O5

Comenzar el día con la imagen del rostro de alguien, jamás se había sentido tan bien.

Estaba sentado en su cama mientras miraba con disimulo al menor que se cambiaba de ropa descaradamente frente a la ventana.

Se preguntaba sí había sido descubierto y lo estaba haciendo a propósito o sólo era un simple descuido.

De cualquier manera, estaba disfrutando del gran espectáculo.

La puerta se abrió de repente tomándolo por sorpresa y por inercia, cubriéndose con las sábanas soltando un grito bastante femenino, como si fuese pillado haciendo cosas indebidas.

Se tensó por un momento y la sensación desapareció de inmediato al ver la cabellera rubia asomándose.

—Ah, eres tú.

—Pues sí, mamá está trabajando, quién más se... — Cortó sus palabras al fijar la mirada en el peli gris que aún miraba de soslayo hacia su izquierda. — ¡Oh jodido psicópata! — rió fuerte. — ¿De verdad estás espiándolo? En serio que te trae babeando.

Abrió sus ojos ampliamente asustado, al ver a JiMin acercarse lentamente hacia la ventana. Eso no era avanzar correctamente.

La abrió sin más y al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, lo hizo sonrojarse y quedarse en una especie de trance, sin poder siquiera moverse para evitar la "tragedia" que su hermano iba a provocar.

— ¡Hey Jungkookie! — Amplió su sonrisa al captar la atención del castaño. — ¡Deberías cerrar esas cortinas si no quieres que tu desnudez termine circulando por internet!

El menor soltó una carcajada antes de volver a su tarea haciendo caso omiso al rubio. Éste mordió su labio inconscientemente sin dejar de observar cada movimiento, ganándose una repulsiva mirada de odio por parte de TaeHyung.

— ¿Qué mierda te ocurre Tae? — Gritó molesto después de ser golpeado con fuerza en uno de sus brazos.

— ¿Que qué mierda me ocurre? Dios, eres tan imbécil... ¿Por qué estás viendo a mi hombre de esa manera? —Pausó respirando hondo. — Tu labio sangra, estúpido. — Habló alto saliendo de su habitación sintiendo la furia a tope.

JiMin sintió palidecer al momento. Ni siquiera él había podido percatarse de lo que estaba haciendo hasta que el peli gris lo sacó de sus impuros pensamientos, por qué sí, no podía imaginarse cosas buenas mientras veía al castaño en ropa interior y con su abdomen notablemente marcado.

Se regañó a sí mismo abofeteándose ligeramente porque ¿En qué estaba pensando?

Jamás dijo que JungKook no era atractivo, así que tenía que darse muchísimas explicaciones a sí mismo y principalmente a su hermano, que por supuesto esperaba algo coherente de su parte.

No supo cuánto tiempo se quedó reflexionando sobre la situación hasta que TaeHyung apareció en la habitación nuevamente con el cabello húmedo por la ducha.

— ¿Todavía sigues aquí? ¿Podrías dejarme solo? — Dijo cortante e inexpresivo.

El rubio asintió saliendo del cuarto con la mirada baja sintiéndose culpable aún. Más al cerrar la puerta, escuchó timbrar el teléfono de su hermano y aunque pensaba que espiar era algo de mala educación, se quedó escuchando con atención.

Podría ser JungKook.

— ¿Qué quieres?... ¿Verme? — JiMin frunció el ceño intrigado. — Nop, olvídalo, ¿cómo conseguiste mi número?... Si digo que sí ¿dejaras de molestar?... ¡Bien! En la fuente saliendo de clases, te quiero puntual Min Yoongi.

JiMin abrió los ojos ampliamente sin saber a dónde quería llegar ese chico pelinegro. Estaba casi seguro que le gustaba el pequeño Jeon pero ¿A qué iba TaeHyung a todo eso? No es como si lo conociera de toda la vida, a menos que en aquella cita, el castaño haya mencionado algo demasiado importante que YoonGi quería saber y por obviedad, ahora TaeHyung se guardaba.

Se recargó en la puerta soltando un suspiro. Su cabeza se llenaba de tantas preguntas hasta que la puerta se abrió y cayó con violencia al piso sobre su espalda.

— ¿Qué tanto escuchaste? — Recriminó el peli gris ayudándolo a levantarse.

— ¿De qué hablas? Yo sólo... estaba pensando demasiado y ¡agh! ¿No tienes algo mejor que hacer?

