⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️LEAN LA NOTA PLS⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️

Okay, literalmente está es mi propia versión del Ep.25/S1 de Teen Titans Go!

Quiere decir que la idea principal no es originalmente mía, pero si los diálogos y todo lo demás.

Si no lo han visto es básicamente lo siguiente: un prisma mágico logra fragmentar las personalidades de uno de los titanes (Raven) mostrando todos los lados que no muestra usualmente y blah blah.

No me gusta DC Cómics pero la serie si está bien chula graciosa.

Eso es todo, pueden continuar ❤️

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Steve's P.O.V

"Sam, ¿como se ve el perímetro arriba?"

"Todo parece estar en orden, las ambulancias están llegando al igual que los bomberos. Creo que podemos irnos, Cap."

La voz de Sam se escuchaba por todos los comunicadores. Así que los demás corroboraron con él.

"¿Qué hacemos con ésto, entonces?" Tony me miró, sosteniendo el gran artefacto de cristal.

"Antes de llevarlo a S.H.I.E.L.D deberíamos verificar que no sea un arma."

"Eh, estoy seguro de que si no es un arma, es parte de una, pero de acuerdo." Incluso con los filtros de voz en el traje, el tono sarcástico de Ironman era evidente.

"¿Hora de ir a casa?" Habló Natasha por los comunicadores.

"Afirmativo, viuda."

Sonriendo, me acerqué a Tony y quite el cristal de su mano, dándole movilidad para envolver su brazo en mi cintura. El familiar sonido de los propulsores, y luego estábamos volando sobre la ciudad con destino a la torre.

******

Aterrizamos e inmediatamente el traje se desactivó, Tony iba con paso apresurado directo al taller.

Alcé una ceja, dejando mi escudo sobre el desayunador.

"¿No olvidas algo?"

Se volteó y como si tanteara su suerte se acercó a besarme. Sonrió y se volteó con intención de volver a su rumbo. Halé de su brazo. Estaba a punto de reclamarme cuando alcé la mano.

El cristal.

"Oh, gracias." Sabía que estaba algo avergonzado. Iba a tomarlo cuando moví mi brazo.

"¡Eh!" Negué. "Toma una." Apunté al platón de manzanas que había en el desayunador.

Rodó los ojos, pero sabía que discutir no era factible, así que lo hizo. Sonreí y lo besé de nuevo, entregándole el cristal.

"No te esfuerces mucho."

Él ya estaba casi del otro lado de la habitación. Vi como tomaba una mordida de la fruta y la levantaba. Sonreí.

Sentí como se paraban a mi lado y volteé. Era Rhodes. Ya todos había llegado a la torre.

"Definitivamente no sabes con quien te casaste."

"Vale la pena soñar, ¿no?"

Después de que todos se refrescaran y cambiaran sus trajes por cosas cómodas, estábamos todos en la sala.

Bueno, relativamente todos, ya que Clint si estaba, solo que en los ductos de la ventilación.

"Al final, ¿que diablos es la cosa esa?" Preguntó Sam.

Tony había salido del taller hace poco. Se había pasado toda la mañana y parte de la tarde allí. Se sentó en uno de los sillones bufando. El cristal seguía en su mano.

"Aún no estoy seguro. Creo que esto es más un asunto para Strange." Admitió. "Todo señala a que tiene energía de otra dimensión, a.k.a, probablemente magia, y todos sabemos mi relación con la magia."

Natasha que estaba a su lado lo tomó en las manos, examinándolo.

"Parece un lindo adorno, en todo caso, se vería bien en mi tocador."

De la nada, un brazo surgió por encima de la cabeza de Nat. Clint se asomaba por una de las salidas de los ductos. Arrebató el cristal, mirándolo con igual curiosidad.

"Yo creo que si tiene que ver con magia, no es bueno que se quede con nosotros. ¿Que opinas tú Sam?"

Esta vez, lo lanzó, el susodicho lo atrapó con destreza, y simplemente se encogió de hombros.

"Yo opino que dejen de tirarlo como si fuera una pelota." Hablé, extendiendo la mano hacia Sam.

Justo en el momento que mis manos tomaron el cristal, empezó a brillar.

"¿Eso que significa?" Habló Rodney desde el otro lado de la sala.

"Uh.."

"¡Suelta eso, Steve!" Escuché como Tony advertía, quitándomelo.

