No podía decir nada, no podía reclamarle nada a Ji Sung. Él sólo era su mejor amigo.

Si Ji Sung se declaraba a Chan y el australiano correspondía, Chang Bin iba a aceptarlo.

Si Ji Sung se declaraba a Chan y el australiano lo rechazaba, Chang Bin iba a estar apoyándolo.

Chang Bin sólo quería ser un buen amigo, quería que Ji Sung estuviera bien.

—¿Por qué esa sonrisa, Sunggie?—Preguntó, mirando atento al menor.

—Channie Hyung y yo somos pareja—Contestó con un gran brillo en sus ojos, dándole un fuerte abrazo al pelinegro.

Seo contuvo la respiración unos cuantos segundos, sintiendo como si su corazón se detuviera.

—Felicidades, Sunggie—Dijo, correspondiendo al abrazo—Espero que te trate bien.

—Lo hará, Hyung—Aseguró.

Si bien parecía que no le afectaba, era todo lo contrario.

Era en esos instantes que Chang Bin se odiaba a sí mismo por no darse cuenta de sus sentimientos a tiempo.