan patético como cepillar su lindo pelaje bicolor? ¡Pues claro que lo iba a hacer!.
La tuvo sentada frente a él, el camino comenzó a silbar para mantener suave y tranquilo el ambiente, pasando con cuidado y dedicación ese cepillo por la espalda de ella, sintiendo como se estremecía y retorcía con lentitud mientras soltaba uno que otro ronroneo, de su espalda pasó luego a su cabeza y con cuidado de no lastimarla tomo su brazo y pasó el cepillo por ahí y luego con cuidado lo paso por sus patas traseras y su cola.
Cuando acabó Kitty no evitó soltar un “gracias”, y La Muerte con la mirada cabizbaja soltó un “de nada”
ahí fue donde Kitty ofreció cepillar su cabello también.
“¡ooooh Giro de trama!” exclamó Perrito, dando pequeños saltos emocionados.
La Muerte se quedó quietecito y no emite ni una palabra cuando sintió como Kitty se apegó a él y empezó a pasar esa inofensiva arma contra su blanco y gris pelaje,pasando por detrás de sus orejas y cerca de sus mejillas,sintiéndose tan indefenso y tímido, cad que Kitty se aferraba más a él, respiraba nervioso y una agradable llama de fuego empezó a darse lugar en cierta zona de su pecho, lo estaba quemando, pero la quemadura en vez de dolerle se sentía muy bien, las hebras de aquel cepillo eran muy suaves y la forma en la que Kitty lo usaba, lo hacía sentirse tocado por los pétalos de una rosa.
Estaba tan cerca de ella que podía morir de tanta ternura, que podía escuchar el lindo latido de su vico corazón que le traía tanta calma, que podía inundarse en su lindo aroma y perderse en sus ojos como siempre lo hacía.
Pero lo que más alterado lo tenía, era esa suave patita blanca la cual reposo debajo de su mentón, moviendo deliciosamente las puntas de sus dedos en el acto, acunando su mejilla tal cual a un bebe por las noches, era un esponjoso roce que a la Muerte le quemaba como fuego, aunque no era visible en su mente la huella de su pata quedó grabada como si fuera un tatuaje, esa suavidad que portaba ella en su patita lo ponía nervioso y ver como se deslizaba debajo su hocico lo provocaba a relamerse los labios y suspirar, sus ojos carmesí volteaban de golpe y se topaba con el rostro de Kitty, con aquella mirada cargada de belleza y adoración, con sus párpados aleteando como si fueran mariposas, se ahogaba en el brillante zafiro que tenía en su visión, su sonrisa le indicaba que todo estaba bien y el shinigami pudo darse cuenta de lo grueso y áspero que era su pelaje blanco a diferencia del pelaje tan delicado que portaba ella en su ser.
Esa sesión de cepillado tal solo duró minutos pero para la Muerte se sintió como una eternidad, una de la cual no se quería marchar.
Aun cuando se recostaba contra los árboles para descansar, podía sentir su patita acariciar su mentón, quemando y dejando un ardor del cual ningún mortal iba a poder ser capaz de soportar.
—ay, qué divertida se ve la fiesta que se están montando! .-Perrito exclamó desde su rama.- yo no sabía que Kitty podía bailar así, sus caderas no mienten.
—Si…quien fuera ese gato para también tenerla en sus brazos.-Comentó la Muerte mirando el espectáculo junto al pequeño can.
—desearía poder ir, si Kitty me hubiera avisado habría tenido el arroz con pollo y las tortillas.-Perrito admitió con felicidad.
—Tu ni cocinar sabes.-respondió el shinigami.
—si, pero podría ser un buen cocinero.
—La última vez que dijiste eso acabaste prendiendo fuego a un plato de cereal.
—ay pero tampoco fue para tanto.
—fue cereal ¿como diablos le prendes fuego a un plato de cereal?
—lo que sea, a lo que voy es que Kitty debería invitarnos para la próxima, así bailamos los tres juntos y hacemos una fiesta ¡juntos como amiguis!
—Si,si…-La Muerte recosto su cabeza sobre la rama otra vez y cerro sus parpados,sin enterarse de que la musica se habia desvanecido.-seria mejor asi…solo ella y yo, bailando felices…y sin ese idiota Gato entrometido.
Por primera vez, las palabras y sugerencias de Perrito eran música para los oídos del shinigami y alimento para sus raras fantasías. Una perfecta fantasía donde podía estar con su gata favorita y hacer todas las cosas que Gato hacía con ella, inconscientemente una sonrisa se curvo entre sus colmillos.
—¿che Gato, ya vas a decirle a Kitty que queres ser su pololo?.
—te soy sincero Ricitos, todavía no estoy seguro si de hacerlo.
—pero no jodas boludo, ya llevamos casi más de un año con todo esto.
—ya lo sé ¿cree que los días no lo he contado? la extraño más que a nadie en este mundo.
—¡¿Entonces qué mierda esperas?!
La tranquilidad de la Muerte se llevó a cabo en el momento que sus finos oídos captaron las palabras de la rubia de enormes rizos y del felino naranja atigrado ¿De que estaban hablando? La curiosidad lo hizo volver a levantar su mirada hacia donde ocurrió el baile. Kitty y bebé oso habían regresado a la casa y ahora solo estaban esos dos manteniendo una disputa.
