Capítulo 3 ¡Tragame tierra!
Aún recuerdo las últimas palabras de Rafael.
«¡Santo Dios!!! No me puedes hacer esto Rafa. ¿Por qué ahora?... ¡Cuando ya no me gustas!»
En medio de mis pensamientos logré cerrar los ojos por lo que se sintió como unos segundos cuando de pronto sonó el despertador sacándome de mi intento de descanso para recordarme que ya amaneció.
─¡Maldito despertador! ¡No pegué un ojo en toda la noche y justo suena cuando recién me quedé dormida─. Me quejaba molesta cuando observé la hora en el celular. ─¡Mierda! ¡Se me hace tarde!
Corrí rápidamente a darme un baño y arreglarme para ir al colegio, entraba en 30 minutos, así que hice lo que pude, pero por alguna razón nunca llegaba temprano al colegio. Ilusamente creí haber llegado desapercibida, pero mi amiga Mery corrió hacia a mí.
─¡¡¡Hola ami!!! ¿Cómo estás?─ expresó con euforia mientras me abrazaba. ─Rafa preguntó por ti temprano, al parecer quería hablarte
─Hola ami, ¿Sí? ¡Ay Dios!─ sentí el pánico apoderarse de mí
─¿Todo bien?─ insistió intrigada
─Verdad que no te conté─ me llevé una mano a la frente. ─Vamos a sentarnos─ agregué y nos apartamos un poco del salón, pero nos interrumpió la directora del colegio.
─Otra vez tarde Señorita Martínez. Espero que no se le esté haciendo costumbre─ escupió mientras se retiraba con su ceja levantada y mirándome de reojo.
─Disculpe Directora, no volverá a suceder─ me disculpé
«Por Dios, ¿Esta mujer tiene cámaras en el colegio?»
─Caray, que intensa─ respondió Mery sorprendida
─Eso es lo bueno de ser miembro de una buena familia─ suspiré para alivivar la presión que sentía acumularse en mi espalda. ─Cómo te decía, Rafa me dijo algo el viernes que me dejó perturbada. No logré dormir bien durante el fin de semana─ confesé.
─¿Qué te dijo?, ¿Es grave?─ preguntó.
─Es que no sé cómo tomarlo. Lo ayudé con una chica fastidiosa haciéndome pasar por su novia, a la final la chica no le creyó y luego me dijo tenemos que hablar, yo le pregunté en forma de broma, ¿me vas a terminar? y respondió: No, ¡Vamos a empezar!
─¿Qué?─ expresó sorprendida. ─¡Con razón te estaba buscando!
─¿Qué crees que me dirá?─ inquirí preocupada
─Amichi, yo creo que se te va a declarar─ declaró sin más.
─¡Santo Dios!, no puedo. ¿Por qué me hace esto?─ comencé a sentir la angustia en el pecho.
─Bueno, yo voy a ver si ya regaron las plantas─ comentó y me hizo una señal con los ojos. ─Allí viene Rafa, te dejo─ susurró mientras se alejaba.
─Mery no seas así, no me dejes sola─ susurré y lo vi acercarse. Él me saludo como siempre con un beso en la mejilla.
─Hola Natie─ podía notar que él también estaba nervioso.
─Hola Rafa, ¿cómo estás?─ respondí intentando aligerar el ambiente
─Bien, bien... y tú, ¿Qué tal?─ inquirió
─Chévere─ declaré tratando de sonar relajada
─¿Segura? No tienes buena cara─ expresó dubitativo
Si él lo decía en realidad no debía tener un muy bonito gesto en el rostro.
Caminamos en dirección a mi salón, la verdad estaba tan nerviosa que se me notaba por los poros y tuve que responder rápido para que no me insistiera en decirle lo que realmente sentía.
─Sí, es solo que la directora me llamó la atención por llegar tarde─ comenté como si nada, para no mostrarle que estaba nerviosa por sus perturbadoras palabras
─Está pendiente de todo. Parece halcón
─Si, ¿verdad?...
─Eh... ¿Podemos hablar?
«Lo sabía, no lo dejaría pasar así de fácil».
─Si... claro─ comenté no muy convencida
─Yo... ¿Cómo te digo?─ balbuceó. ─Me gustas mucho Natie y sé que somos amigos, pero quería saber si tengo una oportunidad contigo ─ inquirió nervioso, pero no de la misma forma que yo.
«Lo que me temía»
─Rafa... Yo, yo no sé qué decirte ─ balbuceé. Tomé una gran bocanada de aire, intenté hablar, pero en realidad estaba en shock. ─Tú me gustabas muchísimo hace tiempo, pero ahora somos amigos. Eres mi mejor amigo y no quiero perder tu amistad─ confesé y mi mirada se clavó en el suelo.
─¿En serio? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijiste nada?─ preguntó sorprendido
─Yo no quería dañar nuestra amistad y, además, tú mejor amigo gustaba de mí, no quería ponerte en una situación incómoda─ confesé.
─Bueno, ya él tiene novia y justo hablamos antes de venir contigo y no tuvo problema─ agregó sin más.
«Él de verdad queria tener algo conmigo. Dios mío, ¿Cómo salgo de una situación como esta?»
─Rafa, yo...─ titubeé.
«¿Cómo decirle que no lo quiero de esa forma sin herirlo?»