"¡No lo toques tú tampo—"

Antes de que pudiera terminar, un cegador destello de luz inundó la sala. Cubrí mis ojos con mi antebrazo. Había humo blanco. Todos tosían.

"¿Tony? ¿Estás bien?" Abanicaba con mi mano para poder ver. "¿Tony?"

Cuando todo el humo se aclaró. Creí que me desmayaría.

"Mierda." Nat, Sam y Clint hablaron a la vez.

Frente a nosotros, no había uno, sino, cinco Tonys. Todos idénticos al único Tony, pero ninguno vestía igual.

Había un Tony con traje púrpura. Su cabello peinado escrupulosamente. Tenía una sonrisa de millón de dólares en la cara y olía a lo que reconocí como mi colonia favorita para...para Tony.

Para mí Tony.

El otro Tony portaba el traje de Ironman, con la particularidad de que, a diferencia del traje original, éste era totalmente negro, su reactor ARC no era azul, sino de un rojo vibrante. Tenía la placa facial fuera y podría jurar que sus ojos destellaban fuego. Parecía molesto. Muy.

Había un Tony con una simple camiseta naranja y pantalones de yoga naranjas. Tenía oscuras ojeras y bostezaba. También tenía lo que parecían ser migajas de frituras en la barba.

Un Tony con sudadera gris y pantalones de denim. Miraba ansioso de lado a lado y en cualquier momento parecía que rompería a llorar.

Por último, había un Tony con...Era...

Tony era una chica.

Tenía unos shorts y camiseta de color rosa. Y era...

Dios, jamás creí que la versión femenina de Tony fuera tan ardiente.

Concéntrate Rogers.

"Eh..¿hola?"

Rhodey fue el primero en hablar.

Todos los Tonys voltearon.

"¿Ustedes son..?"

"¡Soy Tony!" Dijeron todos al unísono.

Clint cayó al suelo.

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"Estás diciéndome que todos ellos son...Tony."

"No, te estoy diciendo que todos ellos representan un sentimiento de Tony. Todos ellos, forman al único Tony que existe...en esta dimensión, claro."

Stephen hablaba con calma. Yo solo podía mirar al frente.

Tony naranja dormía cual koala sobre el sillón y por alguna razón Clint le escribía cosas en la cara, Tony de la sudadera estaba detrás de dicho sillón llorando desde hace media hora, Rhodey al parecer trataba de consolarlo, chica Tony le hacía trenzas a Nat mientras que Tony de Ironman negro miraba con interés los cuchillos en la cocina y Sam se los quitaba de enfrente. El Tony de traje púrpura estaba..

"Esperen, ¿dónde está Tony purpur-¡Ah!"

Me sobresalté al sentir como alguien apretaba uno de mis glúteos. Volteé. Tony púrpura me guiñó un ojo.

Suspiré y miré a Stephen mientras Tony jugueteaba con mi cabello recostado de mi hombro.

"¿Cómo lo solucionamos?"

Stephen me miró y se que estaba haciendo su mejor esfuerzo por no reírse.

Aclaró su garganta. "Uh, bueno, ese prisma es pentagonal, lo que es bueno ya que solo pudo sacar cinco de las personalidades/sentimientos de Stark."

"¿Querías más?" (N/A: Entendieron la referencia?)

"No, quiero decir que puedes agradecer que no es uno más fragmentario. Te topaste con su pasión y amor,—" señaló al Tony que seguía pegado a mi. "Pereza, enojo, tristeza y, deduzco que la chica es su lado femenino pero a la vez es su nobleza y abnegación."

"¿Su nobleza y abnegación es una chica?"

"¿Te sorprende? Stark se casó contigo para evitar una guerra civil." (N/A: Tony chica es una referencia. Porque amo el universo 3490.)

Asentí, entendiendo su punto.

"Lo que quiero decir es, pudiste haber encontrado uno más complejo y haber liberado a más emociones, como su ansiedad, su miedo, o su valentía, esa probablemente trataría de sacrificarse por un gato en un árbol, conociéndolo." Río un poco. "El cristal se dividió en cinco partes, cada color debe ser sostenido por la emoción a la que pertenece y cuando todos se unan, volverá un Tony completo."

Asentí nuevamente. "Gracias, Strange."

"No hay de que." Sonrió. "Si no hay nada más que discutir, me retiro." Dicho eso, abrió un portal y desapareció por él. Dos segundos después, volvió a aparecer. "Y por cierto, Tony recordará todo esto cuando vuelva a unificarse.." miró al Tony dormido. "Al menos los que están conscientes." Finalizó y esta vez, se fue en verdad.

