25. Cambios <>
N/A: LO SÉ, SOY UN FRACASO CON LOS HORARIOS, PERO TENGO MIS JUSTIFICACIONES (Qué ustedes no me pidieron, pero yo las daré igual, porque siento que deben saber(?))
1. Me estaba mudando de estado (vivo en Estados Unidos) y pues, el proceso de mudanza física y de todo lo demás (Univeridad, escuela, dirección, etc ) ha sido un poco exhaustivo. Sin embargo, ya todo está más o menos en orden.
2. Había estado un poco ocupada con asuntos como la inscripción de la universidad, buscar trabajo y mantener mi mente fuera de episodios de ansiedad.
3. CONSEGUÍ un trabajo, y ahora soy feliz y miserable (feliz porque gano dinero y miserable porque mi tiempo está parcialmente comprometido)
4. Por último, e irónicamente, más importante, mi mente estaba prácticamente frita. No se me ocurría nada, y honestamente, prefería dejarles esperando que entregarles una babosada hecha sin amor.
Eso es todo, si llegaste hasta aquí, te informo que ya estamos casados. 💕
¡Disfruten!
*************
"¿Y si—?"
"No."
"¿Qué tal que—?"
"No."
"Pero, quizás si—"
"No."
Tony soltó un bufido y, cruzándose de brazos, cayó sentado en el sillón. Su cara estaba vuelta una mueca de disgusto, mostrando un perfecto puchero enmarcado por su distintiva barba.
James le miró con aburrimiento por unos milisegundos, para después devolver su vista hacia el montón de pesas frente a él.
Estaban en el gimnasio de la torre y después de dos horas en las que Tony había hecho desde cardio, maquina de piernas y una exhaustiva sesión de abdominales, por fin había terminado su rutina. Su camiseta estaba que goteaba el sudor, pero eso no le impido acomodarse en el sillón de cuero acomodado en una de las esquinas.
James tenía, como mucho, una que otra gota en su frente. Tenía la costumbre de ejercitar sin camiseta, y no es como que Anthony se quejara en lo absoluto.
Adoró cada segundo de ver los músculos de sus brazos tensarse mientras golpeaba el saco de arena, y como su cintura se dividía cuando alzaba ágilmente una pierna y pateada los B.O.B dummies.
Y lo que más adoraba; su cabello.
Tony tenía algo con el cabello de James que no lo dejaba tranquilo. Era simplemente perfecto, tomando en cuenta que cuidaba muy poco de él. No entendía como podía ser tan suave y brillante.
Podía durar horas pasando los dedos por aquellos achocolatados mechones. Tomar puños de estos cuando Bucky se ponía ente sus piernas y le hacia magníficos orales. Y por las mañanas, en las raras ocasiones en las que despertaba primero, le gustaba levantarlo acariciando su pelo.
Amaba el pelo de James, y ambos estaban conscientes de ello.
Por eso casi se desmaya cuando Bucky le había dicho que quería hacer un... un...
Un cambio de look.
"Aún no le veo la necesidad."
"No es tu trabajo verle la utilidad a todo, Anthony."
"Milashka."
James pausó los estrictos y constantes movimientos de su — majestuoso— brazo, y volteó a verlo. Porque sí. Le estaba dando la espalda.
"¿Desde cuando me dices así, tú a mi?"
"Desde nunca. Te estaba corrigiendo. No me llames Anthony, tú nunca me llamas así, a menos que estés molesto, y odio cuando te enojas conmigo."
La expresión de Bucky era impecable y sin un rastro de ninguna emoción en esos momentos. Suspiró y dejó caer la pesa con un estruendoso sonido sobre el piso semi-hueco y acolchado.
Tony hizo una pequeña mueca, y observó cuál sería el próximo accionar de su pareja.
Tomando una botella de agua — que por cierto, había olvidado por las últimas dos horas—, dio un trago y se acercó hasta donde estaba sentado. Apoyó ambas manos sobre los brazos de sillón, y se inclinó hacia adelante, acorralando al castaño menor entre su cuerpo y el espaldar del mueble.
Una ceja alzada fue todo lo que recibió de parte de Stark.
"No estoy molesto, solo irritado. Estás siendo un verdadero dolor en el culo, Milashka."
"Tu coqueteo es pésimo, Buchanan."
"Hmmm."
Con un asentimiento, que era más como un "cállate", se acercó el limitado espacio que sobraba, besando con pesadez la boca del contrario. Estaba algo salado a causa del sudor, y podía sentir su alborotado respirar contra la piel perlada de James. Al separase, instintivamente llevó una mano hacia la larga y sudada melena de su pareja, dando un suspiro rendido.
