Las cosas estaban mejorando poco a poco, tanto la salud de Sonic como su relación estaban bastante bien, aunque sólo había pasado poco más de un mes.

Shadow ya había terminado de mudarse por así decirlo, aún creía que era demasiado pronto, pero se quedaría con el erizo hasta que esté estuviera completamente bien, así que todas sus cosas fundamentales estaban ya en esa casa.

—Voy a lavar la ropa. —aviso dejando la habitación. —Si tienes alguna cosa que quieras que lave me avisas.

—Sip. —había ignorado por completo sus palabras, estaba más entretenido leyendo una historieta.

Shadow rodó los ojos y simplemente fue a la lavandería, no era tanta la ropa que tenía el erizo, la mayoría solo eran casacas y uno que otro pantalón, así que no sería difícil separar las cosas.

—Ey, no me dejes solo. —Sonic apareció de repente detrás suyo. —¿Vas a lavar la ropa?

Shadow lo miró con regaño y luego volvió a su trabajo.

Sonic salió de la lavandería para regresar a la habitación, aunque primero beso al azabache dejándolo congelado por un par de segundos, era divertido ver como seguía quedándose quieto por cada muestra de afecto aunque ya había pasado un mes.

—¿Es divertido molestarme? —estaba completamente sonrojado, necesitaba acostumbrarse pronto.

Shadow siguió con su trabajo, revisando bolsillo y separando por colores entre otras cosas, su pareja por otro lado solo daba vueltas en la habitación sin saber que hacer, estaba completamente aburrido pero no quería salir de la casa.

—¿Necesitas ayuda? —bajo corriendo las escaleras.

—¿Para meter ropa en una lavadora? —Sonic asintió frenéticamente.

—Enserio estoy aburrido. —se quejó dejándose caer en el suelo de la lavandería. —Pero tampoco quiero hacer algo...

El moreno suspiro, Sonic se había encontrado en ese estado desde que voluntariamente había comenzado a tomar los medicamentos, la primera semana los había rechazado e incluso tiro medio pote por el inodoro; a Shadow no le gustaba el cambio de humor que generaba, pero sabía que era por su bien.

—¿Ah? —Abrió los ojos con sorpresa al sentir como los brazos de su pareja rodeaban su cintura. —¿Qué haces?

—Te dije que estoy aburrido, deja de ignorarme.

—No te estoy ignorando. —sin moverlo, siguió metiendo las prendas en la máquina. —Ya casi termino, espera un minuto... De todas formas ¿qué quieres hacer?

—No lo sé.

—¿A dónde vas? —el cobalto lo siguió. —Pensé que jugariamos una partida más.

—Voy a ir a comprar algunas cosas ¿quieres que te traiga algo para después? —El cobalto se quedó quieto en la escalera sin decir nada.

—Tal vez un par de cómics. —su novio asintió cerrando la puerta.

—¿Por qué Amy tampoco quiere verme? —se preguntó mientras se tiraba en el sofá. —Estoy seguro que aún le gustó no tiene sentido que no quiera verme.

Dio vueltas en el sofá y se paro de pronto para comenzar a dar vueltas en la sala, no quería salir de la casa, así que no podía ir a visitarla.

Sentía que si salía todo el mundo lo estaría juzgando, aunque según Shadow la noticia de su intento de suicidio no había salido en las noticias, no podía evitar sentir que cada que se asomaba por la ventana había alguien mirándolo.

Los medicamentos no estaban funcionando, incluso sentía que lo empeoraban todo.

Estaba bien en un momento y de pronto todo se hiba al carajo.

—Ah... —sacudió la cabeza intentando hacer que los pensamientos se fueran. —Vamos, vamos, vamos.

Volvió a recostarse en el sofá, se quedó mirando el reloj por un minuto entero y luego se paro a buscar algo en su habitación.

—¡¿Aquí está?!—habló triunfante al encontrar aquel estuche que se había llevado de la casa de Amy. —Iras donde perteneces.

Bajo las escaleras y camino hasta la puerta...donde se quedo parado por varios segundos mientras subía y bajaba la mano de la perilla.

No podía hacerlo...

No, si que podía.

—... —junto suficiente valor para poder abrir la puerta, y lo logro. —No. —pero también la cerró de golpe.

Suspiro derrotado, debía hablar con Shadow sofre su nueva fobia o todo iría en picada.