—quiero asegurarme de que Kitty se sienta lo mismo y que de verdad quiera de mi corazón, no puedo forzarla.
—¿cómo así?
—He hecho todo lo que he podido para demostrarle lo mucho que la amo y cada visita aqui, se lo he hecho saber, es tan linda…como siempre lo ha sido, pero no puedo saber si realmente compartimos el mismo corazón…pero sé que tampoco puedo seguir asi, porque puede pasarle algo muy malo.
El lobo encapuchado se quedó en total silencio, prestando atención a lo que se decía, no pudo evitar arquear la ceja en señal de total confusión. decidió seguir escuchando para así descubrir de qué demonios estaban charlando.
—¿pero de qué estás hablando?.
—Estoy asustado’ Ricitos.
—¿asustado?... pero de quien? .-Ricitos exclamó con la ceja levantada.
—...-Gato quería responder pero en su lugar, bajo la cabeza pensativo.
—flaco, de que estas hablando?!.-reitero Ricitos, mas histerica que antes.
—¡de su maldición!, ¡de eso hablo!.
Bastaron esas palabras para que el shinigami sintiera como si una fina y diminuta daga se desliza por la superficie de su pecho para finalizar con esta estrellándose y rompiendo todo su interior hasta dejarlo vacío.
Por Dios…¿cómo pudo olvidarlo? si después de todo, la razón por la que Kitty estaba ahí, la razón por la que Kitty creía que él era su ángel guardián, la razón por la que ya no podía recordar nada, era por él mismo, por su infantil deseo de venganza contra la leyenda.
—si,todos sabemos de su maldición. Por si te falta la memoria, lo vimos todos con nuestros propios ojos.-Ricitos expresó ya algo fastidiada.-ese perro lo dejó muy claro, le rompes el corazón, se pincha el dedo con una aguja y pum, se quedó tiesa para toda la eternidad!
—¡ya lo se!...pero…que pasa y al final no importa cuanto lo hayamos intentado y no podamos salvar a Kitty…¿y si al final ese lobo estaba mintiendo? ¿qué pasa si aun cuando regresemos a estar juntos todo lo que él puso sobre ella siga en pie y acabé dormida para siempre?. Ricitos, si la pierdo, nunca me lo perdonaré.
—Gato, como podes decir que-
—La Muerte hizo esto para hacerme sufrir ¿de verdad creeis que me la iba a poner así de fácil?...Yo aun tengo esperanza de poder salvarla cuando podamos tener nuestro beso, pero no me podeis venir a decir que vos no has llegado a dudar de sus soluciones. Ese maldito asesino no se detuvo jamás conmigo, aun cuando cambien y deje toda mi arrogancia atrás ¿crees que nos va a tomar por tontos haciéndonos confiar torpemente en sus palabrerías?
La rubia quería discrepar fuertemente pero pronto las declaraciones del felino la pusieron a pensar y pronto los nervios la empezaron a comer viva, con sus dos brazos se abrazó a sí misma y llevó su cabeza hacia el suelo, procediendo a dar un fuerte suspiro. Ninguno se dio cuenta de que el shinigami y el perro de terapia estaban espiandolos para enterarse de la situación.
—...¿puedes tu asegurarse que La Muerte estaba diciendo la verdad todo este tiempo?.-preguntó Gato angustiado.
—...no…-Ricitos negó con su cabeza, ahora inquieta.-...no puedo..
El chihuahua hizo una leve mueca de confusión e inclinó su cabeza hacia la derecha, levantando una de sus orejitas. No caía en lo que decían esos dos.
—¿maldición? ¿Qué maldición? pero si no eres ni hechicero...-de pronto todo resonó en su pequeña mente inocente.-...aah ya me acordé, había olvidado por completo que habías puesto una maldición sobre Kitty que técnicamente la iba a matar cuando Gato le rompiera su corazón.-Perrito comentó sorprendido y luego soltó una divertida risa.-jeje…es raro considerando que ustedes son super amiguis ahorita ¿no crees, Muerte?...¿Muerte?.
La había maldecido…se había encariñado sin querer de la chica a la que había herido solo para cumplir su infantil y egoísta venganza contra la leyenda…¿cómo pudo olvidarlo?.
El enorme lobo encapuchado se mantuvo en su lugar, sin responder a los llamados de su ayudante, su figura quedó paralizada y sus ojos se perdieron en la argentina y el español, estos en su lugar reflejaban una sola cosa…una que él, en toda su existencia sobre la tierra de los vivos, nunca había experimentado.
era eso cuyo olor siempre le fascinó…Miedo.
—...ese imbécil ¿que tan desalmado puede ser como para condenarla a ella solo por sus berrinches? Kitty ha apreciado su vida como nadie que he conocido ¿tan desesperado está por hacerte sufrir a vos?.-vociferó la rubia, apretando sus puños.
—...¿por qué ella?...Kitty no merece nada de esto…-Gato confesó a lo bajo, el dolor se sentía en su voz.-él siempre ha estado ahí, ha estado viéndonos cada día ¿como no ha podido ver lo bella que es Kitty? él más que nadie sabría que Kitty merece más, hasta incluso más que yo.