Tomé una bocanada de aire y quité la mano del Tony lujurioso de mis pectorales. "De acuerdo Tonys," todos miraron a mi dirección. "Fue un gusto conocerlos pero ya es hora que de nos devuelvan a...Tony." Solté el aire. "Por favor, sean tan amables agarrar su cristal correspondiente."

"Awww." Se quejó Clint. "Ya estaba empezando a divertirme." Hizo un puchero. Había crema batida en la mano de Tony perezoso — que seguía dormido— y sostenía una pluma.

"Clint, no."

"De acuerdo, pero voy a tomar una foto."

Mire hacia Nat. Alce una ceja.

"¿Qué?"

"¿En serio?"

"Por fin hay otra chica en el equipo ¿que querías que hiciera?" Se encogió de hombros.

"No es — oh Dios santo, ¡No es otra chica, es Tony!"

"¡Y es una chica!"

"¡Tony! ¡T-O-N-Y!"

La versión Tony chica se aclaró la garganta y levantó la mano. "En realidad, es T-O-N-I" Nat juntó los labios para no reír.

"Tienes que estar bromeado." Siseé. "¡Rhodey!"

"¡Estoy en eso!"

Suspiré y miré a Sam.

"Por última vez, Tony emo, ¡Hammer no es una amenaza!"

"Quizá no lo sea, pero eso no significa que no es un insecto miserable y debe morir."

"Ay por dios, ¡Steve! ¡Tu esposo es un maniático temperamental y homicida!"

"Creí que este era el Tony emo." Comentó Rhodey.

"Él no es mi esposo." Traté de decir lo más calmado posible.

"Uh, básicamente, todos nosotros somos tu esposo, delicia." Tony púrpura dijo, muy cerca de mi rostro.

¿Donde está el Tony sarcástico al qué hay prácticamente que rogarle por un beso?

Lo miré y suavemente me lo quité de encima.

"Bien, mi paciencia se acorta." Advertí. "O toman los condenados cristales, o toman los condenados cristales."

Clint rodó los ojos y en la mano limpia del Tony Naranja, puso el cristal. Cerró su puño y con un destello de luz, desapareció.

"Uno fuera, quedan cuatro." Mostró el pedazo de cristal.

"Bien, guárdalo, cuando estén todos los uniremos." Asentí. "¿Alguien más va a irse por las buenas?"

Tony triste alzó la mano y sorbió por la nariz. Me tomó unos cuantos segundos recordar que ese no era Tony, al menos no por completo, para no lanzarme a consolarlo. "Lo haré."

Con una expresión de lástima, caminó hasta el fragmento grisáceo y suspiró, volteó y miró a Rhodey. "Eres el mejor amigo, James." Trató de sonreír y se volteó a mirarme. "¿Que haces conmigo?"

Iba a responder cuando Rhodes interrumpió. "Tony..." sonaba como una advertencia.

"Lo siento, no puedo evitarlo." Quitó algunas lágrimas de su cara y sin más, agarró el cristal. Otro destello.

Hubo unos segundos de silencio y miré alrededor. "¿Alguien más?"

"Yo me largo." Tony enojado disparó a la pared haciendo un gran agujero.

"¡Hey, hey! ¡Tú no vas a ningún lado!" Lo llamé. Mis cejas estaban más que fruncidas.

"Tú no me dices que hacer, perra."

Y salió volando.

Me quedé estático mirando al hoyo en la pared.

Clint empezó a reírse como loco.

"¡Ay no me jodas! ¡JAJAJAJAJAJAJ!" Se tiró al piso y se revolcó. "Tony acaba de llamar—llamarte ¡Ay, Ay! ¡Perraaaaaaaaaaa!"

Tony púrpura rió un poco. No pude evitar sentirme ofendido. Me volteé a verlo.

"Si estás siendo un poquito perra." Dijo, haciendo un gesto de 'poco' con su índice y pulgar.

"¡Dos Tonys!" exclamó Clint.

Gruñí y tomé mi escudo. "Sam, Rhodey, vamos a buscar a Tony." Les dije, asintieron. "Nat... Clint..." arrastré. "Vigilen a estos dos. Traten de hacer que agarren sus cristales."

"¡Woof Woof!" mofó Clint haciendo un saludo militar de manera burlona.

