80
—¿Qué te sucede?—me preguntaste con tu dulce voz una tarde.
—Nada por lo que debas preocuparte—finjí una sonrisa.
—No es cierto—me diste un empujoncito y reíste—Dime, puedes confiar en mí.
—Me voy—solté—para siempre...
—¿Por qué?—noté preocupación en tí pero seguramente estaba equivocado, o actuabas demasiado bien.
—No sabría decirte el porqué...
—Es mi culpa, lo se—suspiraste—sé que es por mí, no quieres estar confundido... Y lo entiendo.
No supe que decir, ¿era realmente cierto?¿yo... En verdad estaba enamorado de tí?, o sólo estaba confundido...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top