"Al menos podrías darme la razón real por la cual quieres deshacerte de ellos ¿no crees?"
Los ojos azules de Barnes escudriñaban la mirada atenta de Tony, buscando algún rastro de berrinche en su petición. No había ninguno. Anthony realmente lamentaba la decisión.
Su hermoso pelo.
Con un suspiro —otro— y enderezándose imponente frente a él, habló.
"Sé que esto quizá suene a chica millennial con problemas de personalidad—"
"¿Y tú cómo sabes esas cosas?"
"Hemos estado saliendo por casi dos años, Tony, concéntrate."
El mencionado soltó una risa, haciendo un ademán con las manos para que continuara hablando.
"La cosa es que, creo que he avanzado mucho, con los tratamientos, el empezar de cero... Hasta tengo un puto novio, ¡maldita sea!" Tony resopló con burla, sonriendo un poco. "Pero siento que, me miró al espejo y... sigo siendo ese mismo objeto que fui todos esos años. Es estúpido, ya lo sé. Pero todavía me quedan muchas cosas por superar y creo que... mirarme de manera diferente, por mas superficial que suene, podría ser una buena manera de continuar creyendo en mi cambio."
Cuando acabó de hablar, sus puños se abrían y cerraban en un tic nervioso. Incluso su brazo de metal parecía temblar con vergüenza bajo la mirada café de Tony. James estaba abochornado.
No por mostrarse débil ante Tony. Eso ya lo había hecho todas las veces que despertaba en medio de la noche, sudado, aterrado y al borde de las lágrimas.
Si no, que parecerá una elección egoísta y malagradecida. Después de como Anthony se había requete jodido por ayudarle, que dijera que no le parecía suficiente si no tenía el pelo corto, sonaba como la justificación más banal y boba sobre la faz de la tierra.
Sus ojos jamás se fueron de donde estaban posicionados. No quería perderse ninguna reacción.
"¿Sabes..?" Tony se puso de pie y sin pensarlo, envolvió los brazos alrededor su torso, apoyando la cabeza en el hombro de James. "Si hubieses empezado por ahí, es posible que no hubiera sido tan crítico con ello. Es decir, ahora me siento como un idiota."
"Ni lo intentes..."
El tono amenazante de Bucky le sacó una pequeña risa, apretujándolo más.
"Conozco un buen barbero en... Brazil. Podemos volar allá y él se encargará de hacer magia con tu pelo."
"O..." James tomó los hombros del castaño y se lo despegó. Alzando una ceja. "Puedo ir cinco cuadras de aquí a una peluquería y es todo. Me quedo en este lado del continente, incluso, ¡qué cool es eso!"
Desde el punto de vista de James, Tony con puchero era el mejor Tony.
"Le quitas lo divertido a la vida."
James río, tomando los fruncidos labios del menor y uniéndolos con los suyos.
***************
"¿Y bien?"
Habían pasado dos días desde los sucesos en el gimnasio, e incluso si no hubo manera de convencer a James de ir a Río, igual le obligó a buscar el mejor peluquero de toda el área.
El muy necio tampoco quería usar el barbero personal de Tony.
Aquella mañana había salido temprano, también se había negado a tomar uno de los vehículos — mierda, sí que era un necio — y su larga caminata de cuarenta minutos de ida y de vuelta, más el tiempo que le tomaría hacerse todo.
Casi dos horas de puro tormento para Tony, quien esperaba paciente en casa.
Por eso, al escuchar los ascensores, había literalmente corrido hasta ellos, para recibir sin preámbulos a la nueva imagen de Bucky.
¿Y bien?
La preguntaba retumbaba en la cabeza de Tony, mientras que una vez más, James parecía abochornado.
Se veía... diferente.
"¿Crees que me pasé mucho? Debí considerar cortarlo parcialmente..."
"¿Qué? ¡No, para nada! Es que te ves..."
Sano. Feliz. Completo. Con mucha luz, oh cielos Buck ¿dónde estaba toda esa luz? Espectacular, precioso, tierno, imponente, respetable, pulcro...
"Caliente."
Los orbes azules de James se abrieron con sorpresa.
"¿C-Cómo?"
Tony respondió, tomándolo del brazo y arrastrándolo por la sala.
"¿A dónde me llevas?"
"¿A dónde parece? A que me folles."
Le estaba dando la espalda, pero podía prácticamente sentir la sonrisa de Bucky en su nuca.
"Tomaré eso como que te gustó el cambio."
"Cállate."
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