JiMin tocó la puerta de a un lado sintiendo un poco de pena por su hermano.

Este había preferido adelantarse antes que verle la cara a JungKook. Se sentía triste pues ¿a quién no le gusta mirar la hermosa carita de su crush? Pero la vergüenza no se lo permitía todavía.

Estaba casi seguro que el castaño estaba igual que él o incluso peor, se lamentó demasiado por haber hecho lo de anoche sin su consentimiento y le fue inevitable parar de llorar en horas hasta quedarse dormido.

JiMin se dio cuenta de ello, pues TaeHyung se levantó desganado y con los ojos más hinchados que cuando tomaba siestas de más de 12 horas seguidas.

— ¡Hey Jungkookie! ¿Nos vamos?

—Te estaba esperando, aguanta aquí. — Desapareció un momento para volver con su mochila y salir de casa. — ¿Dónde está TaeHyung?

—Él... tenía que llegar temprano al instituto, sí, eso.

—No mientas. Escucha hyung, lo de ayer...

—No tienes que decirme nada Jungkookie, creo que tienes más que claro que le gustas a mi hermano y me duele verlo así, sintió que lo rechazaste y él está muy deprimido.

—No fue mi intención ¿sabes? Creo que no debí actuar de esa manera, sólo me tomó por sorpresa y no tenía ni la menor idea de cómo reaccionar ante eso. — Pasó una mano por su nuca, mirando hacia abajo. Notablemente incómodo.

— ¿Podrías hablar con él? — Pidió.

—Lo haré, pero voy a dejarle en claro que tampoco quiero ilusionarlo.

— ¿Estás diciendo que no te gusta Tae?

—No es el tipo de persona con el que quisiera pasar todos los días, tenemos gustos muy opuestos y no creo que funcione.

— ¡Oh vamos! Dale una oportunidad por favor, él te tomó cariño en un par de días y está emocionado, te lo pido JungKook. — Abultó su labio inferior haciéndolo mirarse más tierno que de costumbre.

—Voy a considerarlo, más no puedo prometerte nada hyung. — Musitó acariciando con ternura la suave mejilla del rubio.

Este cerró sus ojos involuntariamente ante el toque y sintió cierta decepción al sentir la mano del castañito alejarse. Le sonrió agradecido y continuó su camino, dejando atrás a JungKook para evitar que se diera cuenta de que sus mejillas se habían sonrojado excesivamente.

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Sus pasos eran lentos y afligidos, a pesar de que llevaba horas sin toparse a su hermano y a su vecino, aún sentía la culpabilidad sobre sus hombros. Y sin duda, era inevitable, su subconsciente le repetía a cada minuto que había arruinado su oportunidad con el castañito, algo como "Fuiste un estúpido Park TaeHyung, asume las consecuencias"

Necesitaba arreglar la situación pidiendo disculpas al menos, pero se sentía tan incapaz cada que la humedad en sus ojos aparecía nuevamente. Limpió la lágrima que escurrió por su mejilla al escuchar las conocidas voces acercándose a él. Su rostro se tornó de un violento rojo y sus latidos se hicieron cada vez más constantes.

—Taehyungie, ven aquí — JiMin dijo con una amplia sonrisa. — JungKook necesita hablar contigo.

— ¿Es así?

—Lo es. — Sonrío al notar como cambiaba de inmediato el semblante del peli gris. — Te veo en el almuerzo Tae Hyung. — Dijo rodeándolo en un abrazo fugaz adentrándose en su salón de clases.

Si bien el rubio se encontraba por demás feliz al mirar a su hermano más sonriente, había algo muy en el interior que lo incomodaba, pero a pesar de que intento ignorar aquello, esa horrible sensación seguía presente.

Luego de terminar un par de clases se dirigieron juntos a la cafetería donde JungKook, ya los estaría esperando.

El peli gris frunció el ceño sintiéndose nervioso al ver que su hermano no tomaba asiento y por lo visto, no lo haría en ningún momento.

—Eh... JiMin, ¿tú no...?

—Bueno, Tae, tengo cosas que hacer en la biblioteca, los veré entre clases.

Salió apresurado del sitio dejando a ambos sujetos entre la multitud de alumnos. No quería interferir en la plática que ya tenían pendiente y menos aún, sabiendo que había probabilidades de que JungKook recordara aquella petición e invitara a salir en algún tipo de cita a TaeHyung.

Por un momento perdió la noción del tiempo y siguió con sus pasos mirando a la nada, deteniéndose cuando tropezó para caer de una forma estúpida entre los arbustos soltando un grito súper gay.

Mientras se encontraba maldiciéndose en el piso escuchó una escandalosa risa de la que jamás se había percatado.

— ¡Hey! ¿Puedes dejar de reírte? No es gracioso.

