III

Estaba sentado y aburrido, con aquella mirada encima causándole constante incómodidad, junto con el movimiento brusco del carro y brincos por pasar por tantos agujeros en el camino. Pero lo más importante ¿Qué hacía él en ese lugar? No marchaban a un lugar que le resultará conocido, probablemente ni su acompañante supiera a donde se dirigían.

—¿Cuánto falta? —dijo asomando su cabeza por aquella pequeña ventana que dividía la parte trasera de la delantera, casi parecía de esos autos que se usaban para secuestros en las películas.

—¿Por qué tengo que estar aquí? —Esta vez, el dueño de la voz ronca habló, causando un escalofrío en la espalda del cobalto. —Que yo sepa no tengo nada que hablar con ustedes.

¿Por qué no responden? ¡Amy, pensé que estabas en contra de que me junte con Shadow! —dijo sacando su cabeza completamente por la ventanilla.

Completamente ignorado.

Sintió de la nada un jalón en su cola ¿Lo había ofendido? ¿Y qué tenía con su cola? Primero la golpeo con la puerta y ahora lo estaba jalando directamente con su mano, realmente incómodo. El azul dejó salir un gruñido para luego sacar rápidamente su cabeza de la ventanilla y avalanzarse encima de su agresor quedando sobre este, con las piernas encarcelando las piernas del azabache y agarrando los brazos de este.

Podría haber poca luz, pero era suficiente como para notar aquel leve sonrojo en las mejillas del erizo ónix ¿Por qué en ese lugar? ¿Por qué en ese momento? Si ya antes habian estado en la misma posición durante las constantes batallas que tenían.

No me jales la cola. —dijo en un susurro, igualmente sabía que lo escucharía, tanto por la cercanía que tenían como por la buena audición del obscuro.

El auto volvió a brincar haciendo perder equilibrio al cobalto, quién en reacción volteó su cabeza para que su rostro no terminara pegado al del azabache, este involuntatiamente terminó dejando un beso en la mejilla del cobalto.

¡Quítate! —grito Shadow lanzando una patada al estómago del azul.

Por suerte para el cobalto, aquella patada no fue tan fuerte como para hacerlo chocar con la parte de arriba del auto, fue más como un empujón, tomando en cuenta la fuerza del moreno.

Shadow se sentó cubriendo su pecho con sus piernas y las manos sobre estas, no cubrió su rostro ¿Para qué, ya?

Estas sonrojado.- dijo el azul sonriendo-¡oh vamos! Ni que besarme en la mejilla fuera la peor cosa del mundo. —dijo lo último casi riendo.

El sonrojo en el azabache aumento, su dignidad, su orgullo...su maldita dignidad y orgullo se fueron a parar al inodoro cuando sin querer agachó las orejas.

"Esa es una reacción extraña" pensó apretando los puños.

¡¡¡AMY, SACAME DE AQUÍ!!!

[♡■■■♡]

Las puertas traseras del carro se abrierón de golpe cuando el vehículo se detuvo, sin que pasara un segundo más salió corriendo el erizo, escondiéndose entre la hierba.

Miró el auto esperando que bajarán las chicas, pero parecía que estaban tardando, así que decidió mirar alrededor, para ser invierno, el lugar era bastante cálido y había sol, el lugar estaba refleto de flores y mariposas, no estaba exagerando, era un lugar realmente muy bonito, se vería genial en un cuadro.

"A Tails le gustaría este lugar"

No. —dijo ocultando su rostro entre tanta hierva, estaba molesto, confundido. No podía dejar de pensar en el zorro.

¿Sonic? —una familiar voz se escuchó delante de la hierba que le servía de escondite. —¿Pasa algo?

¿Por qué me trajeron en eso, con eso?- pregunto parándose y señalando el auto para luego señalar al erizo. —Amy, cosas incómodas pasaron en la parte trasera de esa camioneta.

Lo lamento pero usar un auto normal no era buena idea, necesitábamos que no tuviera ventanas.

¿Por qué Shadow? ¿Dónde estamos, Amy? No hay nada aquí. —dijo mirando a todos lados.

En un momento sabrás para que esta Shadow aquí...

¡Amy! —gritó la murciélago llamando la atención de ambos erizos, necesitaba ayuda con unas mochilas, Shadow estaba parado justo a su costado.

Parecía que ahora tendrían que caminar ¿No podían darle la dirección para que él corriera? Nada tenía sentido.

¿A dónde vamos? —volvió a preguntar el cobalto mientras daba pasos vagos.

Al parecer la rosada tenía algún tipo de audífonos invisibles, por que lo ignoraba todo el tiempo, bueno, casi siempre, solo le hablaba si ella así lo quería.

Sonic... —Al fin —¿No te molestaría dormir bajo el mismo techo que Shadow verdad?

¿Por qué la pregunta? —levanto la ceja.