"¿estará bien si miro esto?" pensó, no parecía una película en lo absoluto, así que pensó que tal vez sería algo más privado e importante, pero no podía con la curiosidad.

Igual, si fuera importante seguro Amy lo estaría buscando; aunque para empezar, la rosada no sabía que él lo tenía.

—Amy, lo lamento, pero me gana la curiosidad. —conecto todos los aparatos que necesitaba abrió el estuche. —¿Eh? Está vacío...

—¿Entonces?

—Esta bien, solo que no quiere salir de la casa... —aquello le preocupaba, no estaba bien con que el cobalto desarrollará un miedo a salir.

—¿Te lo dijo?

—No necesito que me diga las cosas para saber que algo anda mal.

La rosada se rasco la mejilla avergonzada, había juzgado mal a Shadow, pensó que sería el tipo de enamorado que no le prestaba atención a su pareja, pero había sido todo lo contrario, salvo por el tema de la comunicación.

De todas formas, le alegraba que Sonic encontrará a alguien con quien poder contar.

—¿Ya tiraste el disco ese? —preguntó de pronto el obscuro.

—Oh, de hecho. —El erizo la miró con molestia. —Tal vez debería dártelo a ti.

—¿Qué?—suspiro. —Podria matarte y deshacerme del disco.

—Pero no lo harás, por qué entonces harás que Sonic se sienta peor. —Shadow la miro fulminante, en eso tenía razón, no podía hacer nada que le hiciera daño a su pareja.

—Rose. —La rosada se congeló. —Necesito que me digas toda la verdad.

—¿De qué hablas? —dijo desviando la mirada sin poder evitarlo, necesitaba mantenerse tranquila.

—Sabes de lo que hablo ¿"atraparlo por si intenta escapar"? ¿Crees que soy tonto? —Shadow frunció el ceño observándola, intentando leer su rostro, pero este no parecía darle respuestas. —Necesito respuestas reales.

—Ok.... —la rosada se encogió en su asiento. —Yo...ya sabia de los sentimientos que tenía Sonic por ti desde antes.

—¿Qué?

—No me interrumpas. —le regaño. —Intente ignorar sus sentimientos, al igual que Sonic...aunque más que ignorarlos parecía que no era consciente de ellos en lo absoluto. Luego ocurrió lo del taller. Yo...me preocupe por lo que podría pasarle, y cuando fui a recogerlo a tu casa... —le estaba contando la misma historia que a Rouge, si bien no estaba mintiendo, tampoco era toda la verdad. —Se me ocurrió la idea de que tal vez podrías animarlo, pero claramente no lo harías por voluntad propia, fue por eso que te pedí que cuidarlas de él, esperaba que Sonic se pusiera mejor con tu presencia.

Shadow espero que continuará, pero eso no sucedió, esa era toda la historia, el resto él ya la sabia.

—Bien... —guardo silencio. —supongo que gracias...

Guardaron silencio por un largo momento, ninguno de los dos se sentía cómodo con la presencia del otro sin embargo, ahora estaban obligados a llevarse bien por Sonic.

—Ten. —Amy le entrego el disco. —Puedes vivir sabiendo que eres una mierda o puedes confesar todo y desaparecer para siempre.

—¿Yo soy una mierda? ¿Y tú qué? ¿Por qué le ocultas a Sonic la verdad? Incluso antes de que nos hiciéramos pareja ¿Qué motivo tenías para ocultarlo? Además de eso, es mucho más seguro que tú tengas el disco
. ¿Por qué me lo das sabiendo que vivo con Sonic?

—Tengo mis motivos.

—Solo quieres quitarte la culpa de encima dejándome todo a mi, pensé que ambos estábamos de acuerdo en que el bienestar de Sonic era lo más importante sin embargo me das el disco sabiendo que si Sonic lo encuentra podría verlo.

—Entonces destruye el disco, es tu decisión

Shadow no podía hacerlo, esa era la última evidencia que quedaba sobre su culpabilidad. De todas formas si algún día Sonic se enteraba, quería ser él quien se lo dijera, tal vez por eso no estaba desesperado en destruir la evidencia, tal vez por eso y la culpa que sentía.

Aún sentía culpa y quería hacerse cargo de sus errores.

Pero no podía por el momento, el cobalto no se encontraba en su mejor momento.

—Bien. —suspiro —Ambos somos una mierda entonces.