Si lo sabia…lo sabia mas que nadie, siempre lo supo y a un sabiéndolo, se quedó esperando a que se lo dijeran.
—...¿que le puede importar a ese malparido?...si al final es él quien más va a gozar, porque si al final Kitty acaba dormida sobre una cama,él es quien vendrá a reclamar como su trofeo.
Ahí fue donde todo se rompió tal cual un cristal, sus pupilas rojas empezaron a temblar.
De pronto sus piernas y brazos se tensaron, y los dedos de sus enormes manos se ablandaron y comenzaron a sacudirse al cada milisegundo que se mantenía ahí, sus sentidos se volvieron agudos, lo que fuera que estuviera andando en su pecho y abdomen se había transformado en un violento bombardeo que se retorcía tal cual un ratón al ser mordido por una serpiente, le estaba doliendo mucho y le arrebataba la respiración, no se estaba dando cuenta pero incluso su pelaje se había levantado tal cual estática de una alfombra
De tanto temblar no pudo mantenerse más tiempo parado sobre aquella rama y resbalo de esta misma,cayendo al suelo de espalda, perdiendo su equilibrio al tocar el suelo, sus dos hachas crearon un fino choque de metal al caer sobre el duro pavimento de tierra,La Muerte se levantó con lentitud manteniendo su rostro perdido y sacudiendo sus brazos.
—¡Muerte! .-Perro espantado, miró desde su rama al shinigami.-¿estás bien? ¿qué ocurre?.
Pero La Muerte no replicó, su cuerpo siguió retorciéndose a subes que él se iba sintiendo muy mal, de él solo se escuchaba una fuerte y desesperada respiración que poco a poco se convirtió en un lloriqueo, las palabras de Ricitos no dejaban de resonar en su mente. el pequeño can al darse cuenta de lo que le estaba sucediendo a su líder, decidió saltar de la rama e ir por él.
Sus ojos miraron sus hachas tiradas a su lado.
—¿te duele algo? .-pregunto Perrito muy angustiado, pero seguía sin obtener respuesta.
—No…no…-La Muerte empezó a negar con su cabeza.-¡No,no,no, no, no!
Huyó corriendo del lugar a toda velocidad, no levantó siquiera sus armas.
—¡Muerte,espera! .-Perrito grito al verlo partir, entre su hocico sostuvo sus dos hachas y se apuró en seguirlo.
No le tomó mucho tiempo perderlo de vista, tan solo tres parpadeos y el lobo encapuchado ya había desaparecido, por lo que ahí entró su nariz de can para ayudarle a rastrear su olor. Cada paso que daba lo adentraba en lo más profundo de ese gótico bosque, cada vez había más árboles muertos y más nubes que privan al mundo de encontrar la luz del sol. Sus ojitos turquesa siguieron buscando en cada rincón, hasta que finalmente, Perrito lo localizó.
El encapuchado estaba tirado en el suelo sobre sus rodillas junto a un gran y alto árbol de pinos, la cabeza hundida entre sus hombros, se podía aún escuchar como respiraba con desesperación y miedo, cada segundo más rápido que el anterior y se rasguñaba violentamente la piel los brazos con sus afiladas garras.
—¡Muerte! .-Perrito corrió hacia él y agacho su cabeza para verlo a la cara, cara que le dejaba en claro que estaba sufriendo mucho.-Muerte ¿que pasa?.
Su vista estaba tan borrosa y su audición tan difuminada, no reaccionaba a las palabras de su ayudante, todo ese mundo había perdido valor en tan solo cuestión de segundos, el shinigami podría sentir algo retumbar dolorosamente contra su pecho mientras su cuerpo se seguía sacudiendo, La Muerte se llevó sus manos a donde debería estar su corazón para así volver a encajarse sus garras, arrugando su cara con mucho dolor una vez dejase las heridas frescas.
No parecía acabar nunca, no parecía reaccionar ni mucho menos salir de ese estado de pánico tan fatal. Perrito solo jadeo angustiado mientras bajaba sus orejitas, miró a su alrededor, no había nadie que pudiera ayudarlos. Así que el pequeño, en toda su inocencia, solo hizo lo que él sabía hacer.
Se sentó frente al shinigami y cerró sus ojos, inclinando su frente para así pegarla contra la del lobo que enseguida reaccionó ante esa muestra de afecto entre todo su pánico y con su temblorosa mano sostuvo a Perrito de su cabeza para mantenerlo cerca suyo en aquella unión, con tan solo el pasar de unos segundos, la Muerte sintió como la paz regresaba a él y su cuerpo se adormecia, esa apurada respiración cobró su ritmo y ese dolor dejo de acuchillarlo. El chihuahua abrió sus ojos con cuidado para verlo y toparse con esos orbes carmesí entrecerrados y encontrarse con una Muerte serena que ahora acariciaba su frente con su pulgar.
—Gracias…Perrito…-dijo el shinigami con un hilo de aliento.
Enseguida recuperó la postura y su cuerpo cayó tendido contra aquel árbol a su lado cerrando sus ojos, de sus labios salió un suave y casi inaudible sollozar.
