2. Uno De Los Tuyos

Hace unos días entré a un grupo Stony y créanme que jamás había visto tanta gente disfrutando la misma mariconería que yo. Lo amé 💖

——

"Por favor."

"No."

"Porfaaaaaaaa.."

"Que no..."

"Por favor con azúcar y crema."

"Ya te dije que no, Anthony."

El rubio negó por última vez con voz firme, mientras que el pequeño oji-marrón refunfuñaba, parándose de la cama para cambiar su ropa del día por una pijama.

"Eres un agua fiestas, Rogers." Dijo mientras se quitaba los jeans.

"Seducirme tampoco va a funcionar." Con una sonricilla, Steve se burló. "Aunque no me quejo." Poniendo su carpeta sobre el colchón, recostó su barbilla encima de su puño mirando hacia su novio. "Buen intento, y buen trasero."

"Jódete, Rogers." Tony rodó los ojos.

"Ven aquí a joderme." Bromeó una vez más, ganándose un dedo medio por parte del contrario. "¿Acaso me estás haciendo una sugerencia?"

"Ugh, estás insoportable, ese es mi trabajo en esta relación, ¡Por Dios!" Anthony se tiró nuevamente al colchón, mirando a Steve de vuelta. "Lo único que te pido es que exhibas una de tus pinturas en la galería local, no es para tanto, amor." Su ceño se frunció ligeramente.

"Sí, lo es." Murmuró el rubio. "Además, no son tan buenas como para ponerlos." Se encogió de hombros, rozando su dedo sobre la carpeta.

"Santo cielo, aquí vamos..." Tony tomó el puente de su nariz entre sus dedos, y dió un suspiro. "Odio cuando dices esas cosas, Steven."

Esta vez, sus manos fueron al rostro de su novio y acariciaron detrás de sus orejas y sus cejas. Sabía que eso ponía a Steve más que vulnerable.

"Para ya.." dudoso retiró las pequeñas y suaves manos de Tony. "Y no me llames así, fuchi." Rió bajito.

Sin ningún otro aviso, Tony puso las manos sobre sus propios ojos. Steve rodó los suyos.

"Anthony Stark..."dijo con voz de advertencia.

"Mmhm..." murmuró el castaño.

"Estás siendo inmaduro." Quito delicadamente las manos de su rostro. "Mírame, por favor." Insistió, ya que los océanos marrones de Anthony miraban al vacío con semblante serio.

"Olvídalo, Steve. Buenas noches." Le robó un rápido beso y se recostó, dándole la espalda.

Con agilidad, logro hacer que Tony quedara sobre su espalda y ambos se miraron. Tony mordió su labio.

"¿Qué?"

"Lo haré." Sentenció Steve.

"¿En serio?" Sonrió el más joven.

"Seguro." Sonrió de vuelta el rubio. "Con una condición." Levantó su índice.

"Bien, eso es justo." Tony se encogió de hombros y asintió. "Dime."

"Tiene que ser uno de los tuyos." Soltó sin titubeos. Los ojos de Tony se abrieron con mucha sorpresa y su cara enrojeció casi inmediatamente.

"¿Eh? ¡No! ¡Eso sería muy vergonzoso!" Refutó negando efusivamente.

"Bueno, entonces supongo que no presentaré nada." Dijo Steve con simpleza.

"¡No!" El castaño agarró un puñado de la camiseta de Steve y lloriqueó contra su pecho. "¿No tengo opción, verdad?"

"Nope." El rubio se aseguró de hacer resonar la "P" al final.

"De acuerdo, puedes usar uno de esos." Dijo Tony sin despegar su rosada cara del pecho de su novio.

"Fantástico." Río el rubio. Las vibraciones en su pecho de alguna forma llenaron al más pequeño de satisfacción.

"Eres cruel." Se quejó, finalmente mirando hacia arriba. "Y eres un tramposo." Lo miró acusatoriamente.

"Me amas."

"Suerte tienes de que lo hago." Suspiro Tony, rindiéndose.

"Y yo a ti." Steve besó su coronilla y susurró. "Buenas noches, cielo."

"Buenas noches, tramposo."

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top