IX

—Voy a tirar esto. —Amy arrancó las sábanas sucias de la cama. —Ni siquiera las voy a lavar ¿puedes traer una bolsa de basura? —El azabache, quien se encontraba apoyado en la puerta del cuarto, asintió y regresó minutos después con una bolsa, la rosada le agradeció y metió las sábanas en ella.

—Mierda...el colchón. —Shadow bufo viendo eso, tal vez habían comenzado a limpiar la casa muy tarde.

Casi cuatro semanas tarde para ser exactos.

—Tendremos que comprar otro. —dijo la fémina mientras seguía limpiando.

Ya hace poco más de tres semanas Sonic había estado internado en el hospital, se había recuperado rápido de sus heridas, pero se había quedado para realizarse algunos exámenes psicológicos.

—¿Limpiaras toda la casa? —observó detenidamente el entorno; aquella noche no le presto tanta atención, pero ahora, podía ver claramente lo mal que estaba, no sólo el piso parecía estar sucio y pegajoso, también las paredes tenían manchas de vómito y de más cosas. —Este lugar es el infierno.

—No creo que esa sea la mejor forma de hablar del cuarto de tu novio.

—No somos... —Cerro su boca. —Solo dime que hacer.

Dándole indicaciones, Shadow estaba destinado a limpiar el baño del cuarto, que definitivamente estaba mucho peor que la habitación; el sarro en el inodoro era demasiado, sumado a eso el olor que desprendía, como si no jalara de la palanca hasta que lo recordaba, podía sentir ganas de vomitar.

Aveces odiaba que sus sentidos estuvieran alterados.

—¿Si puedes con esto, no? —la rosada abrió la puerta, no quería limpiar el baño en lo absoluto, era demasiado para ella, pero había recordado que incluso podría ser peor para el azabache y había entrado en un pequeño conflicto.

—Estoy bien, pero creo que no me bastará con esto. —levantó los productos de limpieza que estaban casi vacíos. —Vamos al centro, de paso compramos el colchón nuevo y demás cosas para la casa.

La rosada asintió saliendo del baño, agarro las llaves de la casa y junto al azabache fueron a comprar las cosas que necesitaban.

Sin motivo alguno de pronto el día se había vuelto caluroso, ya las cosas habían sido compradas así que la rosada decidió comprar un helado.

—¿Crees que den de alta a Sonic? —preguntó la rosada, todo el día se había estado preguntando lo mismo, Sonic necesitaba ayuda urgente, pero lo más probable era que terminando aquella semana estuviera de regreso en su casa. —No siento que solo un par de medicamentos sean suficientes.

—Creo que es más que suficiente, es fuerte. —dijo el azabache con un tono despreocupado, pero por dentro estaba igual, no sentía que lo mejor fuera dejarlo volver como si nada.

—Él siempre finge que esta bien... —hablo. —Es bueno haciendo eso, ni siquiera sabía hasta esa noche que había empezado a tomar desde antes de lo de Tails, me lo confesó después mientras me llevaba a casa.

Guardo silencio unos segundos, quería decir más que eso, pero la confianza entre ellos era menos que mínima, pero necesitaba hacer un esfuerzo, a partir de ahora vería más seguido al azabache puesto que al parecer se quedaría con Sonic en su casa a cuidarlo.

Shadow decía y se molestaba en afirmar que sería por un tiempo, pero ella estaba segura que se quedaría de por vida.

—¿Sabes? —se silencio un momento, pensando que si decir eso estaba bien. —Estoy un poco celosa...

Shadow frunció en el ceño.

—Pensé que ya no te gustaba.

—Nunca me dejó de gustar. —dijo juntando valor. —Solo aprendí a vivir con eso.

Shadow no era bueno con los sentimientos de seres externos, pero era más que claro que Amy estaba triste, no era necesario ser alguien experto para darse cuenta, en especial porque ella era muy expresiva.

—¿Te puedo preguntar algo? —la rosada asintió. —¿Por qué me dejaste con él en aquella cabaña?

Amy de pronto detuvo su andar, su expresión facial se había vuelto sombría.

—Ya te lo dije, para que por si escapaba, tu podrías ir tras él y atraparlo. —mentira. —Mira, ya llegamos.

La casa ya estaba frente suyo, entraron y Amy comenzó a sacar los muebles del cuarto para cubrir el piso con el plástico, mientras tanto Shadow terminaba de limpiar el baño para ayudarle.