—Muerte ¿estás bien? .-Perrito cuestiono, dando unos cuantos pasos para estar más cerca suyo.-...¿ocurre algo?.
—...Perrito…-habló la Muerte con debilidad, perdiendo su mirada en el gris cielo.-es…estoy arrepentido…
—¿pero arrepentido de que? .-volvió a preguntar el pequeño can.
—de lo que le he hecho a Kitty…-expresó aún con dolor.
Perrito parpadeo sorprendido:
—¿Hablas de la maldición?.
La Muerte asintió entre suaves exhalaciones.
—todo esto es culpa mía…estaba tan hambriento de venganza y de hacer sufrir a Gato que estuve dispuesto a hacer hasta lo imposible para tenerlo agonizante a mis pies,incluso si eso significaba lastimar a quien menos lo merecía. Yo no tenía nada de interés en esa gata, no me importaba que le sucediera con tal de que la maldición se cumpliera…pero cuando agarre el chance de verla, de verla vivir su vida…de yo mismo interactuar con ella, olvide por completo de todo eso…y ahora…
—¿Y ahora qué?...
—Y ahora, ella me importa más que nadie, incluso cuando tengo que desaparecer para encargarme de otras vidas desperdiciadas, no dejo de pensar en ella y en lo feliz que soy cuando me habla, cuando descansa a mi lado, cuando me cuenta de sus robos y como su patita descansa sobre mi mentón cuando cepilla mi pelaje…-confesó llevando su mano a la zona ya mencionada.
—bueno,cuando conoces a alguien por primera vez en realidad estás conociendo sus representativas y no quien es en realidad.-Perrito expresó tratando de sonar comprensivo.-y parece que esa es tu situación, juzgaste mal un libro por su portada pero a cambio aprendiste tu lección y te ganaste a una gran gatita compañera.
—si, pero gracias a mi error, Kitty probablemente salga lastimada y no podre protegerla entonces…-suspiro La Muerte, desviando su mirada hacia un lado, queriendo ocultar su terrible pena.-...y tendre que ser yo quien la vea sobre su cama dormida…lista para llevarme su vida...no habrá dolor en esta tierra que se compare con eso.
—...si ¿tu eres quien arrebata las vidas no?.
—si…pero solo a eso, no tengo permitido entrar a la otra vida. No la volveré a ver jamás.-El shinigami expresó,viendo una pequeña flor sobre el suelo siendo removida por el frío ambiente.-tengo…tengo miedo…
—Está bien tener miedo, Muerte…-Perrito le dijo con una suave sonrisa.-sentir es humano.
—¡No! ¡no para mi!.-De la nada el mayor se mostró histérico.-Yo soy la Muerte, yo no siento como los mortales ¡yo soy quien da miedo! ¡todos lloran cuando me ven presente!.
—¿pero a qué le tienes miedo exactamente?...-Perrito bajo su cabeza pensativo antes de soltar otra palabra.-¿tiene algo que ver con Gato?.
—¿que? no,no…ya no me interesa esa bola de pelos.
—espera…¿acaso tienes miedo de que Gato pueda romper la maldición?.
Si, en efecto eso le daba miedo. Pero no era motivo por el cual se sentía mortificado.
—Claro que no…
—oh, okay…-Perrito respondió.-de todas maneras no hay de qué preocuparse...porque eso solo se rompe con el amor verdadero y ambos sabemos que ese no es Gato.
el lobo que antes estaba distraído con la flor, arqueo la ceja confuso al escuchar esas palabras dichas por su ayudante y regresó a verlo, aun sin tener ni idea.
—¿pero qué tonterías estás diciendo? .-dijo la Muerte volteando su cabeza de lado.
—ya no tienes que hacerte el tonto, Muerte.-Perrito dijo con un rostro divertido.-esta mas claro que el agua.
—¿qué cosa? .-preguntó el lobo mientras su impaciencia crecía.
El perro soltó una diminuta carcajada.
—Pues ya sabes…el hecho de que estas enamorado de Kitty…
La palabra “sorpresa” no era l indicada para describir el desastre comunal que se había dado a cabo en las neuronas de su mente, esas 8 palabras para que el funcional cerebro que portaba Muerte se desconectara de la realidad y quedará en blanco con sus ojos tan abiertos como la tapita de una botella, tardó varios segundos en demostrar una respuesta coherente, puesto que aún se había quedado en la parte analisis.
—¿QUE? ¡Claro que no! .-casi gritando, el shinigami pegó un brinco.
—o sea duh, es super obvio que estas enamorado de ella…y por lo que puedo ver Kitty también lo está de ti.-Perrito replicó.
—no me saques de las casillas, animal ¿yo enamorado? ¿de donde sacas semejantes idioteces?.-la Muerte volvió a negar, mas histerico que antes.-se que no eres el más inteligente por aca pero tampoco creí que eras así de decerebrado.
—Muerte. Deja de negarlo.
—No. TU deja de confirmarlo. ¡No estoy enamorado de Kitty! ¿de donde sacas todo esto?.
—Se que no he tenido familias buenas pero he estado lo suficientemente cerca de las personas como para saber cómo actúan los enamorados.-puso su pequeña patita sobre la pierna de su líder.-y todo eso ahora lo veo en ti y en Kitty.