Apreté la mandíbula y me dirigía al ascensor donde James y Sam esperaban, cuando me tomaron del brazo. Era Tony púrpura.

"¿No olvidas algo?" Levantó una ceja. Tuve un dejavú de hace unas horas atrás. Tony levantó su mano. El fragmento de cristal para atrapar a furia.

Lo tomé, le regalé una sonrisa de agradecimiento, y volteé de nuevo. Otro jalón, esta vez del cuello de mi camiseta, tuve poco tiempo para filtrar cuando estampó un rápido pero profundo beso contra mis labios.

"Para la buena suerte." Se encogió de hombros, dejándome ir.

Sentí calor en las orejas y antes de que Clint pudiera burlase de eso también, ya estaba en el ascensor.

*******

No fue difícil encontrar a Tony.

Nos había llegado una advertencia de que "Ironman" había irrumpido en Industrias Hammer.

Llegamos lo antes posible. Media docena de guardias de seguridad estaban delante a de la puerta de la oficina principal, demasiado aterrados como para entrar.

"¡Está ahí!"

Uno de ellos señaló dentro, donde se podían escuchar ruidos de cosas golpeándose y gritos.

"Rhodey, aguarda en el lado oeste de los ventanales, en caso de que...Hammer salga volando." Dije por los intercomunicadores.

"No me pagan lo suficientemente."

Cuando prácticamente tiré la puerta, Tony tenía a Justin colgando de una de sus piernas, boca abajo.

"¡Suéltame Stark, juro que te demandaré!"

Hammer gritaba y pataleaba. Sus palabras eran rudas, pero todo él expresaba temor.

"Tony, bájalo." Ordené.

Furia me miró y lanzó uno de sus propulsores, fui rápido para esquivarlo.

"Creí haberte dicho que no eras mi jefe." Ladró.

"Escucha, no hagamos esto más difícil. Bájalo, por favor. No quiero hacerte daño."

"Ugh, ¿en serio estamos casados?" Rodó los ojos.

"Tony, por favor." Repetí. Estaba consciente de que mi tono era suave y pasivo, pero jamás bajé el escudo.

"Escucha al tonto patriótico, Stark, más te vale que me bajes o te aseguro que te quedarás sin un céntimo."

¿Éste tipo quería morir?

Tony lo miró con ojos fulminantes.

"¿De verdad quieres salvar a esta escoria?"

"No. Intento salvarte a ti." Me fui acercando poco a poco. "Si algo le pasa, Te meterás en problemas, a todos los tú." En el ventanal de atrás, por alguna razón había un balcón. Sam me miró desde la espalda de Tony, me asintió.

"Valdría la pena todos los problemas del mundo solo con tal de ver a este idiota acabado." Gruñó, batiéndolo desde la pierna.

"Creo que voy a repetir mi almuerzo." Advirtió Justin.

Sam sigilosamente caminó detrás de él. Le había dado el trozo de vidrio en el camino.

"No lo valdrían, te lo aseguro." Seguí acercándome.

"Tú no sabes nada, solo eres un bonachón sin remedio que quiere ver el lado bueno de todo lo que no lo tiene. Mírate, sales con nosotros." Dijo, como si fuera la cosa más espantosa del mundo. "Con ese juicio ¿como esperas te haga caso?"

Primero Tony triste y ahora la furia. ¿Que acaso así se sentía Tony realmente?

"Muy tarde."

"¡Tony, no!"

Hammer se estrelló contra el ventanal, cayendo al mismo tiempo que Sam ponía el cristal en la mano del traje. Hubo un destello, y Tony desapareció.

Escuchamos unos propulsores y volteamos. Rhodey sostenía a un desmayado Justin Hammer en sus brazos.

"¿Como diablos le explicaremos esto a la prensa?"

*******

De vuelta en la torre. No había señales de Clint ni del Tony púrpura.

Natasha y Toni estaban sentadas en la sala.

"Tú amigo púrpura se aburrió y decidió volver a su cristal." Respondió la pregunta que no hice, sosteniendo un trozo de vidrio de dicho color. "Te dejó unos cuantos recados, pero son clasificación R, así que mejor me los ahorro."

Rodé los ojo y miré a la chica.

"Uh, Toni no quería irse sin hablar contigo primero." Explicó.

Asentí y me acerqué a ella.

