Otra visita inesperada


Cuando Hermione abrió la puerta se encontró con una hermosa mujer de cabello negro largo y tez blanca, muy blanca, miraba distraída hacia el corredor mientras le abrían la puerta. De inmediato la reconoció, pero no tenía ni la mas mínima idea de que hacia esa mujer tocando a su puerta.

-¿Te puedo ayudar en algo? -Pregunto con voz tranquila.

La reacción de la mujer fue épica, abría y cerraba la boca como si quisiera decir algo, pero las palabras no salían, boqueaba como un pez que a sido sacado del agua, sus ojos estaban desmesuradamente abiertos y su rostro en general mostraba una tremenda sorpresa.

No tuvo respuesta a su pregunta, cuando la recién llegada reacciono por fin, sus facciones se crisparon con enojo, palideció antes de ponerse roja de ira y la aparto de un empujón para meterse al departamento.

-¿Dónde esta? -Pregunto airada, apretando los dientes, recorriendo como un huracán el interior del lugar.

-¿Dónde esta quien? -Pregunto a su vez la dueña del departamento comenzando a molestarse por la grosera intromisión a su espacio privado.

-¡No mientas maldita! -reclamo apuntándola acusadora con un dedo. -¿Dónde esta él?¿Que le has hecho?... ¡¡¡Le has matado!!! -Grito acusadora llevándose la mano a la boca para ahogar un grito.

-¡Estas loca Parkinson, de que demonios hablas! Yo no he matado a nadie.

-Si no lo mataste ¡!Que has hecho con el!

-¿Con quien? -Pregunto exasperada perdiendo lo nervios.

-¡¡¡Confiesa!!! -Grito a punto de llorar la pelinegra, Hermione rodo los ojos.

A punto de la histeria Parkinson saco su varita amenazante. Haciendo que la castaña elevara las manos con las palmas extendidas en señal de rendición.

-Cálmate Parkinson, no sé de que hablas, yo no le he hecho nada a nadie. Si bajas la varita podemos hablar.

-¿¡Dime donde esta!? -Grito con lagrimas en los ojos

Granger se puso palida cuando pequeñas chispas comenzaron a salir de la varita de la chica, lamentaba haber dejado su varita sobre la mesita de noche, pero como demonios hiba a imaginarse que la desquiciada de Pansy tocaria a su puerta y se meteria a su departamente en una crisis de locura.

-Si me dijeras a quien buscas, quizas podríamos buscarlo.

-¿Cómo que de quien hablo? Pues del dueño del departamento.

-Este departamento es mío. -Dijo calmadamente

-¡¡¡Mientes!!! -Acuso. -Y vas a confesar que le has hecho.

Se sintió perdida, cerró los ojos cubriéndose con las manos el rostro, cuando Pansy comenzó a conjurar un hechizo.

-¿Qué pasa aquí? -Pregunto una voz masculina

-¡¡¡Draco, estás vivo!!! -Chillo la pelinegra lanzándose a los brazos de su amigo.

La leona supo entonces de quién demonios hablaba la loca de Parkinson y suspiro con alivio cuando al abrir los ojos vio que no le había lanzado ninguna maldición imperdonable y que la loca chica ahora estaba colgada del cuello de Malfoy.

Se dejo caer pesadamente en un sillón sintiendo que las piernas le temblaban, de la impresión y el susto que acababa de pasar. Cuando se hubo calmado un poco, le parecio un poco tierna la imagen de una llorosa morena, aferrada como lapa al rubio que tenia la cara crispada entre la consternación y el fastidio.

-Claro que estoy vivo Pansy. -Dijo intentando separase de ella. -¿Qué te has vuelto loca o volviste a consumir hongos alucinógenos? -Ese comentario le hizo acreedor de un golpe en el hombro.

-Es que pensé... que ella... que ella... te habia matado... -Dijo haciendo un puchero y señalando al sillón donde estaba sentada Granger. -Además que hace ella en TU departamento.

-Este no es mi departamento, el mío es el de enfrente. -Aclaro burlon por la confusión.

-Pero yo... bueno es que yo crei que...

-Ya se, ya se la única ves que viniste estabas ahogada de borracha.

-Eso es mentira. -Dijo colorada.

-Seguramente por eso te confundiste. Asi que le debes una disculpa a Granger.

-¿Yo disculparme, con ella? -Pregunto consternada señalando de nuevo de manera maleducada.

-Déjalo así. -Se encogio de hombros demostrando que no le interesaban sus disculpas.

-Se disculpara si no quiere avergonzarme por haber sido tan estúpida para confundirse y maleducada por casi lanzarte un avada en tu propio departamento.

El rostro de Pansy era de nuevo un poema, abrio los ojos sorprendida, mientras sus mejillas se tiñeron de rojo por la vergüenza.

-Por que has de saber Pansy, que he hecho las paces con Granger y no deseo por ningún motivo que esta tregua que se ha dado entre nosotros se vea estropeada por tu irracional comportamiento.

Parkinson titubeo, pero vio la firmeza en el rostro de su amigo y no le quedo más remedio que obedecer.

-Granger, lamento haber entrado de esa manera a tu departamento. -Por el rostro del rubio supo que no era suficiente. -Por haberte amenazado, lo siento.

Un incomodo silencio se hizo presente, solo la voz calmada de Hermione lo rompió. -No hay problema, solo se trato de un malentendido. Sin rencores. -Dijo y sonrió con timidez dejando aun mas desconcertada a la Slytherin.

-Yo también lamento este incidente, te aseguro que no volverá a pasar. -Se disculpo Malfoy y tomando del brazo a su amiga, la saco del lugar con rumbo a su departamento, cerrando la puerta al salir.

Una hora después cuando por fin todo volvía en calma y tomaba una taza de té para los nervios, tocaron de nuevo a la puerta, esta vez se aseguro de tomar su varita antes de abrir la puerta.

Un hombre sumamente alto, de piel oscura y ojos azules la miraba con confusión y el rostro varonil descompuesto por el desconcierto.

-Malfoy vive en el departamento de enfrente. -Fue lo único que dijo antes de cerrar de un portazo, para evitar que Blaise comenzara a interrogarla, sobre si habia matado y que habia hecho con el cuerpo de Draco o que quizás intentara cocerla a maldiciones.

Hermione vio su taza en la mano y se dirigió a la cocina, necesitaría una taza de té más grande para calmar sus nervios.

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