—p-pero…
—Esas sonrisas que ponen cada que se encuentran, esa felicidad que demuestran cada que estan juntos, ese brillo en sus ojos.-Perrito ejemplificaba tal cual una musa declaraba sus poemas, con admiración y maravilla.-...esas nerviosas risas, esos temblores que hay en sus patas cuando estar muy cerca del otro, la manera en la que tomas de su mano, la manera en la que ella se aferra a ti cuando ven el atardecer, como ella sostiene tu rostro y como tu la sostienes a ella, como ella te bromea y tu le coqueteas de vuelta, como suspiras cada que hablas de ella.-el pequeño can se acercó más a su rostro.-Ese deseo en tus ojos de estar ahí cuando algún varón aparte de ti está a su lado. Todas esas cosas son las que los enamorados dejan ver cuando se vuelven un enamorado.
—No…no, estas demente…Kitty jamas podra amarme, no si se entera de lo que le hice.-confirmo la Muerte, aquello ultimo le provocaba tanta tristeza.
—El amor no es aleatorio, ustedes están elegidos para este. Puedo verlo en tus ojos y en los de ella…solo amor se tienen, un amor que espera a florecer como un jardín lo hace.
—¡¿Pero cómo?! si yo soy un lobo, y peor aún,Soy la Muerte misma, mientras que Kitty es una gata que encima es una mortal ¿Cómo podríamos estar juntos? Va en contra de la naturaleza. Además deja de decir tonterías, no siento nada por ella.
—Pues para ser la Muerte eres muy olvidadizo. Porque dices que no puedes estar con ella porque son muy diferentes pero te recuerdo que…¡HAY UN BURRO QUE TUVO HIJOS CON UN DRAGÓN, MUERTE, UN DRAGÓN!.
—...-La Muerte parpadeo, guardando silencio.-Bueno, esa información no la necesitaba. Ahora, recuérdame otra vez por qué mierdas te tengo conmigo.
—oigan, ustedes dos sabuesos.-esa femenina y rebelde voz fue una armonía para La Muerte.
Cuando el dúo de caninos levantó su cabeza, ahí frente a ellos se encontraba Kitty Patitas Suaves con sus manos cargando lo que parecía ser una tarta, recién estaba llegando.
—¿ya terminaron de perseguirse la cola y ladrarle al viento? .-dijo la gata bicolor entre suaves risas.-¿o será que vinieron a enterrar su hueso favorito?.
El lobo blanco no pudo hacer más que sonreír y levantarse de su lugar, no evitando soltar una carcajada por los comentarios que había hecho.
—como perro debo decir que esos son estereotipos muy ofensivos los que andas exclamando, Patitas Suaves.-La Muerte arqueo la ceja con orgullo.
La expresión en su cara era un deleite para la contraria,quien tapó su boca con su patita blanca tratando de reprimir sus risitas burlonas.
—oh perdón no quise ofender, señor lobo ¿que vas a hacer? ¿me sazonaras y harás gata a la parrilla? .-Kitty respondió fingiendo demencia,mientras levantaba sus brazos en señal de rendición.
—si fuera un canino primate lo haría, pero no lo soy y no tengo hambre. Aparte, estoy seguro de que sabrías horrible.-El shinigami dijo con ese mismo tono burlón que cargaba Kitty,acercándose más a ella.-¿que haces aqui? pensé que estabas con Gato y tu familia.
—Gato se fue hace ratito y todos en casa dijeron que se tomaron una siesta de osos, así que aproveché para escaparme y pasar el rato contigo.-Kitty explicó y mostró aquella bandeja con un rostro gentil.-¿gustan? es tarta de moras, de hace una semana. Quería traerles de la que hizo Mamá Osa esta mañana pero esa es de chocolate y por lo que ustedes no pueden comer eso.
—a mí sí me gusta el chocolate aunque luego el estómago se me pone delicadito.-Perrito comentó.
La Muerte aceptó aquella bandeja, esos milisegundos donde sus manos chocaron con las suaves de Kitty le produjeron un cosquilleo.
—No quiero darle demasiado crédito, pero esa si la preparé yo.-La felina de ojos zafiro expresó con algo de vanidad, levantando sus hombros.
—Entonces, tengo ante mis ojos a posiblemente la mejor tarta que he probado.-La Muerte le expresó su admiración por Dulce Kitty.-Estas patitas que tienes son una bendición.
(...)
Quieto estaba ese gran lago de cristal que en su reflejo proyectaba al gran sauce llorón donde se recostaban la gata bicolor y su “Ángel guardián”, el mal clima se había ido y ahora el cielo se tornó en un cálido naranja con manchas rojo oscuro. El perrito estaba frente al lago, muy entretenido haciendo muecas y golpeando el agua con su pata para así crear pequeñas ondas. Cerca de este, La Muerte estaba sentado junto a la gata, quien con mucha gracia se dedicó a contarle una historia sobre su robo más reciente.
—me quede dentro del cofre en lo que tardaba el wey a abrirlo,así que fue como un jack en la caja, solo que en vez de toparse con un payaso, se topó conmigo y mis poderosas botas tacón.-La felina bicolor dijo elegantemente, consigo levantando sus piernas al aire para mostrar su fino calzado.