"Esto será rápido." Aseguró, subiendo sus manos en redención. "Se que quizá te sorprendió el hecho de que tengo, Uh..Tony tiene una emoción totalmente femenina, o un lado, como quieras llamarlo." Negó con la cabeza. "La cosa es que, estamos— estoy constantemente pensando mucho y, solo quiero decirte que lo que las demás emociones dijeron, es algo que en verdad siento, Tony siente, pero eso no quiere decir que no te ame. Sabes que es un tanto inseguro y las mismas circunstancias por las que se dio el matrimonio a veces lo hace dudar de tus sentimientos, a lo que me refiero es —" suspiró. "Tony ha sido herido mucho a lo largo de su vida, y por mal que suene tiene que tener un constante recordatorio de que los sentimientos de sus seres queridos son reales y están ahí, en especial de mi—Uh, nuestro..su esposo." Terminó de hablar. "Te amo, Steve."

Y por un momento, sentí que quien me hablaba era solo un Tony.

No fui capaz de emitir palabra, así que solo alcancé el cristal y sonreí. "Fue un gusto conocerte."

Ella sonrió igual y agarró el cristal sobre mi mano. Un último destello, y ya los cinco estaban enfrascados.

"Bien, eso fue intenso."

Me volteé sorprendido al ver a Nat aún ahí.

"Uh, si." Me rasqué la nuca. "Em, ¿sabes si Clint tiene—"

Un brazo de extendió delante de mi desde el ducto de ventilación. Tomé el cristal naranja y asentí.

"Gracias." Mordí mi labio. "Supongo que tú también escuchaste."

"Sip." Su voz se escuchaba distorsionada por las paredes metálicas.

Suspiré. "Bien."

"Creo que quieres hacer esto solo, ¿verdad?" Habló Nat, acariciando ausentemente la punta de la trenza que tenía hecha.

"Sí, creo que si." Torcí la boca, asintiendo.

Natasha comprendió. "Cuando termines, me avisas y yo llamaré a Strange para que venga a buscar el prisma." y con una palmeada en mi hombro, se retiró.

Suspiré nuevamente y coloqué todos los trozos juntos. Cuando se unificaron, las líneas divisorias brillaron y una luz de arcoíris inundó la sala. Un poco cegadora, pero era de esperarse. Ajuste la mirada de nuevo, y gracias al cielo no habían cinco Tonys.

Solo uno.

"Oh, gracias al cielo." Lo abracé fuerte, levantándolo un poco del piso. "Te extrañé." Confesé.

"Bueno, prácticamente jamás me fui." Bromeó.

Rodé los ojos y sin pensarlo, besé sus labios. Él correspondió gustoso, agarrando mis hombros, cuando hacía eso quería decir que también estaba de puntillas. Me separé, dejando solo su frente contra la mía.

"Escucha, antes de que te disculpes por lo que hicieron/dijeron tus emociones, solo necesito que sepas que mi amor por ti es genuino y que jamás haría nada para lastimarte, al menos no intencionalmente." Precipité. "Eres lo mejor que me ha pasado en toda la vida, incluso antes de haberme congelado. Deseo pasar el resto de mi días contigo y hacerte el hombre más feliz del mundo porque eres la persona más hermosa que conozco tanto por dentro como por fuera, y tengo testigos." Reí. "Tus emociones son todas hermosas, incluso las peligrosas o las no tan entusiasmantes, eres tú y eso las hace especiales" acaricié sus mejillas con mis pulgares. "Te amo, Tony."

Él sonrió. Me abrazó de nuevo, dejando un beso en mi pecho. Lo abracé también, posando mi barbilla sobre su cabeza.

"Lo único que lamentó es que ahora tendré que pedirle disculpas públicamente a Justin Hammer." Murmuró, su voz era pesada y llena de frustración. "Iraman debió hacerlo sufrir un poco más." Rió bajito.

Yo lo imité, separándome de su agarre. "No podía permitir eso." Negué. "Aunque admito que en algún momento lo deseé."

"Capitán, sus emociones están tomando lo mejor de usted." Se burló.

Remoje mis labios con mi lengua y asentí. "Ya lo creo, porque ¿sabes que más deseo?"

Tony levantó una ceja.

"Verte en shorts otra vez." Hablé con la voz más casual y seductora que tenía.

"Mmmm, ¿y qué tal sin nada excepto shorts?"

"Y eso me pasa por vivir en los ductos. Gracias por traumatizarme, Iraman y Capitán Perra."