—Eres pésimo mintiendo, ahora... ¿Vas a decirme que le mirabas a MI JungKook mientras te mordías el jodido labio? — Se cruzó de brazos esperando respuesta. Sabía que su actitud era horrible pero no podía hacer otra cosa.

— ¿Estás celoso? Vamos, Tae... — Intentó tomar su mano, más TaeHyung la quitó velozmente.

— ¡Estoy esperando una respuesta JiMin! ¿Tan difícil es? —Miró al rubio que mantenía la mirada en el piso. — ¡No... No es cierto! Te gusta mi Jungkook ¿no es así?

— ¡Qué no, mierda! — Gritó, ya cansado de la actitud infantil de su hermano.

El evidente aumento de tono, hizo sobresaltar a TaeHyung, que ahora mantenía una expresión de asombro al ver actuar así a su hermano por primera vez en años. Si bien en la infancia peleaban en demasía, jamás ninguno de ellos se había atrevido a alzarle la voz al otro. Se querían tanto que no podían quedarse enojados por más de veinte minutos.

JiMin al notar el rostro asustado del peli gris se disculpó de inmediato y lo envolvió en un cálido abrazo no correspondido.
Se separó lentamente después de unos segundos y limpió una lágrima que había logrado escapar de los ojos de su hermano.

—De verdad no quise gritarte Tae, me duele que hayas pensado eso pero ¿cómo reprochártelo? Yo miraba a JungKookie por qué en verdad lo envidio ¿sabes? —Humedeció sus labios sintiéndose nervioso. — Es decir, él a sus 18 años tiene un cuerpo envidiable y yo soy un maldito fideo andante.

— ¿Qué? — TaeHyung comenzó a reír descaradamente para que luego JiMin le siguiera el paso porque ¿acaso su risa no era la mejor? Era algo sensacional.

Solo quería a su Tae feliz.

(🍒)

—Ya estoy aquí, ¿qué quieres?

—Necesito que me escuches TaeHyung, yo realmente no puedo con esto. — Musitó el pelinegro limpiando las pequeñas gotas de sudor que yacían en su frente.

—Ya.

—Es difícil ¿sí? Pero ya estamos aquí, sólo dame unos minutos más.

—No tengo tiempo para esto YoonGi, si no lo sueltas ahora, me voy a casa.

— ¿Quieres salir conmigo Tae? De verdad me gust-

— ¿Bromeas? — Rió nervioso cuando sintió sus manos comenzar a temblar. — ¿Por qué haría eso? Dios, yo... yo no...

— ¡Vamos! Dame una oportunidad. — Suplicó. — Por favor...

—Yo no puedo Yoonie, perdóname, de verdad. Yo sólo... me gusta alguien más ¿sí?

—No te estoy pidiendo que seamos novios.

—Pero para eso quieres conocerme ¿no es así? —El pelinegro guardó silencio. — Touché.

—Sí bueno, yo no conozco a nadie que se haya enamorado de la noche a la mañana... podríamos intentarlo al menos

Ahora TaeHyung se quedó en silencio sin saber que decir a eso, tampoco podía ir y decirle directamente que lo que había dicho era posible.

Él se enamoró de JungKook a tan sólo unos segundos de ver su rostro, o al menos eso era lo que él pensaba con seguridad. Y mucho menos nombrar a la persona que le había robado el corazón, no quería provocar conflictos con YoonGi y su mejor amigo.

El peli gris no sabía cómo manejar aquella situación, pensaba que si se negaba, el pelinegro indagaría cuál era la razón y no le gustaba sentirse cuestionado.

—Bien

— ¿Hablas en serio?

—Dios sí, sólo dime cuando y mándame la dirección...

—Gracias por aceptar TaeTae, te avisaré luego. — Se levantó asfixiándolo en un abrazo fugaz y corrió hacia dónde sea que fuera.

A los minutos de verlo marcharse pudo sentir el arrepentimiento y la culpa sobre sus hombros, pues no quería ilusionarlo y sabía que la probabilidad de que después YoonGi fuese a contarle aquello a JungKook, sus oportunidades bajaría considerablemente. Pero tampoco pensaba cancelar la cita, hacerlo implicaba muchas cosas entre ellas, sentir un vacío muy doloroso. Lo sabía a la perfección, pues ya había pasado por ese tipo de cosas cuando salió unas cuantas veces con Chanyeol, y por supuesto que no quería cometer el mismo error.

— ¡Bien hecho TaeHyung! Vamos a ver cómo solucionaras esto cuando JungKook se entere de todo...

Opps.

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