—no me quiero imaginar como le pudo decir al doctor la historia de cómo se rompió su nariz y perdió un diente.-El lobo blanco respondió.
—Es mi técnica favorita cuando se trata de tesoros en cajas. Nunca falla.-Kitty aseguro coqueta.-y luego de eso se vino el robo más patético que he hecho en mi vida.
—¿cual?.
—le robe una moneda a bebé oso mientras dormía, una que siempre guarda en su ombligo.
—Eres tan cleptomana, Patitas Suaves.
—es parte de mi, así fue como hice para sobrevivir cuando las personas que decían quererme me arrancaron las garras y me maltrataron.-Kitty comentó, perdiendo su vista sobre el lago y encontrándose con su borroso reflejo.-No fue hasta que encontré amor y compañía en Gato y a la familia de Ricitos y pude sentir que aún tenía a alguien en quien confiar.
—¿alguien en quien poder confiar? .-La Muerte volteo a verla con intriga, solo la vio suspirar.
—en toda mi vida, jamas he tenido eso.-Kitty se abrazó a sí misma, bajando sus orejas al darle una repasada a su triste vida desde que fue una gatita bebé.-porque cada que bajaba la guardia me traicionaban y aun cuando alguien nuevo aparece, con el tiempo yo me volvía suave y tomaba la elección de abrir mi corazón,solo para que la historia se repitiera…pero luego ellos llegaron y todo eso que alguna vez desee se quedó para siempre.
—no ocupabas magia para tener lo que siempre querías.-dijo La Muerte.
—¡como yo!.-Perrito dijo felizmente.-yo tampoco ocupe de magia para salvarme de morir ahogado en un rio, solo a un enorme lobo vestido de negro..aunque tal vez la magia era una opcion mas viable...pude usarla para convertirme en pez y asi volverme Pescadito el pez de terapia.
Kitty y Lobo se divirtieron divertidos ante el comentario del chihuahua, recargándose tranquilos contra el sauce llorón.
—y no tengo más que decir…mi vida ha sido una normal de aventuras y viviendo al borde de la ley, no habían novedades…-Kitty entonces miró al lobo con una cálida sonrisa.-y luego te conoci a ti. Aunque no sepa que seas, un ángel, un hada…incluso si cupiera la posibilidad de que en realidad seas un diablo.-río a lo bajo.-Has sido no solo como mi guardia, sino que también alguien muy importante para mí, mentiría si te dijera que no te he desarrollado un fuerte afecto. De hecho…Gato me dijo que muy pronto él planea llevarse con él a la ciudad, donde nos quedaremos juntos y buscaremos nuevas aventuras hasta más allá del mar y…se que estaría tan triste si tu no te vuelves parte de eso.
La Muerte levantó sus orejas sorprendido y una pequeña sonrisa de sinceridad se dibujó en su hocico, su cola al mismo tiempo se empezó a sacudir de lado a lado y quedo atento a todas aquellas dulzuras que soltaba Kitty con sus lindos labios pero entre mas avanzo y llego a sus planes con el español atigrado, la pena y la culpa lo regreso a invadir arrebatándole esa sonrisa y perdiendo su vista al lago. Kitty al terminar lo vio, alarmada.
—¿qué pasa? .-preguntó Kitty a lo bajo,tomando con cuidado su pata.
—...las orejas del canino blanco bajaron con mucha tristeza.
—¿dije algo malo? .-Kitty se acercó más a él, la angustia no tardó en mostrarse.
—...Kitty…yo…-suspiro rendido la Muerte, apretando sus puños con ansiedad-...yo…tengo que decirte algo muy importante…
—dime…-Kitty respondió sintiendo una leve inseguridad recorrer por su espalda.
Perrito se habia distraido con un saltamontes yendo al otro lado del lago al perseguirlo, eso les daba la soledad y privacidad necesaria para decirle a la gata lo que fuera que tuviera que confesar, en aquellos segundos de silencio se fue preparando mentalmente para lo que fuera a pasar después de ello, inclusive si eso incluía perderla para siempre.
—Kitty…hay…-respiro profundo.-Hay un gran mal en este mundo,uno del que temo que no podré protegerte.
—Hey, no tienes porque temer por mi, yo soy bastante fuerte y sé valerme por mi misma, aprecio mucho todo lo que has hecho para protegerme, pero no te preocupes por mi si en algún momento ya no puedas hacerlo. Puedo patearle el trasero a cualquier tarado que se me cruce.-Kitty le dio un pequeño puñetazo sobre su enorme y fuerte brazo, ella parecía estar guardando la calma ante la situación.
—Si, yo lo sé, eres muy hábil…pero…Kitty…yo…emm…
La Muerte empezó a estirar sus piernas y a jugar torpemente sus pies al igual que sus manos,desvió su mirada muy nervioso y triste, parecía que en cualquier momento iba a romper a llorar.