Ya a la hora de irse habían terminado con el cuarto, mañana volverían a colocar los muebles en su lugar y seguirían con el resto de la casa.

Se despidieron y fueron a sus casas.

Ya Sonic estaba en casa.

Amy había organizado alguna especie de pequeña reunión para darle la bienvenida, que consistía en ver las películas que él quisiera y preparle junto a Shadow lo que deseara para comer, la comida del hospital era buena, pero nada se comparaba con la manera de cocinar de su amiga rosada, Shadow tampoco se quedaba atrás a la hora de cocinar, pero era la primera vez que probaba algo hecho por él.

—Toma. —Shadow le alcanzó un plato con alguna especie de postre de fresa que nunca en su vida había visto ni probado. —disfruta.

—Sí, amor. —escucho gruñir al moreno mientras este regresaba a la cocina. —Lo siento...

Dejo el postre en su mesa de centro y se paro a poner la siguiente película, de seguro los cocineros no tardarían mucho.

Y efectivamente, pasaron unos cinco minutos antes de que ambos salieran de la cocina con galletas y leche con chocolate para los tres entre otras cosas, dejaron las cosas en la mesita de madera y se sentaron a su costado, aunque sentía a Amy un poco distante.

—Amy... ¿Por qué te sientas tan lejos? —la rosada no respondió, pero se acercó un poco más; volteo a su otro costado, el azabache parecía estar molesto. —Oh...

Sin prestar mayor atención al conflicto entre esos dos, puso play a la película para así poder seguir con la maratón, sus compañeros parecieron entender el mensaje, así que también pusieron toda su atención en la película.

Las horas pasaron y las películas ya se habían terminado, Amy se despidió de ambos para ir a su casa y Shadow se quedó lavando las cosas en la cocina mientras que Sonic se fue a su habitación a leer una nueva historieta que su amiga pelirosa le había comprado.

Cuando escucho los pasos del azabache subir las escaleras dejó de leer para prestar atención cuando entrará por la puerta.

—Oye ¿podemos hablar? —palmeo el costado de su cama indicando que se sentará, a lo que Shadow obedeció, pero le dio la espalda. —¿Recuerdas lo que te dije en el hospital cuando te declaraste?

—Ah...que lo pensarías, o algo así.

—Sí...te dije que creía que también me gustabas pero no estaba seguro... —se silencio un momento. —Ah...ya lo pensé.

Shadow espero a que siguiera hablando, pero Sonic parecía tomar su tiempo.

—¿Entonces?

—¿Quieres hacerlo oficial? —soltó de repente.

Los ojos de Shadow se iluminaron levemente y volteo a mirar directamente al azulado, este tenía las mejillas sonrojadas.

No podía hablar, maldición.

—Shadow, se supone que aquí tienes que decir "sí".

—Sí.

—¡Bien! Entonces es oficial, somos pareja.

Terminando la frase Sonic se metió entre las sábanas ocultando su rostro, mientras que Shadow seguía sentado al filo de la cama procesando la nueva información.

No se sentía del todo bien aunque ya tenía lo que quería.

Sentía que no estaba siendo del todo sinsero, después de todo en el hospital sólo dijo la mitad de lo que quería decir.

—Oye. —se hecho a su lado. —tengo algo que decirte.

Ahí era, ese preciso momento, el momento de la verdad.

No tendría otras oportunidades para confesar, era mejor hacerlo cuando estaban iniciando que esperar a que pasarán meses incluso años antes de que Sonic supiera toda la verdad.

El azulado salió de entre las sábanas para prestarle mayor atención.

—... —necesitaba hacerlo. —¿Sabías que aún le gustas a Amy?

No podía.

—Ah... Sí. —Sonic volteo la cabeza. —Pero ya no es tanto como antes entonces lo ignoro... ¿Te molesta?

El cobalto lo miro de reojo esperando su respuesta.

Este negó con la cabeza en respuesta.

Shadow miró al frente mientras se insultaba a si mismo dentro de su cabeza por no poder decir lo que quería, lo había arruinado.

—Buenas noches. —Sonic se sentó en la cama, asomo su cara y beso a Shadow tomándolo completamente desprevenido. Luego volvió a ocultarse entre las sábanas.

—Buenas noches...

Estaba perdido.

Y todo era mucho peor desde que Amy le había confirmado que sabía que era su culpa la muerte de Tails.

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