—No fue tu caída imbécil. Sabía que te gustaban los hombres pero, tu grito me confirma que la pasividad es lo tuyo. — Sijo exhalando fuerte para dejar de reír.

— ¿Uh? Vete a la mierda Min Yoongi. — Bufó reincorporándose mientras sacudía la tierra de sus pantalones.

— ¿Dónde está JungKook?

—Con TaeHyung en la cafetería ¿por?

La expresión del pelinegro de ensombreció al escuchar sus palabras y se dirigió al lugar preciso de donde venía el rubio. Le costó un poco comprender por qué había cambiado su semblante de esa forma pero sólo podía llegar a una conclusión. Le gustaba JungKook.

— ¡Ah, idiota!— Gritó lo más alto que pudo, sonriendo con diversión al mirar que el pelinegro se giró un momento para mostrarle su dedo medio.

Optó por sentarse en una de las pocas bancas que poseía la institución. Decir que iba a la biblioteca era por mucho un gran pretexto, el cual parecía haber funcionado. Estaba aburrido pero no tenía planeado seguir caminando hasta allá, y honestamente leer no era lo suyo, definitivamente no lo era.

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— ¿Estás invitándome a salir? ¿Es una cita? Oh dios, no puedo creer que estés pidiéndomelo. — Habló el peli gris con más entusiasmo del que debería, captando algunas miradas de las mesas más cercanas pero sin importarle en lo absoluto.

—Así es. — Humedeció sus labios al sentir como su boca se secaba por los nervios que lo poseían. — Hyung, en verdad quiero conocerte, así que el fin de semana quiero que te pongas lindo y estés listo para pasar un buen rato ¿hecho?

—Hecho. — Estrechó su mano en una especie de tregua sin dejar de sonreírle ampliamente.

TaeHyung buscaba a su hermano entre los lugares más recónditos de la biblioteca sin encontrar rastro alguno. No había tardado tanto en quedarse a solas con el castañito, pues la presencia del pelinegro arruinó la tensión que estaban procreando y decidió dejarlos con sus estúpidos temas de videojuegos.

Salió de ahí resignado con la idea de que ya debería encontrarse por algún otro lugar. Suspiró aliviado al verlo sentado en aquella banca cerca de esos horribles arbustos, los cuales ahora se veían peor que antes porque estaban hechos mierda, cómo si alguien los hubiese aplastado de una manera ridícula.

Pero el rubio no se encontraba feliz, sostenía su móvil entre sus manos dejando liberar decenas de lágrimas, a lo que TaeHyung lo tomó entre sus brazos rápidamente y acarició su cabello tratando de reconfortarlo.

— ¿Qué ocurre JiMin? Dios mío ¿qué te han hecho?

—No lo puedo creer... es difícil para mí decirte esto pero no puedo quedarme callado más tiempo...

—Dime que está sucediendo ya, me asustas. — Susurró alarmado queriendo comenzar a llorar junto a su hermano.

—Es que... basta. Es tan difícil. — Pausó para sorber de su nariz, pues vaya que estaba llorando de una manera horrible. — ¡Sangwoo va a morir! Odio a su madre, odio a la vieja maldita, odio a todos... me quiero suicidar, hermano, ¡Ayudaaa!

Las casi derramantes lágrimas del peli gris fueron cortadas de inmediato para reemplazarlas por una mirada fulminante y poco agraciada.

¿En verdad JiMin lloraba por eso?

Puede ser que esa situación fuera difícil para él pero no para TaeHyung. Le gustaba leer y ver anime, pero no le encontraba el sentido a lo que leía su hermano.

—Esto le afectará mucho a Jungkookie. — TaeHyung se giró para mirarlo ante la mención del menor, limpiando las lágrimas aún escurridizas del rubio.

— ¿Qué? No me digas que él también es tan fanboy como tú.

— ¿No lo sabías? Oh Tae, él es tan obsesivo como yo, hemos estado hablando por mensajes y...

— ¡Estás traicionándome! ¿Desde cuándo tienes su número telefónico? ¿Por qué no me has dicho nada? Estás ocultándome algo Park y eso no me gusta. — Habló elevando su tono de voz haciéndolo sonar molesto en demasía.

—No te molestes... yo lo hice para ayudarte, créeme que en verdad estoy en eso, ya logre conseguirte una cita ¿no es así?

—Así que fuiste tú. — Chasqueó su lengua irritado. — Me siento tan patético, te veré en la casa JiMin. — Dio media vuelta y camino a pasos lentos con desgano nuevamente.

—Esto es tan mierda...... de verdad la muerte de Sangwoo afectará mucho a Jungkookie. Ay dios.

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SI NO HAN LEÍDO EL MANHWA PIDO PERDON PERO NO PUEDO CON ESTE SUFRIMIENYO LLAMADO POLVITO DE SANGWOO

Necesito llorarle TODA LA VIDA pk loestraño :c

So, pERDON pero nO pErdon