—S-se que tu…se que dices que soy tu ángel guardián…y que yo he sido esa sombra que te ha seguido y resguardado del mal desde que tienes memoria…pero, no puedo decir lo mismo…-decía La Muerte con un tono tan suave que hasta Kitty se mantuvo en silencio y dándole total atención, porque supo que era muy importante para él.-se supone que un ángel guardián ama y se dedica a cuidar a su mortal como una promesa forjada por el amor pero…yo no lo hacia, t-te detestaba, no me agradabas. Creía que no valias la pena y…veía el velar por ti como una obligación…yo podía jurar que no te quería y pensé que así sería siempre, hasta que empecé a verte vivir tu vida, empecé a darme cuenta de la mujer tan hermosa e inteligente que eres y envidie cada parte de ti…cometi un error…-La Muerte levantó su mirada hacia Kitty, una carita llena de pena y culpa.-como lo siento,Kitty…
—esta bien…-Kitty respondió suavemente, sin quitar esa cálida sonrisa.
—¡no, no! Fue egoísmo! .-replicó La Muerte, con un claro tono de auto odio.
—está bien.-Repitió Kitty, mostrandose aun tranquila.
—Tu siendo una gata tan maravillosa que merece ser amada.-El lobo decía con cierta histeria.
—¡basta!
—y yo creyendo que estabas mejor muer-
—¡Lobo, te dije que está bien! .-Kitty lo detuvo finalmente, agarrándolo de sus hombros y mirándolo con serenidad. Cuando logró calmarlo, ella se apartó y se acercó al árbol, para enseguida exclamar sin preocupación.-yo ya lo sabia.
—ah…¿espera que? .-el shinigami reaccionó estupefacto y la vio subir aquel árbol.-¿que dices? ¡¿cómo que ya lo sabías?!.
—¿crees que olvide ese dia que me empezaste a gruñir como un sarnoso cuando fui a recoger nueces?.-Kitty apareció sobre una rama detrás suyo.-Yo tenía en ese tiempo esperanza de que cambiaras tu forma de verme, pero sabía que no podía competir con tu verdadero y único amor.
—¡¿quien!?.-La Muerte cuestionó con frustración,no tuvo tiempo de reaccionar a Kitty y sus rápidas patitas las cuales agarraron su capucha y la levantó, tapándole la vista.
—¡tu mismo! “un ser que va más allá de la mortalidad " .-Kitty vociferó elegamente.-no quería presentarme frente a él…
Gruño al ser privado de su vista, pero enseguida esa tela negra sobre su cabeza se fue apartando, encontrandose con esa vista…esa maldita vista de color zafiro.
—pero…tú no pareces ser el mismo tipo…-Admitió Kitty, antes de subir otra vez sobre aquel árbol.
el shinigami la vio subir, no haciéndose esperar para también dar un salto y encontrarse entre las ramas, jugando una vez más.
(...)
Kitty no pudo dormir bien esa noche, ni tampoco pudo conciliar el sueño en la madrugada, su mente estaba muy concentrada en algo particular:una decisión.
La decisión que cambiaría el curso de su vida para siempre. Se dio la vuelta, se acostó de espalda, se levantó, se sentó al pie de su cama, se levantó para ir a la cocina por un trago de leche, se restregaba el rostro y aun sus pensamientos y conflictos no parecían irse. La estaba consumiendo tal cual aguas claras, Eso la frustraba tanto, porque tenía que analizar todos los futuros escenarios y consecuencias que traería esta decisión pero muy en el fondo Kitty sabía que era lo que quería y cuando lo quería. Así que en el momento que el cielo de la madrugada cobró color, ella se llenó de valor , sonrió y dijo sí.
La Gata bicolor había tomado la decisión de quedarse en el bosque y pedirle a su amado y precioso ángel guardián que aceptara una vida junto a ella y Perrito.
Se escaparía de la casa de los osos y emprendería su propio camino, buscaría un lugar donde quedarse y empezaría desde cero, buscando nuevas aventuras y encontrándose con nuevas oportunidades, ir por los pueblos que jamas conocio, navegar las alla del mar, visitar los reinos más famosos y ejecutar nuevos robos. Sería simplemente perfecto.
Ya no podía seguir negando lo que era muy claro:
Ella pertenecía a ese Lobo.
El lobo pertenecía a ella en su puro corazón.
el día paso tranquilo, Kitty no dijo nada en el desayuno ni en el almuerzo pero la familia de osos y la misma Ricitos no tardaron en notar que Kitty se encontraba más feliz y tontorrona que de costumbre, ella se había levantado para prepararles a todos panqueques con moras silvestres en forma de corazón, hablaba tal cual una niña inocente y hasta ofreció abrazos a todos en ese hogar.
“¿y a está que bicha la pico?” pensó Ricitos durante todo el curso del día.
Después del Almuerzo,el Gato con botas hizo su aparición, decidido a finalmente llevarse lejos a Kitty a una parte bastante bonita del bosque para confesar sus sentimientos, pedirle que se fuera con él y darle la única cura a la maldición que atenta con su vida por ya casi dos años. Había planificado todo con la familia de osos y estos tan solo cruzaban los dedos para que todo saliera bien.
Kitty recibió a su querido amigo naranja con un beso en su mejilla y un amoroso abrazo y lo tomó de su mano para guiarlo a la sala. La convivencia duró casi una hora y Gato ya estaba listo para hablar con el amor de su vida.
