Créditos a: FannyFras

* Al fin era hora de subir al avión, Logan ya no podía contra su desesperación, el viaje se le hizo eterno más aún con el trafico de las 9, Los Ángeles es una ciudad muy grande, tan grande como el corazón de los amigos que se habían aventurado en viajar para ayudar a una persona especial. Cuando pusieron sus pies en el hospital corrieron a la oficina de Dr. Fritzpatrick. Demi le enseño la medicina y pidió la autorización, el viejo medico accedió y pidió una sala para la intervención, Logan y Demi eran profesionales pero esto sería complejo, solo los doctores con más experiencia podrían estar en el pabellón con la chica de los ojos marrones. La familia Pena y los amigos cercanos estaban allí, las ultimas horas habían sido terribles, Mar deliraba de la fiebre, tenia vómitos y en minutos su respiración se cortaba. *

— Les quiero agradecer — les dijo a Logan y a Demi —. Gracias por lo que hicieron por mi princesa.

— Fue un placer señor — dijo Demi.

— ¿Ya la vieron ? — preguntó Logan.

— ¿Podemos? — dijo Gina emocionada.

— Seguro — dijo Demi —, la intervención durara al menos 3 horas, pueden hacerlo.

* Greg y Gina entraron en la habitación de su hija, afuera estaban los jóvenes médicos, James, Ana y Carlos, este último se acercó a Logan. *

— Lo lamento, la desesperación se apoderó de mi, Mar es mi hermana menor y si a ella le pasa algo, mi vida se acabaría.

— No te preocupes Carlos, te comprendo, será mejor que esperes tu turno para ver a tu hermana, en unos minutos estará lista la otra sala.

* Demi lo miró orgullosa. *

— Espero que Mar salga de esta — abrazó a su novia —. Hoy fue un día terrible.

— Hay que tener fe cariño — dijo besando su hombro.

• Narra Mar •

Ahora si me estaba muriendo, y lo peor era de que no alcanzaría despedirme de Logan, las lágrimas se apoderaron de mi rostro, entonces llegaron mis padres, mi madre me abrazó y me llenó de besos mientras mi padre me acariciaba una de mis manos.

— Todo se acabó.

— No digas eso — dijo mi papá.

— Perdónenme si fui mala hija alguna vez.

— Jamás lo fuiste amor — dijo mi mamá llorando.

— Perdón por olvidar tu cumpleaños y mamá discúlpame por haber destruido tu jardín cuando tenía 10.

— Claro que si princesa — dijo mi papá llorando —, eres tan especial hija, pero verás que saldrás de esta, Logan ya está aquí y trajo algo consigo que te salvara la vida.

— ¿Logan volvió? — intenté sonreír.

— Si querida — dijo mamá —, nos pidió que pasáramos, están preparando una habitación para sanarte.

— Él es una gran persona — sonreí débil.

— Afuera están tu hermano y tus amigos — dijo mi padre besando mi papá —, es su turno de pasar, se fuerte hija.

— Todos estamos contigo — dijo mi mamá y beso mi frente.

— Los amo — una lágrima rodó por mi mejilla.

— También te amamos hija — dijeron ambos.

Mis padres salieron y entraron Carlos, James y Ana. Mi hermano se sentó a mi lado y los chicos se quedaron frente a mi.

— Quería despedirme de ustedes — dije con un nudo en la garganta.

— No digas eso — dijo Ana.

— Ya verás como saldrás sonriendo de esto — dijo Carlos.

— Te admiro pequeña — dijo James —, has sido tan fuerte.

— Carlos — tomé su mano —, cuida de nuestros padres, ellos te extrañan, trata de darles unas horas de tu día.

— Tú me ayudarás a cuidarlos.

Negué con la cabeza.

— James — miré al castaño —, ¿Recuerdas la promesa que me hiciste cuando teníamos 8 años?

Él sonrió.

— Siempre seremos los mejores amigos.

— Me alegra que no lo olvidaras, Ana — la llamé. Ella se acercó a mi —, no olvides lo que me prometiste.

— No dejaré que mis padres me separen de James — dijo mirándolo.

— Los quiero chicos, nunca olviden eso — dije llorando.

— Y tú deja de despedirte — dijo Carlos.

— Debemos salir, los doctores te sedaran aquí y te pasaran a pabellón.

— Quiero que sea Logan — dije firme —. Quiero que sea él... quien me haga dormir.

James asintió con la cabeza, los ojos de mi amiga se llenaron de lágrimas y mi hermano estaba tan pálido que en cualquier momento se desvanecería, salieron de la habitación, la cuql contemplé una última vez, vi por la ventana, el día estaba algo gris.