─No digas nada ─interrumpió. ─Solo piénsalo, ¿Sí? Pero eso sí, no te voy a esperar un mes, te doy una semana ─ sentenció.
─Ok ─ exclamé sorprendida. ─Una semana─. Asentí con la cabeza.
«Sentí un nudo en mí garganta. ¿En qué momento me metí en semejante lío?»
─Nos vemos. Piénsalo ─. Se despidió y se fué.
«¡Maldito Cupido!!! ¡Si te llegó a ver te mato!»
Cerré los ojos y respiré profundo para armarme de valor y alejar esos pensamientos suicidas hacia el enano en pañales que se empeñaba en emparejarme. Retomé mi camino al salón cuando mi profesor de física se me acercó.
─Natalie, ¡te estaba buscando!─ declaró algo agotado.
─Profe ¿Cómo está?─ inquirí con una sonrisa
«Este día se pone cada vez más intenso».
─Muy bien, gracias por preguntar. Olvidé decirte que el festival comienza esta semana─.
«¿Qué?... Mi cabeza estaba a nada de estallar».
─¿Está semana?, ¡que rápido!─ respondí asombraba
─Si, han sido días súper locos, los chicos llegan hoy y estoy ubicándolos─ confesó
─Ok, ¿Y cuándo comienza?, ¿O qué debo hacer?─ inquirí con algo de pánico.
─Solo debes ir al estadio. La ceremonia de apertura comienza mañana a las ocho de la mañana, así que debes llegar 30 minutos antes. Nada de vestidos, ponte algo cómodo, ¿sí?─ comentó como si eso pudiera tranquilizarme.
─Claro Prof. Allá estaré ─ aseguré mostrándole una mueca de sonrisa y se despidió
─Cuento contigo. Hasta mañana, saludos a tu familia─ y se alejó con una sonrisa en su rostro
─¡Con gusto!!!─ agregué.
«¡Trágame tierra y escúpeme en Corea del Sur!!!» me quejé.
Continué mi camino hacia el salón, esperando no sucediera nada más. Al acercarme Mery corrió hacia mí.
─¿Qué te dijo?, ¿Era lo que pensábamos?─ preguntó con curiosidad.
Suspiré con pesar y la profesora me interrumpió antes de poder decir una palabra
─Buenos días. Guarden los cuadernos, solo quiero ver sobre las mesas lápiz, borrador y sacapuntas─ declaró con voz fuerte y clara.
─¿Qué? ¡Exámen!─ por alguna razón mi voz fue lo único que se escuchó en el salón y todos nos voltearon a mirar.
─¿Algún problema Martínez?─ preguntó con un tono sarcástico
─No Profe, para nada. El exámen es...─ pero su mirada intensa no me permitió terminar la frase
─En pareja, para ver si así aprueban este lapso─ respondió molesta
─Todas las profes de historia son tan dulces como una alcaparra. Hablamos a la salida─ murmuré a Mery
─Si, mejor. Troncha toro llegó recargada─ susurró mientras sonreía.
Reímos ahogando la risa, mientras ubicábamos asiento con la mirada e iniciamos el exámen.
Al salir de clases entramos directo a matemáticas, como siempre la clase más aburrida de la vida. Así que me senté con Mery al fondo de la clase y hablamos sobre Rafa.
─¿Y qué harás?─ preguntó Mery
─Matar a Cupido ¡Ese imbécil! ¿no puede apuntar en otra dirección?─ inquirí molesta
Mery rió a carcajadas ─Ya en serio, ¿Qué harás?─ inquirió de nuevo.
«Como si mis instintos asesinos hacia el enano en pañales fueran falsos».
─No lo sé. Rafa me gustaba mucho antes, pero ahora es como mi hermano. Si le digo que sí ¿Cómo lo besó?... O sea, no imagino eso. ¡Sería como besar a mi hermanito!─
«De solo pensarlo la idea se me hacía asquerosa»
─¡¡¡Cállate!!!─ escupió Mery arrugando todo su rostro.
─Por otro lado, Rafa es un buen chico, yo sé cómo es con sus novias y sería lindo, pero no lo sé... De paso el Profe Pedro me dijo que mañana comienza el festival─ suspiré. ─La verdad esta semana comenzó con todo.
─Natie, no te desanimes. Yo te acompaño ¡Te tomaré muchas fotos!!!─ comentó sonriendo y tratando de animarme.
─Bueno, ¿Qué más?, ya me comprometí─ respondí con resignación.
Al terminar la clase, me fui a casa. No tenía ni ganas de almorzar, debía buscar que ponerme para mañana.
«Vaya comienzo de semana. Escogí lo primero que vi y me recosté quedándome dormida en segundos, estaba muy cansada».
De pronto desperté y estaba en un cuarto oscuro. Había un chico delante de mí, lo deduje por su silueta. No lograba distinguir quién era y no me era familiar, pero me tomó por sorpresa, se fue sobre mí y me besó, no lo pude detener. Era como si nos conociéramos...
El beso se tornó cada vez más intenso, bajó a mi cuello dejando un camino de besos con delicadeza y pasión, tomó mis manos y las elevó sobre mí cabeza para que no pudiera detenerlo y volvió a mis labios una vez más. Estuvimos a punto de hacerlo de no ser porque sonó la alarma.
Continuará...
¿Qué pasará con Rafael?
Que sueño tan loco.
Creo que comencé a sentir el calor, ¿Y ustedes?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top