Pero contra todo pronóstico, Kitty fue quien habló primero, exclamando que había algo muy importante que debía hacer a todos saber.
Soltó la sopa
Expresó cuál era su deseo ahora. Dijo todo lo que había estado pasando cuando ellos no estaban mirando,contó sus aventuras,contó de sus descubrimientos...y por supuesto,les habló sobre aquel ángel sin alas que la seguía a todas partes.
Si ya de todas maneras,Gato se encontraba en aflicción total con esa declaración, analizando la descripción que dio Kitty sobre aquel ángel...supo perfectamente de quién se trataba y unas enormes ganas de vomitar tomaron lugar,la idea su propia enamorada junto con ese a quien solo veía como su asesino, quedó petrificado
—. . .No es posible. . . No puede ser. -- Negaba cegado en un terrible pánico,sus pupilas se volvieron cada vez más agudas.
La familia de osos estaba al borde del desmayo, poniéndose cada vez peor en lo que Kitty seguía diciendo. Pasaron solo segundos para que esa sala se volviera una guerra de palabras y gritos mientras que Kitty defendía a capa y espada sus deseos.
Mas sin embargo, Papá oso en medio de esa fuerte discusión...perdió todo rastro de paciencia y rompió su burbuja sin querer,diciendo cosas que no debía.
—¡BOLUDA,NO TE BORRAMOS LA MEMORIA Y HEMOS MENTIDO POR DOS AÑOS PARA QUE VOS TE ESCAPES CON EL CONCHUDO LOBO QUE TE MALDIJO EN PRIMER LUGAR!.
La sala entera fue inundada por el pánico. Todos miraron a Papá,quien tapó su boca con sus dos manos y miró a su familia con un rostro que sin palabras decía "la cage..."
Mamá y bebé trataron de calmar todo,inventando una excusa y falsa seguridad que solo empeoró la situación...lo cual fue detenido por Ricitos,quien junto a Gato entendieron que ya no tenía sentido seguir manteniendo esa fantasía.
Le dijeron la verdad...sin endulzante, habían sido maldecida con un destino que iba tomado de la muerte y con ello,revelaron la identidad de ese supuesto ángel que tanto ella quería.
Pero la gata bicolor,aterrada y en negación, salió disparada de la casa, sin voltear atrás ni escuchar a los llamados del español, solo corrió sin cesar,mientras pequeñas lágrimas de miedo y tristeza se derramaban por sus mejillas.
No...no podía ser cierto. Él era su ángel(al menos ella quería creer)...él no podía ser la Muerte sin máscara,él no pudo haberle hecho semejante cosa tan horrible.
En las profundidades del bosque,llamó a su nombre real y este entre su aterrador silbido, salió de los árboles frente a ella. Sin decir nada, su rostro estaba apagado…si lo había llamado por quien era en realidad, era porque ya estaba enterada.
—¿es cierto entonces? .-Kitty preguntó con una voz cargada de dolor y tristeza,llevando su patita a su corazón, el cual estaba al borde de romperse en dos.-¿es verdad lo que me han dicho de ti?...¿Tú eres la Muerte?.
Los tres segundos más tortuosos y crueles de su vida.
—...si…-Respondió él en un jadeo, su rostro cristalino por la culpa.
Kitty abrió sus ojos,dejando ese torrente de lágrimas caer como cascadas, sintió una fea presión en su pecho y un ardiente aire atrapado entre su garganta el cual salió en forma de llanto. La Muerte solo miro como su querida enamorada se desbarataba de la princesa frente a sus ojos.
Trato de acercarme a ella…pero para cuando trato de recuperarla, se da cuenta de que era demasiado tarde.
—No,alejate…-Kitty exclamó apartándose de él, llorando devastada.-...tu eres el mal de este mundo…
y con esto dicho, la gata bicolor corrió lejos de ahí mientras continuaba llorando y dejando al shinigami en su lugar quien solo estiro su mano al verla partir…estaba paralizado, en sus ojos yacía la agonía pura, ojos que fríos se empañaron y le dejaron ciego.
La Muerte con el corazón partido en dos y sintiendo como sus mejillas se humedecieron por primera vez en toda su existencia, se tambaleo hasta caer contra los árboles,pegando su rostro contra la madera, donde hizo lo único que sentía que podía hacer en ese momento.
Llorar.
Una semana entera...
Este capitulo me tomo UNA SEMANA ENTERA.
8k de palabras y 19 paginas, ese es un nuevo record man, no se que pensar.
Por lo que solo algo puedo decir...espero de verdad que les guste♡
Y no mamen, comenten >:'[
Como sabran,el siguiente capitulo es el final de esta historia
Por lo que con este si me tomare mi tiempo porque
Numero 1: quiero hacerlo con toda la inspiracion y amor posible porque se lo merece ♡ y por ello quiero hacerlo con dedicacion.
Numero 2:ocupo un descanso estos siguientes dias.
Y ahora que vamos a ir con el ultimo capitulo debo aclarar algo y que tambien debo de mencionar.
El capitulo final va a tener una escena..pues, smut...
Sera una escena implicita y algo corta y quiero por ello tomar mi tiempo para escribirlo todo bien.
Nos vemos♡
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top