• Narra Logan •

Estaba afuera de la habitación de Mar, junto a mí el Dr. Flores, él la sedaría y entonces yo lo ayudaría a arrastrar su camilla hasta sala designada, vi salir a los chicos con cara de funeral, James abrazaba a su novia mientras ella lloraba desesperada.

Carlos me miró y me dijo que Mar quería que yo fuera quien la hiciera dormir, mire a Flores y este me explicó como, era sencillo, solo meter la aguja en el tubo del suero, dejar que la sustancia recorriera su cuerpo y en menos de dos minutos ella ya estaría lista, más aún con lo débil que estaba, tome la jeringa y mire a Demi quien me sonrió motivándome a entrar.

Cuando vi a Mar, vi reflejada a Erin en ella, rogaba a Dios o a lo que fuese que ella resistiera los horas de intervención, estaba tan delgada y pálida, ya no era la misma chica que había salido a tomar el sol aquel día al jardín del hospital, me acerqué y ella me dedico la típica sonrisa que yo correspondía.

— No te va a doler, solo inyectare esto a tu suero — coloqué la aguja en el tubo —, todo pasara rápido — comencé a vaciar el líquido —, lo prometo.

— Gracias Logan — la miré —, gracias por cruzar el país por mi — sonrió.

Yo me acerqué a ella.

— Créeme que lo volvería a hacer.

— Eres una persona muy especial Logan Henderson, que lastima conocerte en esta situación.

— Al menos nos conocimos — me puse nervioso —. Gracias por devolverme la vida Mar.

— Gracias a ti por tratar de mantenerme viva, no me olvides nunca.

— Eso nunca — una lágrima pasó por mi cara.

— Te quiero — limpió mi lágrima.

— Y yo a ti, más de lo que te puedes imaginar.

Veía como se apagaba de apoco, la inyección estaba haciendo efecto, cerro sus ojos pero seguía pronunciando palabras.

— Eres una de las mejores cosas que me han pasado en este último tiempo.

Cuando me dijo eso, sentía como mi corazón se paralizaba, al fin me daba cuenta que ella no solo me recordaba a Erin, en un principio si, pero ya no, ahora solo era Mar, mi Mar, que se debatía entre la vida y la muerte. Me sentía como el idiota más grande del mundo por no darme cuenta antes de mis sentimientos hacia ella, o lo que era peor... no asumirlos.

— Solo duérmete — acaricie su frente —. Dulces sueños, estaré aquí cuando despiertes.

— Me encantaría verte al despertar.

— Así será.

Podía sentir su frágil respiración sobre mi rostro, sus labios agrietados me pedían a gritos un beso, sin pensarlo dos veces lo hice, me acerqué tanto a ella que logre besarla, ya había olvidado lo bien que se sentía el besar a alguien, ella apenas si logró responderlo, ¿Y saben que? ¡Me encantó! No fue in beso ni largo, ni corto, pero para ser el primero después de 2 años, había sido... perfecto.

Ella abrió sus ojos y me sonrió, aún no se dormía por el sedante. Me sentía nervioso, por unos segundos olvidé el como respirar, ella me había cautivado y ahora... más que nunca, la quería junto a mi. Finalmente el sedante hizo efecto y se quedó dormida, se veía muy hermosa.

* Logan se asomó al pasillo con varias lágrimas en el rostro, llamó al Dr. Flores y juntos sacaron a Mar, quien yacía dormida sobre la camilla, la misma camilla en donde la había visto reír, llorar y sentir temor tantas veces. Caminaron hasta la otra sala, Flores entró y el joven médico se sentó en el suelo llorando, estaba tan perdido en sus lágrimas de dolor que no notó la presencia de su gran amigo Kendall, quien tocaba su hombro, lo ayudó a ponerse de pie y le ofreció un abrazo sincero, cuando lo soltó vio que a su lado estaban Katelyn y Demi. *

— Lo hiciste hermano, llegaste con la cura — dijo Kendall dándome una palmada en la espalda.

— Solo espero que estemos a tiempo.

— De eso no te preocupes, está con los mejores médicos — dijo Katelyn sonriendo.

— Ahora debemos esperar — dijo Demi.

* Las horas comenzaron a pasar, la familia de Mar y el grupo de jóvenes médicos no se apartaban de la puerta, al fin había respuesta o al menos eso era lo que todos pensaron, Fritzpatrick salió de la sala, pero su rostro no mostraba ni una mínima expresión. Las preguntas invadieron la cabeza de Logan... «¿Llegue a tiempo?» Era lo que más lo atormentaba. *