Curiosidad. —esa no es la clase de preguntas que haces por curiosidad. —Bueno...es que, te quedaras con él.

Sonic detuvo su andar de golpe. Amy Rose, quien siempre decía que no confiaba en Shadow el erizo ¿Estaba a punto de dejarlo solo con él? Se quedó mirando a ningún lado procesando aquella información que le había dado su amiga, sin darse cuenta que está había seguido caminando junto a los demás dejándolo atrás.

Miró a su alrededor buscando rastro, pero nada parecía indicarle en que dirección habían ido, estaba solo.

—¿Amy? ¿Rouge? ¿Shadow? —no había necesidad de gritar tan fuerte, el bosque sólo tenía aquellos ruidos característicos, tampoco tenía ganas de caminar, y mucho menos correr, más de una vez se había caído por la raíz de un gran árbol.

Se tendió panza arriba debajo de la primera gran sombra que encontró y se dispuso a descansar unos minutos, después de todo estaba seguro que lo buscarían al darse cuenta que no estaba con ellos.

¿Sonic? Cariño te estabamos buscando. —la murciélago apareció entre tanta planta, sus alas tenían algunas hojas y ramas de los árboles que la rodeaban.

Rouge...Justo cuando me estaba relajando, genial. Por cierto, una pregunta ¿A dónde vamos? —esperaba que la murciélago pudiera responder su más grande duda en ese momento.

A la cabaña de Amy, ahora levantate.

"¿Amy tiene una cabaña?" pensó haciendo caso a la orden de la alada.

¿Para qué? —volvió a preguntar ya parado.

La murciélago dio una sonrisa de lado para luego mirarlo, sin embargo no respondió, aunque ya tenía una idea de lo que pasaría.

¿Cuándo se les ocurrió eso —preguntó casi gruñendo. —¿De verdad piensan que dejarme con Shadow en medio del bosque es buena idea?

Amy dijo algo así como que necesitabas relajarte, y como tú y Shadow siempre pelean, no tendrías mucho tiempo para pensar en otras cosas. —respondió al instante la murciélago.

Bueno, ya era costumbre.

Después de caminar algunos metros pudo escuchar las voces por detrás de unos grandes árboles, esos dos erizos discutiendo de nuevo, no podían llevarse bien ni siquiera un par de minutos.

—Shadow por favor, serán solamente algunos días. —habló la rosada.

No Rose, no pienso quedarme a solas con ese idiota, podría matarlo si quisiera.

Sé muy bien que no lo haras, podrías intentarlo pero al final te arrepentirás ¿O me equívoco?

¿Qué sabes tú? cállate. —finalizó para luego mirar en dirección a quienes los acompañaban. —¿Qué miran?

Tu bello rostro. —intentó bromear Sonic, sacando un leve sonrojo por parte del azabache, era claro que no estaba acostumbrado a los cumplidos. —Era broma.

—Entonces... ¿Lo harás? —pregunto la murciélago mientras sus alas se abrían de par en par para sacar las ramas y hojas que estas tenían.

Amy ¿Cómo es eso de que quedaré aquí? ¿Por qué y para qué? —pregunto el cobalto cambiando su tono de voz a uno más serio.

Yo...solamente quería que intentaras relajarte. —respondió señalando la cabaña, que si no fuera por eso, él nunca se hubiera dado cuenta de que estaba ahí.

Amy, necesitamos hablar. —dijo sin cambiar su tono de voz y agarrando a la eriza del brazo.

La rosada simplemente se dejo llevar por el azul atrás de la cabaña, estaba molesto y ella tenía la culpa; el azul la soltó al llegar atrás del lugar mientras intentaban calmar su humor.

Amy, estas extraña ¿Qué sucede?

Me preocupas, no me lo dices pero sé que te sientes fatal con la muerte de Tails. —Sonic agachó las orejas. —Ahorita mismo lo que menos necesitas es estar en la ciudad siendo un foco de atención enorme, necesitas estar en un lugar tranquilo, como aquí.

Podría estar bien si pasara aquí el tiempo contigo ¿Pero Shadow? ¿Qué esperas que hagamos?

La rosada agachó la cabeza, sus manos comenzaban a temblar y apretaba los puños con fuerza a tal punto de rasgar sus guantes con sus uñas.

—Solo acepta ¿sí? Confía en mí. —dijo alzando la mirada. —confía en mí. —repitió las últimas palabras, Sonic sintió que no estaban dirigidas del todo a él.

Ah...esta bien. —acepto. —Pero eso de "algunos días" me molesta, serán solo tres, en tres días me recogeras.

El ver la sonrisa en el rostro de la rosada pudo sonreír de vuelta, Amy también lo estaba pasando mal, incluso estaba reprimiendo sus sentimientos para preocuparse por los de él, no pensaba que fuera justo.

Solo tres días, creo que podré sobrevivir.

....

Capítulo dedicado a C0nfucion

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